Capítulo 29
Continuando con la triste historia de Longtooth...
Por un momento la habitación de Longtooth quedo en silencio, y este con los ojos cerrados se habia detenido en su narración.
-Leónidas: Longtooth........bien acabo la historia por ahora...
-Longtooth: Solo quiero terminarla Leoni.
-Leónidas: Long...tooth.
-Longtooth: (ojos algo llorosos) No sé qué horas eran... solo recuerdo que ya casi el sol se ocultaba, yo avanzaba en el speedor llevando el cuerpo de Larmis, al llegar a la ciudad león, algunos soldados me recibieron desde lejos, al verme en el speedor del pensaron que era el general, pero al ver que era yo bajaron a ver que paso. Yo no dije nada, simplemente les pedi que por favor me dejaran enterrarlo, me preguntaron por el general, yo simplemente dije que se perdió.
Los leones me iban a decir algo, pero al parecer al ver mi expresión no dijeron nada, uno de ellos, el mas anciano del grupo, levanto el cuerpo y me dijo que lo acompañara, el rey no estaba en ese momento, yo solo lo seguí... fuimos al lado izquierdo del templo en donde estaba por ese entonces el pequeño cementerio de la tribu, el señor león envolvió el cuerpo en una manta y lo puso a mi lado, me dio una pala ,un pedazo de roca tallada y un poco de pintura, y dijo, has lo que tengas que hacer.
Yo ...me mantuve en silencio y con la cabeza agachada, recibí la pala y lo demás, y empecé a escavar, continúe hasta que se hizo de noche y lo único que iluminaba eran las antorchas de las paredes del templo león, pero su luz no llegaba, sin embargo no importaba pues había luna llena, a pesar de que el día fue nublado, la noche no lo fue y por eso se notaba la luna llena y su luz era suficiente,... ya habiendo hecho el agujero , tome a Larmis con cuidado y lentamente lo puse en el hoyo, luego saque de mi bolsillo un medallón que el portaba en su túnica y que se salió durante el accidente, era un medallón color dorado con la imagen de un león dormido, por eso lo tome y lo guarde, este lo puse sobre el cuerpo.
-Leónidas: Medallón?...
-Longtooth: Si, de por si la imagen era la de un león despierto pero él la cambio haciendo parecer que dormía,...luego...empecé a tapar el hoyo con cuidado de no mover mucho a Larmis, durante ese tiempo no pude dejar de recordar los buenos momentos que pasamos, ese procedimiento duro para mí una eternidad, para cuando tape el hoyo, solté la pala y me arrodille..., cogí la roca tallada y la pintura, y escribe con esta su nombre en la roca y la puse al frente del hoyo, me quede ahí toda la noche...admirando su tumba, lo que me extrañaba era que ya no lloraba, tal vez ya había derramado muchas lágrimas cuando estuvimos fuera de la ciudad león, o es que simplemente trate de mantenerme calmo como Larmis siempre lo estuvo ante situaciones malas, tal vez por eso...
La noche transcurría, el viento soplaba, y su sonido se podía escuchar en los pocos árboles que rodeaban el cementerio, eran como ligeros soplidos que adornaban esa noche de luna llena...como dije estuve ahí frente a su tumba arrodillado con la cabeza agachada sin moverme, ya no me importaba nada, solo quería estar ahí.
-Leónidas: Longt...ooth...lo lamento mucho.
-Longtooth: Gracias mi Leoni...sin embargo...no estaba solo...pues mientras estaba arrodillado ... sentí la presencia de alguien más, pensé que alguien quería fastidiarme, y eso me molesto , quería estar solo, pero cuando voltea vi a alguien escondido detrás de un árbol, estaba muy dolido y no me gusto eso así que le pedí que se fuera, sin embargo él no se fue, en cambio luego salió y lentamente se acercó, como era de noche y justo las nubes taparon la luna no pude verlo bien al principio, solo cuando se despejo el cielo y la luz de luna cayo en el cementerio pude ver quien era.
-Leónidas: Disculpa...quien era?... Longtooth...tal vez alguien que conocías.
-Longtooth: Pues sí, y me sorprendió que estuviera solo, pues quien estaba ahí viéndome era... él en ese entonces...pequeño príncipe Lagravis, con apenas 9 años de edad... no entendía por qué él estaba ahí, él era el príncipe y yo solo un simple león en entrenamiento, le dije que se fuera... que por favor me dejara solo, pero él se me acerco, se arrodillo frente a mí, puso su pata sobre mi hombro y me dijo.
-Lagravis joven: Joven soldado, por favor, déjame ayudarte, se muy lo que sientes.
-Longtooth joven: (ojos llorosos) No... no sabes nada, príncipe Lagravis por favor váyase.
- Lagravis joven: Disculpe, pero usted no es el único que ha perdió a alguien querido.
-Longtooth: (sobándose los ojos) Que...
- Lagravis joven: Cuando apenas tenía 7 años perdí a mi madre, eso fue lo que me dijo mi padre, como era muy pequeño no la puedo recordar, pero sé que me quería mucho al igual que a mi hermano Lavertus quien apenas iba a cumplir 1 año, pero sé que ahora está en un lugar mejor cuidándome a mí y a mi hermano...y a mi padre.
- Longtooth joven: Que dice príncipe.
- Lagravis joven: Solo digo que cuando un ser querido parte de este mundo, llegan a un lugar mejor donde puede cuidar de nosotros, creo en eso y sé que tu amigo también lo está, además si estamos tristes ellos también lo estarán, llorar es bueno pero no hará que regrese.
-Longtooth: Debo admitir que para su edad, el en ese entonces príncipe Lagravis sabía muy bien de lo que hablaba, era además la primera vez que estábamos juntos, estaba muy dolido y no lo miraba, sin embargo cuando sentí que me abrazo voltee para verlo,...por alguna razón su expresión me hacia recordar a Larmis, su calma me ayudo a calmarme también, el príncipe Lagravis era muy parecido a mi amigo. Yo en ese momento simplemente también lo abrace y volví a llorar, él se quedó conmigo toda la noche o al menos hasta que fueron a buscarlo, pues su padre estaba preocupado, pero antes de eso, durante aquella noche estuve conversando con él, me conto acerca de sus sueños de ser un buen rey para toda Chima de lograr una mejor unidad entre todos y que todo odio y desastres acaben, me hablo a cerca de su inconformidad de lo que hacía su padre por el hecho de protegerlo a él y su hermano Lavertus y que tal vez esto lo hacía por miedo a perderlos, como lo fue con su esposa...fácilmente se notaba que el príncipe Lagravis es un león muy distinto del rey Lundor, el veía que todo se podía solucionar y llegar a una paz total...algo parecido de lo que a veces me decía Larmis...desde ese momento yo y el príncipe Lagravis nos hicimos amigos, y esta vez jure que ningún amigo mío se iría, por eso decidí y en honor a Larmis llegar a ser el mejor soldado que haya, cambiar todo lo que hasta entonces se había dado en nuestra tribu, ayudar al joven príncipe a mejorar día a día y protegerlo , a él, a nuestra tribu, y mantener una paz en todo Chima.
-Leónidas: Por eso eres tan confiado con el rey Lagravis, ahora sé por qué.
-Longtooth: Somos y seremos buenos amigos, en fin...luego de esa noche casi todos los días iba al cementerio aponerle flores a la tumba de mi amigo, sin embargo luego de un tiempo deje de ir, debido a mi labor de soldado, además debido a los constantes desastres... una pared del cementerio se destrozó y se tuvo que reubicar los cuerpos, al parecer en el transcurso muchos se perdieron pues según se me informo... que mucho agujeros subterráneos se abrieron y muchos cuerpos desaparecieron, por lo cual el actual cementerio ubicado detrás del templo al lado derecho esta incompleto, hay lapidas pero sin cuerpos entre ellos el de Larmis, por eso deje de ir también.
-Leónidas: Oh no Larmis....No, no sabía que haya pasado todo eso que así conociste al rey Lagravis, pero que historia tan triste fue con la que lo conociste mejor.
-Longtooth: Espero que no llores Leoni, por favor, me harás llorar a mí también, (estirando su pata sobre el hombro de Leónidas)
-Leónidas: Longti, ya sé qué haremos hoy..., pero primero saldré un rato, espérame por favor, ya regreso.
-Longtooth: Uh? Que, a donde vas...
-Leónidas: Solo espera...
Leónidas salió de la casa de Longtooth dejando a este sentado en su cama muy confundido, que se supone que iba a ser Leónidas?, pensó que quería escuchar mas historias, tal vez el triste relato lo impacto mucho y quería tomar aire fresco, aunque no lucia tan mal, pero a donde iría, Longtooth quería saber por qué, así que decidió esperar a que regrese, lo cual tomo algo de 3 horas, Longtooth se preocupó, porque tardaba tanto y además era mas de la hora del almuerzo, sin embargo cuando Longtooth iba a salir, justo Leónidas regreso.
-Longtooth: Leoni, que paso a dónde fuiste?...ya es hora de almorzar, ven prepare el almuerzo vamos a comer.
-Leónidas: Ok Longtooth, pero luego quiero que me acompañes a un lugar.
-Longtooth: Uh? Qué lugar...
-Leónidas: Te lo diré luego, ahora vamos a comer.
Durante el almuerzo Longtooth seguía pensativo de que se supone que Leónidas había estado haciendo y adonde lo iba a llevar, así fue todo el almuerzo...cuando ambos acabaron de comer y luego que Leónidas lavara los platos salió con Longtooth a quien sabe dónde. Durante el camino...
-Longtooth: Hey chico adonde me llevas, porque no me dices nada, estuviste callado durante el almuerzo, vamos dime.
-Leónidas: Todo a su tiempo, superior.
Longtooth seguía confundido pero bueno muy pronto sabría adónde lo estaba llevando Leónidas. Conforme avanzaban dentro del Templo, y pasaron por una puerta que Longtooth conocía muy bien dijo.
-Longtooth: Oh Leónidas...no me digas que vamos...
-Leónidas: Si Longtooth...así es.
Al pasar la puerta estaba detrás del templo al lado derecho, en donde estaba...el cementerio.
-Longtooth: Leónidas...para que me traes acá, te dije bien claro que ya Larmis no estaba aquí, que se supone que vamos a hacer.
-Leónidas: Esto (metiendo su pata en su bolsillo) por esto estamos aquí (sacando su pata del bolsillo).
-Longtooth: Oh...por Chima...de...donde lo sacaste?
Longtooth estaba sorprendido, lo que tenía Leónidas era....el medallón de Larmis...pero cómo? Ese medallón estaba con el cuerpo el mismo que se perdió bajo tierra, como Leónidas lo consiguió.
-Leónidas: Cuando me contaste la historia, me hiciste recordar algo, hace varios meses mientras ayudaba a unos de los leones ancianos en la sala de antigüedades, me encontré con esto, el anciano me dijo que era de las cosas que se lograron rescatar del desastre del antiguo lugar en donde se ubicaba el cementerio, este era el medallón color dorado con la imagen de un león dormido que me mencionaste, como no sabía para que serviría simplemente lo puse en una de la cajas, cuando me contaste lo recordé y vine a buscarlo a la sala, afortunadamente lo encontré justo donde lo había dejado, y aquí esta...además hable con el encargado del mantenimiento del cementerio y me hizo un favor...vamos...oh...y por supuesto tómalo (dando el medallón).
-Longtooth: (con el medallón en su pata) increíble...es realmente su medallón.
-Leónidas: Ven vamos...sígueme.
Ambos leones continuaron avanzando dentro del cementerio...Longtooth continuaba sorprendido y miraba el medallón, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas, el había creído que esto estaba perdió, estaba tan concentrado en el medallón que no se dio cuenta adónde iba pero no importaba pues Leónidas lo jalaba de la otra pata, hasta que fianlmente paro.
-Leónidas: Ok Longtooth mira esto, espero haberlo hecho bien.
-Longtooth: (Alzando la mirada) Uhhh?...Oh...por todos los cielos.
Lo que había frente a ellos era una tumba rodeada de flores y cuya lapida tenía el nombre de...Larmis, además debajo del nombre decía algo más..."Un buen y calmado amigo", obviamente la tumba era solo un monumento pues como se dijo el cuerpo se había perdido.
Longtooth simplemente cayó arrodillado.
-Leónidas: Espero que este bien, gracias también a...Lagravis que me ayudo a colocar la lápida y armar la tumba que nos proveyó el encargado de mantenimiento del cementerio, en tan corto tiempo...
-Longtooth: Lagravis...gracias amigo....
-Leónidas: Si fue muy amable el rey... solo le faltó algo.
Longtooth también se dio cuenta que en la lápida y arriba del nombre había una especie de ranura para colocar algo el cual tenía la forma...del medallón...Longtooth entendió rápidamente lo que significaba y coloco el medallón ahí, haciendo notar más la lápida.
-Longtooth: Ahora Larmis tiene un lugar más adecuado donde descansar.
Durante todo el día Longtooth y Leónidas se quedaron en el cementerio, aunque el clima seguía siendo frio, en ese lugar se sentía un clima muy agradable, muy calmado.
Continuara...
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