Invisible 17| Último paso y luego olvidar
Mark la observo con... nervios. Ella no podía comer de esa manera.
Si, le gustaba la Alice despreocupada y diferente, pero debía ser un poco mas educada, quizás ella acostumbrara a comer así en aquel bar que siempre iba, pero no podía hacerlo en un lugar con tantas personas.
Luego de salir de aquel parque, Alice quiso ir por esas donas. Al llegar a un bar que, según ella, era el mejor, este se encontraba cerrado, por lo que Mark la invito a un lugar que siempre iba y sabía, a Alice le gustaría. El problema fue cuando Alice comenzó a comer como si no hubiera un mañana y los amigos de Mark que estaban cerca los comenzaron a mirar con burla y reír.
A Mark en verdad le gustaba Alice, en verdad se sentía bien con ella, pero... era su reputación la que estaba siendo perjudicada.
-Deberíamos irnos -sugirió Mark y Alice lo observo con el ceño fruncido.
-Aún no he acabado -aseguro ella y llevo otra dona a su boca.
Mark suspiro.
-Hay un lugar que quiero mostrarte, pediremos mas para llevar.
Quería salir de allí cuanto antes.
Alice lo observo confundida y asintió.
Luego de unos treinta minutos en coche, llegaron a aquel lugar. Aquel lugar en el cual Mark podía recordar a su padre.
-Es lindo -comento Alice en tanto subía sin cuidado alguno la pequeña montaña.
Mark la siguió de atrás y ambos se detuvieron al llegar a la cima. Allí donde se podía ver una gran parte de la ciudad. Mark se coloco al lado de Alice y tomo su mano.
La chica lo observo con el ceño fruncido.
-Aquí le prometí a mi padre estar con una buena chica -confesó Mark mirando al frente -Creo que esa buena chica eres tú Perfecta Alice.
Se sentía un estúpido, se sentía la peor mierda del mundo, se sentía miserable, celoso, con una ganas incontrolables de ir a buscar a su Pitufa Spinelli. Quería abrazarla y decirle la verdad, quería que ella le dijera la verdad, quería saber que sentía esa chica y que quería.
Le había dolido tanto ver su llanto, le había dolido tanto ver su rabia, le había dolido tanto haber sido el causante de sus lagrimas pero ¿Qué mas podía hacer?
Alice había besado a Mark, Mark quería a Alice, él solo había sido un estúpido inmaduro que se dejo llevar por la rabia y había cometido el error de querer vengarse para luego caer como un idiota enamorado de la chica que su hermano amaba.
En pocas semanas esa chica había demostrado tener todo aquello que él necesitaba, amaba sus virtudes, sus defectos, sus sonrisas, sus ceños fruncidos, su mal humor, sus muestras de cariño sin intención y que lo hacían el chico mas feliz del mundo, amaba amarla, pero quizás nada de eso era cierto.
Quizás solo estaba ciego, quizás esas sonrisas no eran ciertas, quizás ella estaba confundida, quizás el destino de esa chica no era junto a él, quizás él no debía ser quién la hiciera sonreír, quizás ella no era la chica que lo haría feliz, quizás solo debía olvidarla y seguir su camino, seguir con la vida que tenía antes de conocerla, quizás así estaría mejor, simplemente lo aceptaría y volvería a su antigua vida.
Cerro sus ojos con fuerza intentando creer en sus propios pensamientos, intentando creer que podría olvidarla, que podría no extrañar sus besos, sus manos, sus ojos, intentando creer que la mejor opción era alejarse de esa chica y permitirle ser feliz junto a alguien mas, junto a Mark.
La amaba y debía dejarla ser feliz.
Sólo habían pasado tres días y se sentía en el maldito infierno. Sabía que era le mejor opción, sabía que ella debía ser feliz con quién quisiera, pero el solo pensarla con Mark o con cualquier otro chico lo aniquilaba por dentro.
Si, se estaba comportando como un maldito acosador, no dejaba de observarla, no dejaba de admirar su sonrisa, de pensar en sus besos, no dejaba de intentar controlar sus ganas de acercarse a ella, de llamarla, de escribirle.
Tomo la carta que la profesora le había entregado hoy en la mañana.
"Chico invisible.
¿Sabes? Creo que eres lo único real y sincero que tengo en este momento. Extraño a mi madre y hermanito, extraño tantas cosas y estoy tan confundida, llena de rabia y... amor.
Quiero conocerte chico invisible. Se que parezco una estúpida en este momento, yo no soy así, solo quería hablar con alguien, alguien que no me conozca personalmente, que me acepte y juzgue por lo que soy yo misma, y ese alguien eres tú.
Quizá no te importe, pero te considero mi amigo.
Pista: No me visto femenina, busca a la chica mas desarreglada de este colegio y esa seré yo.
Atte: La chica. . . solo una chica mas"
A pesar de siempre haber odiado la palabra "amigo" a causa de Anett, ahora esa palabra lo hacia feliz, lo hacia feliz saber que se había ganado un poquito del cariño de esa chica tan desconfiada, lo hacia feliz poder seguir hablando con ella, lo hacia feliz tenerla, aunque sea, de ese modo.
¿Amor? ¿A quién iría dirigido ese amor? ¿Mark? No lograba entenderla del todo, nunca lo había logrado, nunca había escuchado por Alice lo que sentía por él, ella nunca se había abierto a tal modo para que pudiera conocerla en todos los aspectos.
Guardo la carta y se puso de pie para dirigirse a las clases, la campana acababa de tocar.
Al ponerse de pie alguien se interpuso en su camino, Anett se interpuso en su camino.
-¿Que sucede? -pregunto Logan confundido al ver el rostro serio de la chica.
-¿Mark esta saliendo con Alice?
La pregunta le rompió el corazón, por algo Anett lo estaba preguntando.
Trago saliva y desvió su mirada.
-¿Por... por qué lo preguntas?
-Se estaban besando.
Intentó ocultar la opresión en si pecho, intentó no mostrar su mirada de dolor y decepción, intentó que su corazón no se alterara, pero supo que era inútil.
Desvió su mirada al piso y carraspeo.
-No lo se Anett, Alice ya no es mi problema.
Quiso escucharse seguro, pero su voz tembló. Elevo su mirada y tomo la mochila de su pupitre para luego colgarla en su hombro.
-¿Logan? -lo llamo Anett y él la observo serio -No voy a permitir que Mark este con ella, no tengo un simple capricho por tu hermano, lo quiero.
Frunció el ceño al escucharla, no era una amenaza, ella simplemente le estaba informando que lucharía por Mark.
-¿Y si él no te quiere? -pregunto.
La chica suspiro con tristeza.
-Al menos habré luchado.
Sin mas, Anett se volteó y salió de allí.
"Al menos habré luchado"
La frase se repetía en su mente una y otra vez, sabía que se había comportado como un cobarde al dejar a Alice sin aclarar las cosas, pero... había actuado bien ¡Ella se estaba besando con Mark! y al parecer seguía haciéndolo, maldita sea.
Bufo molesto, el solo pensarla con otro carcomía su mente. La quería para él, con él...
Salió hecho una fiera de allí, llego a su auto y se subió a él con la respiración agitada y su corazón descontrolado. Quería salir de allí y romperle la cara de muñeco de torta a su hermano, quería salir de allí y besar a Alice reclamándola suya, quería borrar todo de su memoria.
Golpeo el volante con odio repetidas veces y luego de ver sus nudillos y manos rojas se detuvo, intento calmarse permaneciendo unos minutos allí, para luego encender su coche y salir de allí a toda velocidad.
Luego de dos horas pudo acabar con sus tareas, odiaba no ser inteligente... No, odiaba las tareas. Si no existieran las tareas ella podría ser feliz.
Guardo sus cuadernos y se dejo caer en su cama mirando el techo. Esa habitación aún se le hacia tan desconocida, la casa aún no era cómoda, la relación con su padre, a pesar de haber mejorado, tampoco era la mas amena o tranquila y cómoda, extrañaba a su madre, a su hermano. Sabía que debía de ser paciente, que debía de esperar para que su hermano pudiera hacerse aquella operación y estuviera bien, sabía que debía ser fuerte.
Quería volver a ser la chica de antes, esa que solo se preocupaba por su madre, hermano y amiga. Esa que no estaba mal por un chico, esa que no le importaba no aprobar un examen, esa que solo se preocupaba por que comería o si el nuevo comic ya había salido a la venta.
Extrañaba tanto su hogar, su cama, las comidas de su madre... todo era tan extraño ahora.
Ya no era la chica que odiaba el amor... quizás si seguía siendo esa chica, pero ahora lo odiaba por otra razón. Odiaba el amor, la ilusión, las mentiras que podrían decir para enamorarte, odiaba ser utilizada por un idiota, odiaba no poder odiar a ese chico que se había transformado en su primer pensamiento en el día y el último en la noche.
Odiaba pensar con tanta cursilería, odiaba querer besar a Logan, odiaba haber mostrado un lado tan débil ante él, un lado tan... ¿tierno? Si, quizás no era tierna como las demás chicas, pero con Logan había cambiado un poco.
Suspiro con pesadez e intento no pensar, intento volver ser la antigua Alice, aquella fría, brusca, mal educada, de mal humor, aquella chica que le hubiera roto la nariz a cualquier idiota.
El sonido de unos golpes en la puerta llamaron su atención y bufo.
-Pasa.
Ya sabía que era su padre.
El sonido de la puerta al ser abierta se hizo escuchar pero la chica no quito su mirada del techo.
-¿Alice?
-¿Qué? -pregunto aún sin mirar al hombre.
-¿Sabes algo de Logan?
Esa pregunta y el tono de voz llamaron su atención provocando que se sentara y mirara a su padre con el ceño fruncido.
-Lo vi en el col... ¿Que pasa? -se interrumpió al ver el rostro preocupado de su padre.
El hombre suspiro y bajo su mirada.
-Lily esta desesperada. La última vez que hablo con él estaba borracho y apago su móvil. No saben donde esta.
Al llegar a casa de Logan, lo primero que vio fue a Mark y Lily realmente nerviosos. Al parecer Logan no había aparecido desde que salió del colegio y había apagado su móvil. Kyle no tenía idea de donde estaba, y ya no sabían que hacer.
Alice sabía que Logan no era así, algo debía de haber pasado para que actuara de esa manera, para que preocupara a su madre, para que apagara su móvil, para que tomara. Una vez habían hablado sobre ese tema y recordaba claramente las ideas del chico sobre la bebida, la odiaba.
Decidieron que lo mejor era separarse y buscarlo. Cal y Lily, irían juntos, Kyle buscaría por su parte y Alice iría con Mark .
Ella no quería ir con Mark, pero no era momento de pensar en lo que ella quería o no, no era el momento de pensar en como se sentía, era el momento de pensar en Logan, en como estaría, en encontrarlo, en que estuviera bien.
Se sorprendió cuando Mark no le hablo a no ser que solo sobre Logan, se sorprendió de verlo tan preocupado, al ver como temblaba al conducir, al ver ese lado tan frágil en él.
-Hay una fiesta... creo que Logan podría estar allí. En realidad él nunca sale, no tengo idea de donde puede estar pero probaremos allí.
Alice solo asintió ante las palabras de Mark, ella también estaba nerviosa.
Al llegar a la dichosa fiesta las cosas eran un descontrol. Alice pudo ver como a Mark no le agradaba nada la idea de dejarla sola, pero eso debían hacer si querían buscar mas rápido.
Mark buscaría dentro de la casa y Alice fuera.
Recorrió el patio delantero, el gran patio. La casa en verdad era grande. Logan no se encontraba allí, recorrió el patio trasero con mas cuidado ya que habían bastantes personas, pero Logan tampoco estaba allí.
Quería encontrarlo, tenía la esperanza de que estuviera allí, tenía la esperanza de que Mark lo encontrara...
El sonido de su móvil interrumpió sus nervios y se sorprendió al leer quién la llamaba, inmediatamente respondió.
-¡¿Donde estás?!
-Shhhh Alice.
La voz de Logan era arrastrada, demasiado arrastrada y casi no se entendía.
-¿Dónde estás? -volvió a preguntar ella en tanto intentaba alejarse de la casa para poder escuchar mejor -¿Logan? -se estaba asustando -Logan, responde.
Una risa llena de sarcasmo y diversión se escucho al otro lado de la linea.
-¿Te diviertes con mi hermano?
-¿Que? -pregunto ella luego de unos segundos.
-Mi hermano. . .
-¿Dónde estás? -lo interrumpió.
Necesitaba saber donde estaba e ir a buscarlo.
-Esto es divertido.
Sin mas el chico colgó.
Quiso llorar en ese instante, lo llamo muchas veces, pero él a pesar de no apagar su móvil, no respondía.
Solo sabía una cosa, y era que debía de encontrarlo cuanto antes.
Quería llorar, esas últimas palabras de Logan la inquietaban, la descolocaban, la alarmaban. temía explotar en cualquier momento, intentaba recordar alguna música en particular, algún ruido o algo de la llamada de Logan, pero no podía hacerlo.
Se sentía tan estúpida, tan inútil, tan imbécil.
-¿Lo has encontrado?
Giro al escuchar la voz de Mark y rápidamente se acero a él.
-Me ha llamado. No tengo idea de donde está, pero me ha llamado Mark. Esta borracho, demasiado borracho... estoy asustada. No puede sucederle nada. Necesitamos...
-Lo encontraremos -la interrumpió el chico.
Pudo escuchar el nerviosismo en la voz del chico, pudo escuchar el dolor y pudo escuchar la ternura y suavidad con la cual le hablo.
-Yo...
Mark negó con una sonrisa forzada causando que Alice no continuara.
-Creo saber donde esta, vamos.
El trayecto tardó unos diez minutos y nuevamente el silenció reinó.
Al llegar a aquel lugar, Alice frunció el ceño. Era una casa que tenía el cartel de que se rentaba, una casa apartada de las demás, una casa muy grande y de color blanco, una casa que hizo brillar los ojos de Mark y la chica lo noto.
-¿Donde estamos? -pregunto Alice observando a Mark y el chico giró su rostro para observarla.
Una sonrisa triste se formo en los labios de Mark.
-Vamos, estoy seguro que Logan estará aquí.
La chica solo asintió y ambos abandonaron el coche para luego dirigirse en dirección a la casa. Sabía que estaba cometiendo un delito en ingresar a propiedad privada, pero no le importaba.
Siguió muy de cerca a Mark y se detuvo cuando el chico lo hizo, frunció el ceño al ver que él comenzaba a forzar la ventana que daba al patio trasero de la casa.
-Mark, estas loco. No puedes...
-No recordaba que fuera tan difícil -la interrumpió el chico con la voz entrecortada por la fuerza que estaba haciendo.
Luego de unos segundos, al fin la ventana fue abierta y Mark observo a Alice con una gran sonrisa.
-¿Vas tú o voy yo? -pregunto Mark sin dejar de sonreír.
Alice no lograba entender el por que de su sonrisa, pero esa sonrisa de confianza le daba seguridad.
-¿Estás seguro que él esta aquí? -Mark asintió -Bien, iré yo.
Como toda una experta Alice trepo aquella ventana e ingreso a la casa. Al tocar el suelo de madrea, se giró y observo al chico, no sabía a donde ir.
-Segunda puerta a la derecha en el tercer piso -dijo Mark y Alice asintió para luego tomar su móvil y encenderlo para alumbrar el lugar.
Con cuidado subió las escaleras hasta el tercer piso, la oscuridad le daba un poco de miedo, pero si Logan estaba allí, no le importaba nada mas.
Al legar a tercer piso se detuvo frente a la puerta que Mark le había dicho y suspiro para calmarse. Giro el pomo con lentitud y abrió la puerta con cuidado. Era algo estúpido en realidad ya que no había nadie allí, pero lo hizo.
Al abrir la puerta en su totalidad e ingresar a la habitación, pudo ver una pequeña luz encendida, una linterna mas precisamente.
Recorrió con sus ojos la habitación con cuidado y quiso reír al verlo.
Parecía un niño, dormido, acurrucado... tierno.
Logan se encontraba acostado en el piso, acurrucado como un niño pequeño. Mataría a ese chico al día siguiente, lo mataría por su actitud inmadura, lo mataría por hacerla preocupar, lo mataría por ser tan idiota, pero ahora solo quería reír al verlo bien.
Se acerco con cuidado hasta estar frente a el y se coloco en cuclillas para luego tocar su hombro y sacudirlo con suavidad.
-Logan... Vamos despierta.
El chico no parecía escucharla y bufo un poco molesta.
Estaba a punto de gritar y sacudirlo con todas sus fuerzas, cuando de los labios del chico salieron aquellas palabras que aceleraron su corazón.
La furia creció dentro de ella, quería matarlo y tirarlo a un río.
Su respiración era irregular y un gruñido escapo de sus labios lleno de frustración.
-Anett...
No lo soporto, no soporto escucharlo llamar a la Barbie Morocha entre sueños. Se puso de pie y no dudo un segundo en golpear la entrepierna de Logan.
Un quejido demasiado fuerte fue liberado de la boca del chico al tiempo que llevaba sus manos a su zona sensible y se acurrucaba aún mas si abrir sus ojos.
Disfruto de esa escena, disfruto de haberlo golpeado y sabía que su golpe no era grave, no era tan anormal para golpearlo con tanta fuerza en su estado.
A decir verdad le dolía el haber escuchado al chico que mas había llegado a querer, llamar a otra chica, le dolía saber que en los pensamientos de Logan se encontraba Anett y no ella, le dolía confirmar que ella solo había sido una especie de juego o distracción para Logan.
Suspiro si dejar de mirarlo y sintió remordimiento al ver que el chico no dejaba de quejarse. Tras un suspiro cargado de miles de emociones se coloco nuevamente de cuclillas junto a él.
-Logan -lo llamo y el chico abrió a penas un poco sus ojos.
Su mirada estaba roja, en verdad había bebido demasiado alcohol.
Una sonrisa estúpida se formo en los labios de chico una pequeña risilla escapo de él.
-Pitufa... -otra risa.
Había extrañado aquel apodo con todas sus fuerzas, había extrañado la voz de ese chico dirigida a ella.
-Debemos irnos, Mark esta esperan...
Logan abrió mas sus ojos y dejo de reír observando con odio a Alice, lo que causo que la chica no continuara hablado.
Logan bufo sin fuerzas y comenzó a incorporarse, por lo que Alice lo intento ayudar, pero el chico se aparto con brusquedad y movimientos torpes. Alice bufo molesta y espero allí, de cuclillas, a que Logan se incorporara y quedara sentado en el piso con el rostro adormilado.
Logan recorrió a la chica de pies a cabeza, y sus ojos se detuvieron en sus labios.
-Quiero besarte Alice.
Su corazón quiso explotar, su estomago parecía ser un panal de abejas e instintivamente mordió su labio inferior.
No era una petición, no era una información, no era una confesión, era una advertencia de que iba a besarla, y por mas estúpido que fuera, ella lo quería.
¿Y si lo besaba? ¿Y si solo se dejaba llevar? ¿Y si le daba un último beso? Un beso que él seguramente no recordaría, un beso que transmitiera todo lo que sentía, un beso que lograra, aunque sea por unos segundos, hacerla olvidar que siempre fue la segunda.
-Logan...
El chico la observo a los ojos.
-Voy a besarte.
Había entendido cada palabra a pesar de lo bajas y distorsionadas que se habían escuchado.
-Yo también -se atrevió a susurrar y de un rápido movimiento tomo el rostro del chico entre sus manos y junto su frente con la de él.
Absorbió el aroma a canela de la chica que lo había enamorado, de la chica que lograba sacar lo mejor y lo peor de él, de la chica que hacia latir su corazón como si pudiera explotar, de la chica que lograba despertar cada milímetro de su cuerpo a pesar de no proponerselo.
Sabía que estaba cometiendo un error, sabía que lo mas seguro era que mañana no recordara nada, pero moría por besárla sin pensar en nada mas.
Suspiro al sentir las cálidas manos de Alice sobre su rostro, sonrió al sentir su aliento mezclándose con el suyo, cerro sus ojos al sentirla tan cerca y con movimientos lentos tomo la cintura de la chica y la atrajo hacia él, sintiendo su calor, su aroma, su esencia.
Ambos perdieron el equilibrio cayendo Alice sobre Logan, sus cuerpos estaban cerca, tan cerca que ambos podían sentir los latidos descontrolados del otro.
Alice aparto sus manos del rostro de Logan y las coloco sobre el pecho del chico, el cual la observaba ahora mas... lucido.
Logan se sentía perdido ante ella, se sentía pequeño, inútil, sin rumbo. Deseaba tanto besarla, besar cada milímetro de su cuerpo, de su rostro, de su alma.
Solo eran unos escasos centímetros y sus labios se unirían, solo eran unos escasos centímetros y volvería a sentirse vivo, solo serían unos escasos centímetros y podría despedirse. Solo una última vez, solo la besaría una vez mas y luego... luego olvidaría a esa chica.
Se veía tan indefenso en ese instante, desvió sus ojos a los labios del chico. El olor a alcohol era horrendo, pero eso era lo de menos al tenerlo así, al sentir su corazón, al sentirse tan completa por sentir su calor.
Suspiro y no pudo evitar fruncir el ceño al ver como Logan cerraba sus ojos como si disfrutara de ese momento. Quería tanto besarlo, quería tanto tenerlo solo para ella.
Mordió su mejilla interna intentando no pensar en nada mas, intentando solo guardar un último recuerdo de él, intentando perdonarse a si misma por humillarse y besar al chico que la rechazo, pero eso era lo único que le quedaba, besarlo, guardar el recuerdo de sus labios y luego... luego olvidaría a ese chico.
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