06-Seis
—¿Kayla? ¿Kayla?
—Sí, esa Kayla.
Y la confusión es más grande en todos nosotros, él solo suspira pesado y nos ve aburrido.
—¿Por qué?— curiosea Caleb.
—Por qué le gusta jugar— responde Liam restando importancia.
—No, eso no... ¿cómo sabes eso?
—Kayla Eloisa Thompson es mi amiga— su tono es orgulloso, y nosotros nos reímos excepto de Zac quien parece bastante serio.
—¿No saben la historia de ella?—frunce el ceño. Nosotros negamos y ve a Zac.
—¿Se lo dices tú o yo?— lo señala, todos vemos muy serios a Zac quien se encoge de hombros.
Todo esto parece sacado de película. Me cuesta creer que Liam se refiera a la misma chica que conocemos, y más aún que ellos dos sean amigos.
—Okey se los diré. De Kayla hay muchos rumores de los cuales sé, solo dos son ciertos...— nos ve, nosotros esperamos a que siga hablando mas no lo hace.
—Cuando te propones a ser irritante los consigues ¿sabías?— lo acuso.
—Se dice que ella antes tenía muchos amigos, que todo lo que sabe, su hermano mayor se lo enseñó, que ella y sus hermanos viven solos porque sus padres murieron en un accidente, antes de ser una nerd era la mala del instituto y andaba en peleas clandestinas y mejoró su técnica en la computadora osea, es una Hacker— culmina Liam.
Nosotros estamos muy sorprendidos no creemos todo eso de ella, son rumores no hay que creer ni dejar de creer.
—Imposible— Haminton lee mis pensamientos.
—Ya es muy su problema si no me creen. Tienen una semana para decirme si la convencieron, por mi no hay problema en inscribirlos, ustedes tienen que conseguir su guía. Ah, ¿estudian en el mismo colegio y no saben nada de ella.?Son unos idiotas— se gira para irse y dejarnos ahí.
Mañana siguiente:
Eloisa
Siento cuatro miradas curiosas y pesadas sobre mí, ya sé quienes son pero me sorprende eso. Tocan el timbre, cojo mis cosas lo antes posible y salgo para no quedarme con ellos y que pase algo masivo entre nosotros cinco. Nuestra relación no es la mejor, somos como el aceite y el agua.
Ayer el reto estuvo bastante bien, gané $1,000 y $500 aparte que Liam me dio, no pude rechazarlos, el dinero me encanta.
Voy a mi casillero, guardo unos libros y saco otros, cierro yendo a la biblioteca, tengo que hacer muchas tareas y hoy no tengo tiempo en mi casa, así que mejor las hago aquí. Entro y saludo a la bibliotecaria quien me dedica una sonrisa, voy por los pasillos cuando estoy por el estánte que quiero, busco Declaraciones de sobrevivientes de la guerra interna. Lo tomo y me siento en una mesa a escribir algunas de estas.
Termino de escribir y salgo para ir a mi próxima clase, por el pasillo esta Zac hablando con una chica y cuando me ve la corta dirigiéndose hacia mí.
—Hola— saluda, lo ignoro como todas las veces siguiendo el camino con él a mi lado. Luego de las duchas he evitado su compañía a toda costa.
—Kayla cuando alguien te saluda debes responder porque es de mala educación no hacerlo ¿sabías?— suena irritado.
—Si una persona no le agradas, te evita lo posible, y te ignora todo el tiempo ¿sabías?— digo en el mismo tono que él.
—Es imposible que no te agrade, le agrado a todo el mundo— dice con orgullo, lo sigo ignorando.
Este chico colma mi paciencia y yo no soy amiga de la paciencia, no creo que él no se de cuenta que no me agrada, cierto es un chico lindo, pero no quiero más problemas y sobre todo más culpa en mis hombros, estoy pagando por lo que hice hace tiempo, no quiero más culpas.
—¿Me estas escuchando?— pone su mano sobre mi hombro.
—...No— digo bajo.
—¿Qué harás al salir del colegio?
—Trabajar, hay personas que no somos ricos sin tirar el dinero solo por diversión, lo cual tenemos que trabajar, además, tengo que pasar a la Óptica a comprar unos lentes nuevos porque los que tenía Scarlett los destruyó— informo molesta.
Valen una fortuna.
—Oh, cierto no los tienes. Yo te iba a invitar a salir.
—No soy muy de salir Zac...— comento y entro al salón seguida de él.
—¡Miren quien entró, la rara, bañada en porquerías!— exclama una de las amigas de Scarlett.
No digo nada y solo me siento en mi lugar, no sin antes decirle a Zac que me deje en paz y que se evite problemas. El profesor de matemáticas entra a dar su clase, más bien a preguntar algunas cosas sobre los temas ya vistos en clase.
—Joven James, dígame cuál es el resultado de esta operación— pregunta, Tony se encoge de hombros.
—No sé— dice simple.
—¿Alguien?— mira a todo el mundo, yo evito verlo —Kayla, por favor.
—Cinco elevado al cubo— me felicita.
Veo a Tony, quien me mata con la mirada y forma ''me las pagarás'' con sus labios, me hago pequeña y sigo poniendo atención.
La clase se pasa volando, es la última clase lo que quiere decir que tengo que apresurarme y llegar luego al trabajo para que Maya no quiera matarme.
Los populares como siempre molestandome y esta vez amarraron mi mochila en el pupitre, joder, tengo el tiempo medido y ellos con esto, no pues gracias. Cuando ya la he desatado escucho el seguro de la puerta cerrarse, lo que provoca ponerme alerta y el miedo me invade.
Levanto mi vista para ver si estoy sola y mi suerte no es buena, los cuatro chicos populares están enfrente de mí con una cara de pocos amigos y veo en sus ojos toda la maldad hacia mi, asco y desprecio, mi mano tiembla levemente e intento salir.
Puedo con ellos por separado pero juntos y solos no.
—¿A dónde vas?— pregunta Tony, el chico de ojos cafés y cabello negro ondulado de piel morena.
—Mi casa— estoy nerviosa, ellos ríen y Haminton se acerca a mí.
—No te vas hasta que nosotros queramos— me señala.
—Creí que solo eras una chica común y corriente, aunque lo eres al 100% pero... ¿trabajar de forma ilegal?— sonríe Caleb —Vaya, eso sí no lo esperaba.
—No sé de qué me hablas— tartamudeo.
—Sabes muy bien, pero primero la diversión— habla Justin, el chico pálido de cabello castaño.
Me quitan de las manos mi mochila, quitan mi chaqueta grande dejándome en camiseta de tiras.
—Vamos— dice Caleb, respiro un poco calmada pero cuando doy por terminada la lucha, Justin me toma de la cintura y me pone como saco de papas sobre su hombro.
Haminton agarra mi mochila y camina junto con ellos.
—Bajame, joder. Idiotas son, bajame ya malditos hijos de porquería— golpeo la espalda de Justin pero parece no dolerle —¡Justin, por favor!
Me ignoran.
Siguen caminando hasta que llegamos a donde están las piscinas, mis ojos se abren a tope.
—No chicos por favor, ¡chicos no! Haré lo que me pidan— grito con fuerza y el miedo me invade más de lo que ya tengo.
—Sabemos que lo harás— afirma Haminton.
—Además, hace mucho que no nos divertimos contigo— sonríe Tony.
—No soy tu payaso.
—Cállate.
—Te gusta ocultar cosas...
—Yo no he ocultado nada— digo en tono de súplica.
—Por mentirosa— habla Justin y cuando iba hablar él me tira hacia la piscina y caigo al agua, a los segundos mi chaqueta, el miedo aumenta cuando creo que harán lo mismo con mi mochila pero no lo hacen.
Intento salir pero ellos lo impiden tirandome al agua de nuevo, maldición el agua está muy fría a pesar del sol super cálido. Espero unos minutos bajo el agua a que se vayan.
Ya no oigo nada por ello decido regresar a la orilla de la piscina, salgo junto a mi chaqueta. Mi mochila está ahí y agradezco profundamente que no hayan sido tan idiotas. Cuando estoy ahí empiezo a toser como loca y el agua que tragué la estoy sacando por la nariz y la boca.
Cuando ya me siento un poco ''mejor'' agarro mi mochila, chaqueta y camino a la salida lo más rápido que puedo.
Llego a casa, por suerte Brad mi hermano está trabajando, subo a mi pieza, cambio mi ropa y opto por un pantalón ajustado negro, camiseta de tiras negra y arriba una camisa mangas cortas azul, Nike, bajo y voy al trabajo.
Después de caminar como 30 minutos llego al mercado donde busco el puesto donde trabajo. Me coloco el delantal sobre la camiseta de tiras yendo al frente.
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