Era poco decir que la noche era fría, las chicas se habían dormido rato atrás y yo no había logrado hacerlo; aunque eso no era nuevo nunca había podido dormir aquí. El estar presa y sin libertad de expresión te quitaba el sueño. Así se debían sentir las personas de las que hablaba Ada mi maestra de historia.

Maldita mujer, tenía razón y dijo todo eso estando libre; libre como un ave. Sin saber cuánta razón tenía, sin saber de verdad cuánto sufre una persona en cautiverio. Sin ver a sus amigos, su familia ni hacer lo que le gusta solo siguiendo órdenes, como, como un esclavo.

Flashback

Mire a Leonel con asco, con la única mirada de repulsión que una chica que había perdido la fe podía dar.

-no me toques- Dije en un susurro, pero aun asi el lo escucho.

- Aquí no importa lo que quieras - El me puso unas cadenas en las manos y los pies y soltó el amarre de mi cuello, manos y pies de la silla. Las cadenas que me puso no apretaban, pero si eran largas, se veían viejas y eran muy pesadas; casi las llevaba a rastras.

-Parezco esclava- Susurre para mi, pero la risa de Leonel me demostró que me escucho

-No pareces, eres un esclava - Dijo con cierta obviedad en su tono de voz.

Fin del Flashback

Leonel tenía razón.

- Hey Maya- Se escuchó de la puerta en un susurro, gire pensando que seria Leonel, pero me encontré con Jacob y sonreí, sonreí como nunca antes habia sonreido aqui y ahi temí lo que sentía por Jacob. Era solo trabajo, una manera de escape y no era real, pero ¿mi corazón lo sabía?

- ¿Qué haces aquí aquí Jacob?- Pregunte mirando sus hermosos ojos brillante

-Vine a sacarte, no dejare a mi chica aquí- Y ahí lo supe, esa frase hizo que sintiera esas características mariposas en el estómago. Antes solo temía por mi papá, pero cuando lo perdí ya no hubo nada que temer y ahora está este sentimiento en un nudo. Uno no tiene nada que temer hasta que tiene algo que perder y ahora de nuevo yo tenía algo que perder.

-Jacob no puedo- Dije en un susurro, intentando no sacar lágrimas por lo que iba hacer. Era mejor alejarlo antes de también perderlo.

- Maya ¿Qué sucede?- Preguntó el quebrantando un poco su voz, le iba a dolor lo que seguía, pero era necesario, era por su bien.

-No te amo y quiero que te alejes de mí.- Contesté sin mirarlo, no podía verlo decepcionarse. Yo sabía la verdad de cómo empezó todo, pero no quiero que algo lindo empiece con una mentira y que por ese sentimiento lo pierda; como perdí a mi papá, a Jessica, a Jake, a Arturo y a mi mamá.No podía dejar que eso le pasara a Jacob.

-No hablas en serio.- Dijo intentando sonar fuerte- Ni siquiera me miras y es por algo.- Hablo seguro de su razonamiento y yo giré dándole el placer de tener la victoria. De aun entre toda la oscuridad del cuarto supiera que estoy rota, deshecha, apunto de llorar por un amor que no note que sentía hasta hoy.

-Vete- Pedí rápido y volviendo a apartar la mirada.

-No, no me dirás que me vaya así no más- Dijo para terminar abriendo la puerta- ¿Estás enojada porque mate a Ruby para salvarte?- Pregunto parado en el umbral de la puerta abierta.

-No estoy enojada, solo me protegías.

- Entonces, es por que me usaste para poder escapar de aquí por si tu plan del ducto no funcionaba? - Preguntó el serio y frio dejándome perpleja, el sabia, el sabia y aun asi me dejo actuar, besarlo, abrazarlo y me ofreció dejarme ir.

- ¿Ruby te dijo?- Pregunté mirándolo fijo.

-No, tu me lo acabas de confirmar- Dijo el soltando un bufido al final antes de arreglarse el pelo.

Me pare de la cama para darle la cara como se debia y cuando me acerque vi sus ojos aguados, lo lastime sin desearlo.

-Desde cuándo lo sabes?- Pregunté temiendo la respuesta con frialdad que podía darme.

-Desde que me besaste- Contestó apartando la mirada.

-Si siento algo por ti- Dije temiendo su reacción y respuesta. Quería más que nada que me creyera, pero no podía obligarlo.

-Lo se, creemelo que lo se, por que si no, no me hubieras intentado alejar- Dijo mirándome aun serio- Pero aun duele- Término para salir del cuarto, pero sin cerrar la puerta.

-Lo siento- Dije alto y claro haciendo que el girara dándome la cara

-Lo se, por eso vine a darte una segunda oportunidad.- Hablo haciéndome señas de que saliera.

- ¿Qué quieres que haga?- Pregunté sin entender su pedido.

-Quiero que seas libre, que le des la libertad a todas las que están aquí y que regreses por mi cuando hayas acabado de ser una guerrera.- Dijo serio, hablaba en serio y era el mejor pedido que alguien me hubiera hecho.

-Bueno príncipe azul llévame a la salida- Dije contenta sin poder sonreir

El me tomo de la mano y me jalo sin agresividad hasta la puerta arriba de las escaleras que daba al granero.

-Ahi esta su salida princesa.- Dijo él con la misma sonrisa gigante que la mía.

-¿Salida? Oye Freddy permitimos salidas?- Dijo Chris con burla apareciendo detrás de nosotros.

- Creo que tu princesa y tu se equivocaron de lugar, aquí no hay salida.- Hablo Freddy con el mismo tono de burla que Chris.

-No se equivocó de lugar, se equivocó de chica por que ella es una reyna y ya tiene rey- Se oyó tras de mí con una voz ronca y gruesa.

Me gire con todo el temor del mundo, esa voz no tenía el mismo tono burlón y juguetón que los idiotas que ahora estaban atras, este tenia un tono molesto, furioso y mis ojos vieron al diablo que he invocado todos estos días.

-Hola Bellator

-Leonel- Dije en un susurro con mis ojos bien abiertos.

El estaba vestido con un traje negro y una camisa blanca sin corbata y con el pelo más largo peinado hacia atrás. Se veía jodidamente sexy, pero algo quitó mi atención de eso que Chris y Freddy empezaron a pegarle a Jacob. Cuando lo note me gire molesta dispuesto a ayudarle y Leonel me tomo como si fuera de papel y me cargó en sus hombros.

-LEONEL SUELTAME, LO VAN A MATAR- Gritaba a todo pulmón con mi corazon casi en la boca.

-Hay ojala y no, yo quiero tener el placer- Hablo este con seriedad.

-SUÉLTAME LEONEL, A-H-O-R-A- Grite pausado a ver si eso hacía una diferencia y me soltaba, pero para mi desgracia si fue así. Si me solto, pero en una sala de castigo, la sala oscura donde una vez intente matarlo y luego cerro la puerta.