Soltó un pequeño quejido al sentir su espalda golpear con la pared gracias a que anteriormente había sido empujado, frunció su ceño y talló sus ojos suavemente en un intento de que su vista borrosa pasará. Cuando fue así, miró a su alrededor, estaba en el baño de su habitación, se sorprendió y rápidamente se puso de pie.

— ¿Funcionó?

Una vez más miró todo el baño, todo parecía normal. Se dirigió a la puerta y la abrió, pero se detuvo al verse a si mismo dormido en la cama.
No, no había funcionado.

No sólo sintió miedo, sino que también coraje, si no iba a funcionar aunque volviera a su línea, prefería quedarse con Christopher y su padre, aún no era tarde para renunciar... Nuevamente a su todo.

Sin embargo, pensó en qué quizás, si hablaba con Oliver todo se resolvería, buscarían alguna manera de evitarlo, pero necesitaba verlo antes de que su otro yo lo hiciera; Si eso no funcionaba, esperaría a fusionarse en esa línea, si hacía eso, los recuerdos sobre Seungmin y todo lo que pasó anteriormente en la otra línea probablemente se borrarían, no quería eso.

Se puso el gorro de su sudadera y salió de la habitación con cautela y en silencio, luego bajó las escaleras, cuidando sus pasos hasta llegar al primer piso.

— ¿Felix?

Su corazón dio un pequeño brinco al oír la voz de Minho, alzó su mirada y ahí estaba frente a él. El mayor se acercó un poco a lo que el rubio retrocedió.

— ¿Estás bien? —observó la expresión ajena, el rubio parecía estar sin palabras, aún así acercó su mano a la cara impropia, pero se detuvo al escuchar al pecoso hablar, pero no el que estaba frente a él.

— ¿Minho? —murmuró el Felix que anteriormente estaba dormido, quien estaba en el último escalón de arriba mirando a los dos chicos.

Felix se sorprendió ante eso, rápidamente abrazó a Minho, pasando sus brazos por su cuello y apoyando su barbilla en su hombro. No sabía qué pasaría si se veían, tampoco quería averiguarlo.

— ¿Qué? —frunció su ceño y retrocedió un poco sin alejar al rubio que lo abrazaba.

— Dime que me vaya... —sacudió su cabeza ingenuamente— Dile que se vaya. Minho, sé que esto es muy extraño, soy muy raro para ti, lo sé, quieres respuestas y te las daré, sólo convenceme —hizo una mueca—, sólo convencelo de que vuelva a su habitación.

El pelinegro frunció aún más su ceño, no entendía nada, y todo eso parecía tan extraño que comenzaba a creer que era un sueño. Aún así, decidió acatar al chico que lo abrazaba.

— Regresa a tu habitación, ahora mismo iré, ¿De acuerdo? —dijo mientras miraba al Felix que estaba en las escaleras.

— No, debo buscar a Oliver... —respondió bajando un escalón más.

"Vamos Felix, te conoces... Has algo para ponerte incómodo."

Cerró sus ojos apretandolos un poco, necesitaba hacer que su otro yo no saliera, debía evitarlo a toda costa, sino, mas que fusionarse, probablemente se volvería un bucle.

Tomó aire antes de volver a abrir sus orbes, alejó su rostro un poco para mirar a Minho desde sus ojos hasta sus labios, volvió a respirar profundamente. No dijo nada más, se acercó al pelinegro hasta besarlo, no hubo respuesta por parte del contrario al principio, sin embargo, a los segundos Minho correspondió el beso, junto a eso también abrazó al menor.

El rubio que estaba en las escaleras frunció su ceño y sin decir nada dio la vuelta para encerrarse en su habitación, no le importaban los besos en realidad, pero de alguna manera se había sentido incómodo por eso.

Al oír la puerta cerrarse, Felix (quien besaba a Minho) se alejó del mayor para mirar detrás de él y asegurarse el no encontrarse con él de esa línea.

— Que raro sueño, Felix jamás me besaría. —dijo Minho riendo.

— Y Minho jamás me correspondería. —rodó los ojos tras responder, luego tomó su mano y salió de la casa, cerrando la puerta en silencio.

— Eso me confirma que es un sueño, jamás te correspondería un beso en la vida real. —miró como el rubio jalaba algunas macetas con plantas altas hasta la puerta.

— ¿Por qué me corresponderías en un sueño y en la vida real no? ¿Te da miedo arruinar tu reputación o perder tu dignidad y por eso prefieres probar en un sueño? —le echó una rápida mirada al pelinegro, mostrando una sonrisa al ver que lo dejaba sin palabras.

— ¿Para qué las plantas? —señaló las dichas.

— Para que yo... —frunció su ceño— Para que Felix no pueda salir... Aunque con la situación, estoy seguro de que yo saltaría por encima de ellas... Como sea, vámonos rápido. —volvió a tomar la mano del mayor para correr junto a él hasta la casa de Oliver.

— ¿Quién es el verdadero Felix? —preguntó Minho siguiéndole el paso al menor.

— Creo que ambos lo somos... Pero tienes que ayudarme a mí, si lo ayudas a él, estará igual de arruinado que yo. —suspiró.

— No entiendo nada pero es el sueño más loco que he tenido en años. —sonrió levemente.

Felix volvió a sonreír levemente, ya quisiera él también que fuera un sueño, realmente lo deseaba y necesitaba que fuera así. Cuando llegaron a la casa de Oliver, fue de inmediato a tocar la puerta y espero hasta que Chan abriera.

— ¿Felix? —miró del rubio al pelinegro— ¿Minho? ¿Qué hacen aquí? —su amigo hizo un pequeño gesto con los hombros.

— Necesito hablar con Oliver. —contestó mientras recuperaba el aire que había perdido al correr—. Lo siento, es una emergencia.

Entró a la casa del rubio y comenzó a llamar a Oliver mientras avanzaba hasta la puerta de donde recordaba había salido anteriormente aunque en esa línea sería después.

— ¿Felix? —murmuró Oliver tras verlo.

— ¡Necesito tu ayuda!

— ¿Qué le pasa a tu cara? Tu expresión no es buena. —lo miró de abajo hacia arriba, deteniendose en su muñeca.— ¿Por qué tienes ese reloj?

— Escúchame. —inhaló profundamente— Cometí un error, quise sacar a mi padre y a Christopher del 49 para evitar que sufrieran la guerra del 50, sólo traje a Chris al futuro pero todo había cambiado, sí, cambié la línea temporal y lo siento. —exhaló con cuidado— Pero había otro Felix en esa línea, no entiendo cómo es posible, entonces los recuerdos de ese Felix al igual que la personalidad comenzaron a venir a mí, creo que iba a fusionarme. No sé cómo ir a mi línea, ni siquiera sé si aún existe. —se acercó al mayor para tomar sus manos y hacer contacto visual con él— Ayúdame, mi yo de esta línea puede llegar en cualquier momento y todo se va a repetir.

— Se volverá un bucle... Una paradoja...—frunció su ceño— No hay otra línea, no existen las líneas alternas, si fuera así, no estarías dejando de existir, no te fusionarias, ¿O si?

— Tal vez había una sola línea, pero mi padre al traerme aquí se creó otra, ahí fue cuando abrimos la puerta a otras líneas. —comentó recordando todas las teorías que tenía su padre pero ya que eran sólo teorías, debía buscar una respuesta más clara— Si yo daño algo de la línea original, se creará otra basada en lo que hice, eso explicaría hasta ahora que haya otros yo, ¡Pero eso no explica porqué no llegué a mi línea!

— De acuerdo, este sueño ahora es 100% raro. —dijo Minho apoyándose en una pared.

— Minho, eso no es un sueño, yo también estoy viviendo esto. —respondió Chan mirando a su amigo.

— No me digas eso, Chris. —también lo miró y después sujetó al rubio por la camisa.— Es un sueño, dime que es un sueño porque le correspondí el beso al niño raro y no pienso aceptar que pasó de verdad.

— ¿Besaste a Felix? —sonrió.

— Por favor, hagan silencio. —calló Felix tras mirarlos.— Pero si no hay otras líneas...

— Al alterarla se crea otra totalmente diferente sobre esa misma línea, que está afectada desde donde tú la alteraste. —murmuró Oliver.

— El Christopher de este pasado vino pero el Felix de ahora no lo sabe... —frunció su ceño— ¡Ahh, ¿Por qué tiene que ser tan confuso?! ¡¿Cómo lo voy a arreglar?!

— El origen. —agarró la muñeca de Felix— Si destruimos lo que lo ocasiona desde el momento exacto probablemente este bucle no siga.

— El reloj...

Oliver soltó al menor para ir a su habitación y buscar el reloj (de su línea) al igual que un martillo, tras encontrar ambos regresó con Felix y le extendió ambas cosas.

— Si lo destruyo... No volveré a ver a papá o a Christopher... —musitó en voz baja mirando ambas cosas que poseía en manos— ¿Acabaré con todo...?

— No lo sé, pero debes intentarlo.

— Si no funciona, moriré... Bueno, dejaré de existir. —hizo una pequeña mueca y lentamente se arrodilló— Pero es la única opción que queda, ¿No?

Tomó aire profundamente, era tiempo de decirle adiós a todo lo que alguna vez amó, a aquella época en la que vivió muchos años, su época, a su mejor amigo y padre. Tenía tanto miedo de acabar con eso, no quería, ellos eran todo para él. Sin embargo, entre el miedo y la angustia, su mirada se cruzó con la de Minho y Chan lo cual le hizo sentir tranquilo y en paz, como si todo estuviera bien.

Suspiró al comprender que los tenía a ellos dos, luego dejó el reloj en el suelo y alzó sus manos sujetando con fuerza el martillo, luego golpeó fallidamente, abriendo un agujero en el suelo.

— ¡Mi piso! —gritó Chan arrodillandose junto a Felix.

Volvió a alzar sus brazos y lo intentó de nuevo, esta vez golpeó el reloj con fuerza, rompiendo el que estaba en el suelo y el que estaba en su muñeca.

[ ¡Muchas gracias por leer, votar y comentar! Perdonen si tuve un error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme. Espero le haya gustado el capítulo, y una vez más gracias por leer.♡ ]