— ¿Entonces tu familia es... Millonaria? —preguntó en un pequeño susurro ya que no quería que el chófer de aquel lujoso auto escuchara.

— Sí, algo así, no es algo que me gusta mencionar ya que si lo hago muchos estarán tras de mí sólo por el dinero. —pasó su brazo por los hombros de Felix— Tampoco disfruto la vida de "ricos", por eso no vivo en una mansión, no tengo mil autos, aunque mis padres insistieron mucho tiempo. —miró al menor— Ahora sólo le pedí que nos llevará ya que no quería caminar. —rió leve.

— En aquel tiempo, los ricos abusaban demasiado, se creían superiores y claro, para mí lo eran... —se encogió un poco de hombros.

Observó cada pequeño detalle y gesto que el menor hacía, comenzaba a gustarle observarlo cada vez más, le gustaba demasiado, era tan inocente y puro, además de sensible, sentía que debía protegerlo de todo y de todos.

El chófer abrió la puerta después de estacionar el auto frente a un centro comercial aún más grande del que habían ido anteriormente. Felix miró todos los edificios que se podían ver por fuera ya que claro, por dentro habían muchos más.

— Quizás sea una pregunta rara pero, ¿Alguna vez has comido carne? —preguntó mientras caminaba al interior del gran lugar, mirando distintas tiendas.

— ¿Carne? —miró a su acompañante— No. —respondió esta vez mirando lo mismo que el pelinegro, las tiendas—. Mis padres me dijeron que en mi cumpleaños número 15 y 18 iban a comprarme carne, pero... Con la guerra ya no pudo ser así.

El pelinegro notó como el pecoso descendía su mirada lentamente.

— Hey, no pienses en eso ya. —aprovechó para tomar la mano del rubio y entrelazar sus dedos, encajando inmediatamente a la perfección.— Por hoy... —obtuvo la mirada de Felix.— Por hoy no pienses en otros, y enfócate en mí.

Tras decirlo adelantó un poco su paso para caminar adelante y así que el menor no lo mirara o pudiera decir algo objetando, además; Debía admitir que estaba un poco avergonzado.

Por un momento pensó en Chan y sobre lo que le había mencionado en el hospital, "Felix debería quedarse conmigo", Chan jamás le había dicho algo así, ni siquiera cuando les llegó a gustar la misma chica en preparatoria, Momo, quien al final no se eligió por ninguno ya que tenía novio.

— ¿Qué piensas de Chan? —cuestionó. se encontraban sentados dentro de un restaurante mientras esperaban su comida. al recibir la mirada confusa del menor, le repitió— Chan, ¿Qué te provoca? Es decir, es el nieto de tu mejor amigo, eso no se ve todos los días, Felix.

El corazón de Felix se apagó unos segundos al escuchar su nombre, tenía la esperanza de ser llamado Lix, como ya le había nombrado en la otra línea junto a Jeongin y Seungmin. Pero sólo había sido un recuerdo muy vago y tan de repente que sólo lo ignoró.

— Es raro... Como dices, es nieto de Christopher pero aún así no siento un lazo que nos una... Quizás porque de alguna forma "soy mayor." —suspiró un poco incómodo— Es buen chico, me agrada mucho, pero siento que soy su responsabilidad sólo porque su abuelo es mi mejor amigo, no me gusta sentir eso. —alzó su vista para mirar a Minho, no podía expresarse bien, se retuvo mucho tiempo y tener que abrirse ahora con un chico el cual lo odiaba hasta unos días, no le parecía tan buen momento.

— ¿Tú y Christopher tuvieron algo? —puso ambas manos sobre la mesa— Me dijiste que no sabías si te gustaba, pero aún así, ¿Ustedes no tuvieron algo?

—hizo una mueca, no quería recordar aquel día que se besaron, había sido un error eso al menos para él— Nos besamos, pero fue sin... ¿Querer? Estaba sensible y creo que pensó que besarme me haría sentir mejor, no lo sé... —apartó su mirada, buscando una distracción— No me gustó...

— ¿Y cuando tú y yo nos besamos... Te gustó? —susurró casi inaudible.

— ¿Disculpa? —regresó su vista a él.

— Dije que si el beso no te gustó, entonces él no te gustaba. —sonrió un tanto satisfecho— Sin embargo, puedes confundir tus sentimientos si estás cerca de alguien similar a Christopher... Por ejemplo Chan, quizás en algún momento él te guste.

— ¿Qué? No. —contestó rápidamente—. Él no me gustaría... ¡Eso sería muy extraño! —negó repetidas veces con su cabeza— Además, él tiene novia... —frunció su ceño al recordar a Jihyo, pero la Jihyo de la otra línea.

— ¿Qué pasa? —preguntó inclinando un poco su cuerpo hacia adelante.

— Es que... —inhaló— En la otra línea, donde Chan no existía, tú estabas con Jihyo. —el mayor asintió, Felix exhaló lentamente— Pero ella te engañaba... Con Daniel.

— ¿Daniel? ¿Quién coño es Daniel? —apoyó su espalda en el respaldo de la silla.

— Lo que importa es que ella te engañaba —el mayor le interrumpió.

— Todavía que acepto ser su novio tiene el descaro de engañarme, pf. —dijo indignado.

— ¡El caso aquí es que...! —de nuevo tuvo la atención del pelinegro— Ella puede estar engañando a Chan, ¿No crees?

— Puede ser... —frunció su ceño, la idea de que su mejor amigo fuera engañado no le agradaba para nada, ya tuvo suficiente cuando Yeji lo dejó por Hyunjin, pero ¿una infidelidad? podría golpear a Jihyo— Luego hablaremos con Chan, él debe saber, ¿De acuerdo? —al recibir la aprobación ajena suspiró.

El mesero no tardó en llegar con lo que el mayor había ordenado, cocinó la carne durante unos minutos y esperó a que el menor comiera primero, anhelaba ver las expresiones en su rostro cuando probará la comida.

Lo primero que recibió fue una enorme sonrisa que ocultó tras sus manos, sin embargo, Minho tomó éstas para apartarlas del rostro de Felix y así seguir admirando su sonrisa. Era tan preciosa y brillante, verlo sonreír era como una medicina diaria que le hacía sentir mejor.

— Que bonita sonrisa tienes, niño... —susurró para que el mencionado no le escuchara.

Después de terminar, el mayor pagó la cuenta y caminaron un rato por las tiendas, Minho miraba al rubio quien iba tan entretenido en aquellas cosas que (pensaba él) no conocía, la forma en que sus ojos brillaban, su sonrisa se dibujaba y su rostro se iluminaba como la de un niño pequeño no tenía comparación.

Sabía bien como eran las cosas en los años pasados, pero tener a alguien a su lado que LITERALMENTE vivió en esa época era extraordinario, tantas cosas que le faltaban por conocer.

— ¿Qué es esto? —murmuró mientras veía todas esas televisiones como las de su casa, al igual que "aparatos" que él no conocía.

— Vamos a jugar videojuegos, en la fiesta habrán competencias así que debes ganar... Seguro jugarás contra Han y él es muy bueno en esto. —caminó hasta unos sofás para sentarse en uno.

— Han... —se sentó junto a Minho— ¿Conoces mucho a Han? —lo miró.

— Mh... Demasiado. —mostró un sonrisa traviesa y dejó salir una pequeña risa.— ¿Por qué lo preguntas?

— Bueno... Es que creo que él y yo estábamos en algo. —hizo una mueca incómodo.— No sé, era muy coqueto, me sorprendió que yo aceptara, ¿Me explico?

— ¿Tú y Han? —frunció un poco su ceño mientras con el control seleccionaba un videojuego.— Él siempre fue muy coqueto... —murmuró.— Como sea, dejemos de hablar de él por un momento. —le entregó en otro mando al rubio quien con duda lo sostuvo de manera incorrecta sin querer, ocasionando la risa de Minho.— Adorable.

Jaló el sofá en el que Felix estaba sentado y le acomodó el control, indicándole también cómo debía usarlo y qué tenía que hacer en el videojuego. El rubio no sólo jugaba de manera muy torpe, también soltaba pequeños gritos y quejas al no entender lo que debía hacer.

— ¿El propósito es...? —preguntó Felix mirando la enorme pantalla.

— No morir.

— ¿No morir?

No dijo más y le dió a play, ni siquiera tuvo que decirle nada, comenzó jugando bien, tan bien que le sorprendió. Sonrió ampliamente hasta que logró escucharlo murmurar en inglés "Muere, maldito nazi", y sí, Minho sabía inglés gracias a su mejor amigo. Soltó un pequeño suspiró y se acercó por detrás para pasar sus manos alrededor de él, sujetando el mando también.

— ¿Te molesto? —susurró en su oreja con fin de provocar algo en él y sonrió victorioso cuando sintió el cuerpo ajeno temblar.

Minho metió sus dedos entre los del menor para así tomar el control del videojuego, apoyó su mentón en el hombro ajena y se dispuso a disfrutar del aroma fresco de Felix.

Continuaron juntos hasta que oscureció, claro que Minho aprovechaba cada oportunidad para poner nervioso al rubio, limpiar la comida de la comisura de sus labios, tomar su mano para "jalarlo" y decirle lo bonito que se veía, para su suerte, el menor se ponía nervioso.

¿Lo estaba intentando enamorar? No lo sabía, pero estar con él le hacía sentir bien, no quería que nadie se acercara a Felix.

— Tienes que irte, ¿Cierto? —murmuró sentándose en su cama y mirando al pelinegro.

— Sí, mañana vendré por ti, ¿De acuerdo? —se detuvo frente a él para mirarlo, sin embargo, notó su mirada triste por lo que suspiró— Oye, tienes que descansar, mañana será un día difícil.

— Sí, lo entiendo. —hizo una pequeña mueca de disgusto, jamás había ido a un funeral, no tuvo la oportunidad de ir al de su madre o al de su padre pero sí con su mejor amigo, lo odiaba.

— Te veré mañana. —se inclinó hasta con sus labios alcanzar la frente de Felix, dejando un beso ahí y después bajando un poco su rostro para juntar sus frentes durante unos segundos.

Felix no sólo pudo sentir su respiración golpear en sus labios, podía sentir los labios de Minho rozar con los suyos, cosa que por alguna extraña razón, le daban ganas de llorar.

★★★★★
califique a esta historia.
ahq, JAJAJA, ¡hola! ¿cómo están? espero les haya gustado el capítulo, muchas gracias por leer, votar y comentar, amo sus comentarios aunque a veces se me olvida responderlos, sksnsk.♡
perdonen si tuve un error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.
pregunta, ¿les gusta el Seunglix?
y bueno, es todo, ¡gracias por leer! ♡