Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18: Actriz


Le doy un sorbo a mi copa, mientras los tres estamos en la mesa de la cocina. David me observa fijamente desde su posición, esta frente a mí. Yo no he podido comer, no tenía apetito y David parece estar igual que yo. Dasia come tranquilamente, pero de repente me hace la pregunta que tanto estaba evitando. 

—Fátima, ¿en qué trabajas? 

Me tenso removiendo la pasta y levanto la mirada, David parece interesado en saber. 

—Trabajo en una compañía. 

—¿De qué?

Dios, por qué me pasa esto a mí. De cualquier forma que lo diga va a sonar rarísimo. 

—Es de adultos. 

—¿Como una industria de entretenimiento para adultos?—cuestiona David para mi sorpresa. Sus cejas hundiéndose. 

—Oh. ¿Eres actriz porno?—Dasia da varios saltitos extrañamente emocionada—. Ay, cuéntamelo todo—se inclina en modo confidencial—. ¿Ya hiciste un trío? Es la fantasía de todas. Te envidio, pero es envidia de la buena. 

Mi boca se abre de golpe, las manos de David parecen tensarse, es más, todo su cuerpo se ha tensado y me observa con mucha incredulidad. 

—¿Prefieres con dos hombres? ¿Ya lo hiciste con dos hombres al mismo tiempo?—la chica a nuestro lado suelta un suspiro—. Eso debe ser magnífico. 

—¿Donde estás trabajando, Fátima?—David le da un golpe a la mesa y se pone de pie. Su respiración agitada. Su hermana hace una mueca.

—Yo...—Dasia me interrumpe. 

—Ay, David, no te pongas celoso, recuerda que todo es actuado. Ella hasta podría fingir un orgasmo—voltea a verme—. ¿Los finjes? Escuché que la mayoría no llega al orgasmo por las largas horas haciendo una película. 

Parpadeo algo confusa. David, camina en mi dirección y me agarra una mano para arrastrarme por el pasillo. 

—¡David!—su hermana grita desde la sala—. ¡Ella puede trabajar donde quiera! 

—No te metas, Dasia—le dice en tono duro. Yo no entiendo por qué estoy dejando que me lleve a su habitación. En cuanto cierra la puerta detrás de nosotros, sus manos se posicionan en mi cintura y me pega a la pared. 

—David—susurro con mi corazón latiendo desbocadamente.  

—Dime que no es cierto—me aprieta contra él—. Por favor, Fátima. 

Lleva sus manos a mi rostro y lo acaricia. Hay miedo en su mirada. 

—Dime, por favor, que no has estado con otro hombre. 

—¿Y tú?—pregunto, se inclina para tener su rostro a mi altura—. ¿Te has acostado con otra mujer?  

—¿Crees que voy a estar con otra cuando contigo he tocado el cielo?

Me deja sin habla. 

—No puedo dejar de pensar en ti, Fátima. 

—Por favor, solo déjame ir—intento empujarlo. 

—Escuchame, por favor—suelto un suspiro y observo el suelo—. Solo escucha lo que quiero decirte, si después de aquí decides que esto es un definitivo, cortaré todo de raíz. No volveré a verte y ambos fingiremos que nunca pasó. 

Muevo mi rostro con dolor en el pecho. Ambos caminamos hasta su cama y me siento a una distancia considerable. 

—No soy actriz porno—comienzo a decir—. Conseguí un trabajo gracias a Josué. En una empresa que se llama Lujuria Corp. De juguetes sexuales y todo lo que te puedes imaginar para el placer. 

—Entiendo—comenta con una serenidad que me sorprende. Hace unos segundos estaba casi alterado y ahora está calmado—. Estoy muy contento por tí. Un trabajo es un trabajo. 

Asiento. Se inclina para apoyar sus codos de sus muslos. Observa el suelo. 

—Cuando te vi por primera vez pensé que eras diferente. Y no hablo del diferente en el mal sentido, hablo de lo peculiar que eres, con tu mala suerte, tus vibradores, la sal y todo lo que te representa.  Todo de ti me llamó la atención. Te deseé desde el primer día y hasta caí por ti, Fátima. Fue como... amor a primer orgasmo. Algo raro y único. 

Mi cuerpo se tensa. 

—No lo esperé y Dasia tiene razón, tengo este mal de enamorarme tan rápido pero no puedo evitarlo cuando tienes todo lo que siempre he soñado. Solo tengo ojos para ti y solo deseo que quieras estar en mi vida. 

Se cubre el rostro. 

—Si crees que esto es extraño y de verdad, piensas que soy un intenso, lo siento mucho. 

—David...

—Es que, a ver, eres la única que no me ha rechazado por mi discapacidad y yo...—suelta un gruñido—. Mierda, soy intenso, yo...lo siento tanto. No quiero hacerte sentir incómoda. 

—David...—intento decir. Parece nervioso y eso lo obliga a seguir hablando. 

—Yo no quisiera volver a perderte—hace un silencio—. Pero si eso ocurre, lo voy a entender. Sé que algo te detiene a confiar. 

Se pone de pie. 

—Doy pena ajena, debería cerrar la boca. 

Me incorporo pero no deja de hablar. 

—Yo, solo he tenido todo casual, nadie me ha brindado la atención que tú me—se interrumpe—.  Voy a alejarme si esto es lo que quieres. Tal vez, solo estoy esperanzado por algo que no va a ocurrir porque solo soy una distracción para ti. Mierda, no quiero que pienses que estoy diciendo todo esto para que te quedes conmigo. No, esto no es una súplica. Solo, yo...

Por dios, se pone peor que yo cuando está nervioso. 

—David—esta vez permanece en silencio. Respiro profundo antes de soltarlo—. A mi me dejaron plantada en el altar hace cinco años. 

Se gira completamente con una expresión de horror. 







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro