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Capítulo 8

  El día iniciaba con un hermoso sol radiante, en la ciudad león como siempre comenzaba el cambio de guardia, sin embargo cuando el viejo león Longtooth llego a la entrada de la ciudad, no se hacía presente Leónidas.
-Longtooth: Vaya ahora Leónidas está tardando, que estará haciendo, (pensado) uhh... tal vez me pase un poco, el joven no pudo soportar la acción de anoche.
Longtooth se mantenía pensativo mientras tanto y de hecho en la casa de Leónidas, este seguía en su cama durmiendo plácidamente y es que la noche pasada fue tan placentera que Leónidas tuvo un sinfín de sueños con su amado león los cuales continuaban al parecer ya que Leónidas no se daba cuenta que ya era de mañana, pero eso no duro mucho puesto que al percatarse de la falta de Leónidas Lagravis mando un soldado a buscarlo, un león llamado Lentus.
Así este soldado llegaba a la casa de Leónidas.
-Soldado león: (tocando la puerta) Leónidas estas bien, tienes que ir a hacer tu guardia, Leónidas.
Pero Leónidas no escuchaba, estaba tan placenteramente disfrutando de sus sueños de su amado león.
Así el soldado león empezó a tocar más fuerte.
-Soldado león: (gritando) LEONIDAS YA DESPIERTA, TIENES QUE HACER GUARDIA, SINO ABRES ME VERE OBLIGADO A ENTRA POR LA FUERZA.
Fue entonces que recién Leónidas empezó a despertarse, y dándose cuenta que ya era de mañana.
-Leónidas: (empezando a despertarse) ahh...que...ya es de mañana, (dándose cuenta)..ohhh....cielos.....ya es tarde.......rayos.
Leónidas dándose cuenta empezó a levantarse para salir de su cama, pero algo hizo que se detuviera, y bueno.......... creo que esto era obvio, y como dicen "mañana te va a doler", pues ni bien Leónidas se levantó sintió el peor dolor de trasero que creo jamás nadie había tenido, era como si miles de abejas le hubieran picado por dentro el trasero, como si le hubieran dado varios latigazos dentro del trasero, era tal el dolor y al parecer el desgaste de energía por lo de anoche que Leónidas ni siquiera tenía fuerzas para emitir un grito de dolor, pero su expresión lo decía todo.
-Leónidas: (pensando) AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, QUE HORRIBLEEEEEEEEEEEE, QUE &&%&%&%&%, &%&&%&%, HAY %%&%&%& (estos símbolos representan insultos) y es que era tal el dolor que , perdonen al pobre Leónidas por estos insultos, bueno aunque el solo los está diciendo en su mente) AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, MI TRASEROOOOOOOOOOOOO, ARDEEEEEEEE HAY QUE &%&%&%&%&, ME LLEVA LA %&%&%&%&%&%&%&%&%&&%&%&%%&%&%&.
Al parecer el lubricante usado ayer lo único que hizo fue apaciguar o más bien adormecer solo por un rato la sensación del gran miembro de Longtooth que entro de lleno en Leónidas, el efecto de hecho solo duro hasta que Leónidas se levantó, el dolor era muy fuerte tanto que Leónidas y para agravar más por lo movimientos que hizo al levantarse de dolor se cayó de la cama, golpeándose la cabeza (hay pobrecito).
-Leónidas: (Levantándose del suelo a duras penas, para poner sus patas en la cabeza sobándose, pensando) AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU, AUUUUUU MI CABEZAAAAA, (regresando el dolor del trasero) AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU, MI TRASEROOO, MI CABEZAAAAAAAAAAAAAA, MI TRASEROOOOOOOOOOOOOOOOOO, AUUUUUUUUUUUUUU ( en un pequeño momento de odio, pensando todavía) AUUU LONGTOOTH TE PASASTEEEEEEEEEEEEEEEEE, REALMENTE TE PASASTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH QUE DOLOOOOOOOOOOR QUE &%&&%&&%&%&%&%&%&&%&&, AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU.
Pobrecito Leónidas sufriendo el pobre. Mientras el pobre Leónidas se retorcía de dolor en su cabeza y trasero, el soldado afuera quien no escuchaba nada ya que Leónidas no emitía gritos de dolor, pues no tenía fuerza para hacerlo, este dolor solo era expresado en su rostro, así el soldado nuevamente volvió a toca la puerta más fuerte, al parecer Leónidas no lo escucho y no lo iba a escuchar, el dolor se lo impedía.
-Soldado león: LEONIDAS ya despierta, o estás mal? , dímelo, o sino entrare, vamos tienes hasta 10, 1.....2.....
Leónidas aun no escuchaba, a duras penas trataba de levantarse, el dolor de cabeza empezaba a bajar un poco pero , la pesadilla era el dolor de trasero, cada vez que Leónidas trataba de levantarse sentía como un latigazo en su trasero que lo hacía regresar al suelo, por lo que tuvo que arrastrase hacia uno de sus cajones , esto era porque a pesar del dolor Leónidas recordaba que debía tener alguna crema, la que sea para poder calmar el dolor, ahora el problema era que si había alguna crema esta estaba en el cajón más alto, lo que obligaría a Leónidas a levantarse, lamentablemente Leónidas no tuvo opción, así que poco a poco se empezaba a levantar apoyándose en los primeros cajones , con lo ojos botando lágrimas de dolor, aunque eran apenas segundos de levantarse , para el eran un buen tiempo de sufrimiento, pero era necesario con tal de encontrar lo que sea para apaciguar el dolor. Pero y que pasaba con el soldado que estaba afuera?, pues para la suerte de Leónidas el soldado o más bien Lentus como se llamaba ,digamos se distraía muy fácilmente, así pues cuando estaba contando, se distrajo viendo en el aire lo que eran los jets de la águilas que justo pasaban por el templo, no solo eso , al parecer eran jets de prueba, por lo que hacían una gran cantidad de piruetas que llamaron mucho la atención del soldado, lo máximo para olvidarse por un momento de lo que estaba haciendo.
Finalmente y después de un largo suplicio Leónidas casi moribundo llego hasta el cajón más alto, saco sus últimas fuerzas para abrirlo, y buscar lo que sea que haya para apacigua el dolor, , en este cajón tenía la mayoría de cosas que usaba para aseo personal, ya saben peines, gel, algo de ropa, rasurador para su bigote, blanqueador de colmillos, entre otras, pero Leónidas solo le importaba buscar alguna crema para calmar esta suplicio, a duras penas con una pata sosteniéndose en el cajón y la otra dentro de esta revolviendo las cosas buscado la supuesta crema, primero tomo un gel que usaba para su melena, esto no era necesariamente una crema para aliviar el dolor, pero Leónidas no le importaba, la abrió como sea, vacío todo lo que pudo en su pata, tiro el frasco ,y metió lo que había puesto en su pata en su trasero, obviamente el meter su pata aunque sea con gel hizo sentir aún más dolor, lamentablemente y era también obvio esto no hacia efecto, solo era un gel para la melena después de todo, y que solo le dejo resbaloso el trasero, ahora nuevamente a buscar otra cosa, el pobre de Leónidas no dejaba de llorar por el dolor, seguía revolviendo las cosas como loco en buscar de algo más, encontró un extraño frasco con lo que parecía ser una crema de color azul, Leónidas no le importó supuso que era también alguna crema, la abrió, pero estaba vez no se la puso en la pata el apresuro por el dolor era tal que simplemente metió esto en su trasero y apretó para que el contenido entrara, pero tampoco no se calmaba el dolor, cuando saco su pata sujetando el frasco vio que esta estaba pintada de azul, se dio cuenta que el frasco era solo pintura,. ósea se había pintado de azul el trasero y por dentro también, Leónidas se empezó a irritar, nuevamente a buscar algo más, Leónidas rebuscaba y rebuscaba , muchas de las cosas caían al suelo por el brusco movimiento, pero aun no encontraba nada, vaya que tenía muchas cosas, Leónidas simplemente y por un momento de locura jalo todo el cajón haciendo caer todas las cosas al suelo para así buscar mejor según el, así todas las cosas estaban regadas por el suelo, Leónidas con una expresión de dolor mesclada con ira, locura, con los ojos rojos por las lágrimas que botaba seguía buscando aguantando el horrible dolor.
Finalmente y para su suerte encontró lo que parecía una crema para quemaduras, y bueno no era necesariarnente para eso, pero Leónidas sentía arder en su trasero como el infierno, así sin pensarlo también lo abrió como sea vacío todo en su pata y lo metió y sobo en su trasero, nuevamente al introducirlo volvió a sentir el horrible dolor, sin embargo esta vez la crema empezaba a hacer efecto, y el dolor empezó a bajar un poco, pero aún se sentía, pero ya no tanto como para lograr que Leónidas se pudiera y a duras penas poner de pie. Pero y que paso con el soldado, créanlo o no seguía distraído con el vuelo de los jets, tanto fue así que cuando los jets empezaron a avanzar el soldado aun quería ver y olvidándose por completo de lo que hacía ahí se fue siguiendo los jets.
Leónidas ya lograba parase aunque aún seguía el dolor pero solo un poco, ahora Leónidas lloraba de felicidad por que el dolor se estaba pasando, así con lo que le quedaba de aliento regreso a su cama, cayó sobre esta y simplemente se dormido otra vez, fue un duro despertar, el pobrecito Leónidas estaba rendido por el dolor, así se quedó dormido, con las cosas tiradas en el suelo, con su trasero y patas pintadas de azul, el pobre de Leónidas descansaba. Así pasaron algunas horas. Mientras en la entrada del templo.
-Longtooth: Leónidas aún no aparece y ya es tarde, que le habrá pasado, si pudiera iría a verlo, pero no puedo, y Lagravis no aparece.
Entonces apareció recién Lagravis.
-Lagravis: Que paso y Leónidas, creí que ya había aparecido.
-Longtooth: Que no se supone que fuiste a verlo.
-Lagravis: Mande a un soldado a buscarlo, pero que raro, este tampoco ha vuelto.
-Longtooth: Y........por casualidad a quien enviaste.
-Lagravis: No me acuerdo muy bien, creo que Lantus o Lintus.
-Longtooth: Te refieres a Lentus.
-Lagravis: Si ese mismo.
-Longtooth: Oh cielos, creo que ya sé por qué demora.
-Lagravis: Que porque, no me digas que Lentus es algo flojo.
-Longtooth: No es eso exactamente, es un buen soldado, es solo que...........se distrae muy fácilmente.
-Lagravis: Entonces no está con Leónidas supongo.
-Longtooth: Si lo conozco bien debe estar en otra parte, y .......(mirando a los lejos, dentro del templo) creo que ya lo vi.
-Lagravis: Que donde.
-Longtooth: Allí, no es ese el que esta en la parte alta de esa casa mirando algo.....ohhhh......creo que es eso (señalando el cielo) esos jets de águilas están haciendo piruetas hace rato, la verdad, me están aburriendo, eso es lo que distrajo a Lentus de seguro.-
-Lagravis: Oh por Chima, (gritando hacia Lentus) LENTUUUUUUUUUUUUS.
Con el primer grito Lentus al parecer no se dio cuenta, su vista seguía en lo que para él era un asombroso espectáculo de piruetas, pero al segundo Lagravis emitió un rugido, este si llego a lentus.
-Soldado león: O........que.......quien llama (Mirando hacia donde están Lagravis y Longtooth) Oh cielos lo olvide por completo, tonto Lentus, tonto, así Lentus bajo de la casa y fue corriendo a buscar a Leónidas nuevamente.
-Longtooth: Parece que recién se acordó, espero que nada lo distraiga esta vez.
-Lagravis: Oh cielos..........espero que no.
Para cuando llego el soldado a la casa de Leónidas, ya habían pasado varias horas.
-Soldado león: (tocando la puerta) Leónidas, Leónidas está ahí, hace un buen rato que tenías que salir, responde sino tendré que entrar por la fuerza, vamos di algo.
Lentus empezaba a toca más fuerte, y ya estaba a punto de entrar, pero el ruido esta vez despertó a Leónidas quien recién se percata de que alguien estaba buscándolo.
Leónidas se levantó lentamente, al menos por el descando el dolor casi se había disipando, casi aún se sentía un poquito, pero Leónidas no se sentía muy bien de hecho, todo el trajín lo había dejado cansado, así que se levantó solo un poco, y con el ruido de la puerta dijo.
-Leónidas: (hablando en voz un poco baja) Qui..Quien está ahí.
-Soldado león: Oh eres tu Leónidas, no te escucho muy bien, estás mal.
-Leónidas: (aumentado un poco la voz) Ah...eres tu Lentus.
-Soldado: Si soy yo, Leónidas estás bien ya es muy tarde, dime si estás bien o no.
Leónidas de verdad no se sentía muy bien así que le dijo.
Leónidas: Si...........no me siento nada bien, por favor dile a Lagravis que amanecí muy resfriado y que por favor me deje descansar, luego repondré el día.
-Soldado león: Cielos Leónidas te oyes muy feo, debes de estar muy mal, bueno entonces está bien se lo diré, tu descansa, bueno nos vemos después.
Así Lentus se fue, creyó todo, y es que de verdad Leónidas aunque no estaba resfriado, si se sentía mal, tanto que no se daba cuenta del desorden que había hecho o que sus patas y trasero estaban pintadas, así Leónidas nuevamente volvió a caer dormido, vaya que había sufrido bastante, vaya día, un día de sufrimiento luego de una noche de placer.  

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