Es sábado por la noche, bueno casi noche el sol todavía se ve. Mis hermanos y yo comemos pacíficamente hablando de cualquier cosa, amo estos momentos con ellos son únicos y especiales, tal vez sea el apego y el amor que les tengo por lo que hace especial estos ratos donde convivimos los tres mutuamente. La semana se pasó lenta para mi gusto, el día de la ducha al final vine a casa a dormir, ya no pude estar más tiempo porque las chicas habían subido las fotos al Internet, sabía lo que conseguía por eso y al día siguiente no fue menos las burlas de los demás.

Estúpidos.

—Maya alcanzame la ensalada— mi hermana se la da y sigue comiendo. Maya es alta de tez morena,  ojos miel, cabello castaño oscuro. Muy parecidas y diferentes a la vez.

—Kayla, tenemos que decirte algo— informa Brandon, de forma seria lo cual  es gracioso. Él casi no es serio con nosotras.

—¿Sí?

—No te vayas a alterar— demanda Maya, ¿qué no me altere? La última vez que dijeron eso fue cuando... no jodas.

—Cállate, no digas eso— suplico  sabiendo muy bien qué rumbo va a tomar todo esto.

—Quisiéramos que fuera broma... pero ellos vendrán en dos días— explica el mayor,  dejo de masticar para devolverlo al plato, y verlos  con seriedad.

—¿Cuándo les dijeron?

—Hoy, al mediodía mientras estabas trabajando, a nosotros también nos tomaron por sorpresa no creas que estamos emocionados —compara Maya tomando de su café.

—La última vez que vinieron solo fue para criticarnos, y que si estuviéramos con ellos, estaríamos mejor— recuerdo, y solo el hacerlo me enoja.

—Lo sabemos, nuestros padres no son los mejores pero tenemos que respetarlos aún,  así sean vagabundos— Brandon, tan educado como siempre

—Como digan, por mi no hay problema,  esta bien que vengan  pero tampoco se les prometo nada, ellos hacen problema por cualquier cosa— comento volviendo a comer y dejando el tema por un lado.

Ya nos amargó la comida.

Nosotros estamos independizados de  nuestros padres, todavía éramos niños y adolecentes cuando pasó eso, el motivo fue que en donde vivíamos habían muchos problemas y no soportabamos más así que tomamos la decisión de ir nos de allí y vivir por nuestra cuenta. Y cuando nuestros padres vienen, solo es para criticar nuestras vidas y sacarnos en cara que fuimos mal agradecidos con ellos por todo lo que nos dieron.

Terminamos de comer, limpiamos todo lo sucio nos contamos lo que nos pasó unas mentiras del tamaño de un elefante por parte mía, lo bueno fue que me creyeron y no sospecharon.

La vibración de mi teléfono me saca de la concentración a mi tarea, lo ignoro y sigo con lo mío, Matemáticas, Leyes, Sociales, son las clases para estudiar. Insiste una y otra vez, veo mis notificaciones y hay propuestas de trabajo, las ignoro, cae otro de Liam.

Liam:
Kayla, ¿puedes venir a donde mismo? tenemos reto y sé que no aceptarás pero no tenemos otro y la única eres tú, por favor ven, te esperamos lo antes posible.

Termino de leer el mensaje y sonrio, claro que voy, no me lo pierdo por nada. Opto por un pantalón ajustado azul, rasgado por las rodillas, camisa negra mangas cortas, Converse negros y un gorro de lana negro. Cojo mi mochila negra, dos cables, mi portátil, celular y  audífonos.

De mi repisa tomo un HUAWEI GT2  y bajo, veo si no hay nadie y salgo. Camino muy ligero para no perder tiempo, llego a un callejón de mala muerte y un chico esta allí.

—Reto— asiente, hace un ademán para que siga lo cual hago, entramos a un edificio abandonado por fuera, por dentro todo diferente.

—Kayla, pensé que no ibas a venir— dice Liam, este chico tiene más cuidado su cabello que el mío.

—Sabes que no puedo negarme a tu llamado— sonrio.

—Ya lo sé, vamos— caminamos más adentro y llegamos a un salón lleno de personas al rededor divididas en dos.

—Muy bien chicos, van haber de la A-D porque ya no hay más equipos, así que ellos son— nos señala.

—Max, Sira, Oliver y Kayla, ellos serán los guías— se acerca a mí —¿Con quién quieres ir?— pregunta.

—Con los que tú quieras— respondo.

—El capitán del equipo, puede elegir.

Justin

—Oye Caleb, ¿si te apresuras muy feo?— digo en tono irritado.

Vamos en auto al reto de 5 edificios, y el chico que se dice llamar Caleb va manejando peor que anciano de la tercera edad.

—Sí Caleb, a este paso ya eligieron a los guías— habla Haminton.

Mi amigo suelta un bufido y acelera el paso ya cuando estamos allí nos bajamos y entramos al edificio abandonado por fuera. Entramos al salón y los grupos ya tienen su guía, nos metemos entre todos a ver bien.

—¿Ves?  Por tu culpa nos perdimos lo más importante—  dice Tony dándole un zape.

—Ya ya, lo bueno es que ya estamos aquí— se defiende. Los cuatro guías se van a la parte trasera del edificio y los grupos a la línea de partida.

—Bien chicos, saben las reglas este es el último edificio, quien gana se lleva el dinero y el trofeo— habla el chico encargado del juego.

Todos asienten y una pelinegra se para en medio de todos con una bocina, cuenta hasta tres y la suena.

Todos salen corriendo para ir a completar todo el recorrido, son seis pisos en los cuales hay trampas, sistemas que no se pueden atravesar y cosas así, los guías tienen la responsabilidad de quitar todo los sistemas que tenga todo el piso para que su grupo pueda pasar al siguiente nivel, son sistemas muy complicados por lo cual el guía tiene que ser bueno en lo que hace y no dejar que le hagan nada a su equipo. Este reto es muy bueno e interesante.

—¿A quién apoyamos?— pregunta Haminton.

—Mmm, supongo al B— opino a lo que ellos apoyan la idea.

Vemos en la pantalla todo lo que esta pasando y al parecer el B es quien esta ganando porque va más adelantado de que todos.

—Hola chicos— saluda Zac.

—Hey— decimos al unísono.

—¿Quién?— indaga.

—B— reponde Tony, asienta quedándose con nosotros a ver por medio de las pantallas todo lo que está pasando.

Ya van por el cuarto piso en donde el equipo D alcanza al B y los otros ya están muy lejos de ganar. Todos los que estamos aquí nos emocionamos por todo lo que hacen los guías. Gritos de emoción se escucha por todos lados.

—¡Viene el piso oscuro!— anuncian por los parlantes.

Entran al 5to piso donde todo esta oscuro y tienen que esperar a que el guía encienda las luces.

En una de las  pantallas pasan la imagen del guía donde se ve que esta tecleando en su computadora portátil, ve su reloj y niega repetidas veces.

—Las luces se encenderán en— habla al grupo B —5 4 3 2 1 0— cuenta y todos los que estamos en el salón también.

Cuando terminamos de contar las luces son encendidas por un minutos y luego las apaga, dejando al otro equipo en oscuras, haciendo que los aficionados del otro equipo lo insulten.

—Creo que el guía del B es bueno para hacer eso— comenta Caleb.

—Estoy de acuerdo— apoyo.

Pasaron el piso y solo falta el 6to para terminar.

El grupo C alcanza al grupo D, el grupo B ya esta por ganar cuando se quedan inmóviles.

Activan las bocinas para que podamos escuchar todo antes que termine todo  y así tener más emoción.

—...¿Qué está pasando?— pregunta el capitán del equipo B al guía.

En la pantalla pasan al guía donde niega muchas veces y conecta su celular a la computadora.

—Tranquilizate, ya estoy en eso, alguien muy perro reinició mi computadora, tranquilizate— crispa.

—Al parecer, el guía del B es una chica— comenta Zac y todos lo volteamos a ver.

—Tienes razón así se escuchó— concuerda Haminton.

—Faltan 5 minutos para que llegue a su fin— hablan en los parlantes.

El grupo B se apresura ya que saben cuánto tiempo tienen, ya están muy cerca de todo y sabemos de antemano quién ganará éste reto.

Comienza la cuenta regresiva, tanto del reloj como de los que estamos aquí. Algunos  se insultan entre sí  pero el que más se lleva el odio es el guía del equipo B.

Y antes de terminar el grupo B llega al centro de todos los que estamos aquí con una pequeña caja de madera. Cuando llegan y el tiempo se termina empezamos a celebrar los que apoyamos al B.

Liam se acerca en medio de todo el lugar junto con el guía de ese grupo que por reglas del juego tiene que tener un pañuelo ocultando su rostro hasta que salga de aquí.

—¡Los ganadores del Reto 5 Edificios es el grupo B!—  exclama y levanta la mano del guía. Cuando dice eso todos celebramos. Les entregan el dinero y el trofeo para seguir celebrando.

—Debemos participar— habla Caleb, llamando la atención de los cuatro.

—Sí. Te apoyo, tenemos que decirle a Liam— indica Tony.

—Al salir todos le decimos, no creo que nos diga no—  respondo.

—El otro reto será en una semana— informa Zac.

Cuando ya todos se fueron o casi, vamos donde Liam quien esta hablando con alguien.

—Te lo prometo, no diré nada— Asegura a alguien entregándole dinero,  da un beso en su mejilla y se va.

—Hola chicos, todavía acá— eleva una ceja.

Liam nos conoce de hace tiempo, sí no estoy mal, fue a los quince años en una carrera de motos ilegal que por error fuimos testigos.

—Sí, queríamos decirte que nos queremos apuntar al reto de la siguiente semana— pide Caleb.

Él sonríe descaradamente.

—Sí quieren participar, significa que ya tienen algún chico que sea su guía.

Fruncí el ceño.

—Eh... no.

—¿Ah sí? Creí que habían hecho trato con Kayla.

—¿Qué?