Abrió sus ojos y al mismo tiempo se sentó en la cama, pero antes de levantarse, Minho lo detuvo, sujetando sus hombros. Felix lo miró durante unos segundos antes de suspirar aliviado y sonreír ampliamente.

— Estás aquí... —rápidamente lo abrazó con fuerza, cerrando sus ojos para calmarse por completo— ¿ Y Chan? —se apartó para mirarlo, el pelinegro señaló frente a él, del otro lado de la cama estaba el rubio— También estás aquí... —se dejó caer de vuelta y suspiró finalmente tranquilo y aliviado.

— Ahora si necesitas explicarnos qué demonios está pasando. —el pecoso frunció su ceño al oírlo.

— ¿Explicarles...? —volvió a sentarse sobre el colchón— ¿Recuerdan todo? —miró a ambos, si todo había regresado a dónde se inició, no tendrían porqué recordar algo.

— Después de que rompieras el reloj —habló Minho.

— Y mi piso. —interrumpió Chan.

— Ajá... Bueno, después de que rompieras el reloj, yo estaba aquí, tú estabas durmiendo, creo que regresamos a donde inició todo. Chan llegó minutos después, él también lo recuerda todo. —suspiró haciendo una pequeña mueca.

— ¿Por qué? —entrelazó sus propias manos— Todo esto del tiempo es muy raro... ¿Por qué recuerdan eso pero no cuando estabas con Jihyo? —mordió ligeramente su labio inferior, luego también recordó a Seungmin y Jeongin, poco a poco todo se fue aclarando.

— ¿Estabas con Jihyo? —preguntó Chan levantándose y mirando al pelinegro.

— ¿Qué? No, oye, jamás estaría con tu chica. —se defendió.

— No, espera Chan. —Felix tomó su brazo— Tú no existías en esa línea... —otra vez frunció un poco su ceño, no recordaban esa línea pero si cuando rompió el reloj, ¿eso tenía sentido?

— ¿No existía? —volvió a sentarse.— Oh claro, si yo no estaba... ¿LE HICISTE CASO A JIHYO? —de nueva cuenta se puso de pie.

— Chan.

El mencionado se sentó cuando el pelinegro le llamó otra vez, estaba sorprendido, no molesto, sólo sorprendido de que en otra línea Minho sí le hiciera caso a Jihyo. ¿Por qué?

— Hay algo que no entiendo... —murmuró el menor de los tres mientras jugaba con sus propios dedos— En esa línea, Minho estaba con Jihyo, pero Seungmin y Jeongin al parecer también estaban juntos y eran tus amigos... —miró al pelinegro quien miró a Chan— Changbin estaba con Hyunjin y Yeji... Y Wonpil y Han eran mis amigos, no entiendo porqué Changbin y Han no eran tus amigos.

— Bueno... —aclaró su garganta mientras le daba una última mirada a Chan— Yo conocí a Jisung y a Changbin gracias a él, después los cuatro conocimos a Seungmin, Jeongin, Hyunjin y Wonpil, los ocho teníamos un gusto similar a música. —miró de reojo a Chan, quien asintió rápidamente.

— Y yo junté a Han con Changbin, es decir, ellos se conocieron gracias a mí. —murmuró Chan.

— ¿Por qué ahora se llevan mal con Seungmin? —cuestionó mirando a ambos.

— Oye, tú debes explicarnos qué demonios pasa contigo. —dijo Minho rápidamente.— ¿Qué fue todo eso de antes? ¿Viajas en el tiempo, eso es posible?

—se encogió de hombros y después asintió, soltando un pequeño suspiro al final— Vengo del año1949... Nací en el 32.

— ¿En el 32? Espera, ¿Lo dices enserio? Es decir, ¿Cómo viniste al futuro? No entiendo, esto es una broma. ¡¿Tienes 88 años?! —preguntó Chan sorprendido y exaltado.— ¡¿Cómo es eso posible?!

— Cállate para que Felix pueda explicarnos. —comentó el pelinegro.

—soltó una pequeña risa— Es posible, sí... También creí que sería imposible pero mi padre lo logró, el siempre quiso viajar en el tiempo pero nunca le puso mucho esfuerzo hasta que... —hizo una pequeña mueca— Hasta que la segunda guerra mundial terminó, él puso más esfuerzo en eso, no entendía porqué. —cerró sus ojos— Después me di cuenta que él quería enviarme al futuro, a una época donde pudiera ser feliz y tuviera "mejores" cosas que en ese año.

— ¿Por qué? —preguntó Chan.

— Porque sufrí demasiado en los campos de concentración. —su voz tembló un poco y con fuerza apretó sus ojos— Asesinaron a mi mamá, luego me tomaron y me encerraron por ser gay... Fue muy difícil para un niño que siempre tuvo el amor de sus padres y siempre fue positivo.

— ¿Viviste la segunda guerra mundial? —el pecoso asintió a la pregunta de Minho— Por eso tu reacción a la clase de historia... ¿Tus heridas? —miró los brazos ajenos.

— Todas me las hicieron ahí, cuando intentaba escapar, era horrible... —abrió sus orbes y observó sus brazos llenos de marcas— En los campos conocí a Christopher, tu abuelo. —miró a Chan— Fue el único amigo que tuve, siempre me protegió y estuvo conmigo... Al saber que estaba vivo aún, sentí tanta emoción pero al mismo tiempo tristeza ya que no podríamos salir y disfrutar de esta época juntos. —suspiró con dolor— Él también sufría mucho aunque no lo demostraba... Y me duele no haber podido hacer nada para evitarlo.

— Tú eres el mejor amigo del que tanto me hablaba mi abuelo... —murmuró Chan y el pecoso asintió— Por eso no me decía como eras, porque iba a conocerte. —soltó un profundo suspiró— Que bien planeado lo tenía.

— Sí, eso creo. —mostró una pequeña sonrisa— Cuando llegué aquí aparecí en un lugar extraño, era la casa de alguien más. —rió leve— Fue tan vergonzoso, no reconocí nada y me asusté. —se encogió de hombros.

— Espera, ¿Apareciste en una habitación? —el menor asintió— Tú eras el chico de esa vez, ¡Era mi casa! Tuviste suerte de que no te entregara a la policía. —sonrió— Nuestros caminos se cruzaron desde antes, es sorprendente.

— ¿Era tu casa? —le devolvió la sonrisa— Ah, que suerte tuve... Muchas gracias por no llamar a la policía... ¿Vives lejos de aquí? Cuando salí de ahí corrí mucho pero parecía que sólo daba vueltas.

— Digamos que es lejos, sí, no mucho, es decir, más arriba de la universidad. —suspiró— Es normal que pareciera que dabas vueltas por el mismo sitio, supongo que no estabas acostumbrado a la ciudad así. Corriste mucho, de hecho.

— ¿En serio? Bueno, estaba cansado... —rascó su propio brazo— Tuve mucha suerte de encontrarme con ustedes.

— En resumen; Naciste en el 32, viviste la segunda guerra mundial en los campos de concentración donde conociste a mi abuelo, en el 49 tu padre te mando al 2020 donde estudiarias... —Chan guardó silencio— Espera, ¿Cómo es que estudias?

— Mi padre, él lo hizo, no sé cómo, supongo que recibió ayuda de Oliver. —respondió haciendo un ademán con sus hombros.

— ¿Oliver? Supongo que... Cuando me ayudó a inscribirme él lo hizo. —murmuró Chan.

— Sí, después de que mi padre muriera Christopher se hizo cargo de la casa, después de él lo hizo Oliver. —miró de reojo a Chan, quien parecía sorprendido.

— Eso explica... —tomó su mochila y buscó la foto que había tomado anteriormente, luego se la mostró al menor— Eso explica esto.

— ¿Qué? ¿De dónde sacaste esto? —agarró la foto.

— Debajo de tu almohada... Cuando Minho y tú estaban abajo. —se sintió avergonzado ante la mirada que Felix le había dado— ¡Lo lamento! Por accidente metí mi mano ahí y saqué una fotografía, creí que era tu abuelo y saqué otra, resulta que era mi abuelo... Fue tan raro.

— Está bien. —sonrió delicadamente— ¡Oh, háblame de tu abuela! Quiero saber cómo era la mujer con la que se casó, aunque dijo que no quería casarse ni quería hijos y mira, tiene un nieto igual de guapo. —los tres rieron.

— Ahora hablas como un viejito Felix. —se burló Minho quien a comparación de Chan, no parecía tan sorprendido o intrigado.

— Mi abuela era muy bonita, algún día te mostraré fotos de ella. Siempre fue muy buena conmigo, sin duda amaba a mi abuelo. —sonrió nostálgico— Ella murió hace diez años.

— Debió ser genial para él tenerla... —suspiró aliviado— Él me decía que no quería casarse ni tener hijos, tampoco le interesaban mucho las chicas, es decir, tampoco los chicos. —se encogió de hombros incomodamente.

— ¿Tú y él...? —murmuró Minho.

— ¿Qué? —frunció su ceño de inmediato— ¡No, no! —negó con sus manos también— Para nada... No tuvimos nada. —desvió su mirada y se encogió de hombros.

— Entonces, vienes del 49 y tu mejor amigo es el abuelo de Chan. —el rubio asintió— Eso explica todo.

— Diría que es falso pero... Entonces no sabría cómo explicar el portal y eso. —comentó Chan riendo levemente— Además he visto muchas películas.

— Bueno, te dejaremos descansar, mañana temprano vendremos por ti para ir a la universidad. —Minho se levantó al igual que su amigo, y Felix los miró confundido.

— ¿Por qué? No necesitan venir por ti.

— ¿De qué hablas? —respondió el pelinegro colgando su mochila en su hombro.— Somos amigos. —sonrió.

[ ¡Muchas gracias por leer, votar y comentar! Perdonen si tuve un error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme. Perdonen la demora pero tuve que editar pequeña detalles del capítulo. Espero les haya gustado y una vez más gracias por leer, ya son 4k leídas y estoy tan feliz y agradecida, ah, me gusta tanto que la historia sea de su agrado.♡ ]