Las luces se prendieron despertando a todas, ellas no parecían sorprendidas por que sólo se levantaron y se pusieron en fila. ¿Qué demonios pasaba ahora?. Hice lo mismo que ellas para no generar caos y luego de colocarme en la fila la puerta se abrió, dejando el paso a 6 hombres uno de ellos Leonel; esto no sería bueno.

-Tú al baño- Dijo un hombre musculoso señalando a Davina. Ella hizo caso sin protestar y no pude evitar preguntar.

-Ruby que es esto- Pregunte en un susurro a mi compañera de al lado captando su atención.

-Nos preparan para trabajar- Respondió rápidamente haciendo que apenas te entendiera, pero cuando iba a preguntar salió Davina.

El musculoso le había pasado una pastilla verde y un vaso de agua, Que era la pastilla verde no sabia, pero otra vez ella hizo lo que pedían sin protestar. Y mi curiosidad volvió a surgir sin poder evitar preguntar.

-¿Qué es la pastilla?- Pregunte otra vez en susurro

-Drogas, para que no causemos molestias- Dijo Ruby mirándome fijo-  No causes problemas Maya.

Su pedido me tenía sin cuidado, si causaría problemas, no haría nada que no quisiera hacer lo deje claro desde que llegue.

El hombre musculoso ya había drogado a 7, ninguna dio problemas, pero ahora iba yo.

-Tú al baño -Habló el firme y fuerte, sabía que era nueva en el cuadrante y quería intimidarme iba a responder que no, pero Leonel me interrumpió

-Tranquilo T. yo me encargo de ella- Dijo este con aires de grandeza

-Estás seguro L? -Respondió T.  mirándome con odio.

-Si, esa perra no podrá conmigo- Respondió mientras caminaba hacia a mi- Al baño Bellator- Habló este con los mismos aires de grandeza de siempre, pero lo peor fue que en vez de luchar me resigne y fui al baño. Eran 6 hombres contra mi,  ya que las chicas así de drogadas no ayudarían; si tan siquiera lo intentaba seria suicidio.

Esperaba encontrarme con lo peor en el baño, pero sorprendentemente solo estaba un pote de Colgate; solo querían que me cepillara los dientes para empezar a trabajar. Si creía que me encontraría un cepillo de dientes estaba más que equivocada me tendría que cepillar con el dedo.

Luego de hacer lo que ellos querían salí; seguían todos ahí con diferencia de Leonel, el estaba junto a la mugrosa puerta de baño.

-Toma- Dijo entregándome la gran cápsula verde, la droga que me haría ser una trabajadora devota; no la iba a tomar, pero cómo lograría no tomarla con 6 personas diferentes observándome -MAYA- Era una de las pocas veces que decía mi nombres y sabía que las veces que lo decía cosas malas pasaban, no quiero morir.

Me zumbe la pastilla verde y la coloque bajo la lengua y hice como si me la hubiera tragado y todos se comieron el cuento de que lo había hecho. Y cuando nadie miraba me la saque de la boca y la lancé lejos

- Bueno caminen putas- Grito musculitos con repulsión 

Todas caminaban torpemente, tambaleándose mientras 4 de los hombres se ponían al lado de ellas, musculitos iba al frente y Leonel detrás de mí, yo era la última en la fila, pero aun así era poco decir que tenía miedo, ni siquiera sabía a dónde iba y de solo pensarlo empezaba a temblar. Leonel a parecer noto esto pues me tomo la mano con fuerza, de solo tenerlo así de cerca me daban escalofríos. Si nos drogaban para no causar problemas, lo que nos iban hacer seria malo, muy malo.

- Tranquila pequeña yo te cuido la espalda- Susurro Leonel en mi oído. El de verdad creía que estaba drogada que no estaba en mi sano juicio, pero si lo estaba al 100% y que el se portara lindo ahora, no me haría olvidar quien es el malo en primer lugar.