❝ 07 ❞
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JungKook trató de levantarse del piso junto con TaeHyung pero este se aferró a él y no quiso que se moviera ni un centímetro.
—Debemos pararnos, Tae .. —Suspiró, el castañito negó entre el llanto y lo obligó a que se sentara de nuevo, ahora Jeon no sabía que hacer. Un gigantesco perro color gris llegó con ellos y curioso comenzó a lamer la cara del castaño.
—No~ —Se quejó y escondió su rostro aún más en el pecho fornido del pelinegro.
—Solo te quiere consolar, acarícialo un poco .. está preocupado —Sonrió enternecido y acarició al grande perro, TaeHyung salió de su escondite y sorbiendo su nariz, guió su mano chiquitita a la cabeza de Dogo con lentitud.
Estando así unos minutos, en donde su mascota se dedicó a recostarse en las piernas del castaño, este se tranquilizó y dejó de llorar. JungKook aprovechó que estaba dístraido con Dogo y fue por un vaso de agua.
—Tómalo —El pelinegro le dió el vaso y Tae solo obedeció y tomó del agua, tomando el vaso con sus dos manos. JungKook al ver que dió unos cuantos tragos, le retiró el vaso y lo dejó en una mesita que se encontraba por ahí.
Se puso a la altura del menor y lo observó directamente, Tae bajó la mirada comenzando a sentirse intimidado.
—¿Me dirás por qué te pusiste así?
El castaño solo negó repetidas veces y se paró queriendo irse de ahí. Jeon lo tomó del brazo y frunció el ceño.
—Solo quiero entenderte, Tae, me siento mal por no saber que te pasa y no saber como ayudarte.
—Tete no quiere~ —Con sus ojitos rojos se jaló tratando de ir a la habitación —Tete no quiere contar nada .. n-nada.
El mayor hizo una mueca y observó detenidamente como TaeHyung evitaba su mirada y sollozaba.
Tampoco es como sí quisiera forzarlo o hacer que recordara todos esos recuerdos amargos. ¿Pero sí no cómo podría ayudarlo?
No podía seguir reprimiendo todas esas emociones.
Así que decidió si o sí, sacarle la verdad, no importaba si se humillaba hablando infantilmente o haciendo cualquier cosa.
—Mhm, ¿no crees que conejito se sentiría decepcionado? —Ladeó la cabeza, TaeHyung dejó de sollozar y volteó a verlo —Conejito sabe que Tete es un niño fuerte, no creo que le guste ver que no quieres contarme. Eso no es de niños valientes —Puchereó, el castaño sorbió su nariz con sus labios abultados
Claro que quería contarle a JungKook todo lo que rondaba en su cabeza, quería desahogarse pero se sentía inseguro y pensaba que el mayor ya no lo iba a querer, que le daría lástima o asco y lo correría de su casa.
Y él no tenía a donde ir.
—¿T-Tonejito se .. s-se enojará? —Lágrimas cristalinas escurrieron por su mejilla, su pechito se oprimió ante tal pensamiento. JungKook tragó saliva y asintió, dirigiendo su mirada a como su perro iba con TaeHyung y se acostaba en sus piernas lentamente, tratando de seguramente darle apoyo.
—Mhum, conejito se enojará sí no me cuentas, ¿quieres eso? —TaeHyung negó frenéticamente, haciendo que los lindos rulitos castaños de su cabello se agitaran de un lado a otro, JungKook sonrió ante eso.
—Tete no q-quiere que conejito se enoje.
—Entonces cuéntame y no pasará nada, lo prometo .. confía en mí, yo solo quiero ayudarte —Sostuvó mirándole a los ojos, el castaño bajó la mirada con inquietud.
Después de unos segundos de silencio, Tae tragó saliva y alzó su cabeza lentamente, esos orbes cafés y aquellas pestañas negras y largas lo observaron con azoración. JungKook tragó saliva, ¿cómo era posible que el menor lo pusiera nervioso con solo una mirada? Si momentos atrás era él, el intimidante.
—P-Papá .. —En un momento, aquella voz resonó en sus oídos, él solo asintió. —¿N-No .. no abandonarás a T-Tete?
El pelinegro se confundió, ¿había escuchado bien?
—¿Qué?
El castaño solo sollozó, sintiendo aquello como una respuesta afirmativa, él no era tonto, claro que no. Era como un niño y actuaba como tal, pero definitivamente era conciente.
Y algo de lo que estaba seguro, era que JungKook no lo quería en su casa, lo sabía. Le dolía demasiado aceptar aquello, ya que él sí le tenía un gran amor inocente al mayor, pero no había otra realidad más que esa.
—T-Tete .. sabe que, q-que papi no quere aquí, pero Tete e-encontrará un lugar pronto y se i-irá con tonejito.
JungKook quedó en un mini trance pero al ver la carita de menor, que se convertía en pesadumbre, las palabras salieron por sí solas de su boca.
—¡Claro que no! —Soltó casi en un grito exaltado, ¿irse?
No, TaeHyung no podía irse.
TaeHyung alzó la mirada con sus ojos bien abiertos.
—Tú no te vas a ir, TaeHyung .. —Se comenzó a angustiar —Simplemente no .. —Todo aquello lo dijo sin pensar, simplemente fue lo que le salió.
Porque, ¿cuánto tiempo llevaba él solo y viviendo su amargada vida? Que aunque dijera que le gustaba, no era verdad. Y el castañito, desde que llegó con él, hizo su vida más divertida y dinámica.
Era obvio que no iba a dejar que se fuera.
Menos sabiendo lo que su papá le hacía y que podía volver con él a sufrir lo mismo.
—Pero a papi no le gusta como es Tete ..
—Tae, eso no es cierto, por dios —Se agarró el cabello, el menor comenzó a ponerse nervioso. —Mira .. —Lo tomó por los hombros. —¿Recuerdas al doctor Jung? .. Bueno, él tiene un hermano y quiero que lo visitemos, ¿okay? Él te ayudará a estar mejor y con él te puedes desahogar sí es que conmigo no quieres hacerlo, te llevaré con él —Aunque Hoseok era bueno en el tema psicológico, su hermano Jin, era experto en los exponentes de la pedagogía.
Esta se especializaba más en los infantes, estaba seguro que le serviría más al menor. Hoseok era doctor y tenía una especialidad en psicología, pero Jin solo era pedagógo, así que, era un poco mejor.
—¿Oto médito? —Puchereó jugando con sus manitas, no le gustaba que lo trataran como sí estuviera enfermo.
—Es parecido, pero no es lo mismo .. no pongas esa carita, solo quiero que estés bien .. y para que eso suceda, debemos tratarlo con personas como el doctor Jung y Jin. —Acarició su cabellito y con sus pulgares, se encargó de limpiar las lágrimas que le salían a mares.
—¿D-Dolerá? —Sus labios fruncidos seguían intactos.
Jeon medio sonrió y negó —No dolerá nada, será divertido y te caerá muy bien el doctor Jin.
TaeHyung asintió y sorbió su nariz, limpiando su carita con las mangas de su sudadera.
—Eso es .. —Sonrió, decidió dejar el tema de lo sucedido atrás, ya que seguramente el hermano del doctor Jung le haría preguntas y lo haría trabajar en ello.
Pero eso sería hasta mañana, ahora era muy tarde.
—Ven aquí —El mayor extendió sus brazos, TaeHyung fue a abrazarlo y susurró.
—Gracias, papá ..
...
Un niño de cuerpo delgadito y de estatura pequeña, bajó las escaleras con sus piernas temblando y una luz proveniente de la ventana iluminando su rostro. El día ya había acabado y todo se puso oscuro, pero en aquella casa, la gran variedad de ventanas ayudaban a que la brillante luna y los focos de la calle le dieran un poco de luminosidad
Trataba de no hacer ruido al caminar y se abrazaba a sí mismo por el frío que tenía. Sus labios se veían completamente deshidratados y su frágil cuerpo estaba luchando demasiado por poder tan siquiera caminar bien.
Volteó su bonita carita a todos lados y abrió el frigorífico, cerrando los ojos fuertemente para tratar de no ser escuchado. Buscó en cada rincón algo que pudiera tomar para comer y quiso llorar cuando vió que no había nada.
Su estómago no podría sobrevivir otros cuatro días sin beber algo o comer.
Aparte de que a su edad era muchísimos más peligroso, apenas se estaba desarollando y a sus once años era necesario alimentarse correctamente. Al no encontrar nada útil en el refrigerador, lo cerró minusiosamente y buscó algo más.
Abrió las alacenas, cajones y demás pero nada. Entre triste y frustrado, comenzó a soltar lágrimas y fue a la sala de estar para sentarse y esconder su rostro en una de las almohadas.
Pero al tratar de hacerlo, una caja cuadrada apareció en su campo de visión y alzó la cabeza como cachorro curioso, prontamente notó que era una caja de pizza, así que emocionado la abrió y su mundo pareció iluminarse cuando se encontró con dos rebanadas.
En cuestión de segundos ya se encontraba comiendo una de las rebanadas y estaba muy contento, se lamía los dedos con gusto y saboreaba cada mordisco, no quería ni siquiera acabársela.
Tomó del vaso de agua que acababa de servirse y sonrió muy pero muy contento.
Hasta que escuchó el interruptor y logró ver por una esquina la luz de algún cuarto de arriba. Su rostro palicedió y su boca se secó, dejó la rebanada a la mitad en su lugar y fue a dejar el vaso en la cocina, corrió y corrió lo más rápido que sus piernitas de lo permitieron.
Pero antes de siquiera subir las escaleras, en la cima de estas se encontró con un hombre mayor que lo miraba fijamente y su ceño grandemente fruncido, con una botella desconocida para él en una de sus manos.
—¿Qué estás haciendo fuera de tú cuarto? —Su voz sonaba distorsionada, se notaba que ese hombre apenas y podía mantenerse de pie. Tambaleaba y tambaleaba.
Aquellas simples palabras lo hicieron tiritear y bajar lentamente su pie del escalón, al igual que sus manos. El otro hombre en la habitación bajó escalón por escalón con agilidez y él solo se fue despavorido a cualquier lugar, cualquier lugar, el que fuera, quería esconderse, terminando detrás del sofá.
Sintió como tomaron su diminuto brazo y chilló aterrado, quería separarse y gritar, pero tenía cerrada la garganta.
—¡D-Déja-me, p-papá!
El señor rió y lo jaló para que quedara cerca de él, ya ahí, lo obligó a que ladeara su cabeza y comenzó a dejar un camino de besos húmedos en su cuello.
Eso solo le causó un inmenso asco y pánico, sentía como los labios del hombre tocaban su delicada piel y como un olor desagradable a alcohol inundaba sus fosas nasales.
TaeHyung sintió muchísimo pavor y gritó queriendo separarse, estaba casi seguro de lo que le sucedería ahora mismo sí no es que se separaba. —¡Y-Ya, papá! ¡déjame, n-no gusta!
—Sabes p-perfectamente que no puedes salir de tú cuarto —Habló toscamente y lo miró, esa mirada hizo que Tae se entremeciera y soltara sollozos chiquitos. — Creo que esto es lo que menos te mereces ¿no?
El castaño negó repetidas veces con sus ojitos cerrados — Y-Yo .. Yo s-solo quería comer, papá .. por favor n-no me-
—¡Silencio, TaeHyung! —El mayor le alzó la voz y lo tomó de la camisa, el pequeño con sus manitas quiso apartarlo para que lo soltara mientras sus ojos se inundaban de gotas saladas y cristalinas —Tú no das las ordenes aquí, l-las doy yo. Así que cállate y mejor haz lo que yo te ordene. —Lo acercó más y apretó la barbilla del menor, haciéndolo quejarse del dolor.
No podía ni siquiera pronunciar correctamente las palabras debido a lo ebrio que se encontraba, su fuerza era mayor a la de siempre y su aliento le asqueaba a más no poder.
TaeHyung bajó la mirada y su cara se deformó en una de miedo, asintiendo mientras pasaba saliva y trataba de ignorar el dolor que le estaba causando que su progenitor lo estuviera apretujando tan brusco.
—Eso es, así me gusta .. —Predominante le susurró en el oído y se acercó aún más a su cuello, el menor se dobló para evitar tener aquel disgustante contacto. —Ve a arriba, y-ya te alcanzo.
Los ojitos contrarios parecieron apagarse y negó paniqueado. No quería que sucediera eso de nuevo.
—¡N-No! ¡n-no quiero, p-por favor, papá!
Su padre se molestó y le tomó el brazo, apretándolo y haciéndolo jadear mientras se retorcía.
—Dije que fueras arriba, ¡ahora! —Gruñó y gritó, el niño se sobresaltó y se fue corriendo a la habitación de su padre, divisó a su conejito de peluche en el suelo y fue por él para abrazarlo, enseguida comenzó a llorar fuertemente, asustado por el acontecimiento que iba a suceder.
Escondió su minúsculo rostro en el peluche al escuchar los pasos cerca de la habitación, él se había situado al lado de la cama, comenzó a temblar y sollozó dolorosamente cuando la puerta fue abierta.
Su padre fijó su vista penetrante en él y sonrió altanero. El mayor caminó lentamente hacia él torpemente y por cada paso que daba, TaeHyung se encogía y trataba de pegarse a la pared llorando.
Su cuerpo temblaba en espasmos y trataba de no llorar más, pero solo conseguía sollozos fuertes.
—¿Te parece sí jugamos de nuevo, bebé?
El infante de once años dió negaciones contra su peluche y con lágrimas bajando descontroladamente. Su pecho subía y bajaba erráticamente mientras trataba de controlar su respiración.
En estos momentos era cuando realmente quería inmensamente de vuelta a su madre. Ella siempre lo protegía.
Había veces en las que escuchaba lloriqueos desde su cuarto, pero su madre le tenía completamente prohibido entrar a la habitación, por lo que solo se quedaba parado en la puerta con su conejito en su pecho mientras sus ojitos parecían de corderito asustado, sin saber que pasaba.
Quien iba a pensar que él tomaría el lugar de su madre.
Lo último que recuerda de esa noche, en la que su padre lo obligó a hacer cosas que a él no le gustaron para nada, fue como terminó en su cuarto solo, el cual solo tenía unos cuantos muebles y un colchón. Con su camisa desgarrada y sin nada en la parte de abajo, abrazaba su peluche de conejito y lloraba entre espasmos.
Sus bracitos estaban llenos de moretones y su cuerpo desnutrido igual, sin mencionar que su parte íntima se encontraba terriblemente roja e irritada.
Le dolía mucho.
Se sentía avergonzado por haber sido tocado de esa manera. Se sentía sucio y tenía la sensación de que en un futuro, nadie lo iba a querer por estar manchado.
Apenas pudo moverse y llegar adolorido a su cuarto, la fuerza de voluntad de querer irse luego de que su padre terminara de lastimarlo, lo hizo irse a toda velocidad mientras lloraba.
Observó la ventana con la luna llena y sus ojos se aguaron aún más, su corazón dolió y él solo se acurrucó en el pobre colchón sin ninguna sábana.
Abrazó al conejo y lloró sobre él mientras hipaba, negando y cerrando sus ojitos con fuerza, queriendo que aquello no sucediera ni una vez más.
Aquel peluche de conejo era lo único que tenía. Literal, no tenía ningún juguete, libro, cobija, y de hecho apenas tenía ropa.
Ese conejito era todo para él.
Tenía una gran suerte de que su padre le haya permitido quedárselo.
Y era lo que lo consolaría todos los próximos seis años.
Ya que eso comenzó a ser algo de todos los días.
...
JungKook alzó alarmado la cabeza al escuchar una voz conocida para él entrecortada.
TaeHyung estaba llorando, lo detectó rápidamente, desde la sala de espera se podía escuchar, él estaba afuera esperando a que la consulta con el doctor Jin terminara.
Era la una de la tarde apenas, por suerte en la mañana pudo conseguir una cita disponible con SeokJin.
Aunque claro que se angustió al escuchar los micro sollozos del castañito .. ¿y sí le estaba pasando algo?
Quería pararse y caminar hacia el cuarto de la consulta para verificar que TaeHyung estuviera bien, pero eso estaba completamente prohibido, no podía intervenir.
Comenzó a tantear su pie en el suelo y a dejar su celular apagado para que no lo molestaran en ese momento de tensión. Cinco, diez y quince minutos pasaron hasta que pudo ver una cabellera castaña con rulitos salir por la puerta.
Casi que voló de la silla y mortificado, observó al menor. —¿Hey, qué sucedió? ¿Por qué lloras?
JungKook tenía el entrecejo fruncido, TaeHyung lo volteó a ver entre hipidos y su ceño se relajó, solo limpió sus lágrimas.
—P-Papá .. —Desolado lo abrazó buscando algún tipo de consuelo. JungKook se asustó y enseguida lo abrazó, dándole palmaditas y sintiendo su respiración errática.
—Hey, ¿qué pasa? Me estás preocupando mucho .. —Siguió con sus palmaditas, TaeHyung aumentó sus hipidos, escondiéndose aún más debajo de su mandíbula y apretando sus párpados.
—¡Papi, p-por favor no v-vayas a abandonar a T-Tete!
Jeon lo volteó a ver y se separó alardeado, negando con sus cejas juntas. —Ayer te dije que nunca lo haría, jamás. ¿Por qué dices eso ahora? Sí estaba todo bien, bebé.
Ese apodo hizo que el corazoncito del menor diera un vuelco. Hasta después JungKook se dió cuenta de lo que dijo y carraspeó.
El más bajito lo observó desde abajo y limpió su carita húmeda, con su labio temblando sin pronunciar alguna palabra. Al darse cuenta de que no hablaría, Jeon volteó con el doctor y le hizo una seña de que le explicara porque Tae lloraba.
El pelinegro con la mano le hizo una avenía para que se acercara, él solo caminó junto con Tae, pero el contrario negó.
—Tú solo, JungKook —Él otro azabache tragó saliva ya que parecía regaño pero asintió y tocó el cabello de TaeHyung, obligándolo a separarse.
—Siéntate aquí, Tae, no te muevas .. —Lo dejó sentado en una de las sillas, la chica de recepción estaba ahí por lo que podría vigilarlo. El menor negó asustadizo y quiso ir con él.
—TaeTae, recuerda lo que hablamos. —El doctor habló, llamando la atención del menor—Solo hablaré con JungKook, no te dejará, estará conmigo y no le diré nada malo —Le dió una mini sonrisa que tranquilizó a TaeHyung y éste bajó sus manitas, asintiendo, odiaba que siempre que iba con un doctor hablaran con JungKook y lo dejaran a él solito.
El pelinegro se quedó confundido, sin entender de lo que habían hablado el doctor y el castaño.
—Vamos, JungKook —Ordenó abriendo la puerta de la habitación y dejándole el paso libre al azabache, este algo cohibido entró y se sentó, verificando por última vez que no le pasara nada a Tae.
—¿Por qué estaba llorando, TaeHyung? —Fue lo primero que dijo algo desesperado. El doctor sonrió a medias.
—Solo es parte de la consulta, nada grave .. —Tomó asiento detrás del escritorio —Pero sí quería hablar contigo para que puedas empezar a tomar algunas precauciones.
—¿Precauciones? ¿Cómo cuales, por qué? —Se confundió.
SeokJin suspiró —Bueno, mi hermano me contó un poco lo que sucedió con Tae, es lamentable y hoy en la consulta hablamos sobre varias cosas .. me contó que el día de ayer tuvo un tipo de ataque por algún problema contigo, ¿puedo saber lo que sucedió?
—Oh .. bueno, ayer invité a unos amigos míos a mi hogar, solo para convivir pero .. de repente llegó Tae con nosotros y comenzó a ponerse como loco con solo vernos, traté de que me dijera que sucedía pero no logré nada.
—Entiendo, bueno .. estás de suerte, no me corresponde hablar de esto, pero .. TaeHyung me contó lo que pasó y porque se puso así. —JungKook alzó la cabeza interesado en el tema.
El doctor pelinegro llevó unos lentes transperentes a sus ojos y tomó una libreta, comenzando a leer en ella mientras mordía su labio expectante. Con el pasar de los segundos, el menor comenzaba a desesperarse.
—Tranquilo, JungKook —El profesional rió y dejó la libreta de lado al darse cuenta que anteriormente, Jeon no dejaba de mover su pie con insistencia y nervios.
El joven sonrió apenado y asintió.
—Bueno, la situación es que .. —Recargó sus manos en el escritorio —TaeHyung me contó un poco de su pasado, me contó como sucedieron algunos acontecimientos y porque su padre comenzó a .. hacerle eso —Para él era díficil hablar sobre el tema del abuso infantil, por lo que antes de que el menor lo interrumpiera, siguió hablando —Su padre era alcohólico y .. cuando te vió a ti, básicamente su única figura paterna por ahora, con esas latas y con amigos, le dió un severo ataque de pánico, aunque él no quiera, esos recuerdos lo siguen atormentando .. —Mordió los labios con melancolía.
El azabache abrió la boca quedándose sin ningún argumento.
—¿Sabes algo? .. Se ve que eres un buen chico, así que quiero recomendarte que no vuelvas a digerir alcohol, al menos enfrente de Tae, ya que puede volver a suceder algo como esto —Le comentó —Eres jóven y seguramente estar con una persona más en tu casa te hizo sentir comprometido y hasta incómodo, ya que Tae me contó como él puensa que te sientes tú, pero .. de verdad, trátalo, Tae es un chico maravilloso que solo necesita amor y afecto —Le sonrió.
JungKook tragó saliva y asintió algo avergonzado por aquel regaño, quien sabe que tanto le habrá contado el castañito al doctor.
—Te recomiendo que lo saques a pasear, al parque, a comer y cómprale cosas pequeñas .. no es tú obligación, lo sé, pero sí estás cuidando de él, seria lo más recomendable —El joven asintió y el doctor decidió seguir con sus palabras.
—Aunque .. sí, próximamente pueden ser solo risas y felicidad con TaeHyung a tú lado, pero .. debes tener cuidado, el padre de TaeHyung podría estarlo buscando y acusarte de secuestro —SeokJin suspiró y siguió con sus palabras —Pero te voy a decir algo antes de que suceda cualquier cosa —JungKook enarcó una ceja sin entender nada. —No dejes que por nada del mundo te quiten a ese niño, mucho menos su padre, no sabemos de lo que es capaz de hacer si lo encuentra después de haberse escapado.
...
JungKook y TaeHyung caminaban por las calles habitadas, ya iban de camino a casa. La mano del mayor envolvía la muñeca del castaño mientras lo guíaba hacia su hogar.
El menor caminaba sin decir ni una sola palabra, lo al mayor se le hizo extraño ya que TaeHyung hablaba hasta por los codos, estaba apunto de preguntar por eso pero su celular dentro del bolsillo vibró y tuvo que contestar.
—¿Qué?
—Vaya, pensamos que seria de tú agrado que te hablaramos para preguntar sobre que pasó ayer pero ya veo que no —Enseguida reconoció la voz de NamJoon y bufó queriendo colgar. —No cortes la llamada, idiota. —Nam lo conocía demasiado bien, por lo que avisó con tiempo.
—¿Sabes qué tengo una vida propia y no tengo disponibilidad para estar aguantando a estúpidos como tú?
TaeHyung volteó y quedó algo abrumado por tantas palabras malas, como él las conocía.
—Ya, ya, cabrón, ¿qué quieres? Si no quisieras algo, no estarías llamándome como ahora —El pelinegro seguía caminando, ya faltaban unas dos cuadras.
—Oh, sí eso, mhm .. ¿puedes abrirnos la puerta?
JungKook juraba que sentía sus manos picar por ir a arrancarle los ojos a los dos amigos que por lo que suponía, estaban en su hogar.
—¿Qué? ¿Qué mierda hacen en mi casa? —El pelinegro caminó más rápido y jaló la mano del menor para que le siguiera el paso. Este hizo un pucherito pero caminó.
—Tampoco es como sí nos gustara tanto, pero tú solo ven y recíbenos en tu hogar —NamJoon rodó los ojos mientras que a su lado YoonGi parecía batallar con dejar unas cajas en el suelo. El azabache solo colgó y dio la vuelta para llegar a su casa, enseguida visualizó a dos personas en la entrada de su casa.
TaeHyung también lo notó y al ver que eran los mismos chicos de ayer, negó haciéndose chiquito en su sitio y deteniendo abruptamente su caminata. JungKook lo volteó a ver expectante.
—Ellos .. n-no —Su dedito apuntaba a sus amigos.
—No te harán nada, son muy agradables, no tienes porque tener miedo, tranquilo. —Sabía lo que pasaba y porque a TaeHyung ahora esos dos chicos le aterraban, así que fue paciente.
—N-No~ .. ellos malos —Mordió su labio inferior mientras bajaba la cabeza, Jeon negó y observó como NamJoon y YoonGi veían la escena, solo les hizo una seña grosera y volteó de nuevo con TaeHyung.
—¿No confías en mí? ellos dos son personas amables y lo último que harían sería hacerle daño a alguien, vamos, acompáñame, lo de ayer solo fue un malentendido .. —Le extendió la mano derecha, Tae se quedó pensando con inseguridad y la tomó lentamente.
Llegaron a la entrada de su casa y JungKook bufó cansado —¿A qué vinieron?
NamJoon lo ignoró y volteó con TaeHyung, este comenzó a hacerse inconscientemente para atrás.
—Hola, ¿Tae, cierto? —Nam se agachó un poco debido a la diferencia de altura y ladeó la cabeza, el castaño se escondió detrás de JungKook y sorbió su naricita. —Oh, vamos .. tenemos algo para ti, ¿no te gustaría verlo?
Eso pareció captar toda la atención del menor, que lo hizo salir de su sitio y observar atento.
YoonGi desde atrás sonrió de ternura y ahora habló él —¿JungKook, nos puedes abrir la jodida puerta? Llevámos más de veinte minutos aquí, estamos cansados. —Gruñó volcando sus ojos hacia arriba. El pelinegro frunció el ceño y sacó las llaves para abrir la puerta de su apartamento mientras fulminaba al rubio con la mirada.
Cuatro chicos entraron a la casa y lo primero que hizo YoonGi fue dejar el montonal de cajas en la sala, sin ayuda de nadie ya que NamJoon parecía querer socializar con TaeHyung y JungKook ni aunque se lo rogara de rodillas le ayudaría.
—¿Qué es toda esta mierda? —Jeon cuestionó con una ceja enarcada, TaeHyung al escucharlo escapó de NamJoon y fue a ver también. YoonGi suspiró recargándose en una caja y limpiando unas cuantas gotas de sudor de su frente.
—Ah .. es para TaeHyung —Dijo así sin más, el mencionado abrió los ojos y saltó alegremente.
—¿P-Para Tete? —Casi estaba que no se la creía, YoonGi abrió una caja y de ella sacó un peluche de un animal. Bueno, ayer él y NamJoon se sintieron culpables por lo sucedido, así que a primera hora del otro día, compraron una docena de juguetes y peluches para tratar de compensarlo.
—¿Hyung, pero por qué ..
NamJoon llegó en el instante y al ver que el castañito parecía indeciso entre correr hacia los juguetes o no, lo incitó a que fuera.
—Anda, son todos tuyos —Sonrió con los hoyuelos en su mejilla marcándose, TaeHyung lo miró y caminó hacia ellos algo tímido.
YoonGi lo vió llegar y le extendió la mano con el peluche en ella. TaeHyung lo tomó y lo analizó un poco, era un conejito de peluche.
Otro conejito de peluche.
Otro conejito de peluche color blanco que ahora le haría compañía a su tonejito color café.
JungKook observó la escena y quedó secretamente conmovido al ver que TaeHyung abrazaba a YoonGi mientras le daba las gracias.
Porque, ahora sabían porque los conejitos eran tan especiales para TaeHyung, ¿verdad?
...
No me tiren hate, pls. 😔
Yo sé, yo sé que tardé cuatro meses en actualizar cuando dije que lo haría pronto, pero entré de nuevo ingreso y estuve tratando de acostumbrarme y haciendo muchísimas tareas, hasta ahora ya no eh tenido y por fin eh podido escribir este capítulo. 😭
Perdonen la tardanza, de verdad, pero espero les haya gustado mucho y este capítulo haya sido de su agrado, aún sí está algo fuertecito por la parte de TaeHyung y su papá 😿♡
Muchas gracias por la espera y por leer, perdón sí hay faltas de ortografía y de nuevo, mil disculpas por la tardanza, muaaak, gracias por leer. 💗
-Nini🐧
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