Capítulo 32
El amor, un sentimiento tan increíble, tan inesperado, tan loco, que te impide ver lo malo, lo raro, y solo ver lo que realmente quieres ver...y nuestra linda cita de un joven león de trabajo pesado y un muy atractivo jefe del área de diligencias seguía en curso, eran casi las 9 de la noche, y en la casa de Lurmando, aunque Leopol admiraba con ojos de corazón como su apuesto león le platicaba, tampoco podía dejar de ver la elegante que estaba su cocina, al igual que su sala, tantos adornos, meticulosamente puestos, deban una sensación bastante particular, y pues como menciono Longtooth, Lurmando era un acérrimo fan de la elegancia, el orden y la perfección, y la belleza, algo que podría malinterpretarse como un león algo superficial, pero ante los ojos del enamorado Leopol, era el único león con quien deseaba pasar el resto de su vida, más aun que la comida también era su fuerte, era además también increíble la manera como estaba dispuesta, tal cual una comidas gourmet, la manera de colocarla en el plato reflejaba una increíble perfección y orden, uno miraba la comida y no quería comerla por desordenar tan bella obra de arte, vaya que Lurmando era un adicto a la perfección.
-Lurmando: Hey leo...me estas escuchando, te decía lo interesante que es poder visitar las tribus que no son muy difíciles de hablar...
-Leopol: Oh disculpe señor Lurman...es que aún me ha dejado impresionado con todo su...decoración.
-Lurmando: Oh... (Sonriendo)... disculpa...debí haber previsto que todo esto, te llamaría la atención...quieres saber más de esa basta colección.
-Leopol: Seria interesante.
-Lurmando: Pues bueno los empecé a coleccionar desde que tenía unos 10 años, mis compañeros pensaron que es tonto, pero no les hice caso...siempre me ha encantado coleccionar cosas finas...y curiosamente fue por eso que elegí ser soldado de diligencias, pues eso te permite visitar contantemente las diversas tribus, y de vez en cuando obtienes algo interesante, obvio no las robada, sino que las compraba o me las regalaban, por ejemplo si ves al frente en esa repisa , veras una linda copa de vidrio que me la regalo un amigo gorila, pues no tenía necesidad de usarla, y considerando los gentiles que son, no la rechace.
-Leopol: Wow...
-Lurmando: Oh por ejemplo...ese plato de cerámica, la compre de la tribu de los osos, tampoco la usaban pero aunque negocie con ellos, me la vendieron, para algunas cosas, si no duermen.
-Leopol: Y cual fue lo comenzó toda su colección.
-Lurmando: Pues está en la sala...y es una linda escultura del monte Cavora, hecha de madera fina...la cual me regalaron los castores, fue cuando mi grupo y yo de jóvenes soldados en entrenamiento iniciamos las primeras excursiones fuera de la tribu, en ese tiempo el rey Lagravis, con apenas unas semanas de nuevo rey...pues su padre Lundor dejo el cargo, empezó una revolución y tratar de unir más las tribus y con ayuda del fuerte Longtooth trato de formas alianzas con las tribus para así dejar de lado todas las peleas. Ya que nuestro grupo era aún joven, fuimos mandados a la tribu que no nos diera problemas, los castores, más aun para ayudarlos, pues los castores siempre se mantuvieron escondidos, y era la primera vez que tenían visitantes...y de hecho logramos afianzar más nuestros lazos de amistad, y como una muestra de agradecimiento los castores nos dieron esa esculturas, que al parecer para los demás jóvenes no les gusto, pero yo la recibí con gusto...pues me quede maravillado con su belleza, así comencé me colección y después vinieron más...y mas , hasta ahora...incluso aun nunca rechazo la oportunidad de adquirir algo nuevo...por ejemplo hace solo una semana que adquirí esa (señalando la repisa de la alacena) linda jarra de cristal de los cuervos.
-Leopol: Wow...que linda historia, y muy educativa, recuerdo haber odio eso, en nuestras clases de historia cuando estaba en entrenamiento, aunque el anciano león era aburrido, escucharlo de usted es muy interesante.
-Lurmando: Gracias Leo...y bueno terminemos la cena...no...antes que se enfrié.
-Leo: Sip.
Tan hermosa la cena se desarrollaba a los ojos de Leopol quien quedaba más y más enamorado de su señor Lurmando.
Mientras en el departamento de este y los demás chicos, aunque ya Luxuro dormía luego de su sensual juego, sin saber que Lomar lo había visto, y que fue algo malo para Lomar, pues aun dando vueltas en su cama, no podía dormir bien...pues aun seguían esas escenas sexuales...pero extrañamente con la imagen de .... Leopol,...Lomar se volvía loco por que seguía pensando en Leopol si al que vio masturbándose fue a Luxuro, y por qué se había excitado con eso, con ver a otro macho...él era heterosexual...o es que al pensar aun en Leopol, significaba que realmente sentía algo por su compañero...Lomar aún no podía creerlo, pero la imagen de Leopol era lo que había quedado en su cabeza...y por extraño que parezca empezó a calmarse cuando finalmente decidió entregarse a esos pensamientos...y aunque ya dormido decir entre sueños...el nombre de Leopol...que al parecer y gracias a la ayuda de Luxuro, había despertado el verdadero sentimiento de amor de Lomar...había despertado su amor hacia Leopol y sus celos hacia Lurmando. Ya luego de haber aceptado esto Lomar se quedó tranquílame dormido y hasta mostro una ligera sonrisa al dormir y aun con su miembro erecto, se entregó a sus sueños...con Leopol.
Eran las 10 de la noche y finalmente Lurmando y Leopol terminaban su romántica cena, por lo cual Lurmando decidió acompañar a Leopol hasta su departamento.,
-Lurmando: Ok...lindo Leopol...ya es tarde, mejor te llevo a tu casa.
-Leopol: Pero señor Lundor...no tiene que hacer eso...yo puedo irme solo.
-Lurmando: Nop...no dejare que un joven leoncito se valla solo, así no haya nada malo, quiero saber que llegaste a tu casa sano y salvo.
-Leopol: Señor...Lurmando (sonrojado) gracias.
Leopol dejo que Lurmando lo acompañase, aunque estaba algo triste, debido a la conversación , la cena se alargó y no hubo tiempo para otras cosas, que Leopol hubiera gustado que pasaran...como una sexy sesión de besos y abrazos...pero era tarde y Lurmando quería que su leoncito estuviera bien pues mañana había que trabajar...esa preocupación hizo que Leopol olvidara lo que no se pudo hacer y dejar que su guapo señor Lurmando lo levara a su casa, así ambos salieron de regreso al departamento, en el camino y no habiendo nada, Lurmando tomo de la pata a Leopol como lo hacen los enamorados, lo cual hizo sentir a Leopol muy feliz, mas aun cuando Lurmando lo abrazo mientras caminan para que el joven león no sintiera mucho frio, eso sonrojo mucho a Leopol y más bien siento que el camino era como ir en un hermoso sueño con su amado enamorado, y tal fue que sin darse cuenta ya había llegado a la puerta del departamento.
-Lurmando: Bien Leo llegamos.
-Leopol: Que tan rápido...si apenas salimos de su casa, fue muy rápido.
-Lurmando: Mi pequeño leoncito...sí que estabas distraído, no importa, bueno, entra ya, no quiero que te resfríes.
Leopol abrió la puerta, volviéndose a poner triste pues le parecido que la cita fue muy rápida, pero si saber que tendría un regalito de consuelo...pues al entrar... Lurmando entro con él, y de manera inesperada cerro la puerta , tomo a Leopol por la cintura lo empujo a la pared, y lo beso, Leopol simplemente se dejó llevar, pues estuvo esperando esto toda la cita y llevo sus brazos alrededor del cuello de Lurmando , mientras este como dije tenía su patas abrazándolo por la cintura a Leopol, el dulce beso llevo su tiempo, y Leopol no podía haber pedido nada mejor, ese beso sabia tan bien, Lurmando era un excelente besador y era tan , pero tan guapo, además el agradable aroma del perfume del jefe de diligencias daba un toque romántico, Leopol no quería detener esto, ambos leonés en la entrada del departamento, mientras Luxuro dormía plácidamente luego de su jueguito e igualmente Lomar tambien dormía plácidamente habiéndose entregado a su verdadero amor...quien sin saberlo se besaba con su jefe en la entrada del departamento, beso que luego de unos minutos paro, pues Lurmando tenía que irse, además había un detallito, en todo momento durante el beso, además de las dos citas y por qué no decirlo durante toda su vida, Lurmando cuido de que su hermosa y bien peinada melena no se desordenara, Lurmando siempre y sin importar que se mantenía en perfecta apariencia, ni un pelo fuera de lugar, ninguna mancha o cicatriz, pero Leopol no notaba esta poco usual mania.
-Lurmando: (deteniendo el beso, aun sin soltar a Leopol) Ok leoncito fue estupendo....pero me voy...espero esta segunda cita te haya gustado.
-Leopol: (aun abrazando a Lurmando, muy sonrojado) Si...si....señor Lurman...fue...estupendo.
-Lurmando: Ok...me alegra que este bien... (Soltando ahora si a Leopol) ok (abriendo la puerta) nos vemos entonces, tal vez la otra semana.
-Leopol: Que...pero señor Lurmando...no nos veremos mañana otra vez.
-Lurmando: Lo siento Leo...pero como sabes el evento de confraternidad se está acercando y mi área tiene aun que verificar las demás tribu, por lo que estaremos ocupados, y ademas ustedes también lo estarán supongo.
-Leopol: No mucho, mi área solo le falta poco para terminar de construir y acomodar las zonas del evento.
-Lurmando: No te pongas triste...luego del evento podremos salir más seguido...ok...mi Leo y quien sabe tal vez en el evento mismo podamos estar juntos.
-Leopol: Oh...señor Lurmando...ojala...aunque no muchos lo saben...acerca de nuestra relación.
-Lurmando: Si...pues pero no tengo problemas con que los demás lo sepan, uhh...no muchos...acaso alguien más lo sabe.
-Leopol: Lo siento señor...pero mis compañeros saben que salgo con usted.
-Lurmando: Oh bueno entonces...supongo los demás también lo pueden saber...no tengo problemas como dije...y mejor así...pues podremos pasar el rato en el evento...pues que yo sepa...solo el área de guardia estará mas ocupado ese día.
-Leopol: Oh...está bien señor Lurmando.
-Lurmando: Sip...entonces nos vemos luego, ahora ve a tu cuarto y descansa, mañana hay trabajo.
-Leopol: (algo feliz) si señor Lurman, cuídese usted también.
Lurmando se despidió de Leopol con otro tierno besito y se retiró, dejando a Leopol feliz por la linda cita, así se notó en todo el camino hasta su habitación...donde ni bien se dispuso a dormir, no podía dejar de pensar en su amado león y abrazar su almohada, como si fuera un peluche para darle besitos y repetir el nombre de Lurmando varis veces hasta quedarse dormido, luciendo tan feliz...Leopol se sentía muy afortunado, no cualquier joven termina en una linda relación con un jefe,...sin saber las cositas que habían pasado, sin saber de la diversiones de Luxuro y que acaba de tener otro admirador, que no podía ser más que Lomar, ese vago León quien descubrió su verdadera sexualidad...así la noche trascurrió, eran más las 11 de la noche.
Ya habia pasado un tiempo desde la cita y siendo más de media noche y la mayoría de los leones ya estaban dormidos, en la ciudad león, una noche tranquila como cualquiera, los únicos despiertos eran por supuesto la guardia de la noche, además unos pocos más, y dentro de estos , el rey Lagravis quien aún no conciliaba el sueño pues como encargado del gran evento de confraternidad, el cual daría inicio dentro de una semana, no podía dejar de organizar todos los detalles, todo lo que se necesitase y todo lo que podría pasar, el rey león, sentado en su habitación, en su escritorio para ser exacto, rodeado de una gran cantidad de papeles, una parte del informe de los avances respeto al lugar entregado por el jefe Larmos, otros del avance de la inspección de las tribus, preparado por el jefe Lurmando, una previa del informe en cuanto a la guardia, hecha por el jefe de todas la áreas, Longtooth, y diversos documentos de las tareas de los demás soldados, incluyendo los ancianos león, además de las tareas típicas de todo rey, Lagravis tenía mucho que analizar , pues quería que este primer evento fuera el mejor, el más seguro, y el mas agradable para todos, además también era como una bienvenida a las tribus nuevas, las oscuras (arañas, escorpiones y murciélagos) , las de hielo (tigres diente de sable, mamuts, buitres y osos de hielo) y las de fuego (tigres y leopardos), por lo cual nada, absolutamente nada podía salir mal. Faltaba una semana para el evento de confraternidad de Chima...
Continuara...
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