No sabemos nada, creemos saberlo todo pero caemos como pavoridos 

inocentes, creyentes vamos conociendo distintas personas 

pero las cortinas que las envuelven no son nada transparentes 

como sabremos si son o no

 creemos en ellos

creemos en su sonrisa, en sus palabras fingidas.

Pasara mucho tiempo pasaran ellos, cada uno tiene algo especial

nosotros lo nuestro el alma  limpia y las manos dispuestas a dar bienvenida

de lo que desconocemos, de a quien es un extraño

que no dudaría en engañarnos.

¿Sería fácil si tuvieran su etiqueta?

La respuesta es "¿como saberlo?"

porque si alguien los condena

si los apuntan 

nosotros ¿debemos hacerlo?

No podemos abandonar a su suerte

no podemos seguir sin querer voltear

no podemos cerrar los ojos y evitar

porque somos personas 

porque no vamos a saber que nos esperará

por lo tanto daremos pasos ciegos hasta saber o no que hay en cada uno de ellos.