34 - [ 2O2O ]
El funeral sería el 13, a esas alturas Lisa no sabía cómo sentirse ya, tampoco sabía cómo describirlo, era como si hubiera una barrera en su pecho que impedía que sus sentimientos y emociones pasasen.
Miró su antigua habitación intentando distraerse, la habitación que ahora era de Minnie, había sido suya 71 años antes, sonrió por eso.
—Nicha y yo solíamos lanzar monedas por el suelo hacia esta pared —con las yemas de sus dedos acarició la dicha—. Quien lanzara la moneda más cerca ganaba, y la perdedora debía comprar comida para la otra —mostró una pequeña sonrisa nostálgica—. Ella nunca me lo dijo, pero me dejaba ganar a propósito.
—Nicha te amaba mucho, Lisa. —dijo JiSoo acercándose por detrás.
—Y yo a ella. —suspiró dándose la vuelta, luego miró a la pelinegra.
Minnie entró a la habitación con un álbum y una libreta entre sus manos, luego extendió éstos hasta Lisa, quien primero los observó confundida y luego los tomó con duda.
—El álbum era de mi abuela, ahí conservaba sus recuerdos más preciados según ella —miró a la mayor acariciar la portada del álbum— La libreta era su diario, jamás me dejó leerlo ni a mí madre, supongo que eres tú quien debería leerlo, tú la conoces mejor que nadie. —le sonrió delicadamente.
—No lo sé... Quizás hay algo para ti, o... Para Sorn. —murmuró.
—O quizás habla de ti y de lo mucho que te extrañó —dijo JiSoo sobando con delicadeza la espalda ajena—. Te llevaré a casa, vamos.
—¿Quieren que las llevé? —preguntó Minnie.
—No, está bien, quiero caminar un poco. —respondió Lisa sonriéndole como agradecimiento.
—Entonces vámonos. —Lisa salió de la habitación segundos después—. Te veré mañana Minnie —comentó al detenerse en la puerta—, tú también descansa, ¿De acuerdo? Si necesitas algo llámame. —ambas se sonrieron y JiSoo salió de la habitación.
JiSoo junto a Lisa caminaron en total silencio hasta la casa de la menor, contrario de los días anteriores, ahora la más alta era quién caminaba adelante, su vista estaba en el suelo y sus manos estaban aferradas a lo que anteriormente Minnie le había dado.
¿De verdad es todo lo que me queda de ella?
Aún recordaba todo... Cuando salieron de los campos de concentración y caminaron juntas a casa, cuando corrían por toda la calle fingiendo ser superhéroes combatiendo a Hitler, cuando miraban las estrellas o le daban formas a las nubes... Cuando se sonreían, lo recordaba todo y le dolía saber que esos momentos jamás iban a regresar, y le hería más saber que no los aprovecho, se arrepentía tanto de eso.
Al llegar a casa, Lisa subió a su habitación, JiSoo cerró la puerta y la siguió hasta su cuarto. Pero al entrar, la menor ya estaba sentada en su cama y además miraba el álbum de fotos que seguía cerrado.
—Mañana no hace falta que asistas a la universidad, y si quieres podemos cancelar la fiesta. —miró como Lisa dejaba el álbum y libreta en la pequeña mesa junto a su cama.
—No, no... —suspiró—. Necesito distracción y no quiero que JooHyun tenga un mal cumpleaños por mi culpa, además HoSeok y SoYeon se han esforzado mucho en organizar todo, no puedo sólo cancelar. —alzó su vista a la mayor.
—Tampoco debes forzarte si no quieres.
—Está bien, quiero hacerlo. —sonrió delicadamente y de forma muy forzosa, luego suspiró una vez más.
—De acuerdo, entonces te dejaré descansar. —no pudo siquiera moverse ya que la menor sujetó rápidamente el borde de su ramera—. ¿Qué pasa?
—¿Puedes quedarte? —preguntó tímidamente—. Por favor, no quiero estar sola. —bajó su mirada avergonzada y soltó a la mayor.
No lo dudó, sólo pensó unos segundos en Lisa y en lo fuerte que estaba siendo, perdió a sus padres, su hogar y a su mejor amiga. Ya había perdido todo lo que le quedaba y aún así seguía manteniéndose tan fuerte, ¿Cómo lo hacía?
Se sentó a su lado y no dijo nada, simplemente se giró un poco hacia ella para rodearla con sus brazos, acercándola cada vez más hasta que la abrazó con fuerza; Las manos de Lisa se aferraron a la camisa de la pelinegra mayor y poco a poco todos los sentimientos y emociones que había ocultado todo ese tiempo salieron, provocando que llorara.
No tenía ganas de nada, quería desaparecer, dejar de pensar en todo y de sentir. No pudo contenerse más y lo único que hizo fue llorar mientras se aferraba más a la Coreana, quien no la apartó.
Pasaron los minutos, el llanto de la menor no parecía cesar. JiSoo cargó lentamente a Lisa para acostarla y acomodarla sobre la cama, la más alta aprovechó eso para abrazarla y así evitar que se apartara.
—No me dejes. —murmuró Lisa escondiendo su rostro en el cuello adverso, aferrándose un poco más a ella.
—No voy a dejarte, tranquila. —suavemente se acostó a un lado de Lisa y separó su cuerpo del ajeno para llevar sus manos al rostro de la menor y acariciar sus mejillas, limpiando éstas.
Lisa tenía sus ojos cerrados, sus pestañas estaban húmedas y brillaban por eso; sus mejillas estaban rojas al igual que su nariz, y sus labios estaban ligeramente separados ya que estaba respirando por medio de ésta.
—Si te sirve de consuelo, te ves linda aún cuando lloras. —soltó una pequeña risa al ver que la menor sonreía ligeramente.
—No digas eso. —una pequeña risa torpe salió de sus labios antes de acercarse al cuerpo adverso y ocultar su rostro para que la mayor no la mirara—. Ahora ya no sé cómo sentirme. —hizo un pequeño puchero que por suerte (para ella) no lo vio JiSoo.
JiSoo la abrazó con fuerza, el cuerpo de Lisa era delgado y grande comparado al suyo, así que encajaban casi a la perfección. Pudo percibir el olor corporal de la menor, no podía describir el aroma de una persona, pero si tuviera que hacerlo, entonces esa pequeña grande era una mezcla de chocolate y quizás canela.
La menor no tardó en quedarse dormida, llorar le había dado sueño. JiSoo se separó minutos después para mirarla, su mano izquierda acarició la mejilla adversa de forma suave y delicada, su piel era un poco áspera. Deslizó su mano por el costado de su pecho y cintura, su cuerpo tenía una forma linda: su cintura estaba ligeramente marcada y sus caderas y piernas se ajustaban entre sí, le atraía, debía admitirlo.
—Y por eso nunca debes decir "no podría gustarme" —dijo JiSoo mientras delineaba las facciones del rostro de Lisa—, porque termina gustandote como no tienes idea. —mostró una pequeña sonrisa.
***
¡Gracias por leer!
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