Espero que les guste~

-Aquí tienes, Chipy~- sonrió Dale, extendiendo una tasa color celeste y con nueces dibujadas como decoración, llena de café recién hecho, sosteniendo con una de sus manos un plato con galletas compradas.

-No tienes que hacer todo esto, ¿sabes?- acepto la taza con su mano buena, sonriendo ante el olor y dando un sorbo, estaba más dulce de lo que usualmente tomaba pero de igual manera, estaba rico. -No estoy paralítico, solo un poco lastimado- tenía una muñeca inmovilizada, con golpes y raspones ocultos por su pelaje, por no mencionar el dolor muscular pero estaba bien, completo, podía moverse por sí solo...lento y con mucho cuidado, por supuesto.

-No me importa...- se sentó en el sillón, al lado de su amigo, mostrando una gran sonrisa y robando una de las galletas, comiéndolo con gusto. -...quiero cuidar de ti-

-Es innecesario- tomo otro sorbo de su café, mirando de reojo el reloj colgado en una de sus paredes. -Aún puedes irte y disfrutar de tu convención por unas horas...- recordó el horario que el menor le había dicho cuando lo había invitado. -...no me iré muy lejos- porque no pensaba moverse por el momento, no hasta que la medicina que le habían dado hiciera efecto.

-Nop, me quedo justo aquí~- toco suavemente la pequeña nariz negra, riendo al ver al mayor arrugar ligeramente la nariz ante el toque. Tomó otra de las galletas, extendiendo la hacía el herido. -No te vas a deshacer de mi tan pronto- lo dijo en tono de broma, aunque era la verdad. No iba a irse, no con el susto que le había dado aquella fan al simplemente decirle que su amigo estaba herido y en un hospital, un susto que se volvió miedo cuando el mayor no contestó sus llamadas.

-Te vas a aburrir- murmuró, inclinándose para morder la galleta ofrecida, negándose a soltar su café. Tarareo con gusto ante el fuerte sabor a nuez, contento, eran de sus favoritas y eran deliciosas. -¿Y tus cosas?-

-Uno de mis amigos se va a encargar de todo eso- contestó con tranquilidad, comiendo una de las galletas y agarrando para extenderla hacia el mayor. -No te preocupes por nada- sonrió enormemente, su cola moviéndose con ánimo cuando su amigo comió la galleta ofrecida.

-Si tu lo dices...- tarareo, hundiéndose en su lugar, repentinamente somnoliento. Terminó su café y bostezo ampliamente, luchando para mantener los ojos abiertos. La medicina estaba haciendo efecto, dejando el dolor de lado y dando paso al cansancio.

-¿Quieres dormir, Chipy?- sonrió, tomando la tasa vacía del agarre suelto del herido, evitando que se cayera. Dejó lo que tenía en sus manos sobre la mesa y se levanto. -Arriba~- se inclino, enganchando sus manos bajo los brazos ajenos, levantándolo, riendo cuando Chip ni siquiera se esforzó en mantenerse de pie por su cuenta y se apoyo en él, dormitando. Dale lo abrazo por unos segundos, para después empezar a guiarlo hacia su habitación. Si, prefería estar justo allí, al lado de Chip para poder tener la oportunidad de cuidarlo.