Epilogo
Epílogo
Abby y Richard esperaban su primer hijo. A pesar de las peleas que tuvieron en el camino, su amor es cada día más fuerte, imposible de quebrar. Vivian los dos felices en las afueras del pueblo. Un sitio casi ilógico para Abby, ya que estaban rodeados de árboles por doquier. Pero a Richard le resultaba placentero vivir allí, la paz que se respiraba era increíble y no pensaba mudarse. La rubia tenía que acostumbrarse a aquello, aunque al principio había sido difícil. -
—Hay una rata en el sótano -Gritó histéricamente la rubia subiéndose a la primera cosa que tenía a mano- .- - ¡¡Richard!! El aludido se secó las manos y fue rápidamente hacia el sótano, sin darse cuenta de que había dejado el grifo abierto. La bacha comenzó a llenarse de a poco. Richard entró en la habitación e inspeccionó el lugar. Hacía poco que se habían mudado, en su cargamento no había puesto veneno para ratas, ni siquiera lo había pensado. Abby no dejaba de gritar mientras se adentraba entre las cosas viejas que el dueño anterior había dejado. -
—¡Ahí esta! -Gritó señalando hacia un rincón más alejado de donde Richard se encontraba. -
—Ya vi, Abby. No grites que vas a espantarla. Y bájate de ahí, a ver si te lastimas-La rubia no hizo caso a lo que su esposo decía. No iba a bajarse de la silla y dejar que esa cosa la comiera. Se acercó más y más hacía la bola blanca y la inspeccionó de cerca. Largó el aire acumulado en sus pulmones al darse cuenta de que no se trataba de una rata. Eso le pasaba por tener a una chica con zero experiencia en la naturaleza, como mujer. -
—Es un conejo, amor -La bajó de la silla, a la que se había subido en un ataque de pánico. -
—¿Un... un conejo? -
—Si. Sera mejor que te enseñe un poco de biología, casi mato a un ser adorable por tu falta de conocimiento. -
—Entonces yo tendré que enseñarte a vestirte mejor. Unas clases de moda no te vendría mal, amor -Arrastró lo último, un poco resentida al respecto de que no sabía nada de biología. Richard rió negando con la cabeza. El ruido de que un líquido estaba cayendo de algún lugar se hizo presente. -
—No me digas que se largó a llover y hay goteras en esta casa, porque ahí sí que te mato. -
—El dueño no me advirtió nada al respecto -Frunció el ceño extrañado. Ambos se dirigieron hacia la cocina, de donde provenía el ruido. Abrieron sus ojos como platos al encontrarse con la bacha rebalsando y gran parte del piso cubierto de agua. -
—Oh-oh. - Hubiese sido mejor si el conejo te comía -Se sinceró él, llevándose un golpe en el estómago por parte de Abby. -
—Cállate y ve a buscar el trapo de piso.
***
Erick y Sara habían tenido una pelea que duró algunas semanas. No podían mantenerse alejados mucho tiempo, ya que se extrañaban a horrores. Superaron ese pequeño problema y siguieron adelante. En Diciembre contrajeron matrimonio, nada exagerado. Solo una pequeña reunión en la nueva casa, que compartían cerca del río. Las grandes fiestas nunca habían sido lo que más le gustaba a Sara. Con tan solo pasarla bien con las personas que amaba era suficiente. -
—Amor, te estás tardando mucho. Apúrate, que me estoy meando -A pesar de los años, no había perdido el maravilloso habla que lo identificaba. Erick golpeó por tercera vez la puerta. Su vejiga iba a explotar si no salía pronto y era capaz de orinarse encima. Sara estaba sentada en el inodoro, con la tapa cerrada, mientras sostenía un pequeño dispositivo. Lo miró luego de largar el aire en un suspiró. Una sonrisa surcó su rostro, acompañándola con una lagrima que se había escapado. Se dirigió hasta la puerta vacilando. No sabía lo que él diría. Tampoco sabía si quería que una tercera persona invadiera sus vidas. Pero no lo sabría si no abría la puerta. -
—¡Aleluya! Tus plantas están en deuda contigo... ¿Qué sucede? -Cambió su semblante a uno preocupado. - Sara... no me asustes -Volvió a hablar al ver que no respondía. Miró hacia sus manos, las cuales sujetaban fuertemente un dispositivo blanco. Sus ojos se cristalizaron mientras su respiración se podía escuchar entre cortada. - Tu... tu estas... --El nudo que tenía en la garganta le impedía seguir hablando. Ella asintió felizmente. -
—Estoy embarazada, Erick. -
—Dios... --Se mordió el labio inferior mientras miraba hacia arriba tratando de contener las lagrimas, cosa que no consiguió- -
—Perdóname si no era lo que querías. -
—¿Qué? ¿Estás loca? Sara, me haces el hombre más feliz del mundo con esta noticia. Ven aquí -La estrechó en sus brazos. Su pecho amortiguaba su sollozo, un sollozo de felicidad. -
—Te amo -Dijo luego de besarla cortamente- - Y yo a ti.
***
Justin y Rockie estaban saliendo. Aunque al principio ni Christopher ni Erick le veían futuro, los dejaron pasmado al enterarse de que eran novios. Justin había sido el único capaz de traspasar esa barrera de chica mala que portaba Rockie, solo para que no le hicieran daño. Había sufrido por amor, cometiendo el error de dejar ir a una persona de la cual estaba enamorada. No pensaba cometer el mismo error con Justin, porque sabía que él era el indicado. -
—Rockie... Rockie ven aquí, no te hare nada -Decía Justin, mientras recorría el lugar con un paquete de harina abierto detrás de su espalda. Su cabello y parte de su cara estaban cubiertos por un polvo blanco. Sólo quería venganza. -
—Bueno... me voy porque llegó tarde al trabajo -Mintió, pisando varias veces en el mismo lugar para dar la impresión de que se estaba alejando. No pasó mucho tiempo para que Rockie saliera de su escondite. Al verlo allí parado con su cara de malicia comenzó a correr. -
—No, Justin. Por favor -Pedía entre risas. Pero el castaño no tenía intensiones de hacerle caso. Sus ojos transmitían solo una palabra "Venganza". La agarró de la cintura con su mano libre, acorralándola contra la pared. La beso, para luego tirarle lo que quedaba de harina, en el cabello. -
—Me he bañado recién -Reprochó quitándose la harina de los ojos. Su pelo parecía engrudo, ya que no se le había terminado de secar- ¿Sabes lo que me costara sacarme esto? -Señaló su cabello. -
—Venganza es mi segundo nombre, linda -Le guiñó el ojo- -
—Me voy a bañar. -
—¿Quieres que te ayude? -
—No. Y ni se te ocurra entrar cuando este en la ducha. No por nada me llaman Rockie -Le hizo saber para luego entrar en el baño. Justin sonrió, esa mujer era perfecta para él.
***
Christopher y _____ vivían cerca del centro. La casa la habían pagado con sacrificio, por parte de los dos. Habían tenido que trabajar demasiado para poder tener su propio lugar. Pero ahora que ya lo tenían, era un peso menos que tenían que cargar. Se había compremetido a finales de Agosto. Christopher, la había llevado al mismo lugar en el que le había dado su collar años atrás. _____ no entendía nada, pero aún así lo siguió. Encontrandose con una propuesta en el cielo, hecha con humo <<"¿Te casarías conmigo?">>. La felicidad que había sentido en aquellos momentos era inexplicable. Era la mujer más feliz en el mundo. Aceptó con los ojos cristalizados, para luego lanzarse a los brazos del que iba a ser su futuro marido y padre de sus hijos. Leonardo, el padre de Christopher, había entrado a rehabilitación luego de la fiesta escolar, tres años atrás. Había decidido que quería ver como su hija menor crecía y como su hijo mayor se casaba. No quería perderse esas cosas a causa del alcohol. Ya había perdido parte de la vida de Christopher, no iba a perderse más de ella. La muerte de su esposa había sido devastadora, pero tenía que seguir su camino. No iba a olvidarla nunca, pero era necesario dejar eso a un lado, si quería ser feliz. Alisson vivía con su hermano. Christopher no quería que su hermana menor presenciara una recaída de su padre. Él estaba seguro de que estaba curado pero era mejor prevenir que lamentar. -
—Ya me aburrí de la película -Se estiró mostrando su aburrimiento- Hagamos algo mejor -Sonrió pícaramente para luego atacar su cuello. Ella rió al sentir sus caricias, su cuello era una parte sensible en su cuerpo. Al más mínimo roce soltaba una carcajada. Sus labios se transportaron hacia su boca, besándola con dulzura. Ella atrapó su labio inferior, succionándolo. Ambos se recostaron en el sillón, dejándolo a él arriba de ella. -
—Para, Christopher-Le dijo, mientras su cuello se veía en posesión de los cálidos labios del moreno. -
—¿Por qué? -Besó su clavícula. -
—Porque Alissom está en la pieza y puedo salir en cualquier momento -
—¿Y? -Dijo sin importancia para luego capturar sus labios otra vez. El beso se fue tornando más apasionado. Christopher recorrió su pierna desnuda, acariciando su muslo. Ella gimió en su boca, fascinada por sus caricias. Si no se alejaba dudaba que pudiera detenerse. La mano de Chris se coló por debajo de su remera, dejando fuego a su paso. Podía sentir el cuerpo cálido de Christopher contra su estómago, dando la señal de que su remera estaba a punto de ser retirada. -
—No -Quitó su mano para luego bajárse la remera- Esta tú hermana. -
—¿Y qué tiene, ______? Me importa una mier... --No prosiguió ya que la fulminante mirada de su prometida se lo impedía. A ______ no le gustaba que dijera malas palabras, y menos sabiendo que su hermana estaba merodeando por ahí. No era ejemplo para Alisson- Quiero hacerte el amor -Canturreó, diciendo lo ultimo alto como si de una ópera se tratase. _____ le pegó en el estómago sin dejar de reírse. Christopher se quejó mientras se sobaba la parte golpeada. -
—Cállate -Dijo sonrojada. Era algo ilógico ya que lo había hecho con él varias veces. Pero aun así, le resultaba vergonzoso el hecho de que lo diga de esa forma. -
—Me voy a lo de Taylor -Alisson salió de la habitación y se dirigió hacia el living. _____ reaccionó a tiempo, tirando a Christopher al piso mientras ella se reponía en el sillón. Alisson vio extrañada la escena. - ¿Por qué hiciste eso? -Le reprochó él, mientras _____ le proporcionaba una mirada para que no hablara más de lo que no tenía que hablar-
—Alisson, deja de interrumpir momentos importantes para tu hermano. -
—¿Interrumpí tu momento de felicidad? -Dramatizó. -
—Si.
Se encogió de hombros, restándole importancia- Soy feliz con eso. -
—¿A dónde crees que vas? --Le preguntó antes de que cruzara la puerta de salida. -
—A lo de Tay, ¿A caso no escuchas? -
—¿Quién es Tay? -La interrogó. -
—un amigo. -
—¿Te vas a ver con ella sola? ¿Invitó a mas muchachos? Habla -La señaló con el dedo acusatoriamente. -
—Que te importa. - A mí no me hablas así -La regañó. -
—Christopher... déjala -Intervino _____. -
—Gracias... ¿Por qué no eres más como ______, y dejas de meterte en mi vida? -
—Porque eres mi hermanita y como tu hermano mayor necesito saber con quién estas. -
—Pero ya te lo dije -Dijo exasperada-
—_______, te compadezco. No sé cómo lo aguantas. -
—Al pasar los años te acostumbras -Christopher la fulminó con la mirada. -
—Alisson, dime la verdad. ¿Tienes... tienes novio? -______ apretó el puente de su nariz, exhalando el aire. -
—Si, Christopher. Tengo catorce novios, ¿feliz? -Dijo sarcástica. Christopher abrió la boca tragándose una exhalación-
—¿Ca... catorce? Alisson ven aquí -Pero ella ya se había ido. -
—¿La escuchaste? -Se volteó hacia su novia-
—Christopher, déjala ser. Va a llegar el momento en el que se enamore. -
—Y en ese mismo momento la exilio a Irlanda. -
—Claro que si, amor, claro que si -Dijo sin importancia. Christopher podía ser demasiado celoso, y más si se trataba de su hermana.
***
—¡______! , ¡______, ven aquí! -Le gritó desde la cocina. La morena se paró de la cama, dejando a un lado el libro que estaba leyendo. -
—¿Qué? -Miró extrañada hacia la silla que descansaba en el medio de la cocina. -
—Mira este truco de magia -Agarró el taper lleno de agua que reposaba en la mesada para luego subirse a la silla. La vida de ________ se había basado en bromas. Siempre se las gastaba Richard y se sabía cada una de ellas. La que Christopher iba a hacerle no era la excepción. Lo que no sabía el moreno era que su truco no iba a salir como se lo esperaba. -
—Lo estás haciendo mal, amor -Christopher frunció el ceño. Había creído que lo estaba haciendo igual a la broma que había visto por televisión. - Préstame -Hizo un gesto con la mano para que le diera el taper. El moreno se bajó de la silla. "Vaya iluso", pensó ella. - Mira y aprende -Colocó el taper en el techo, haciendo presión para que quedara completamente pegado. - Ahora agarra la escoba -La señaló. Christopher obedeció a su pedido, mirando atentamente los movimientos que hacía. Sin darse cuenta de que caería en su propia trampa. - Ponla en el centro del taper -Christopher presionó el palo en el centro del embase plástico- ¿Lo tienes? -Él asintió. ______ soltó el taper de a poco hasta quedar liberada. Bajó de un salto, carcajeando. Corrió lejos la silla, para que no pudiera subirse de nuevo y arruinar su perfecta broma. -
—¡Hey! -Se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Había sido engañado por su prometida- No se vale, la broma era para ti no para mí. -
—Eso te pasa por creer que eres más listo que yo -Rió. Le costaba respirar, nunca se había reído tanto. Christopher se resistía a ceder el agarre del palo. ______ se acercó sigilosamente y le dio una nalgada, desequilibrándolo. El taper cayó, mojándolo. Ella no había cesado su risa y al verlo mojado aumentó aún más. -
—Dale un abrazo a tu futuro marido -Extendió sus brazos acercándose a ella- -
—Claro que no. Christopher comenzó a correrla. Ella no podía correr muy rápido a causa de la falta de aire, se estaba partiendo de la risa. Christopher la agarró por la cintura, atrayéndola hacia él. ______ pudo sentir al líquido frío colarse por su remera. La acorraló contra la puerta de la habitación. -
—Has sido una chica mala -Espetó Chris- -
—Al parecer me has contagiado -Su respiración estaba agitada a causa de la risa y de la corrida de hace unos minutos. -
—¿Y qué se hace cuando alguien se porta mal? -
—No se... ¿Qué se hace? -
—Se la tortura a besos -Dijo cerca de su boca para luego capturar sus labios. Ladearon sus cabezas para profundizar el beso. La lengua de Christopher recorrió la cavidad bucal de ella y viceversa. ________ enroscó sus piernas en la cintura de Chris para sentirlo más cerca de ella. Sus dedos jugaban con su oscuro pelo, mientras él proporcionaba caricias a sus muslos. Se adentraron juntos en la habitación. Christopher cerró la puerta de una patada a ciegas. La colocó suavemente sobre la cama, para luego colocarse él arriba de ella. Christopher la besaba apasionadamente, con deseo. Recorrió su pierna una vez más para luego colar su mano por debajo de su remera. _______ se separó de su boca al darse cuenta de una cosa importante. -
—¿Qué pasa? No me vengas con lo de mi hermana, porque no está -La besó cortamente. -
—No es eso. No... no compre... no compre eso... --Se avergonzaba sin siquiera decir la palabra. -
—¿Eso qué? -Sonrió con malicia. Sabía perfectamente a que se refería, pero quería escucharla decirlo y ver como se sonrojaba. Ella lo golpeó en el hombro. -
—Ya sabes de qué habló. -
—No, no sé -Ella suspiró y cerró sus ojos. -
—No hay preservativos. -
—¿Qué no hay qué? -
—No voy a repetirlo -Lo golpeó otra vez- -
—No creo que pueda detenerme -Respiró entrecortadamente. -
—Christopher, un hijo es una responsabilidad muy importante -Le informó. Tal vez él no estaba preparado para ser padre o no quería serlo. No iba a quedar embarazada sabiendo que él no era feliz con ello. Quería tener un hijo con él, claro que sí, pero tendría que ser cuando él estuviera dispuesto. -
—Lo sé. Y lo que más quiero en este momento es tener un hijo contigo -Se sinceró. Estaba preparado. Se sentía listo para ser padre, anhelaba serlo. Tener un hijo con la mujer que amaba había sido su sueño. Tenía a la mujer indicada para cumplir aquello y no se arrepentiría al respecto. -
—La cuestión es, si tú estás preparada para ello. -
—Claro que lo estoy -Murmuró- -
—¿No vas a arrepentirte? , ¿Estás seguro de hacerlo, Christopher? -Lo bombardeó con preguntas- Porque no quiero que esto termine solo porque concebimos un hijo en el momento que no era indicado para ti. -
—________, nunca he estado más seguro en mi vida. Él capturo sus labios, mientras las manos de ambos recorrían cada parte del cuerpo del otro. Se deshicieron de la ropa, la cual estorvaba, quedando como dios los había traído al mundo. Cayeron rendidos, viéndose cada vez más cerca de los brazos de Morfeo. Christopher beso su cuello mientras su mano descansaba en su cintura, atrayéndola cerca de él. Así, por fin, cayeron en un profundo sueño, acurrucados en la cama luego de hacer el amor. El timbre del celular la sacó de su profundo sueño. Tanteó la mesita de luz hasta que dio con el artefacto que le había cortado el descanso. Dijo un "Hola" aún somnolienta y esperó la respuesta del otro lado. Sus ojos se abrieron como platos. Despertó a Christopher, luego de cortarle a Richard. -
—¡Despierta! -Lo movió unas cuantas veces hasta que se desperezó. -
—¿Ya tengo que ir a trabajar? -Dijo algo perdido. -
—Cámbiate -Se envolvió en la sabana para luego dirigirse al baño. Christopher se quedó en la cama con el ceño fruncido, no comprendía nada. ______ se asomó al umbral de la puerta y con una sonrisa surcando su rostro dijo: -
—Abby tendrá al bebe -Su tono de voz detonaba la emoción que tenía, contagiándolo a Christopher. No veía la hora de ser él quien estuviera en el lugar de Richard, esperando su hijo. Verlo crecer. Ver como cometía errores, pero a pesar de eso seguía adelante. Ver como se enamoraba por primera vez... Sabía perfectamente que _____ sería una excelente madre. -
—¡Que te cambies! -Le gritó al ver que no hacía nada. Solo esperaba que no fuera tan mandona.
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