4 ) 2020
Dentro de la caja que estaba en el armario había encontrado libros, cuadernos, bolígrafos, lápices, borrador, todo lo necesario para estudiar; Sin embargo, hacía ya tiempo que Felix no estudiaba, en los campos de concentración no le dejaron estudiar, ni un poco e incluso lo castigaban cuando lo hacía. Y en realidad Felix era un chico que amaba el estudio, adoraba aprender cosas nuevas... Pero quién diría que sería torturado por eso.
Después de la guerra su padre le daba clases en casa, a pesar que las escuelas habían vuelto a abrir. El menor aprendió lo básico, menos de historia, ya que eso sería revivir todo lo que vivió.
Suspiró dejando lo que tenía en sus manos y después observó una caja que había ignorado, pero al terminar de ver lo anterior, la tomó.
— "Xiaomin Mi9 Lite" ... ¿Qué es esto? —leyó en un pequeño papel.
Abrió la caja, había un aparato plano cubierto en una delgada bolsa, lo sacó de allí y lo miró, era delgado y ¿grande? ni siquiera sabía que era así que;
Lo agitó, nada.
Lo mordió, nada.
Lo puso sobre su cabeza, nada.
— No sirve... —lo dejó a un lado para sacar las cosas restantes de la pequeña caja, un cable y pequeños ¿accesorios?, pensó—. Ugh...
Volvió a tomar el aparato, picando la pantalla con su dedo índice muchas veces pero no pasaba nada. Ese pequeño artefacto se veía igual que el del chico de la casa en la que apareció, Pero ¿Por qué el suyo no prendía y mostraba la fecha?
— ¡Encender! —gritó al objeto. nada pasó—. Por favor... —murmuró ya desanimado—. ¿Quizá... ¡Es una máquina del tiempo?! —esta vez lo dejó frente a él— ¡Llévame a 1949! —dijo cruzando sus brazos y cerrando sus ojos.
Esperó...
Siguió esperando...
Nada.
Abrió sus ojos, y por supuesto aún estaba ahí.
— Tal vez sólo sea ¿Nada? —se levantó antes de dirigirse a la ventana que había junto a su cama, tenía una vista al patio y se podían ver las casa de atrás—. Odio esto...
Se acostó en la cama, era cómoda, las almohadas también lo eran, era la cama más cómoda en la que había estado en toda su vida así que una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Luego miró el techo y se puso a pensar, ¿Enserio es el 2020? ¿Qué tanto ha evolucionado el mundo? Quería conocer las cosas nuevas de ese siglo, quería saber todo... Quería estudiar, como su padre le pidió.
Metió su mano bajo su almohada, y de ahí abajo sacó algunos papeles, era información sobre la universidad y la dirección.
— Claro, voy a llegar, como conozco toda la ciudad... —burló frunciendo su ceño—. Ah, ¿Qué voy a hacer?
Cerró sus ojos para pensar en lo que debería hacer, no conocía nada, no sabía absolutamente nada, ¿Cómo iba a sobrevivir? No se refería a económicamente, se refería a sobrevivir del mundo, ¿Qué tanto ha cambiado? Y aunque tenía tanta curiosidad, estaba aterrado por descubrirlo. Hitler no había ganado, ¿Eso qué consecuencias trajo al mundo? ¿Su "especie" seguía siendo vista de la misma forma que aquellos años? Tan sólo imaginar eso se sintió intimidado.
Sus párpados se volvieron pesados gracias a las lágrimas que anteriormente se habían derramado, la pesadez llegó a un punto en donde ya no pudo abrir sus ojos cuando se dio cuenta que se estaba quedando dormido así que simplemente se dejó llevar.
Pasaron los minutos y las horas, todo era silencio... No había ni siquiera una mosca que pudiera molestarlo, por lo cual dudó si aún estaba dormido. Felix abrió sus ojos y miró la habitación la cual estaba oscura pero al sentir que estaba abrigado, inmediatamente mostró una sonrisa y volvió a cerrar sus orbes.
— ¡Que bien, sí fue un sueño...! —se acurrucó más en las mantas y permaneció así hasta que reconoció que no era su cama ya que la tela de la sábana era muy suave y el olor era diferente—. Maldita sea...
Soltó un largo suspiro de desagrado y cansancio, y miró al techo, la poca luz de luna que entraba por su ventana hacía que la habitación se viera un poco iluminada, así Felix pudo reconocer que seguía ahí por lo que volvió a suspirar.
— Un momento... —se sentó y miró a su alrededor confundido—. ¿Por qué estoy abrigado? No me dormí... —pero antes de terminar de hablar, rápidamente se tapó con las mantas hasta su cabeza al pensar en la posibilidad de los fantasmas.
Nuevamente, y por el miedo se durmió; Sin embargo, esta vez se despertó por la poca luz solar que entraba por su ventana, frunció su ceño tras sentarse y tallar sus ojos para así abrirlos, mirando toda la habitación para reaccionar finalmente.
— ¿Seis de la mañana...? —murmuró dirigiéndose a la puerta junto a su cama, entrando por ésta que dirigía al baño.
Era un baño de ricos (así lo definiría él), una bañera y una ducha, eso era demasiado para Felix, ¿para qué necesita dos? Sin embargo, nunca había estado en una bañera así que entró en ella después de quitarse la ropa y dejarla a un lado, abrió los grifos de agua y chilló por el agua fría, después abrió el grifo de agua caliente.
Duró ahí aproximadamente treinta minutos debido a la calidez del agua, y de lo cómodo que era permanecer ahí. Luego regresó a su habitación para abrir el armario, estaba su ropa, la misma que no había encontrado ayer en 1949, sonrió con ironía, teniendo más presente en mente que su padre por supuesto que había planeado eso muy bien.
— Ah, qué voy a hacer... —murmuró mirando la calle, habían varios alumnos pasando por ahí, yendo a la escuela, suponía—. Quizá sólo debería seguirlos... —mordió su labio inferior intentando calmarse.
Giró su rostro a la derecha, cuatro chicos se dirigían a él, y para su sorpresa eran los mismos que ayer. Así que rápidamente buscó un lugar donde esconderse, y logró hacerlo detrás de una planta un poco alta, cuando ellos pasaron, Felix caminó detrás de ellos, no tan cerca para no parecer un entrometido, pero tampoco tan lejos para perderlos. Y al estar a cierta distancia, pudo escuchar su conversación.
— Chan, ¿Continuas con tu novia? —dijo el más bajito, alzando su vista al rubio mencionado, éste sólo rió.
— Hyunjin se metió en medio. —rió avergonzado, rascando su nuca con su mano de forma suave.
— ¡¿Ahora Hyunjin está con Yeji?! —exclamó Han, llamando la atención de algunos estudiantes—. ¡¿Y no hiciste nada?!
— Bueno... Si Yeji quiere estar con Hyunjin, entonces está bien. —volvió a reír.
"Que amable pero que imbécil...”
Pensó Felix mirando sus pies andar.
— A veces creo que deberías ser más malvado, Chan. —mencionó Minho desde atrás, mostrando una pequeña sonrisa—. Tienes corazón tan noble, ¿Pero sabes quién no?
"Hitler."
Volvió a pensar Felix.
— Tú, obvio. —burló ahora Changbin, picando las costillas del más alto, haciendo que el mismo detuviera su paso algo indignado.
— No iba a decir eso. —su ceño se frunció.
Felix quien iba atrás con la mirada en sus pies, chocó con Minho, cayendo al suelo mientras que el pelinegro fue empujado levemente hacia sus amigos, los cuales miraron al pecoso en el suelo.
— ¿Estás bien? —Minho extendió su mano, inclinándose a la vez.
El rubio soltó un pequeño suspiro, lo que menos quería era ser el centro de atención o que los demás notarán su presencia. Cerró sus ojos unos segundos, apretándolos con fuerza antes de volver a abrirlos. No tomó su mano, ni siquiera lo miró, Felix se levantó por su propia cuenta y Minho, quien había quedado con la mano extendida, chocó ésta con su otra mano.
— Lo siento, sólo seguiré mi camino... —murmuró aún con la vista baja y manos tomadas entre sí, pero a diferencia de lo que dijo no avanzó, se quedó ahí parado.
Tres de los chicos lo miraron un poco confundidos y no pudieron evitar sonreír por lo adorable que se veía el rubio; Sin embargo, eso desesperó a Minho.
— Bueno, entonces camina. —puso ambas manos en su propia cintura, esperando que el rubio se fuera.
— Después de ustedes...
— No, que miedo.
— Anda, Minho, no seas malo con él. —se acercó Chan, alejando al pelinegro y mirando al rubio—. ¡Oh, tú eres el chico perdido de ayer! —sonrió.
No hubo respuesta ni mirada.
— ¿Estás perdido otra vez? ¿A dónde te estabas dirigiendo? —Felix extendió los papeles en donde venía la información de la universidad, Chan les dio una ojeada rápido antes de sonreír con sorpresa— ¡Vas en nuestra universidad, que agradable!, ¿Eres nuevo en la ciudad?
— Mmh... —¿qué debería responder a eso? se cuestionó— Sí.
— Te llevaremos. —pasó su brazo por los hombros del chico, poniéndolo nervioso—. ¿Ayer te mudaste? —el menor asintió—. ¿De dónde eres?
— Soy de Australia, pero viví ahí cinco años solamente. —musitó desviando un poco su mirada.
— ¡¿De verdad?! —alzó la voz emocionado, eso sorprendió a Felix— ¡Yo también soy de Australia! ¡Que agradable es conocer a alguien de ahí! —una risa salió de sus labios— ¿Y desde dónde vienes? —lo miró sonriente.
— 1949... —murmuró.
— ¿Perdona?
— ¿Eh? —hizo contacto visual con Chan, frunciendo un poco su ceño antes de devolver la vista al suelo tras sentir su pecho calentarse un poco.
— ¿En qué ciudad vivías antes? —volvió a preguntar.
— Pionyang.
Respondió sin mirarlo. Los cuatro chicos (incluyendo a Felix al ser abrazado por Chan) detuvieron su paso al oírlo, después se miraron entre sí.
Pionyang es la ciudad principal de Corea Del Norte, eso significaba que Felix era Norcoreano.
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