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27

Los chicos después de jugar un rato, continuaron caminando por la playa, luego de un largo tiempo disfrutando, regresaron a casa.

En casa parecía que había una fiesta, pero solo son 5 jóvenes muy bulliciosos, hablando todos entre sí y no se sabe cómo es que se entienden. Aún querían seguir despiertos y se debatían en qué hacer.

- ¡Juguemos UNO! - sugirió Yoongi.

Todos asintieron gustosos y se sentaron sobre la mesa del comedor, habían llevado vino, más cervezas y algo de bocadillos, para pasar el rato. Continuaron con la diversión, luego de que Seokjin les haya ganado la partida.

Después del juego empezaron a cantar, instalaron un mini karaoke en la sala, mientras Hoseok y Jimin cantaban y bailaban, los demás disfrutaban del "concierto" improvisado que gracias al alcohol estaba pasándoles factura.

- Me voy a dormir, me siento mareado y si sigo bebiendo es posible que haga el ridículo - dijo Seokjin, intentando mantener de alguna forma el equilibrio.

- Pero si siempre haces el ridículo-soltó divertido Hoseok. Todos rieron y Seokjin le lanzó un cojín directo a la cara.

- Idiota, te odio - le respondió con una gran sonrisa.

- Sé que me amas - soltó lanzándole un beso.

Namjoon sonreía más de la cuenta, notó que Seokjin apenas podía caminar y decidió acompañarlo al dormitorio también, no iba a dejarlo sólo en ese estado, ante la mirada de todos que soltaban grandes gritos y silbidos, Seokjin se encontraba todo rojo por la vergüenza y el alcohol, Namjoon sonrió y les mostró el dedo antes de entrar a la habitación

- ¡Váyanse a la mierda! -dijo riéndose.

- ¡Hoy se escuchan aplausos! - gritó Hoseok haciendo a los otros dos chicos reír para luego continuar bebiendo.

Entraron al dormitorio y Namjoon sostenía fuertemente a Seokjin, que comenzó a reír de la nada, lo observó y su mirada se encontraba perdida. Estaba totalmente ebrio.

- Necesitas bañarte, Jinnie - dijo con preocupación, a pesar de que él también estaba en esas condiciones en menor medida.

Seokjin se dejó llevar, Namjoon lo tomó en sus brazos, entraron al baño, el mayor se sentó sin parar de reír sobre la taza del inodoro y el moreno lo desvistió. El tacto suave y frío de Namjoon hizo estremecer a Seokjin por las cosquillas que le provocaba. Lo miraba coqueto, mientras el chico tocaba el agua para que esté de una temperatura ideal.

- Jin, entra, el agua está cálida.

- ¿No vas a entrar conmigo? - decía rodeando con sus brazos el cuello de Namjoon.

- Jinnie... Estás muy ebrio, entra por favor.

No podía negar que el alcohol lo volvía más atrevido al mayor, y era algo que le gustó, pero no quería aprovecharse de él en ese estado. Las ganas estaban creciendo en su interior, mordió su labio inferior al observar luego al chico mojar su cuerpo. Se estaba volviendo loco. Sus mejillas hervían, quería echarle la culpa a su estado de ebriedad, quiso evitar seguir pensando cosas en su mente y estuvo pendiente de que Seokjin se bañara correctamente sin accidentes.

- Nam... No me alcanzo la espalda. ¿Puedes ayudarme?

El moreno no podía creer que Seokjin se haya convertido en una máquina de sensualidad, tomó con cuidado la pequeña esponja y dio suaves caricias en su espalda, mientras el mayor lo miraba, pero esta vez, era diferente. Sus ojos oscuros eran aún más intensos, no quitó su mirada de Namjoon, por primera vez, este se sintió intimidado. Nunca lo había visto de esa forma.

Y le encantó.

Terminó de ducharse y Namjoon le extendió la toalla para que envolviera su cuerpo. Le dio un poco de privacidad, sin alejarse mucho para que se vistiera apropiadamente. Salió del baño y lo acostó sobre la cama.

- Jinnie, aún no te duermas. Puedes vomitar en cualquier momento y no quiero que te pase nada. Tengo que bañarme. Apesto mucho a cerveza y cigarrillo.

- Te hubieras bañado conmigo, así ahorrábamos tienpo... Y agua - contestó Seokjin con mirada atrevida.

- Jinnie, estás muy borracho, yo no... Yo no podría hacerte nada en ese estado.

Seokjin asintió y se sentó acomodándose sobre el espaldar de la cama aferrado a su almohada, mientras Namjoon se ducha a rápidamente.

El moreno salió después de unos minutos y Seokjin miraba la televisión, o eso parecía, pues su mirada se posó sobre el torso desnudo y mojado de Namjoon, sin vergüenza, su mirada recorrió desde sus clavículas hasta el ombligo.

- Se te va a caer la baba, Jinnie.

- L-lo siento, yo...yo sólo...

Namjoon le sonrió ladino y entró nuevamente en el baño para terminar de cambiarse. Salió y vió a Seokjin distraído, había puesto un documental sobre la era jurásica, pero sin prestarle atención. Namjoon se metió a la cama y notó una extraña sensación en el mayor.

- Jinnie, ¿te sientes bien?

El chico asintió pero con la mirada hacia sus manos que se movían sin control, se notaba tenso a simple vista, tenía puesta la almohada sobre sus piernas y los dedos de sus pies jugaban entre sí. Namjoon se acercó un poco más a Seokjin, arrodillado junto a él y volvió a preguntar.

- Jin, ¿Estás bien?

Al chico se le subieron los colores al rostro y se tapó con sus manos. Namjoon lo miró con ternura y preocupación a la vez, con delicadeza tomó una de sus manos y levantó su barbilla para que lo mirara a la cara.

- Dime...no tengas miedo, puedes confiar en mí.

- T-tengo un problema.

- ¿Te duele algo? ¿Quieres vomitar? ¿Te traigo agua?

El chico negó con la cabeza y volvió a agacharla, Namjoon suspiró y notó que Seokjin señalaba su parte inferior, que aún se mantenía cubierta por la almohada.

Namjoon lo entendió enseguida, sonrió de la ternura y se sentó a horcadas sobre las piernas de Seokjin a una distancia prudente.

- ¿Tienes problemas ahí abajo?

Seokjin asintió.

- ¿Quieres que te ayude con eso?

El chico levantó su cabeza, lo miró a los ojos y se quedó en silencio por unos segundos. Asintió para luego esconderse en el cuello de Namjoon.

- Jinnie...

- Me da mucha vergüenza, lo siento.

- ¿Por qué lo sientes?

- Yo... Yo nunca...

- ¿Nunca te has tocado?

- No.

- ¿Y cuándo pasa, qué haces?

- Espero a que baje y ya.

- Jinnie... ¿Eres virgen aún?

El chico asintió con la cabeza aún escondida entre el cuello de Namjoon. El moreno se sorprendió de algún modo por la confesión, su corazón empezó a latir con fuerza, ya era demasiado para soportarlo. Se acercó un poco a Seokjin y por fin lo besó.

El tiempo se detuvo para ambos, era un beso suave y pausado, pero necesitado. No podía pensar con claridad, el alcohol, sumado a sus intensas ganas de besarlo, hacían perfecto el momento. Sus bocas encajaban perfectamente, Namjoon mordía suavemente los carnosos labios de Seokjin que soltaba pequeños quejidos de placer. Se separaron para tomar aire, estaban un poco agitados, se miraron y sonrieron entre sí.

Namjoon observó el rostro de Seokjin, aún con una ligera luz que entraba a la habitación, podía distinguir los bellos rasgos del chico, se siente agradecido de algún modo, de tener a ese precioso hombre frente a él mirándolo con mucha ternura. Besó su nariz y Seokjin lo rodeó con sus brazos, haciéndole sentir cosquillas en su cuello. Se separó y con ojos suplicantes y voz pausada Seokjin habló.

- Nam, tócame.

Namjoon ante la petición se sorprendió, abrió los ojos grandemente y aunque en su interior, sus ganas eran mayores, pensó que no era correcto.

- Jin, yo, no puedo hacer esto en este estado.

Seokjin lo tomó del rostro con ambas manos interrumpiéndolo para hablar.

- Namjoon, mírame. Mírame, por favor. Quiero que lo hagas. Tócame.

El chico lo miró a los ojos y la mirada suplicante de Seokjin lo desarmó por completo. Simplemente no pudo contenerse más y volvió a besarlo, esta vez con más desesperación, sin dejar de ser cuidadoso. Recorrió con su mano sobre su torso aún con la camiseta puesta, dejó a un lado la almohada que cubría sus partes y tocó sobre el pantalón. El mayor gruñó entre besos y ahora era él quien tocaba los pectorales de Namjoon, causando un leve cosquilleo en su interior.

Namjoon con delicadeza sacó las prenda inferior de Seokjin, quien lo miraba con una combinación de timidez y atrevimiento, sus ojos brillaban y el moreno suspiró pesado para quitarle la ropa interior.

Su respiración se volvió más errónea, la excitación se había hecho presente también en él, pero no quería lastimarlo. Observó que el mayor lo miraba con expectativa y tomó suavemente su miembro y lo tocó dando suaves caricias que hacían soltar leves gemidos de sus labios. Namjoon se siente en el cielo, aquellos gemidos es música para sus oídos.

Le mostró cómo hacerlo, ante el desborde de emociones en su interior, esa mezcla de sensaciones únicas se posaron sobre su pecho, Seokjin disfrutaba del tacto lento y preciso del chico, para después de unos minutos acabar sobre la mano de Namjoon.

Seokjin miraba con vergüenza al chico que sólo se limitó a sonreírle con especial ternura. Dio un corto beso sobre sus labios y éste le devolvió el beso con un poco más de intensidad.

- Es normal que salga mucho la primera vez. ¿Estás bien?

El chico asintió y Namjoon se levantó para ir al baño a tomar algo para limpiarlos a ambos. Había intimidad y confianza, el ambiente no era incómodo para ninguno de los dos, había una calidez en el momento en el que Namjoon limpiaba el miembro del mayor con extrema delicadeza.

- Yo, tuve un par de novias antes, pero nunca llegamos más allá de los besos - comentó Seokjin ya vestido nuevamente y tapado hasta el pecho.

- Es normal, no te sientas mal por eso.

-Gracias.

- ¿Por qué?

- Por ser tan comprensivo conmigo.

- Jin...

Namjoon se coloca de tal forma que puede verlo completamente. Ambos se miraron una vez más, como si el mundo no existiera a su alrededor, sólo estaban ellos dos dentro de la habitación y nadie podía dañar este momento. El eco de los latidos de sus corazones se escuchaban en sus oídos solamente. Eran ellos, nada más.

- Namjoon, estoy enamorado de tí.

Al moreno aquella declaración sonó tan suave y a la vez tan profunda. Seokjin lo miraba con mucha seriedad. No estaba bromeando.

- Jin, yo... No soy nada especial.

- Nam, no vuelvas a decir eso. Si te vieras a través de mis ojos, cambiarías de opinión. Eres más precioso de lo que puedes imaginar.

- Jin...

- Namjoon, mírame... Me enamoré de tí y eso es lo que importa.

- No puedo ofrecerte nada.

- Yo sólo necesito de tu amor. Y es lo que has estado dándome hasta ahora.

Una pequeña lágrima escapó de su ojo y fue secada por Seokjin, quien acariciaba su mejilla como si tuviera entre sus manos la obra de arte más hermosa y frágil del mundo.

Namjoon fue esta vez, quien se aferró a Seokjin y se escondió en su pecho. Siente que ganó en esta vida. Que todos sus sueños y anhelos se habían cumplido en ese mismo instante. El mayor acariciaba su espalda y los dos se fundieron en un gran abrazo y se quedado así por mucho.

Afuera ya no se escuchaba ruido alguno. Namjoon luego secó sus ojos y besó la frente de Seokjin hasta que la puerta se escuchó, alguien tocaba.

Seokjin se levantó y abrió y Jimin estaba con su almohada parado ahí como un niño pequeño.

- ¿Puedo dormir con ustedes?

- ¿Qué sucede, Jimin?

- No puedo dormir, la habitación es demasiado grande, me siento solito.

Jin miró a Namjoon y a Jimin que se mantenía de pie mirándolos cómo cachorrito y asintió. El moreno le hizo una señal a Jimin para que se acostara en medio, Seokjin cerró la puerta y se acostó al otro extremo.

Jimin parecía un pequeño bebé en medio de sus padres, ambos lo abrazaron y le dieron un beso a cada lado de su rostro.

- Parecen mis papás.

- Shhh, duérmete niño, duérmete ya.

- Van a ser buenos papás - susurró Jimin entre bostezos.

Casi al instante Jimin se quedó dormido abrazado a Seokjin, que miraba a Namjoon observando la escena con ternura.

- Estoy celoso - comentó en un susurro Namjoon ante la mirada divertida del mayor.

- Shhh, vas a despertar a nuestro hijo.

Namjoon rió bajito y se acomodó en la cama y se quedaron dormidos.

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