Capítulo 10
Tal vez nadie se hubiera imaginado que dos leones tuvieran que tratarse de una manera tan peculiar, como una mama dando de comer a su pequeño bebe, pues creo nadie lo pensaría, pero era justo lo que acontecía en la casa de Leónidas el joven león de melena naranja quien era alimentado de manera cariñosa por su amado león Longtooth, el león de melena marrón, quien se vio en la necesidad de hacer esto, para de alguna manera redimirse por haberse pasado aquella noche de placer.
Pero aquel lindo gesto por parte de Longtooth al mismo tiempo estaba lleno de tensión, pues Leónidas aunque recibiendo la comida de su amado león, estaba con la preocupación de que se diera cuenta de cómo es que realmente estaba el bajo las sabanas, y es que Leónidas como se dijo estaba muy sucio, pintado, con un corte en la pata, y aun aunque solo un poco con la sensación de aquel dolor de trasero que lo atormento durante el día, el que descubriera todo esto le haría sentir una gran vergüenza al león de melena naranja. Así Leónidas con estas preocupaciones recibía por parte de Longtooth su porción de carne para poder recobrar fuerzas.
-Longtooth: Vamos Leónidas, debes comer todo, necesitas fuerza, por la forma como rugía tu estomago no debes de haber comido nada, aunque también supongo por que no tenías nada que comer, al menos eso supongo ya que no vi nada en tu cocina, además cuando termines, tengo también algunas frutas como postre, y un poco de batido de frutas para calmar la sed.
Leónidas por momentos se sentía bien de que su amado león se preocupara tanto por él, pero enseguida volvía la preocupación por que lo viera.
-Leónidas: (pensando, masticando la comida) Uh, debo admitir que esta carne esta rica, ahora que lo pienso hace buen tiempo que no comía tan bien.
Esto era debido a que generalmente Leónidas todos los días y al término de su guardia recién iba a buscar comida, generalmente frutas y bocadillos varios, esto por que la carne se acababa rápido, y que además lo poco que conseguía lo consumía ese mismo día, por lo que no quedaba para el día siguiente y es por esto que siempre buscaba comida al término de su guardia, pero ese día que estuvo enfermo y por consiguiente que no pudo salir , no pudo conseguir comida, por esto Longtooth al ir a su cocina no encontró casi nada, otra cosa además, Leónidas no tenía habilidades para cocinar, apenas lo básico, por no decir apenas a calentar agua y/o freír algo de carne que con suerte conseguía, por lo demás Leónidas no sabía cocinar, pero como soldado siempre trataba de que lo que conseguía fuera saludable, para mantenerse en buen estado físico y así poder rendir como uno de los principales guardias de la tribu.
Así transcurría la noche, para entonces Leónidas ya terminada de cenar gracias a Longtooth quien gustosamente le dio de comer, Leónidas pensaba que lo peor había pasado ya que al terminar de comer nuevamente se echó tapándose para que no lo viera Longtooth, pero ahora venía otra cosa que Leónidas iba a experimentar y bueno esto ya era algo normal de su cuerpo.
-Leónidas: (pensando) Ahh... por suerte ya acabo ahora simplemente debo fingir dormirme y Longtooth se ira , luego aprovechare para limpiarme y (extraña sensación aparece) ah que es esto, oh no ahora que recuerdo, NO HE IDO EN TODO EL DIA AL BAÑO, rayos con ese batido de frutas ahora tengo la vejiga llena, realmente tengo que ir al baño, pero para eso tengo que levantarme y Longtooth todavía sigue aquí (mirando a Longtooth que recogía los platos y se los llevaba a la cocina para lavarlos) Uh tal vez demore algo en la cocina, si salgo rápido al baño antes de que regrese, pero, y cuando quiera regresar me vera, uh podría limpiarme en el baño también , pero me llevaría tiempo y eso preocuparía a Longtooth quien conociendo lo testarudo que es querrá entrar al baño y me vera, hay por el monte cabora,que hago entonces?, tengo que ir al baño de verdad, no creo que aguante hasta mañana.
Leónidas ahora estaba preocupado, y es que no iba a aguantar tanto, continuaba pensativo que hacer cuando Longtooth regreso de la cocina.
-Longtooth: Listo, ya está todo limpio, y bueno ya estas satisfecho espero, por lo visto aún sigues muy cansado para hablar, vaya que te exigiste cuando me hablaste, cuando toque la puerta para entrar, bueno ahora solo falta que descanses, si quieres puedo quedarme a dormir contigo, además después de todo, y lo de anoche supongo (poniéndose un poco rojo) que somos algo así como, enamorados, supongo.
-Leónidas: (pensando) Longtooth, mi guapo león, si no fuera por esta sensación te pediría que te quedaras a dormir conmigo todos los días, pero ahora lo que quiero, y sin ánimos de ofender, es que te vayas para poder ir al baño y limpiarme, lo que me llevara bastante tiempo.
-Longtooth: Olvidaba que no puedes hablarme, pero puedes darme una señal si quieres que me quede a dormir,(sentándose) tú decides mi pequeño, pero si quieres descansar tranquilo, no hay problema, me iré.
-Leónidas: (pensando) Longtooth, cuando quisiera que te quedaras, pero lamentablemente tienes que irte, entonces (haciendo una seña con sus patas aun con los guantes) tienes que irte.
-Longtooth: Ahh.....no te entiendo bien pero supongo que quieres que me vaya, bueno entonces te veré mañana, espero que estés, por si acaso antes de irme al templo vendré acá para ver como estas, espero no te incomode eso, sí?
-Leónidas: (pensando) supongo que no me molesta, además para ese momento ya estaré limpio, pero ahora necesito que te vayas. (Asintiendo con la cabeza).
-Longtooth: Ok pequeño, entonces nos vemos, regresare mañana en la mañana para ver como estas, (acercándose a Leónidas) buenas noches.
Longtooth sin antes de irse le dio un pequeño beso en la mejilla a Leónidas, el cual lo recibió gustosamente.
-Longtooth: Hasta mañana entonces. (Abriendo la puerta) nos vemos (cerrando la puerta)
Ni bien cerro la puerta Longtooth, Leónidas se destapo, se levantó y sin importarle el pequeño dolor del pie y aun la sensación del dolor de trasero fue corriendo hacia el baño, y es que sentía que iba a explotar.
-Leónidas: (hablando por fin) auuu corre Leónidas, corre.
Leónidas ya no aguantaba más, tanto fue así que boto sus sabanas por salir rápidamente al baño, pasaron los minutos y finalmente Leónidas termino su cansada operación y se sentía muy aliviado.
-Leónidas: Ahhhhh por fin que alivio ahhhhh, bueno ahora a limpiarse (quitándose los guantes) bueno a bañarse, al parecer el pequeño corte de mi pata ya paso, la herida cicatrizo, que suerte, y la pequeña sensación de trasero casi ni se siente, pero estoy muy cansado , ya que tendré que aguantarme igual, es necesario la limpieza, ya que Longtooth regresará en la mañana, y no quiero pasar vergüenza frente a él, ahora donde deje mi toalla, oh creo que está en unos de mis cajones.
Así Leónidas fue hacia su cajón que estaba cerca de su cama.
-Leónidas: Oh las sabanas están tiradas, será mejor que las levante sino......
Ruidos de puerta.
-Longtooth: Lo siento Leónidas debes de estar dormido, pero olvide que tenia que...
Longtooth se quedó quieto al ver a Leónidas levantado con las sabanas en las patas, las cuales estaban pintadas, con su trasero pintado y un aspecto en su cuerpo de suciedad. Igualmente Leónidas se quedó helado lo que no quería que pasara, paso y no sabía que hacer, su amado león lo acababa de ver como realmente estaba.
-Leónidas: ah...ah...este...Log-tooth, que haces a...qui...yo...
Entonces Leónidas se puso rojo de la vergüenza y ya sin saber que hacer simplemente corrió y se metió al baño.
-Longtooth: Es...espera Leónidas a dónde vas?, no huyas (pensando) por que sus patas y trasero estaban pintadas de azul?, que extraño, además lucía un poco sucio, bueno durante el tiempo que estuve con él siempre estuvo tapado y con unos guantes , no creo que tratara de que no lo viera, pero entonces que paso en la mañana para que este así?, acaso este es alguna enfermedad, nunca escuche de alguna enfermedad que te pintara el trasero y patas de color azul, y...será contagioso?, mejor le pregunto.
Leónidas estaba ya metido en el baño, estaba muerto de la vergüenza.
-Leónidas: Hay rayos, rayos...porque tenía que regresar, hay...qué vergüenza, se debe de estar preguntado por qué estoy así, que le voy a decir?, que lo de anoche me dejo con un fuerte dolor, que por tratar de buscar algo para calmar este dolor accidentalmente me topé con una pintura azul y pensando que era un a crema me la puse en el trasero, oh si claro me va a creer todo esto, pero ya que es cierto como se lo diría, estoy muy avergonzado.
Leónidas pensaba que decir cuando escucho tocar la puerta del baño.
-Longtooth: Leónidas estas ahí, te sientes mal?, no es por molestar pero por que estabas pintado de azul, es alguna enfermedad, por favor pequeño, sal y dime, no tengas vergüenza, soy solo yo tu (supongo que está bien que lo diga) tu enamorado no? Sabré entender lo que te haya pasado.
-Leónidas: (pensando) Longtooth sé que ahora somos enamorados, pero contarte lo que paso es tan vergonzoso, aunque es en parte tu culpa, pero si te lo digo tal vez ya no quieres estar conmigo por temor a que me vuelvas a herir, al menos eso pienso, y aunque me haya dolido no quiero que nos separemos, no ahora que sé que te gusto, no te quiero perder, aun si mi trasero queda sentido por siempre, no quiero, pero como te lo digo.
-Longtooth: Bueno supongo que no vas a salir, (suspirando) así que me tendré que ir, cuando estés de ánimos de decirme lo que te pasó, no dudes en que estaré ahí para escucharte mi pequeño de graciosos dientes, hasta mañana, creo. (Saliendo).
Leónidas desde dentro del baño escucho que Longtooth salía, ni bien escucho cerrase la puerta, Leónidas salió lentamente, aún muy avergonzado, camino un poco hacia su cuarto cuando de pronto ni bien entro a su cuarto vio a Longtooth echado en su cama.
-Leónidas: Que...pero que no te habías ido?
-Longtooth: Bueno eso es lo que te hice creer, necesito que me expliques lo que te paso y no voy a irme hasta que me lo digas.
Vaya que es testarudo este leon de melena marron.
Leónidas trato nuevamente de irse corriendo al baño, pero Longtooth anticipando esto corrió detrás de él, le tomo la pata pintada de azul y lo jalo hacia él.
-Longtooth: (sujetando de la pata a Leónidas) no te me vas a escapar esta vez, ven aquí.
Longtooth entonces llevo jalando de su pata a Leónidas aun muy avergonzado hacia la cama, ambos se sentaron, Leónidas tenía la cara mirando hacia otro lado, lucia muy avergonzado, ahora Longtooth lo estaba viendo completamente, no quería ver la expresión de Longtooth.
-Longtooth: Pequeño Leonidas, vamos mírame, no te avergüences, ...bueno tal vez te ves un poco gracioso pintado de azul en tus patas y tu trasero, pero si tienes una buena explicación me gustaría que me lo dijeras, si ahora somos enamorados, se supone que entre nosotros no debe haber secretos, vamos dímelo con confianza, vamos Leonidas mírame, sin importa lo que paso, sabré entenderlo.
Leónidas sin embargo no decía nada estaba muy avergonzado y aun no miraba a Longtooth de frente.
Longtooth empezaba a perder la paciencia, y es que consideraba que después de todo lo que hizo por él, preocuparse por él, alimentarlo para que se sintiera bien, al menos decirle lo que realmente había pasado era lo mínimo que podría decir. Por lo que entonces Longtooth se acercó a Leónidas lo tomo de la cara y lo obligo a mirarlo.
Leónidas tratando de no mirarlo, aunque Longtooth ya lo tenía enfrente de él, seguía con los ojos cerrados y aún muy avergonzado.
-Longtooth: Pequeño estoy perdiendo la paciencia, me vas a decir que paso, o sino tendré que obligarte.
-Leónidas: (pensando) ah.. De que manera me va obligar, que estará pensando en hacer, no quiero verlo, no quiero abrir lo ojos.
-Longtooth: Bueno pues tú lo pediste.
Leónidas entonces se preparó para lo que sea que Longtooth iba a ser, pensaba que tal vez lo iría a golpear o algo así, pero lo que hizo fue todo lo contrario, Longtooth de hecho empezó a hacerle cosquillas que rápidamente hicieron reaccionar a Leónidas, y es que este al parecer era muy cosquilludo, por lo que no pudo evitar hablar, y abrir los ojos.
-Leónidas: (sonriendo) basta Longtooth.............basta (riendo) por favor ya déjame.
-Longtooth: Vaya, vaya así que podías hablar normalmente, pues entonces no parare hasta que me digas lo que paso.
Leónidas no podía aguantar las cosquillas, así que a su pesar tuvo que decirle:
-Leónidas: ya......ya ...............está bien te lo diré pero ya suéltame.
-Longtooth: Ok, (soltando) ahora dime todo lo que te paso.
-Leónidas. (Calmándose de las cosquillas, suspirando) ahh......está bien te diré lo que paso, pero prométeme que no te molestaras, burlaras u otra reacción que me moleste, está bien.
-Longtooth: No sé, qué me dirás, pero está bien, no me molestare ni me burlare ni hare nada que te incomode, ahora dime lo que paso.
Continuara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro