Temporada 2, capítulo 2: "Tenemos que hablar"
En el pasillo del templo león, nuestro maduro león de melena marrón hablaba con un soldado del área de diligencias.
-Longtooth: Si bien tu jefe te mando a llevarle un bocadillo, quien manda soy yo, así que dile que por orden mía, venga el mismo al área de alimentos por su comida, si te dice algo, muéstrale esta orden (dándole una insignia real)
-Soldado: Si señor, perdone la molestia.
-Longtooth: Vaya entonces.
El soldado se retiró raudamente.
-Longtooth: Lurmando, ese que se cree niño bonito, uno de estos días voy a... Leoniii ya regresaste.
-Leónidas: Coman...dante, el rey quiere verlo.
-Longtooth: Primero dime que te dijo.
-Leónidas: No entiendo bien lo que quería saber, pero creo...no me fue bien, lo importante es que quiere verte ahora mismo.
-Longtooth: ¿No te fue bien? , vamos cuéntame.
-Leónidas: Mejor luego, ve con el rey.
-Longtooth: ¿Estás seguro?, Lagravis puede esperar.
-Leónidas: No, mejor ve ahora, luego hablamos, tengo un mal presentimiento Longtooth.
-Longtooth: ¿Ok? Entonces te veo al rato, espérame y luego me cuentas.
-Leónidas: Longtooth, ve con cuidado, en verdad hay algo que no anda bien.
-Longtooth: Uhh, entiendo, es la primera vez que sientes eso, no te preocupes, sabes que Lagravis es mi viejo amigo, si por alguna razón fallaste en algo, yo lo arreglo, todo por mi Leoni.
-Leónidas: Eso... espero.
Longtooth se alejó de su Leoni quien se veía algo preocupado.
-Longtooth: (Pensando, caminando) Uh Lagravis está de malas eh, no hay de qué preocuparse, Leónidas tal vez esta algo sensible hoy, eso debe ser, vamos a arreglar las cosas entonces.
Pensó el maduro león, que al llegar a la oficina del rey, entro sin tocar...
-Longtooth: Lagravis, querías verme.
Al entrar Longtooth vio al rey de pie mirando por su ventana de espaldas a él...
-Longtooth: ¿Lagravis? Dije que si querías verme.
-Lagravis: Longtooth...siéntate por favor.
-Longtooth: Bien (sentándose) y ¿para que querías verme?, ¿es sobre Leónidas?, ¿dime que paso?
Lagravis volteo ligeramente su cabeza.
-Lagravis: En parte es sobre él, pero principalmente sobre ti.
-Longtooth: ¿Que dices? Hay algún problema acaso.
Lagravis se volteó, aun llevaba el pergamino en la pata, el cual estaba arrugado, la luz de la ventana que atravesaba a Lagravis formaba una leve sombra sobre Longtooth.
-Lagravis: Longtooth, quiero saber algo...
-Longtooth: Ah entiendo, olvide darte mi informe a tiempo del evento de fraternidad, ¿es eso no? Mira los demás jefes de área han estado desorganizados, empezando por Lur...
-Lagravis: Longtooth...
-Longtooth: ...mando, ese león, está excediéndose en su cargo, yo recomendaría...
-Lagravis: Longtooth...
-Longtooth: ...que le dieras más labores, anda últimamente....
-Lagravis: (Voz alta) ¡¡¡¡Longtooth!!!!
Longtooth se detuvo, era la primera vez en años que escuchaba al rey alzarle la voz.
-Longtooth: ¿Lagravis te pasa algo?
-Lagravis: Longtooth, quiero saber si...
-Longtooth: Estas arrugando ese pergamino sabes, tu no haces esas cosas, supongo no será ninguna ley.
Lagravis le lanzo el pergamino arrugado.
-Longtooth: ¿Algo violento no? Uhh esto (abriendo el pergamino) oye si es una ley, porque la tratas así.
Lagravis frunció el ceño.
-Lagravis: ¿Tu sabes lo que dice esa ley?, y es por eso que te pregunto, sin que me interrumpas...
-Longtooth: Lagravis, que tiene que ver...
-Lagravis: (Voz alta) ¡¡¡Haz silencio!!!
-Longtooth: Pero Lagravis, solo te pegunto.
-Lagravis: (Voz alta) ¡¡¡Que dije que hagas silencio!!!
-Longtooth: Si pero...
Lagravis extendió su brazo y le quito con fuerza el pergamino a Longtooth para luego tirarlo al suelo con fuerza.
-Longtooth: Lagravis, ¿que estás haciendo? , estas maltratando la ley.
Longtooth se iba a levantar para recoger el pergamino pero...
-Lagravis: (Voz alta) ¡¡¡Siéntate, no te muevas!!!
-Longtooth: Pero estas actuando raro...
-Lagravis: Te quiero preguntar si...
-Longtooth: Si estas raro, yo te reco...
-Lagravis: (Voz alta) ¡¿Tu y Leónidas han estado manteniendo relaciones fuera de la ley?!
Longtooth finalmente dejo de hablar, ante el rostro malhumorado de Lagravis.
La habitación quedo en silencio, Longtooth quien se levantó para recoger el pergamino se detuvo dando la espalda a Lagravis quien con ambas brazos sobre la mesa esperaba una respuesta..
-Longtooth: ¿Per...don?
Longtooth se volteó lentamente llevando el pergamino.
-Longtooth: ¿Qué fue lo que dijiste?
-Lagravis: Lo que acabas de oír, dime es cierto...
Longtooth se mantuvo en silencio por unos segundos pero luego dijo firmemente.
-Longtooth: No...se dé qué rayos estás hablando, estas imaginando cosas.
Lagravis bajo la cabeza.
-Longtooth: Esas ideas extrañas te están volviendo loco.
-Lagravis: Una pregunta más, (alzando la cabeza) me puedes decir ¿qué es esto?
Lagravis saco de su bolsillo un pedazo de pelaje.
-Longtooth: Uhh ¿pelaje?
-Lagravis: Pelaje, una mescla de pelos marrones y naranjas, que encontré hace tiempo aquí.
-Longtooth: ¿Ah? En verdad.
-Lagravis: Diem la verdad Longtooth.
-Longtooth: En verdad no sé de qué hablas.
Lagravis se sentó finalmente, apoyo ambos brazos sobre la mesa, puso el pedazo de pelaje a un lado, dio un respiro y dijo.
-Lagravis: Déjame contarte algo, hace un mes exactamente tuve un extraño sueño, escuchaba una serie de lamentos muy familiares, tales sonidos parecían venir de algún lado de mi habitación, pero que más parecían gemidos, era un sueño extraño, de no ser por que reconoci unas voces, tu voz y la de Leónidas, unas voces que me dieron una idea, una idea de que ustedes hacían algo, algo que espero no sea lo que pienso.
-Longtooth: Lagravis, tu mismo me dices que era un sueño, estas malinterpretando las cosas, estas atacándome por cosas de tu sueño, pero ¿qué clase de tonterías estas diciendo?
-Lagravis: Fue por eso que tuve mis sospechas y al día siguiente revise esta habitación, para toparme con este pelaje que te enseño, pero preferí no pensar nada aun, así que en contra de mi deber, decidí investigarlos.
-Longtooth: ¡¿Tu qué?! Te guiaste de tu sueño, y por eso me has estado espiando, eso es una falta grave y peor aun siendo de un rey, la privacidad es un derecho estipulado en la ley, además ese pedazo de pelaje puede ser tuyo, o de los soldados que vienen a hacer la limpieza.
-Lagravis: Silencio, como decía, decidí prestarte atención a ti y a Leónidas, y me pareció raro que últimamente han estado más cooperativos, demasiado.
-Longtooth: Pues claro, yo soy el jefe de guardia y él es el subjefe, debe estar al tanto de mis órdenes, ¿que tiene eso de malo?
-Lagravis: No tiene nada de malo, si, no te la pasaras...coqueteándole.
Longtooth no supo responder, se quedó callado.
-Lagravis: Longtooth, ¿acaso dije algo?
-Longtooth: No, estas, que diga estas inventando cosas, de vez en cuanto me gusta platicar de cosas con Leónidas, me gusta hacer chistes y soy muy dinámico en eso, tú lo sabes bien, es normal que nos riamos durante las aburridas jornadas de guardia, ¿eso para ti es coquetear?
-Lagravis: Longtooth, te estas agitando de pronto.
-Longtooth: ¿Agitado? Lagravis, estas empezando a molestarme con falsas acusaciones a mí y a mi Leoni, como quieres que me sienta.
-Lagravis: (Levantándose) ¿Leoni?
-Longtooth: (Algo agitado) Le...Leónidas, es que no me dejaste terminar, esto está fuera de lugar, falsas acusaciones producto de un sueño que te motivo a espiarme y crear cosas falsas como que le coqueteo, el pelaje en tu silla.
-Lagravis: Si en caso todo lo que digo fuera producto de mi sueño, me extraña el cambio de comportamiento que acabas de tener.
Lagravis camino y empezó a rodear a Longtooth.
-Lagravis: Sabes yo nunca dije que encontré este pelaje en mi silla, me dices que ibas a decir Leónidas cuando continuaste la oración luego de decir Leoni, te estas agitando en efecto, y sabes otra cosa más, ahora tu eres quien arruga el pergamino con mucha fuerza, te estas impacientando me parece, demasiado para alguien que no debería molestarse si en caso todo esto fuera parte de mi sueño, te conozco Longtooth, lo hubieras tomado a la broma, pero no lo hiciste y en primera empezaste a desmentir todo lo que te dije y a atacarme, porque en mi sueño te escuche decir: Mi Leoni. De pronto te has quedado callado.
Longtooth bajo la cabeza, ¿estaba molesto? ¿estaba triste?, ¿estaba sorprendido? Sin embargo solo se escuchó algo...una ligera risa.
-Longtooth: (alzando la cabeza) Lagravis, (sonriendo) es, es la primera vez desde que te conozco que logras ganarme.
-Lagravis: Longtooth, viejo amigo, ¿por qué?
Lagravis se acercó a Longtooth, el cual tomo asiento de nuevo.
-Lagravis: (Con una pata en el hombro de Longtooth) ¿Por qué no me dijiste?
-Longtooth: (Sonriendo) no te mentiré que pensaba hacerlo, pero las cosas se salieron de mis patas, creo te enfade, la primera vez que te hago enfadar verdad, aunque el que termino enfadado fui yo.
-Lagravis: Cierto, ahora que ambos (caminando de vuelta a su silla) dijimos lo que teníamos que decir (sentándose) dime Longtooth, ¿como empezó todo esto? , ¿Como empezó esta relación?
-Longtooth: Creo tú ya sabes, como comienzan estas cosas, sería tonto decírtelo, pero sabes que, prefiero que por el momento esto se mantenga en secreto, y quiero que no le digas nada a Leónidas.
-Lagravis: Ahhh, si las cosas fueran asi de fácil, sabes que ambos, han roto varias leyes con este juego que están haciendo.
-Longtooth: No es ningún juego, y se bien que eh roto varias leyes, pero, acaso es algo malo.
-Lagravis: Eres el comandante, y mi consejero principal, alguien de confianza que no debe guardarme secretos, que se supone pensara el resto de la tribu, que tú les hayas mentido todo el tiempo, el comandante es símbolo de confianza, de fuerza, simbolo de masculinidad, y ahora me sales con esto, no quiero imaginarme lo que han estado haciendo, bueno el tiempo que esto haya durado, ya que no me dices aun cuando tú y Leónidas han estado con esto.
-Longtooth: Eso es lo de menos, pero...un momento, me estas tildando de mentiroso, Lagravis te das cuenta con quienes estas hablando.
Longtooth se volvió a levantar, se empezó a molestar.
-Lagravis: Estoy hablando con un mentiroso, porque me has ocultado esto, los amigos no se guardan secretos.
-Longtooth: No tengo por qué darte explicaciones, además es mi vida y yo veo que hago con ella.
-Lagravis: Te das cuenta lo que haces con tu puesto, estas cosas se llegan a saber tarde o temprano, como te dije eres el consejero real, tu grado de confianza está estipulado en la ley, asi como las responsabilidades de Leonidas, temo que tendre que encargarme de el.
-Longtooth: (Voz alta) Lo sé, todo está en la ley, desde las tareas, hasta cómo comportarnos, todo, bueno no todo, nadie está obligado a no seguir su corazón y te pido con respeto que no metas a Leonidas, no haras nada para alterarlo, no me lo vas a tocar.
-Lagravis: Vaya que ese joven te tiene hipnotizadio, pero Longtooth, tu cargo... estas forzando nuestras leyes, sin mencionar que me estas alzando la voz, debo recordarte que aun tengo el mando aquí y por tanto yo puedo cambiar la posición de Leónidas si eso ayuda a que su juego se termine.
-Longtooth: (Gritando) ¡Ya te dije que no lo toques!
-Lagravis: Long...te estas descontrolando, estas empezando a perder el control, y yo que pensé que ya habiendo descubierto, estaria todo bien, pero en verdad ese joven te esta cambiando.
-Longtooth: Tu, tu estas forzándome a mí, a tu único amigo, que te ha ayudado durante todos estos años.
-Lagravis: Eso no viene al caso, esto es distinto Longtooth, esto debe terminar.
Esa palabras hicieron un efecto en Longtooth, quien dio un fuerte golpe en el escritorio y en segundos estiro su brazo señalando a Lagravis, y mostrando una cara de pocos amigos.
-Longtooth: Terminar, dime, tú crees que sin mí ¿tu estarías aquí ahora?, ¿crees que serias el rey?, sin mi ayuda, crees que hubieras logrado la unión de nuestro aliados, crees que hubieras podido aguantar gobernar sin experiencia.
-Lagravis: Eso lo sé, y te estoy agradecido pero, eso es pasado.
-Longtooth: (Gritando) ¡¡No es pasado!! Tú sigues siendo el rey, gracias a mí, y no, no voy a mencionar esto porque sé que te destrozaría, pero si vuelves a decir algo sobre Leónidas, te juro que lo dire.
-Lagravis: Longtooth, en verdad esto tiene que acabar, piensa no solo en sus cargos, en sus edades. Leonidas tiene que...
-Longtooth: Leondias, ya esoty harto de que lo metas en esto, eso no te lo tolero, tú crees que sin mí, hubieras tolerado perder a tus padres a tan corta edad, y....
-Lagravis: No, Longtooth, no lo digas, tú mismo dijiste que no dirias eso, te lo suplico.
-Longtooth: Crees...que sin mi hubieras aguantado la perdida de...Leona.
Lagravis casi se cae al suelo, pero se sostuvo de su escritorio, Longtooth toco un tema muy, muy delicado.
-Lagravis: ¡¡Longtooth!! Como puedes...
-Longtooth: (Bajando el brazo) Estabas destrozado, recuerdas, te querías matar incluso, y dejar a tu hijo recién nacido, ¿quien te ayudo eh?, quieres respóndeme...
Nota: Leona era la reina de la tribu, esposa de Lagravis, falleció al dar a luz a Laval.
-Lagravis: (Acongojado) Por Chima, como pudiste mencionarla, estas cometiendo una falta grave, y nada de eso tiene que ver.
-Longtooth: Lo, lo siento, pero me forzaste.
-Lagravis: Estas por comenzar un problema en nuestra tribu, quiero...quiero que dejes de hacer esas cosas.
-Longtooth: Te estás pasando de la raya, hasta ahora nadie lo sabe.
-Lagravis: (Aun acongojado) La raya, tu acabas de hacerlo, no puedo dejar que esto vulnere las leyes.
-Longtooth: ¿Vulnere las leyes? Eso es lo único que te importa, Lagravis, te lo advierto una palabra más y te juro...
-Lagravis: Que más vas a reprocharme, ya acabas de abrir una herida, Leónidas... tendrá que cambiar de puesto.
Longtooth golpeo la pared con fuerza muy enfadado, dejando una gran grieta.
-Longtooth: Te lo advertí Lagravis, si tanto te molesta que esto interfiera con mi puesto, pues (Tomando su casco)
-Lagravis: Espera, no se te ocurra, ya basta.
Longtooth lanzo su casco al suelo con gran fuerza que esta termino partiéndose en pedazos
-Longtooth: (Voz alta) ¡¡¡Renuncio a la comandanciaaaa!!!
Longtooth al decir esto, dio media vuelta, abrió la puerta, salió y la cerró con fuerza.
Lagravis termino cayendo sobre su silla, y empezó a llorar.
-Lagravis: (Llorando) ¿Por qué?, Longtooth, no sé qué hacer ahora... Leona, si tan solo estuvieras aquí...
El rey se apoyó en su escritorio, estaba lastimado.
Continuara.
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