Capítulo 3 (+18)
Al día siguiente Leónidas se preparaba para su turno de guardia, ya tenía listos algunos chistes para contárselos a Longtooth así que estaba entusiasmado por que el los escuchara, sin embargo al llegar a la entrada noto que Longtooth aún no había llegado.
-Leónidas: (pensando) Uh, Longtooth debe haberse quedado dormido.
Era usual que Longtooth a veces se quedara dormido, bueno ya era un león de edad.
Sin embargo al pasar el tiempo Leónidas vio que Longtooth aún no llegaba.
-Leónidas: (pensando) Que raro usualmente Longtooth no demora tanto.
Mientras pensaba noto que se acercaba el rey Lagravis junto con un guardia.
-Leónidas: Buenos días señor.
-Lagravis: Buenos días Leónidas, al parecer tu si estás bien.
-Leónidas: Porque lo pregunta señor.
-Lagravis: Longtooth se ha reportado como enfermo así que no va a montar guardia hoy, por lo cual he mandado a este guardia a que lo suplante por hoy.
-Leónidas: Enfermo, pero si ayer se veía muy bien.
-Lagravis: Bueno yo también me preguntaba eso, pero supongo que a su edad es normal, el jamás me ha decepcionado así que le di el descanso que se merece.
-Leónidas: (pensando) Pobre Longtooth, mi amado león espero te recuperes pronto.
-Lagravis: No te pongas triste Leónidas, no te sentirás solo, este guardia te hará compañía, (mirando al guardia) asegúrate de vigilar bien, de acuerdo.
-Guardia: Si señor.
-Lagravis: Bueno te dejo Leónidas, encárgate de vigilar bien el templo, es decir ambos vigilen bien.
-Leónidas: Si señor no se preocupe.
Lagravis entonces se retiró dejando a Leónidas y el otro guardia en la entrada del templo.
Leónidas estaba pensativo, era la primera vez que no disfrutaba de la compañía de su amado león, y justo cuando quería impresionarlo con sus chistes, por lo cual decidió guardarlos para el siguiente día.
Durante el día Leónidas mientras montaba guardia, también pensaba en su amado león, todos los hermosos momentos que había pasado con su guapo león de melena marrón, enseñanzas, su manera estricta pero a la vez seductora (al menos así lo piensa Leónidas) de ordenarle. A su vez Leónidas soñaba, sabiendo que esto jamás sucedería, en como seria si ambos fueran enamorados, los buenos momentos que tendrían juntos, entre otras cosas.
Trascurrió el día sin ninguna novedad, y rápidamente llego la noche, Leónidas estaba aburrido, aunque se entretuvo con su imaginación, pero al menos era la hora del cambio de guardia.
-Leónidas: (dirigiéndose al otro guardia que lo acompaño) Buen trabajo, ya es otra del cambio de guardia, ya puedes retírate.
-Guardia: Si, bueno fue un gusto tenerlo de compañero señor Leónidas.
Leónidas también al ser uno de los principales guardias tenía también cierto respeto por parte de los demás leones, pero no tanto como Longtooth.
Luego de que el guardia se retiró, Leónidas pensó en ir a ver a Longtooth, pero luego pensó que sería molestarlo así que se fue a su casa a cenar. Sin embargo al pasar por la casa de Longtooth, por un momento Leónidas pensó en que debería ir a verlo, pero luego recapacito y prefirió no hacerlo, ya en su cama Leónidas seguía pensativo y esperaba ver a Longtooth mejor mañana.
Así trascurrió la noche de manera muy pacifica, Leónidas descansaba tranquilamente en su acogedora cama luego de estar toda el día parado haciendo guardia, sin embargo durante la madrugada su pacifico sueño se vio interrumpido, Leónidas se despertó rápidamente debido a un extraño y terrorífico ruido que al principio no sabía de donde era.
-Leónidas: (rascándose los ojos, ya que aún seguía soñoliento) Ohh...por Chima...que fue ese extraño sonido.
Leónidas pensó que por un momento había sido un sueño, pero nuevamente volvió a escuchar este extraño y algo terrorífico ruido.
-Leónidas: Pa...parece venir de al lado, de...la casa de Longtooth!!
Leónidas se preocupó, de repente Longtooth se sentía muy mal y emitía llantos de dolor, o que de repente alguien había entrado y estaba atacando a Longtooth aprovechando su estado, y ya que él era el que estaba más cerca de su casa podía escucharlo. Rápidamente Leónidas salió de su cama, y fue a la casa de Longtooth , entro rápidamente, no toco la puerta ya que tenía confianza con Longtooth, además si era una emergencia no había tiempo en tocar la puertas, sin embargo al entrar no escucho ningún ruido, así que fue a la habitación de Longtooth, noto la puerta un poco abierta, pensado que de repente fue su imaginación, antes de entrar hecho un vistazo, lo que vio lo asombro por completo, tanto que casi se cae del asombro. Lo que veía no podía creerlo, y es que esto no lo había imaginado ni en sus pensamientos más íntimos. Lo que estaba viendo era nada más y nada menos que a Longtooth quien estaba despierto y estaba sentado en su cama, pero no era lo que lo asombraba sino era...lo que estaba haciendo, Longtooth se...se...estaba masturbando, no solo eso, estaba completamente desnudo, y al parecer muy concentrado ya que no se dio cuenta que Leónidas lo estaba viendo por la puerta que como se dijo estaba más o menos abierta, puede que Longtooth había salido a traer algo y en su apresuro olvido cerrar la puerta y solo la dejo junta, pensó Leónidas, pero también no solo el verlo masturbando era lo que más sorprendió a Leónidas, sino...era el gran tamaño del pene de Longtooth.
-Leónidas: (pensando), él es un león muy maduro así que debe ser normal.
Pero en el caso de Longtooth sus genitales eran enormes, más para alguien de su edad, Leónidas no podía dejar de ver este gran miembro que se manejaba Longtooth, era como un sueño hecho realidad para Leónidas quien más o menos había imaginado algo así pero no tan fuerte como lo que estaba viendo, Leónidas tenía los ojos completamente abiertos viendo como Longtooth se jalaba su gran miembro, al mismo tiempo que emitía unos sensuales gemidos que volvían loco a Leónidas, al parecer estos gemidos fue el extraño sonido que escucho.
Leónidas quien ya estaba, por semejante espectáculo que tenía en frente, le origino también una erección, al mismo tiempo que su boca derramaba saliva, y es que Leónidas tenia tantas ganas de poder estar con su amado león, de poder tocar y lamer el gran monumento que Longtooth tenía la dicha de poseer, sin embargo tenía que hacer lo posible para contenerse y evitar que Longtooth se diera cuenta de su presencia, bueno Longtooth de por si estaba muy concentrado. Así paso un buen rato Leónidas quien seguía observado en silencio por la puerta la hermosa y lujuriosa escena que tenía la suerte de ver. Leónidas luego de un rato pensó que ya era hora de irse, en cualquier momento Longtooth podría darse cuenta, y es que la razón por la que Longtooth no se daba cuenta era que tenía los ojos cerrados mientras se masturbaba, estaba muy concentrado, pero cuando Leónidas finalmente decidió retirase, Longtooth entre sus gemidos dijo algo que sorprendió más al león de melena naranja.
-Longtooth: (gimiendo) ah...ah.. Leo..ni...das..ah...ahhh.
Leónidas no lo podía creer, Longtooth, su león de ensueño, el héroe de su corazón, acababa de decir su nombre mientras se masturbaba. Leónidas con una expresión de total sorpresa, decidió quedarse un rato más y escuchar bien lo que decía Longtooth, pensó que era su propia mente la que le hacía parecer que Longtooth dijera su nombre, pero Longtooth, luego de un rato continuaba diciendo entre sus gemidos el nombre de Leónidas, no había dudas, Leónidas entendió lo que decía Longtooth, su más grande sueño se había vuelto realidad
-Leónidas: (pensando) No...no...no...puedo creerlo... Longtooth se masturba pensando en mí, eso quiere decir que yo le gusto? oh cielos eso me hace tan feliz a Longtooth le gusto...realmente le gusto, por Chima, como me gustaría irme directo hacia él y confesarle que yo también lo amo...como lo desearía.
Leónidas pensaba en esto, cuando de pronto Longtooth se movió, Leónidas pensando que Longtooth lo había visto, se fue rápida pero silenciosamente y aun con su miembro erecto. Sin embargo no se dio cuenta que Longtooth solo se movió para coger algo más de lubricante y continuar con su obsceno acto, al parecer este lubricante fue lo que había salido a buscar.
Leónidas todo excitado llego a su casa y a su habitación, se hecho en su cama, no podía dejar de pensar en lo que había visto, a su hermoso, guapo y sensual león de melena marrón en tan erótico acto y gimiendo su nombre con tal lujuria, así sin reparos Leónidas se quitó su túnica mostrando su miembro completamente erecto y palpitante y con la impactantes imágenes grabadas en su mente, también empezó a masturbarse pensando en su amado Longtooth obviamente. Es decir ambos se estaban masturbando, en sus respetivas casas, no solo eso Leónidas quien estaba tan, pero tan excitado, no demoro mucho en finalmente eyacular, pero también Longtooth en ese preciso momento también no pudo contenerse en hacer lo mismo, sin darse cuenta ambos eyacularon juntos. La sensación era tan placentera para ambos, pero sobre todo para Leónidas más aun con la felicidad de saber que su amado y guapo león también lo amaba.
Luego de tan increíble sensación de placer, Leónidas completamente fatigado y con rastros de semen sobre su cuerpo, rápidamente se quedó dormido, y por supuesto soñó con su amado León, mientras en la habitación de Longtooth , este se limpiaba el semen de su cuerpo, luego guardo el lubricante, y cuando estaba a punto de taparse para dormir, se dio cuenta que la puerta estaba casi abierta, Longtooth rápidamente se levantó y la cerro, pensó aunque rápidamente que alguien puedo haberlo visto, sin embargo el sueño le gano y se fue de regreso a su cama y se quedó dormido sin saber que Leónidas lo estuvo viendo un buen rato y que este se había estado masturbado pensado en él, ahora ¿qué ira a pasar al día siguiente?
Continuara.
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