Capítulo 31
Me desperté en un cuarto que no conocía, pero eso no era novedad pues aún seguía en el horror llamado Chicas Candy. Mire todo el cuarto, no tenía nada más y nada menos que un bombillo en el techo dándome luz. No había espejo, ventana o algo que me diera aunque sea un chin de esperanza.
-Ya estoy harta de esto- Dije mientras me tapaba la cara.
- ¿Y tu crees que yo no?- Pregunto una voz sorprendiéndome, levante la cabeza divisando en la entrada a Leonel.
-¿Qué quieres?- Pregunté ya molesta a más no poder.
- Decirte que dormirás aquí, aislada de las demás por que no querremos líos y también que mañana no trabajaras como P sino como Bailarina- Respondió él con una sonrisa gigante.
-No trabajare en ningún lado- Dije molesta levantándome del suelo- Yo saldré de aquí y tu y todos tus amigos pagaran por lo que hicieron.
-Yo no pagaré nada- Habló él con burla y altanería
-¿Tu crees ser mejor que ellos? - Pregunte entre risas- Pues no lo eres, también me haces daño- Conteste por él haciendo que las facciones de su cara cambiaran y ahí se asomó otra vez el brillo asesino.
- No me conoces Maya- Dijo este cerrando la puerta y entrando al pequeño cuarto.
Era poco decir que tenía miedo, sus ojos no brillaban así por felicidad, lo sabía pues ese brillo se asomo cada vez que mato a alguien.
-Si te conozco- Dije temiendo enojarlo más- Eres un asesino a sangre fría, un hombre sin escrúpulos ni moral.
- ¿Moral? Palabra curiosa- Hablo el mientras se tocaba el mentón y miraba hacia la nada- Yo busco sobrevivir igual que tu, ahora te pregunto ¿Tú tienes moral?
-¡Si la tengo! y nada que me empujara a sobrevivir me arrastraría a ¡Vaciar el cargador de una pistola a alguien! Dime Leonel ¿Era necesario?.
-Sabes un gracias seria mejor- Contestó él apretando sus brazos- ¡Te salve!
- ¡NO, TÚ ME METISTE EN ESTO, TODO LO QUE ME PACE ES TU CULPA!- Le grité en la cara interrumpiéndolo.
- Eres igual que yo así que deja de juzgarme- Habló él apretando más sus manos.
-¡No soy como tu!-Grite fuerte y claro
-¡Y CUANDO INTENTASTE MATARME QUÉ!- Gritó él a todo pulmón- Muchos han muerto por mucho menos, así que siéntete afortunada de aun estar respirando- Dijo antes de salir del cuarto estrellando la puerta.
Oh Dios, no había caído en cuenta, pero yo era tan mala como Leonel yo intente matarlo; era igual que él y que hubiera fallado no me exonerar. Todo lo que pensé de él, todo lo que dije de el yo también lo era. Me senté en el suelo y me puse a llorar, yo estaba tan rota y dañada como las personas que se encontraban aquí. En ese momento escuche como la puerta se abría.
- ¿Qué Leonel vienes a burlarte?- Dije sin levantar la cabeza para que no viera mis ojos rojos.
-No soy Leonel, pero vengo por que me dijo que te entregara esta carta- Respondió Jacob ganando mi mirada y que estirara la mano para tomar la carta. Jacob salió al instante sin darme una mirada coqueta o una sonrisa de las suyas al parecer lo había herido con mi simple pensamiento de que fuera alguien más.
"Dices que soy malo que te hago daño, pero no puedo cambiar y no quiero una chica que me haga cambiar; quiero una que me ame tal y como soy. Espero que estés a salvo sin mi, por que por un buen tiempo no me verás. Cuando regrese quiero escuchar que no causaste problemas porque si no tendremos problemas Maya"
Leonel A.D.
Se fue, ¡SE FUE!, me levante del suelo y le empecé a dar a la puerta mientras gritaba su nombre. No me podía dejar aquí, no se podía ir, el me mantenía a salvo.
- ¡LEONEL!, ¡LEONEL!-Grite a todo pulmón, pero no vino y por lo que decía la carta por un buen tiempo no vendría.
- No me dejes- Susurre recostándome de la puerta.
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