Liam:
Hacker favorita, sé que estas en clase, solo te decía que hoy será el reto 2.

No sé porque pero sale una sonrisa maliciosa y feliz en mi rostro cuando termino de leer el mensaje. Vale, siempre me emociono con los retos. Tocan el timbre, cojo los libros y salgo para guardarlos.

No sé si los chicos sepan, pero les diré, haber qué pasa. Cierro mi casillero y Zac se dirige a mí, ruedo los ojos, ese chico es insoportable. Me dirijo a los vestidores ya que hoy recibo física. Entro, hay algunas chicas acá.

—La nerd, de los estúpidos rumores— habla una chica, la ignoro buscando mi casillero para cambiarme.

—Se dice que andas en peleas clandestinas ¿cierto?

—No...— saco mi uniforme.

—Tampoco lo creí. Eres basura, no podrás estar metida en eso— da un empujo, choco con los casilleros.

Un fuerte dolor cruza mi cara logrando sacar lágrimas de mis ojos, estoy quieta en mi lugar escuchando como las chicas se van y quisiera darles un golpe pero el que me han dado a mí es demasiado. Siento como el dolor es horroroso y me duelen hasta las uñas, llevo mi mano al área afectada confirmando que hay sangre en mi boca.

Mierda, me han roto el labio.

Aun sollozando, me visto y salgo con el dolor en rostro ya parada la hemorragia, cuando estoy en el campo la profesora esta hablando...   no alcanzo a oír.

—Thompson y Calel— respiro hondo, el chico se acerca a mí con maldad, pero cuando me ve, frunce el ceño.

—No escuché que decía... ¿puedes repetirlo...?— digo bajo con miedo.

—¿Estás bien?— es lo único que sale de su boca, me sorprendo.

—...Eh  sí repitelo— me toma de las manos, nos dirige muy lejos de todos, Wow.

—¿Qué te pasó?

—Nada, no tengo nada, me asustas, hagamos lo que dijo.

¿Se llama Calel?

Entro al edificio donde ya hay personas emocionadas por quienes pasarán al 3ro. Me acerco a los chicos.

—Bueno, toma— tiendo el audífono a Tony.

—¿Quien te lo hizo?—

—¿Cuál?

—No te hagas, el labio roto— responde Zac.

—...Aaam los tenía secos y se partieron— muerdo mi pulgar.

—¡A sus posiciones!— se escucha por los parlantes.

Cada uno, buscamos nuestras posiciones, acomodo todo en la mesa, me pongo el audífono, veo la hora, aparece la cuenta regresiva en la pantalla. Las imágenes aparecen mostrando todos los salones de los retos.

—Tony, será distinto— informo.

—Ya lo noté.

—3. 2. 1. 0— salen corriendo.

Justin

Suena la bocina indicando salida. Corremos, Zac presiona el botón y entramos a un cuarto lleno de puertas y escaleras. El grupo D ya van subiendo las escaleras y nosotros aún parados aquí.

—¿Qué te dice?— pregunta Caleb.

—No pisemos las escaleras azules— responde comenzamos a subir. Están dos en dos algunas. Pasos ligeros y pesados se escuchan atrás de nosotros, volteo y el A, viene.

—Rápido, allí viene el A— como podemos terminamos de subir dejándolos atrás. Entramos al cuarto vacío, se pone bueno. Vemos todo, hay agujeros en las paredes y en el techo, del otro lado está la salida. Hay unas palancas en la pared.

—No hay que tocar...nada— informa Tony, cuando Haminton jala hacia abajo una. Todos los vemos y dan ganas de matarlo.

—¡No me miren así!— unos tubos de metal salen del suelo bloqueando el paso.

—¿Qué vamos hacer?— pregunta Caleb.

—Rodearlos ya— habla Zac.

De repente comienzan a tocar la puerta con urgencia. Dando a saber que el otro grupo viene atrás de nosotros. Comenzamos a pasar el cuarto con gran dificultad... Kayla no ha dado señales de que nos ayude u órdenes... por la mitad del cuarto los tubos de metal desaparecen. Corremos y llegamos a la puerta. Haminton intenta abrirla pero está cerrada.

—¡Qué bien!— exclamo, veo a Tony quien está hablando con Kayla.

—No tardará mucho, pero tenemos que esperar— informa Tony.

—Pues dile que se apresure porque los otros ya entraron— comenta Caleb, como si nada.

Volteamos y cierto... intento abrir la puerta pero sigue cerrada. Ellos se acercan, con burla en sus rostros.

—¡Ahora!— dice Tony. Abre la puerta salimos cerrando, dejando a los otros encerrados.

Subimos las escaleras de dos en dos, para no perder tiempo ya que en ese cuarto hemos perdido mucho.
Entramos a otro. Es más enorme del anterior. Tiene separaciones de 5 cabinas con 6 separaciones a lo largo. Hecho de vidrio. Nos vemos. Tony asiente. Tomamos el pomo de las puertas y entramos a las primeras cabinas.

A los segundos las 5 puertas son abiertas pasamos a las siguientes cabinas. El ruido de la puerta trasera nos desconcierta. Veo atrás, los del grupo A entraron al cuarto, uno de ellos saca su dedo medio.
Se abre la puerta entramos a las siguientes. Los otros también.

—Kayla, apresurate. Vienen atrás de nosotros— habla Tony.

Las puertas se abren y entramos a la 4ta cabina. Los del "A" van por la segunda.

Pasan a la tercera.

Pasan 20 segundos y no se abren las puertas y Tony tiene cara de pocos amigos. Los otros comienzan a tocar el vidrio que presiento se va a quebrar. Dando a entender que nos apresuremos.

—¿Te puedes esperar, imbécil?— protesta Zac.

—Dile a tu estúpida guía que se apresure... no tenemos su tiempo y yo quiero ganar— escupe el pelinegro.

—Vuelve a llamarla estúpida y te boto los dientes. Tarado— digo.

—Perdóname idiota por decir la verdad.

—Más idiota que tú no puede ser — interviene Caleb.

—Kayla. Háblame, dime algo— miro a Tony. Está preocupado. Las puertas de: Zac, Tony, Haminton y yo se abren. Pero la de Caleb no.

Pasamos a la última cabina, dejando atrás a los otros incluido Caleb. Un chico del "A" esta junto con Caleb, se ve que no está bien.

Las últimas puertas se abren dejando el camino libre. Pero Caleb no sale y no podemos avanzar sin él. Los otros entran a la cuarta cabina.

—Kayla, Caleb sigue allí. Sacalo— el tono de Tony nos alerta más. En la pantalla de fondo aparece el reloj a cuenta regresiva.

–¿Qué pasa con Kayla?— pregunta Haminton.

—No responde. Ni su respiración se escucha.

De repente la puerta de Caleb es abierta, todas las demás también. Pasa lo más rápido que puede hasta que llega con nosotros.

—¿Qué le pasó a Kayla?— pregunta agitado.

—No sabemos. Pero vamos— digo atravesamos la puerta para ir al final del edificio y pasar al siguiente nivel.

Vemos la meta, el grupo D y C ya llegaron los del "A" vienen atrás de nosotros.

Estamos por llegar a la meta, no podemos ya que Kayla no viene. A los segundos se dirije con el pañuelo en su rostro, la mochila en manos y corriendo.

—Lo siento— es lo único que dice. Seguimos corriendo hasta que estamos más cerca.

—6. 5. 4. 3. 2. 1. 0— llegamos al final. Gritamos de la emoción. Todos alegres por los grupos que pasaron.

Nos abrazamos, veo a Kayla muy callada y hundida en sus pensamientos. Me acerco y la abrazo. A los segundos otros brazos nos rodean.

—¡No! Sé que parezco pérdida pero sé que hay a mi alrededor. No vuelvan a abrazarme— vocifera.

El hecho de que Kayla no se dejará abrazar no es algo nuevo para mí.

—Uy, que genio— se burla Hamiton.

—Pasamos al siguiente nivel, eso es bueno. Me tengo que ir. Se despiden por mí con Liam adiós— la tomo del brazo.

—¿A dónde irás?— pregunto.

—Sé que no les interesa. Voy con mi novio. Vive a unas cuadras de aquí.

—¿Tienes novio?—decimos al unísono. Asiente, Liam se acerca, se zafa de mi agarre.

—Bueno me voy— sale del edificio y nos deja con la duda.

—Hola, chicos. ¿Tenía algo urgente que hacer?— habla refiriéndose a Kayla.

—Tenía que ir con su novio— comenta Caleb.

—¿Novio? ¿Kayla, novio?— pregunta sorprendido.

—Sí.

—¿Cómo se llama?

—No lo dijo, solo que vive a unas cuadras de aquí—  informa Zac.

—Kayla no tiene novio, imbéciles. No le gusta la componía. Ella va por droga— abrimos los ojos a más no poder.

—¿Cómo?— Pregunta incrédulo Tony.

—Sí. Va por algunos medicamentos, ¡Joder! Tengo que buscarla— Sale del edificio.

Eloisa

Camino hacia el edificio abandonado donde venden algunas pastillas que utilizo. Sé que está mal. Pero en serio... no soporto todo ésto, no estoy sola, no. Cuando tomo esas pastillas, es una sensación diferente en mi cuerpo, se olvida mi alrededor. No soy yo.

Y bueno, tampoco es que lo consuma a diario.

Ya que tengo el frasco con el contenido salgo.  Paro en seco cuando veo de quien se trata. Ignoro y sigo. Se interpone en mi camino con el coche. Bufo.

—Sube al auto Kayla— pide Liam.

—No— frunzo el ceño, voy a esquivarlo, otro auto se interpone. Ruedo los ojos.

—¡Que te subas al maldito coche!

—¿Qué? No me hables así Liam. No eres nadie para mí, ni yo para ti. Si yo quiero subo. Si no, no— digo molesta.

—Kayla, hazle caso— pide Tony.

—Que te den, Liam. Pero bien duro— subo al auto. Arranca y se dirige a mi casa. Lo veo. Me enoja que crean que tienen poder sobre mí. Ni mis hermanos lo tienen.

—Dame esa mierda.

—No.

—¿No?

—No. Yo sé que es lo bueno y malo. No digas que te importo, porque no es cierto.

—¡Joder, Kayla! Intento ser bueno contigo. Pero tú prefieres tu orgullo. No es así. Y sí, si me importas. Te quiero, dame esa mierda—  no encuentro ningún rastro de mentiras o dudas.

Se lo entrego. Veo por la ventanilla. Sin darme cuenta ya llegamos a casa. Bajo no esperando que aparque bien.

Entro a casa. Dejo las cosas en su lugar. Me acuesto y caigo en los brazos de morfeo.

Entenderé si no os gusta el capítulo porque la verdad a mí tampoco me gusta. A pesar que ya está editado, sigue sin gustarme. 😞😞
D

ato curioso: hay dos nombres que son casi iguales, 1) Caleb y 2) Calel. El primero es el nombre de Caleb, obviamente y el segundo es el apellido de Justin, con "L" al final, sería así: Justin Calel.