— ¿Dices que no tenía ni idea de cómo usar una computadora? —pregunto Jisung mientras tenía las mejillas llenas con comida. ante la interrogante su amigo asintió— Pero igual no es tan raro, ¿No?

— Quizás sólo un poco. —frunció su ceño ligeramente respondiendo—. Es decir, nuestra generación es muy informativa en cuanto la tecnología, es extraño que no supiera ni lo básico, como ya saben... Siquiera encender una computadora. —miró de reojo a Jaemin, quien estaba sentado bajo un árbol mientras leía—. Un computador lo entiendo, pero... Parecía no saber nada sobre cómo usar un celular, eso ya es demasiado raro.

— Estás exagerando. —mencionó Johnny— Deja de preocuparte por eso y mejor pon tu atención en tu alrededor, ¿Has visto como Jihyo te sigue mirando? —una sonrisa se formó en sus labios.

— Oh no. —interrumpió Yuta—. Yo ya puse mis ojos y atención en ella así que está prohibida para ustedes. —dijo en un tono serio pero al mismo tiempo alegre—. Supongo que no te molesta, ¿Cierto Jeno? —miró al nombrado, quién soltó una pequeña risa.

— No, por supuesto que no. Ve a ella.

— ¿Te estás interesando en Jihyo? Recién terminas con Yeji y ¿ya quieres estar con otra? —cuestionó Mark sorprendido.

— Ella a los minutos ya estaba con Taeyong, ¿Yo no puedo conocer a alguien más? —rió avergonzado—. Además no digo que seamos novios de una vez, obviamente quiero conocerla profundamente.

— Esperen, guarden silencio. —calló Johnny al mirar tres alumnos pasar a su lado.

Dos castaños y un pelirrojo, fueron quienes llamaron la atención de los alumnos presentes ahí, ¿Por qué? Simple, uno; "Los malos", dos; "Eran los únicos en el campus que estaban caminando de forma cool" y tres; Se dirigían al chico nuevo. El aura de los tres era demasiado fuerte, casi imposible de ignorar.

— Deberíamos irnos. —murmuró Jisung, antes de que él, Johnny y Mark se levantaran y caminaran al interior de la universidad.

Los tres chicos llegaron a Jaemin; Sin embargo, quiso no tomarles importancia al sentir su presencia pero no lo logró, se sentía tan incómodo así que intentó pensar en alguna forma de irse de allí. El castaño claro se inclinó hasta la altura del rubio para mirarlo a los ojos y hacer contacto visual, cosa que Jaemin evitaba.

— Mírame.

No hubo respuesta.

— Dije que me miraras. —repitió pero esta vez sujetó el mentón de jaemin, alzando su rostro para que sus ojos se encontrarán—. ¿Por qué tan tímido?

Nada aún.

— ¡Estoy hablándote!

Jaemin puso su mirada en él, lo había visto antes, estaba en la clase de tecnología, su rostro era como el de un chico maduro, no un adulto como tal pero tampoco como el de un niño, sus facciones se veían suaves, era guapo y lo que le hacía ver más atractivo, era su ceño fruncido.

— ¿Puedes dejarme tranquilo? No estoy buscando problemas. —murmuró volviendo a descender su mirada.

— Los conseguiste cuando llegaste con ellos... —dijo con un tono más bajo y entre dientes.

Jaemin arrugó un poco la nariz al no entender qué significaban esas palabras. ¿Ellos? Pensó intentando averiguar a quienes se refería.

— Por favor, déjame tranquilo... —esta vez intentó mostrarse más amable con la intención de que el contrario le dejara.

A cambio de eso, el castaño soltó una pequeña risa y con su mirada observó el libro que el ajeno sostenía.

— Ya veo de qué tipo eres. —musitó con calma pero al mismo tiempo con un tono burlón—. Sumiso, obediente... Me haces el trabajo más fácil.

Esas características... Le dolió oír esas definiciones. Jaemin presionó un poco el libro que aún sostenía y consigo también apretó la mandíbula en un intento de no gritar, llorar o decir algo. Sí, era así, sumiso y obediente. Lamentablemente Jaemin se había convertido en eso desde 1939 cuando le quitaron su libertad, cuando por hasta respirar habían comenzado a odiarlo.

No quería soportar más eso, ¿Por qué no podían dejarlo en paz? ¿Qué hizo para obtener un trato así? Humillaciones, ofensas... Ya no quería recibir eso en su vida.

Inhaló profundamente y separó sus labios para hablar, quizás defenderse por primera vez a lo cual estaba aterrado, pero antes de poder decir algo, escuchó otra voz.

— Te dijo que no busca problemas, maldita sea  Ten, ¿No puedes dejar de romper las pelotas por un momento? —dijo Jeno detrás el ya mencionado y de sus dos amigos más.

— A ti ya no te importa lo que hagamos. —advirtió el otro castaño, dándose la vuelta junto a Ten y el pelirrojo.

— No estoy hablando contigo, Lucas. —frunció su ceño—. Y tampoco contigo, por si pensabas decir algo, Hendery.

— ¿Son amigos? —preguntó Ten levantándose para dirigirse al pelinegro.

— Vete. —ordenó.

El contacto visual entre Ten y Jeno duró unos cuantos segundos más, luego el primero mencionado miró a sus dos amigos, indicándoles con un gesto de cabeza que se irían, cosa que hicieron casi inmediatamente.

Jaemin los vio de reojo alejarse, pero continuaba viendo al pelinegro frente a él, así que mordió su labio inferior con fuerza.

"Por favor no... Maldita sea, no."
Se repitió a sí mismo como si de un regaño se tratase.

— No hacía falta eso... —murmuró— Por favor, ve por tus propios asuntos y no vuelvas a ayudarme. —tragó saliva sintiéndose mal luego de exclamar aquello.

— ¿Acaso eres masoquista? —gruñó sintiéndose molesto—. Como quieras.

Se dio la vuelta para regresar con sus amigos, quienes ya habían entrado al edificio y seguramente ya se encontraban en el salón. ¿Estaba enojado? Probablemente sólo demasiado. Le ayudó e incluso se atreve a decir que lo salvó de esos tres idiotas, ¿Y lo que recibe a cambio es un "ve por tus propios asuntos"? Estaba confundido con la actitud del rubio, y por supuesto enojado.

Regresando a Jaemin, éste esperó a perder de vista a Jeno, y tras hacerlo soltó un pequeño suspiro aliviado, cerrando sus ojos después de eso.

— Gracias ... —susurró abriendo sus ojos de vuelta.

Su corazón poco a poco latió con menos velocidad, y es que la verdad estaba asustado, ¿Qué podrían hacerle esos chicos? Ni siquiera quería pensarlo, sólo quería estar solo, pero en el fondo agradecía profundamente por recibir la ayuda de Jeno.

"Vaya primer día."
Dijo su subconsciente.

Regresó la lectura al libro que aún tenía en manos, pero ya había leído más de diez veces las primeras cinco páginas, y al menos la mayoría no le quedaba claro, "software", ¿Qué demonios era eso? Su intento de concentración terminó cuando miró de nuevo el campus, los alumnos estaban regresando al interior y gracias a eso se dio cuenta que era hora de otra clase según su horario.

— Historia... —leyó en una de las hojas.

Mordió suavemente su labio inferior, después de la segunda guerra mundial, no estudió historia, ni un poco, ya que en las escuelas después de ese acontecimiento, comenzaron a hablar únicamente de eso, de esa guerra, sin tomar en cuenta los sentimientos de los que vivieron en esos campos.

Holaaaa, que tal les pareció? en un rato puede que suba un os Nomin, por si gustan.

Kawonu 🦊