Elsa's POV

Unos golpes en la puerta me despertaron, me levante de la cama sin muchas ganas y baje las escaleras, abrí la puerta y me sorprendí de ver a mi hermana.

-Anna-dije mirándola detenidamente, estaba diferente

-Hola-me saludo seria

-¿Estas bien?-le pregunte preocupada por el tono que había utilizado

-Quiero que me cuentes que paso con el humano ojiverde-pase saliva

-Pasa-ella lo hizo y se sentó en el sofá, me senté a su lado y le conté todo, absolutamente todo. Cuando termine ella ni siquiera me miraba-Anna

-No puedo creerlo-se levanto del sofá-¿como pudiste?-genial, ahora me sentía culpable

-Anna...-comencé a hablar pero me detuvo

-No Elsa, ¿estas consciente de lo que hiciste? dormiste con un humano-estaba aterrada-¿sabes lo que harán si se enteran? podrían cortarte las alas como castigo

-No lo había pensado, pero Anna entiende-me levante también de sofá-me enamore, de verdad me enamore

-Si, pero pudiste enamorar de de un draki-se tomo las manos

-¿Un draki como Jack? Nunca me enamoraría de alguien como Jack y si se que tu estas de acuerdo con esta unión pero...-deje la frase incompleta

-¿De verdad que?

-De verdad me sentía completa con el-dije triste

-Eres increíble-dijo molesta-¡de verdad eres increíble! ¡nunca pensé que fueras a hacer una estupidez tan grande!

-¡Yo no lo decidí y para que lo sepas me uniré a Jack hoy en la noche!-dije con lagrimas en mis ojos-¡renuncie a todo para que el estuviera a salvo! ¡renuncie a el para siempre!-deje que las lagrimas salieran de mis ojos-¡quiero ver que tu lo intentes por alguien que amas!-creo que me excedí

-Siempre lo hice-dijo mirando al suelo

-¿Que?-pregunte confundida y mas calmada

-Salgo con Kristoff-me miro 

-¿El draki extinto?-asintió-¿por que nunca lo supe?

-Porque no pensé que lo entendieras-parecia triste-pero ahora creo que...lo entiendes

-¿Ya no estas enojada?

-Si, no puedo perdonarte lo que hiciste pero entiendo lo que es estar enamorada alguien-asenti-tengo que irme

-¿A donde vas?-pregunte mientras ella se dirigía a la puerta

-Ya es tarde

-¿Por que no te quedas aquí? digo esta es tu casa

-Vivo ahora con Merida, Elsa-me entristeci aun mas

-¿Por que?

-Me canse de estar sola, ademas esta sera tu casa y la de Jack cuando ustedes dos se unan, no creo que quieran pasar su primera noche con la hermana menor de la novia ¿cierto?

-Para empezar, no quiero pasar la noche con Jack y en segunda lo entiendo-la abrace y ella también me abrazo, pero la sentí lejana

-Adiós Elsa-se separo de mi y salio de la casa

-Adiós Anna-dije triste, cerré la puerta pero antes alguien entro-¿que rayos?-voltee y vi a Taira-Taira,  hola-sonreí

-Hola-dejo el plato en la mesa que estaba frente al sofá

-¿Que estas haciendo aquí?-pregunte acercándome a ella

-Norte me dijo lo de tu unión esta noche-asentí-¿estas bien?

-No-negué con la cabeza-acabo de perder a la persona que mas amaba en todo este mundo y dentro de un par de horas perderé también mi libertar

-Puede que no sea tan malo ¿sabes? Mira a tus padres, fueron felices hasta el ultimo momento en el que estuvieron juntos-me tomo de las manos y nos sentamos en el sofá

-Es diferente, ellos se amaban

-Si es verdad-nos quedamos en silencio un buen rato-tu madre me contó algo-la mire confundida-ella amaba a tu padre pero decía que su amor por el no se comparaba a lo que sintió después de que se unieron.

-¿Y que fue eso que sintió?-pregunte interesada

-Algo ocurre, algo cambia cuando te unes dentro de esos círculos. Era como si ellos estuvieran conectados. Una vez me dijo que no podía distinguir sus emociones de las de tu padre

-¿Me estas diciendo que sentiré las emociones de Jack todo el tiempo?

-Puede que solo las mas fuertes-se encogió de hombros

-Taira no quiero pasar toda mi vida con Jack y mucho menos sentir sus emociones

-Ya no puedes hacer nada Elsa, aceptaste-rei con lagrimas en los ojos

-La gente hace estupideces por amor ¿no?

-Oh mi pequeña-me abrazo, Taira no era mi madre pero...era Taira

**********************

La noche estaba silenciosa, apesar de la muchedumbre que me rodeaba. La bruma parecía mas oscura y mas gris, en vez del blanco lechoso de siempre. 

Me condujeron al campo de vuelo. El pasto alto acaricio mis piernas a medida que avanzamos hacia el centro. Recortadas contra el cielo, las montañas gigantescas se cernían como testigos silenciosos.

El suntuoso manto plata que me crubria me hacia sentir como una oveja rumbo al matadero. Cuando llegamos al sitio donde generaciones drakis se habían unido, localice en el suelo el circulo de titanio. No fue difícil: los zafiros que lo rodeaban resplandecían en la noche con un tono azul hermoso y cautivante. El circulo de titanio esta enmarcado solamente por zafiros, que se encuentran entre las piedras mas poderosas de la Tierra. El anillo simboliza la unión inquebrantable entre dos drakis.

Me ubicaron justo fuera del circulo. Jack ya estaba esperando al otro lado del anillo con un manto de color negro. Durante unos segundos, observe su rostro en plena manifestación, igual que el mio.

Embelesada, la muchedumbre observaba en silencio. Nos quitaron los mantos y nos indicaron que debíamos beber del cáliz ceremonial.

Mis labios acariciaron el borde de la copa de la cual habían bebido generaciones de drakis para sellar los lazos de unión. Mis propios padres lo habían echo. Parpadee para contener las lagrimas. Era mas difícil de lo que había imaginado. Hacerlo y luego decirme a mi misma que no significa nada era mas difícil de lo que había pensado

"No es una unión genuina. No cuenta, pues no llegue a ella libremente, me condicionaron"pensé

Sin embargo, recordé las palabras de Taira: algo ocurre, algo cambia cuando te unes dentro de ese circulo.

¿Tendría razón? ¿Acaso esto cambiaría las cosas? El rostro de Hiccup surgió en mi mente. No podía permitir que esa ceremonia me quitara una parte de el y la reemplazara con Jack. No iba a dejar que eso sucederia.

Lamí la ultima gota del vino y observe como Jack bebía del cáliz enjoyado tocando con sus labios el mismo borde del cual yo había bebido. 

Norte comenzó a hablar, pero decidí bloquear su voz. Ya antes había presenciado ceremonias de unión y sabia lo que estaba diciendo. No quería escucharlo pronunciar aquellas palabras.

Y, entonces, la colección de piedras de mi familia hizo su aparición.

Con un nudo en la garganta, eche una mirada intensa al cofre mientras pensaba en la piedra que me había regalado Hiccup, ya no recordaba donde la había puesto. Me invadió el deseo de poseearlas cuando la mano de uno de los mayores comenzó a hurgar en su interior. No tenían derecho; normalmente eso lo hace uno de los padres de la pareja. Pero, en este caso, yo estaba sola.

A continuación, el padre de Jack hundió sus manos en la caja de su familia. Extrajeron las gemas al mismo tiempo. Entorne las ojos ante la hermosa perla negra de Jack. Perfectamente redonda, ocupaba toda la palma de la mano de Norte. Del tesoro de mi familia seleccionaron una perla blanca. Yo recordaba detalladamente cada una de las gemas que había en esa caja. Lo habían elegido porque era la piedra que mejor me representaba.

Sostuvieron en alto la perla blanca y la perla negra ante toda la comunidad. Una gema de los respectivos tesoros de nuestras familias. Dos gemas que habrían de iniciar nuestro legado común. Nuestra propia familia. El nudo en mi garganta era cada vez mayor, y por mas que lo intentaba no lograba tragarlo.

Juntas y unidas, las dos piedras proyectaron un brillo y una energía completamente diferentes. Escuche el susurro de sus voces melodiosas y observe cuando las colocaron en una caja nueva. Era de laca negra y tenia espirales en blanco talladas en la tapa. Era nuestra, de Jack y mía. Y me pregunte cuanto tiempo hacia que la habían fabricando, anticipándose a este momento.

Y entonces llego la hora. Teníamos que comenzar el ascenso: nuestro ultimo vuelo como individuos independientes.

Mirándonos fijamente, nos elevamos del suelo y volamos. Con el rostro inclinado hacia el viento frió y húmedo, goce de aquel cielo cielo recuperado, aunque no quería disfrutar de nada que tuviera que ver con aquel momento. Volar siempre ha sido un bálsamo para mi. No puedo resistir la dulzura que me provoca.

Mis alas agitaron el aire y me levaron cada vez mas alto. Era como si estuviera alejándome de pueblo a toda velocidad, esforzándome por llegar lo mas lejos posible. Cerré los ojos y saboree el viento fuerte que azotaba mi rostro.

 Por un instante, llegue a pensar en seguir de largo y desvanecerme, esfumarme en el cielo. No volver a descender jamas. Al menos, no en las tierras de la comunidad.

Luego divise a Jack, que atravesaba las nubes y la neblina cerca de mi. Sus enormes alas lanzaban destellos mas oscuros que la noche, poderosas velas de onix con reflejos purpuras.

Su mirada se clavo en la mía mientras escendiamos dando vueltas. Me di cuenta de que el sabia lo que yo estaba pensando. Lo sabia, pero su rostro no lo revelaba.

Y luego comprendí. Lo sentí en lo mas profundo de mi pecho: el me dejaria en la noche, desaparecer a través de la bruma y de las nubes húmedas. La decisión estaba en mis manos.

Me imagine lo que sucedería si Jack regresaba sin mi y debía enfrentar a todos en medio de la vergüenza y del abandono. Por supuesto que me perseguían. Probablemente yo no llegaría muy lejos. En realidad, no era una buena oportunidad.

De repente, Jack se detuvo y quedo suspendido en el aire. Yo disminuí la velocidad y me quede flotando a la deriva.

Estábamos muy cerca. Las nubes nocturnas pasaban por debajo y por arriba de nosotros. Estelas de vapor frió nos rodeaban como humo helado.

Alcance a vislumbrar su rostro a través del aire neblinoso: un destello fugaz de carbón reluciente.

-Esto no va a ser real-le grite. El viento barrio mi voz y no estuve segura de que me había escuchado hasta que me respondió:

-Lamento haberte arrebatado tu felicidad

¿Felicidad? ¿de verdad le importaba? ¿lo sentía enserio?

Aquel día ya había sufrido muchas perdida: Hiccup, Valka incluso mi hermana. Eche una mirada hacia el campo. Levante la vista hacia Jack. No va a ser real. Esto no va a ser real, pensé. Vole por el aire hasta el. Era la única respuesta que Jack necesitaba. 

Sus ojos se suavizaron cuando nos abrazamos como los drakis veían haciéndolo desde hacia milenios. Sus manos se apoyaron con delicadeza sobre mi: una en mi espalda, entre las alas, y la otra en mi cadera. Aun así, la intensidad de su mirada no disminuyo cuando se clavo en mi rostro como si estuviera memorizando todos mis rasgos y todos los detalles de ese instante.

Cerré los ojos. Intente olvidar y pensar solamente en Hiccup y hacerme la pequeña fantasía de que algún día lo vería otra vez. El cuerpo de Jack era solido como una roca contra el mio y recordé que había sido criado para ser un guerrero. A pesar de ser duro e implacable, en sus brazos me sentía segura y no amenazada por su poder y su fuera. 

Pegados uno contra el otro, iniciamos el descenso. El estomago me dio un vuelco. Me estaba cayendo y era incapaz de detenerme. Me estaba desplomando y no había modo de evitarlo. 

Habíamos subido siendo dos y descendimos como uno solo. En eso consistía el acto de unión. Era lo único que teníamos que hacer y el propósito de esa ceremonia.

Siempre había considerado que el rito de unión era algo romántico, algo especial que algún día compartiría con alguien. De todos modos, se trataba de algo muy lejano, un proyecto distante. Pero ahora era real y me estaba sucediendo en ese mismo momento.

Los brazos de Jack me sujetaron en nuestro rápido descenso. El aire pasaba rugiendo junto a nosotros mientras nos precipitábamos hacia la tierra en círculos vertiginosos. Mi pelo volaba hacia arriba de mi cabeza. Hasta el cabello de Jack se estiraba y revoloteaba como cintas oscuras y ondulantes.

Mirándonos a los ojos, no las narices pegadas y el bramido del viento azotando nuestros oídos como un tren de carga, nos lanzamos en picada hacia el pueblo que nos esperaba abajo.

No era el solamente quien me sujetaba a mi. Yo lo sostuve con fuerza y nuestras piernas resbalaron y se entrelazaron. En aquel instante, fue como si realmente estuviéramos fundiendonos uno en el otro...como si estuviéramos despeñandonos hacia la muerte. Y supongo que esa era la idea. El acto pretende simbolizar la muerta de nuestros seres individuales e independientes y el comienzo de nuestra unión como un solo ser.

Nos respire y, aunque hubiera querido, no habría logrado hacerlo. Nos movíamos a una velocidad increíble, el aire se desplazaba demasiado rápido como para penetrar mis pulmones contraídos. De pronto, las nubes se abrieron, la bruma y la neblina se diluyeron. A pocos centímetros de chocar contra la dura superficie de la tierra, desplegamos las alas, nos elevamos y descendimos suavemente centro del anillo de piedras.

Juntos, abrazados, unidos como drakis.