#13·2020
¿De nuevo él? Cuestionó al verlo acercarse, comenzaba a fastidiarle, pero más que fastidiarle Ten, Jeno le hacía perder la paciencia un poco más ya que seguía defendiéndolo de él. ¿Que pretendía? Quiso preguntarle varias veces; Sin embargo, tras defenderlo de los tres chicos, también se iba, sin decir algo.
Aunque sólo con el hecho de que siguiera defendiéndolo le hacía sentirse mal porque poco a poco se estaba acostumbrando a Jeno, y no quería eso.
— Comienza a aburrirme. —dijo Lucas al ver a Jaemin en el suelo sobando su estómago sin quejarse— Si no intenta defenderse ni se queja no tiene gracia. —se inclinó hasta el rubio, tomándolo del cabello para alzar su mirada.
— Aún así seguiré... ¿No crees que es lo mejor? —Ten también se inclinó al rubio, y aprovechando que Lucas sostenía el rostro del menor, le dio un golpe en el mismo, tirándolo de nuevo— Hendery deberías hacerlo.
Sin embargo el pelirrojo no estaba ahí, Ten y Lucas intercambiaron miradas pero no le tomaron importancia, por lo que volvieron su vista al rubio.
Mientras, Hendery entró al aula del club de música y buscó desesperadamente con su mirada a ciertos chicos, que por suerte no le fue difícil encontrar debido a que casi no había alumnos. Su entrada había llamado la atención, así que las miradas del resto ya estaban sobre él.
— ¿Pueden ayudar a Jaemin? Por favor... —suplicó mirando a Jeno, quien frunció su ceño.
— ¿Por qué tú pides nuestra ayuda? —cuestionó Johnny dejando de tocar la guitarra.
— ¡Maldita sea, esto no es sobre mí, a la mierda lo que haya hecho yo, eso no importa! Jeno necesita ayuda... Por favor. —apoyó sus dos manos en la mesa del pelinegro.
— ¿Por qué no lo ayudas tú? —esta vez preguntó Mark arqueando su ceja.
— Por favor... —suplicó una vez más.
— Eres patético Hendery.—murmuró Jeno antes de levantarse, dejando su libreta sobre su mesa— ¿Dónde están?
— Detrás del gimnasio. —contestó rápidamente, enderezando su cuerpo.
— ¿Por qué Jaemin siempre se va a lugares donde nadie va? —balbuceó molesto antes de salir del aula.
— ¿Qué? Jeno, ¿De verdad vas a...? —habló Jisung poniéndose de pie al igual que el resto— Lucas le va romper la cara...
Jisung suspiró antes de levantarse.
— Yo iré. —miró a Hendery — Espero que no sea una estúpida trampa,Yang —ahora dirigió su mirada a sus dos amigos—. Ustedes quédense con él, si están planeando algo, no les va a funcionar. —ambos asintieron.
Salió detrás de Jeno, creyendo que lo alcanzaría pero al salir del aula ni siquiera se veía en el pasillo.
"Calma un poco, velocista." Pensó Jisung mietras salía por la puerta más cercana que había ahí, afuera y dirigiéndose a su destino, Jeno estaba corriendo así que Jisung corrió un poco más rápido hasta alcanzarlo, cuando lo hizo palmeó suavemente su espalda.
— Déjame a Lucas, ese tipo y yo tenemos algo. —le guiñó el ojo.
— Sí. —lo miró y sonrió, palmeando el hombro del rubio antes de responder— Tensión sexual. —corrió aún más rápido, dejando a Jisung con la palabra en la boca.
Visualizó a Ten, ni siquiera miró a Jaemin o Lucas, al estar cerca del primer mencionado lo jaló por su camisa, tirándolo al suelo con la fuerza suficiente, y antes de que el otro castaño interviniera, Jisung se puso delante de él, sonriendo.
— ¿Algún problema, Lucas? —puso sus manos en su propia cintura mientras miraba al mencionado.
— Jisung. —soltó una risa— ¿No te cansas de estar detrás de mí? —se acercó al rubio— Supéralo, eres igual de asqueroso que Jaemin y...
Un golpe en su mejilla le interrumpió, e hizo que éste retrocediera, pero no había sido Jisung quien le había golpeado, sino Jeno.
— No viniste a hablar, ¿Cierto? —miró al rubio antes de acercarse a Jaemin, agachándose frente a él.
Su mirada estaba baja, estaba sentado bajo un árbol, su labio inferior sangraba, tenía rasguños en sus pómulos y brazos, además, por lo desordenada que se veía su ropa intuía que también fue golpeado en el abdomen. Suavemente puso su mano en el hombro del rubio.
— ¿Estás bien? —le quitó el cabello del rostro pero aún así no recibió respuesta ni mirada— Jaemin, tienes que irte de aquí.
— Te ... —susurró Jaemin.
Jeno al oírlo se dio la vuelta y se levantó, deteniendo a Ten quién se estaba acercando a ellos dos.
— Ya detente maldita sea, deja de ser un imbécil por un momento. —frunció su ceño— Tus traumas no tienen nada que ver con Jaemin, así que ya detente.
— Eres una mierda, igual que Johnny y Jaemin. —empujó al pelinegro una vez más, gruñendo a lo bajo y apretando sus puños.
El mayor no dijo ni hizo algo más, simplemente mantuvieron el contacto visual por unos largos segundos más. Ten se quejó amargamente y se dio la vuelta.
— Lucas, vámonos.
— La próxima vez que digas que uno de nosotros es una mierda, ve por tus propios amigos. —dijo Jeno acercándose después de que Jisung soltara a Lucas, quien se dirigió a Ten.
Se giró e inclinó de nueva cuenta a Jaemin, y acarició su mejilla para sobar una pequeña herida que tenía ahí, el menor soltó un pequeño quejido pero retuvo los siguientes tras apretar los labios, los cuales Jeno sabía que le dolían también por lo lastimado que estaba su belfo. Sin poderlo evitar suspiró.
— ¿Puedes levantarte? —preguntó Jisung ayudando al menor a levantarse, pero sus rodillas se doblaron y ambos tuvieron que sujetarlo para que no cayera— Te llevaremos a casa.
— No. —contestó de inmediato negando con la cabeza— Jeno, —miró al nombrado— te pedí que te alejaras, te pedí que no me ayudaras, ¿Por qué sigues haciéndolo? No necesito tu ayuda, ¿Acaso tengo que pedirlo de rodillas? —se zafó de los fuertes agarres de los mayores, cayendo al suelo inmediatamente, quejándose por el golpe.
— Estás loco, joder. —dijo Jeno harto— ¿Quieres dejar de lado tu puto orgullo un momento? Tienes suerte que no te han tomado fuera de la universidad pero algún día lo harán, ahí podrían matarte. No pido que agradezcas, eso me importa una mierda, sólo pido que no te quejes y me dejes salvarte porque lo hago sin recibir nada a cambio y porque quiero, ¿Entendiste?
— Jeno, relájate, es un niño... —habló Jisung dándole una palmada al mismo. luego se agachó hasta Jaemin, sujetando su brazo para atraerlo a él de forma cuidadosa y así cargarlo en su espalda.
— Lo siento... —murmuró sorprendido por las palabras ajenas— Simplemente no quiero causar problemas, no quiero ser una carga, ya no... —escondió su rostro en la espalda del rubio, aferrándose al mismo tiempo a él por si llegaba a llorar, ninguno lo vería.
Jisung caminó lo más rápido posible mientras Jeno le seguía por detrás sin mucha prisa, sólo veía a su alrededor, desviándose rápidamente cuando vio una farmacia para comprar lo necesario para tratar las heridas del menor.
Después de un rato llegaron a la casa de Jaemin, fue ahí donde se acercó para buscar la llave en los bolsillos del pantalón del ya mencionado. Tras encontrarla abrió la puerta y posteriormente entraron, yendo a la sala (encontrándola fácilmente por la puerta de cristal que la dejaba ver).
Al estar en la ya mencionada, Jisung con mucho cuidado dejó a Jaemin en uno de los sofás, luego Jeno se sentó a su lado.
— Jeno, iré de vuelta a la universidad, no quiero fiarme de Hendery, sigue con los chicos y debo asegurarme que esos idiotas no hagan nada, ¿Puedes encargarte? —cuestionó Jisung poniéndose de pie al igual que el pelinegro.
— ¿Encargarme del niño? Jisung, no me hagas esto. —suplicó con la mirada pero al ver que el rubio parecía no querer cambiar de opinión se rindió— Como sea, vete.
Volvió a sentarse junto al pecoso, éste tenía los ojos cerrados, su respiración era agitada pero repetitiva, como si no pudiera respirar bien.
En silencio sacó las cosas que anteriormente había comprado, y abrió la botella de agua, con ésta mojó una pequeña servilleta de tela, luego llevó ésta hasta el rostro del rubio para limpiarlo con cuidado y delicadeza.
Jaemin frunció su ceño de inmediato pero no sé quejó hasta que la servilleta se puso en la comisura de sus labios. Rápidamente sujetó la mano de Jeno, deteniéndolo.
— Duele... —dijo en voz baja.
— Lo sé, ahora cállate. —contestó y una pequeña sonrisa ladina se formó en sus labios al ver al menor así, era una imagen muy adorable— Tienes suerte que no destrozaran tu bonita cara.
— ¿Qué? —Jaemin abrió sus ojos y miró a Jeno.
— ¿Qué? —Jeno apartó su mano del rostro ajeno y se alejó un poco.
2/6
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