Capítulo 22
5 minutos, habían pasado 5 puñeteros minutos en los cuales Leonel me había dejado aquí, abierta como si quisiera hacer un ángel de nieve, con los pies y mano atados a la maldita cama. Sin forma de salir o mínimo tapar mi cuerpo y ¿Qué estaba haciendo en esos 5 minutos? llorar, crear un rio Nilo con todas mis lágrimas de la desesperación y el miedo.
-Bueno ya arregle el desastre que ocasionaste- Dijo Leonel entrando por la puerta captando mi atención, pero no era él lo que me llamaba la atención ni lo que había dicho si no el hecho de que su camisa tiene sangre, mucha sangre.- Mira no te lo volveré a repetir estas aquí para acostarte con el que pague; así de simple.
-Sácame de aquí- Pedí ya con otra lágrima cayendo
- ¿Eso es una lágrima?- Dijo incrédulo acercándose a comprobar- Eres una guerrera, las guerreras no lloran, pero para que no me des más problemas es mejor que te lleve a reflexionar.- Hablo mientras me desatada los pies- Ah y no intentes nada hay gente afuera.
Su advertencia y rostro me daban la respuesta, el lo sabia, como la vez que me raptaron; el sabe que no estoy drogado. El es el único que nota mis mentiras.
- ¡Bellator te hable!- Grito con los ojos bien abiertos dándome a entender que quería respuesta.
-Tranquilo no tendrás problemas de mi- Dije parandome de la cama para que el me extendiera su vieja camisa y el pantalón corto.
- Eso espero- Habló para terminar poniéndole unas esposas en las manos.
-¿Era necesario?- Preguntó con burla mirando las esposas
-No insultes mi inteligencia, si es necesario- Contestó él con el mismo tono burlón en la voz. No era sorpresa que ansiaba obtener mi libertad, pero esto lo encontraba de otro nivel. Leonel me jalo de la mano fuera de la habitación del sexo sin cuidado ni consulta.
-¿A dónde me llevas?- Pregunté casi con el corazón en la garganta
- !¿Te dije que podías hablar?¡- Gritó él deteniéndose a mitad del pasillo.
Quería responder no, pero la sangre en su camisa me ponía nerviosa yo apreciaba mi vida y él era capaz de matar a alguien a sangre fría; después de todo ya lo había visto en acción. Ante esos pensamientos opte por contestar sacudiendo la cabeza. En ese mismo momento estaba pasando Jacob el chico que me había chocado hace rato de ojos marrones, este me sonrió en forma ¿Coqueta? se notaba que era nuevo por aquí y aunque me pareció gracioso a Leonel no le dio ni una chispa de gracia.
- ¿ Jacob quieres una bala entre ceja y ceja?- Pregunto Leonel con una sonrisa siniestra
-No- Respondió este con un miedo que se notaba a leguas y antes de pasar algo más Leonel me volvió a jalar de las manos , pero esta vez más fuerte.
Me arrastro por un pasillo hasta al fondo y luego un giro a la izquierda y paro en una puerta gris; la cual extrañamente no tenia el característico letrero arriba como las demás. Leonel me quito las esposas y luego me empujo adentro cerrando las puertas al instante.
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