—¿Cicatrices? —quiso confirmar, y la pelinegra asintió, por lo que algo sorprendida prosiguió:—. ¿Le harán algo en casa?

Ante esa posibilidad miraron a JooHyun.

—No lo creo, parece que vive sola —dijo Minnie—. Aunque, parecía un poco confundida cuando la llevamos a su casa la primera vez. —hizo una pequeña mueca de confusión, había mucha gente rara en el mundo, pero suponía que todos tenían sus motivos—. Aún así, parece que sólo es tímida, ¿Quizá fue secuestrada cuando era pequeña o la maltrataban cuando era niña?

—No lo sé, pero de verdad que es muy rara. —JiSoo se cruzó de brazos, soltando un suspiro después.

Tal vez le preocupaba.

¿Y si de verdad sufría algún tipo de violencia por uno de sus padres o familiares? ¿Y si quería ayuda? ¿Y si la estaban vigilando? Tenía tantas preguntas, si era una situación de violencia no podía dejarlo pasar tan fácilmente, menos cuando tenía tanta curiosidad por la menor, aunque no sabía porqué.

—Vamos JiSoo, dijo que no necesitaba más tu ayuda y que no te metieras en tus asuntos, déjala. —mencionó SoYeon antes de levantarse para caminar detrás de sus amigas, quienes al parecer ya habían olvidado el tema.

Minnie, quien había notado a JiSoo distraída por lo que parecía ser, el tema de Lisa se acercó a ella y palmeó suavemente su espalda, captando su atención y sonriéndole cuando la miró.

—Debes relajarte, te recuerdo que es Norcoreana. —la mas baja frunció su ceño.

—¿Tan cruel será Corea del Norte? —dirigió su vista al frente.

No eran de mente cerrada para despreciar a una Norcoreana, Lisa no había pedido estar allá ni tener familia Norcoreana. Gracias a lo que su mejor amiga dijo, todo tuvo sentido, por eso no sabía cómo utilizar la computadora o el celular, o por eso era tan tímida, estaba acostumbrada a los tratos de allá que el de Jennie no era algo diferente.

De igual forma JiSoo no era alguien tan empática (por no decir que es orgullosa) para acercarse a Lisa y preguntarle si todo iba bien.

***

"Estudio".

Lisa abrió la puerta con cuidado, viendo el interior después; había una computadora sobre un escritorio con base de cristal y cajones a sus costados color negro, del lado izquierdo una guitarra puesta en un soporte y del lado derecho un teclado (piano).

—Así que así se ve un estudio... —se adentró en la habitación hasta llegar a la computadora, la cual acarició con sus dedos—. Bien, espero haber aprendido algo.

Tomo asiento preparada, no podía retrasarse más así que tenía que poner en práctica todo lo que había leído.

Pasaron los minutos y las horas, había hecho lo que ya había leído del libro y por suerte se dio cuenta que entendió al menos la mayoría, y decía mayoría porque durante veinte minutos estuvo peleando con el mouse ya que no funcionaba, luego se dio cuenta que necesitaba estar sobre la superficie para funcionar.

No dudó en emocionarse, ¿De verdad lo logró? Claro que aún le faltaban páginas, muchas páginas, pero saber abrir una página web donde encontrarás todo era genial.

¿Era genial?

—¿Quizás...?

"Segunda Guerra Mundial".

Tardó en escribir, pero tardó muchísimo más en darle click a buscar. ¿Realmente quería hacerlo? "¿Por qué?", se cuestionó. Finalmente, al cabo de unos minutos le dio a buscar.

"La segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global...".

Leyó y continuó leyendo, habían pasado muchísimas más cosas de las que pensaba no sólo dentro de los campos, sino también afuera. Los países, los refugiados... No podía creer lo que leía a pesar de haberlo vivido.

—¿Consecuencias? —leyó en uno de los segmentos de la página.

Antes de abrir y poder leer, miró la hora, 1:23am, sorprendiéndose por ésta un poco pero se levantó, apagó la computadora y regresó a su habitación, para acostarse en su cama, envolviéndose en la manta. Tras eso suspiró profundamente, queriendo esconderse lo más posible al sentirse sola.

Lo había leído, lo había vuelto a revivir...

No todo lo que decía esa página era cierto y habían cosas que faltaban, pero claro que nadie sobrevivió para contarlo.

"Sobrevivió..."

—Nicha... —murmuró mirando el techo, ella seguía con vida, necesitaba encontrarlo a toda costa, necesitaba verla—. Sorn... —frunció su ceño, la hija de su mejor amiga, también necesitaba encontrarla, quería respuestas.

"Pero nunca se cómo se llamaba... Quiero que me recuerde, por eso llevas mi nombre."

—Minnie... —balbuceó.

Esa chica... Nicha nunca le dijo su nombre así que si lograba acercarse y ser su amiga, podría llegar a dar con su mejor amiga y con Sorn, pero... ¿Realmente quería acercarse a ella? No, mejor dicho, ¿Realmente podría?

Con tantos pensamientos y preguntas en su mente, al final se durmió.

***

"Quizás la escuela no sea tan mala, nadie me mira, nadie me habla, no me prestan atención", pensó irónicamente mientras miraba como tres alumnas (las cuales eran las de ayer) se acercaban a ella.

"Jennie, MiYeon y Rosé. ¿Por qué no he conocido a Yuqi, quien le quitó el novio a Kim Minnie?" Pensó soltando un pequeño y disimulado suspiro.

—Así que eres lesbiana.

Al oír eso sintió su pecho dar un brinco asustado, se sintió tan pequeña y desprotegida en ese momento. Sus oídos se taparon y sus manos comenzado a sudar, no quería que nadie lo supiera, ¿Cómo lo sabían? No, ¿Eso que importaba? Tenía que huir de ahí.

Miró a los lados discretamente buscando una ruta de escape, evitando la mirada y tacto con la castaña, quien había cuestionado lo anterior.

—Mírame cuando te hablo. —gruñó arrugando su nariz, seguido de eso tomó a Lisa por los hombros y la agitó suavemente, captando por completo su atención—. ¿Acaso estás asustada? Tú eres el fenómeno aquí...

La gente que creía que los homosexuales eran algo antinatural le parecían superiores, todo porque por muchos años fue visto así, así que creía que nadie debía saber para no ser "torturada", como le decía su madre. En ese momento, esas tres eran superior a ella y Lisa no podía hacer nada, debía soportarlo.

—Lo que dijiste en la clase es verdad, ustedes son algo antinatural... Debieron terminar con todos ustedes. —miró a la extranjera de pies a cabeza—. Dan asco personas tan horribles como tú.

Lisa guardó silencio y agachó su mirada, apretando su mandíbula para evitar sollozar. No quería mostrarse débil, sólo quería que la dejarán en paz. ¿Horrible ella? Horrible lo que pasaba dentro de esos campos, abusos, humillaciones, violaciones... Todo eso era horrible.

—Jennie, está llorando. —murmuró Rosé señalando el rostro de Lisa.

—¿Por qué alguien como tú lloraría? —cuestionó con un tono bajo, sin embargo; se podía notar cierto coraje en ella—. ¡No tienes derecho de hacerte la débil! —empujó a la pelinegra tras soltarla, ésta comenzó a retroceder, pero eso hizo que la castaña avanzará cada paso que Lisa retrocedía—. ¡Lo haces parecer tan fácil...! —hizo de su mano un puño y con fuerza golpeó el abdomen de Lisa, quién soltó un quejido y después cubrió el ya mencionado con sus manos, cayendo de rodillas al suelo.

Apretó sus labios, como ya se mencionó; No quería mostrarse débil, no quería darles ese placer. Siempre quiso pelear, quiso defenderse pero jamás pudo hacerlo, había sido tan jodidamente corrompida por la Guerra que ahora ya no quedaban fuerzas en ella.

—¿Qué demonios pasa contigo, Jennie? —se acercó a la nombrada y la empujó para alejarla de la Tailandesa, pero MiYeon y Rosé la tomaron de los brazos y la detuvieron.

Alzó su vista lentamente al oír una voz más, era JiSoo quien estaba siendo sujetada. Ante esa escena, Lisa pudo respirar, se sintió protegida y quizás a salvo aunque no lo iba a admitir. Volvió a descender su mirada y suspiró aliviada.

—¿A ti qué te importa? Has algo bueno y deja que yo me encargue de mis asuntos. —empujó a JiSoo con fuerza y coraje—. No pretendas hacerte la preocupada por tus amigas ahora.

—No somos amigas. —se apresuró a decir Lisa, murmurando y tartamudeando un poco aunque en un tono alto—. Tu problema es conmigo, no con ella, así que déjala, por favor.

Jennie (quién había mirado a Lisa ya que habló) volvió su vista a JiSoo, sonriendo satisfecha.

—¿La oíste? No te metas.

MiYeon y Rosé la soltaron, pero gracias a eso JiSoo pudo volver a empujar a Jennie, esta vez apresurándose a golpearla en el rostro.

—Lárgate Jennie. —volvió a acercarse, pero la otra castaña y la rubia se pusieron frente a ella—. Quítense, mi problema no es con ustedes así que no hagan de esto algo personal. —chocó miradas con Rosé.

—JiSoo vete. —exigió MiYeon.

—No soy yo quien debe irse. —respondió JiSoo.

Se miraron entre ellas unos instantes más, Rosé fue quien se aseguró que Jennie estuviera bien, quien mantenía su mirada agachada pero parecía estar bien. Luego miró a Lisa, quién se encontraba sobando su abdomen.

Segundos después se anunció el inicio de la primera clase, así que MiYeon, Rosé y Jennie se fueron primero sin decir o hacer algo más. JiSoo volvió a mirar a Lisa, quien parecía más calmada pero seguía sobándose el estómago, se acercó para ayudarla a levantar pero la mas alta fue más rápida y lo hizo sin su ayuda.

—No necesito de tu ayuda, te lo dije. —murmuró desviando su mirada y encogiéndose de hombros, después hizo una pequeña reverencia antes de correr a su aula (que por cierto no sabía dónde estaba).

Dirigió su vista a la silueta de la menor corriendo. "Acostúmbrate a eso, JiSoo". Pensó la pelinegra antes de ponerse de pie y caminar a su clase.

¡Gracias por leer!