Ana ha tenido un par de días para organizar su viaje a Venecia. No todos los días se es invitada a participar como jurado en el prestigioso festival de cine y para ella es un verdadero honor. Mañana sale su vuelo y esta noche, primero cenara con Affy, y luego ira a encontrarse con Caleb para pasar la noche en su casa, él dijo que quiere darle una despedida para que así lo recuerde lo que dure su viaje. Ana de solo imaginar lo que le espera, hace que sus piernas tiemblen.

- Hola nena! pasa, dame un minuto y estaré lista para partir

- ¿Partir? Pensé que cenaríamos aquí. Ay Aff mira este desorden! si Max lo viera te mataría.

- Tu y Max siempre quejándose de lo mismo, yo necesito del caos para crear ideas. Además, es su culpa por no arreglar el asunto de mi nuevo hogar, como prometió

- Eres todo un caso perdido

Max es arquitecto y tiene excelentes relaciones con agentes de bienes raíces, por lo tanto, consigue siempre los mejores trabajos, como también buenos inmuebles disponibles, que no es fácil en la ciudad de Nueva York, para sus amigos. Pero en este caso hubo un problema de papeleo, así que no le quedo otra que dejarla pasar unos días en su casa, y claro está, son como el agua y el aceite en cuanto a estilos y cuidados del hogar.

- Amiga, como es eso de que vamos a salir, creí que la idea era cenar algo aquí.

Se acerca hasta la habitación donde ella se esta terminando de colocar un blazer de cuero negro, la esta mirando por el espejo con una sonrisa, que Ana conoce muy bien, esas de las que te avisan que algo trae entre manos.

- No, no vamos a cenar. Vamos a un bar y seguramente tendrán algún que otro aperitivo. Lista, ya estoy, vamos.

- ¿Bar? ¿En serio? No tengo ganas de salir

- Ay por favor! no seas una ermitaña, te gustara el lugar, bueno eso creo, en realidad no lo conozco, pero si al dueño.

- No me digas que vas de conquista y yo voy de mal tercio. Por favor¡

Affi solo camina hasta la puerta, mientras va tomando sus cosas hacia la puerta.

- Bruno es el dueño, te cayó bien, ¿no? Y quizás esté su amigo también – dice guiñándome el ojo.

- No necesito que me busques pareja y no quiero ir. Mira, ni siquiera vine vestida acorde a la situación.

Llevaba puesta una falda midi con pliegues en color verde esmeralda con un pequeño cinturón plateado, una blusa negra suelta con aberturas en las mangas y acompañando el look  unas botinetas negras de taco corto cuadrado y una pequeña cartera Chanel porta celular. La verdad es que, en su cabeza a la hora de elegir la ropa, solo pudo pensar en su cita con Caleb y no que iría a otro lugar. Piensa que su look no es muy acorde para un bar en Brooklyn, pero es Nueva York y no hay reglas de etiqueta, todo vale.

- Estas perfecta. Chic, cómoda y sexy. Vamos no perdamos el tiempo.

En el trayecto Ana se debate entre contarle o no a su amiga lo que esta pasando con Caleb. Cree conveniente hacerlo porque la verdad no sabe que tan bueno es su caballero ingles guardando secretos, y sabe de sobra que ser una celestina, no es el fuerte de su amiga. Así que lo mejor será que escuche de ella sobre sus últimos acontecimientos.

- Tuve sexo con Caleb¡

- Queeeee????? Siiiiiiiiii si, sí, sí. Lo sabía, sabía que algo escondían

El chofer las miraba como si estuvieran sufriendo un colapso mental y Ana no lo culpaba por eso.

- Affie no seas tan exagerada y baja la voz

- Es que perdón, pero que noticia amiga!

- ¿Como es que lo sabias?

- Ay mi amor, esos cuchicheos y caritas en la cena de la otra noche eran sospechosas. Además, tu piel esta mas reluciente, esta claro que tuviste un muy buen polvo

- Ya! baja la voz, y no fue solo uno – se muerdo la lengua por eso último, no debió decir eso, ahora si empezara su interrogatorio

- MAS DE UNA VEZ PERRA! te lo tenías tan escondido. Cuéntamelo todo y con lujos de detalles. ¿Dime, la tiene grande?

- No te voy a contar eso, además ya estamos por llegar, bueno eso creo

- Ok mira te daré una tregua, pero me vas a contar todo cuando vuelvas de tu viaje, pero todo, o no te dejare en paz.

- Que molesta eres, tu nunca me cuentas nada de lo tuyo

- No mientas, siempre lo hago, recuerda que hasta fotos te mande una vez.

- Ohh no me hagas acordar wuak

- Hey, grande? ¿Mediana?

- Basta!

Llegaron a destino, la entrada del lugar es bastante pintoresca, tiene ventanas grandes de marco de madera gruesa. Arriba de la puerta principal se puede ver en forma de sello el nombre del bar, CAPRI. A Ana le parece lindo, no es de ir a muchos bares menos en este lado de la ciudad, pero al entrar le parece un lugar acogedor y con buena vibra. Las luces tenues le dan la perfecta ambientación, esta semi lleno se deduce porque la mayoría de las mesas están ocupadas, incluso las butacas al costado de la barra lo están. Adentrándose encuentras una puerta grande que tienes otro sector donde se ve, esta tocando una banda, según le comento Affie, casi todas las noches tocan música en vivo de diferentes estilos musicales, esta noche le toco al reggae, aparentemente. Su amiga es increíble, lleva menos de una semana de conocer a Bruno y ya  tiene información sobre su lugar de trabajo. Y aquí viene él

- Hola, bienvenidas – dice con una sonrisa super amplia y unos ojos que brillan, mas cuando mira a su amiga, estos dos de esta noche no pasan.

- Me hablaste tan bien del lugar que quise conocerlo, y mira te traje otra clienta.

- Yo no sabia que iba a venir, pero feliz de haberlo hecho.

- Que bueno, es un verdadero honor tenerte en mi humilde local

- Ohh, gracias

- Las voy a llevar hacia el otro salón, es mas tranquilo y pueden disfrutar de la banda.

Se miran sonrientes y lo siguen hasta donde nos dijo. Cruzaron la gran puerta con cortinas a los costados en color vino  llegaron a un espacio mas pequeño, con sofas y mesas en los costados, en el centro se encuentra la banda amenizando la noche. Esta parte es mas sostificada con lámparas en las paredes y alfombras haciendo juego de color ocre y madera de las paredes. Se sentaron en un sofá esquinero bastante cómodo.

- Bueno, ¿qué van a tomar? La casa invita

- No que dices, eso no es negocio – respondió rápidamente Affie

- Para la próxima vez puedes pagar, ahora yo invito

- Estas tan seguro que voy a volver, he?

Mientras ellos coquetean, Ana se da el tiempo para mandarle un mensaje a Caleb

   
*Affie me trajo al bar de tu amigo, creo que me demorare un poco mas de lo que imaginaba

- Ana que vas a tomar?

- Mmm no sé, qué me recomiendas?

- Que tal, un Algonquin Blody Mary para empezar, es una especialidad de la casa

- Pues que sea ese

- Ok, también les traeré unos "Saquitos de Pasta Philo con Salmon y Queso",  para acompañar sus tragos

- Nos estas consintiendo de mas

- Esa es la idea, ahora regreso

- Es lindo y simpático

- Si, falta ver que esconden esos pantalones

- Tu no tienes solución- le dice blanqueando los ojos mientras ella sonríe como una niña inocente

Pasan mas de una hora y la estan pasando muy bien, la música es exquisita al igual que los tragos y los aperitivos, y Bruno resulto ser un gran anfitrión. Y  en cuanto a Caleb, bueno, le dejo un lindo visto, parece que le cuesta un poco y detesta cuando hacen eso.

- ¿Tu qué crees Ana?

- Ay! perdón me distraje

- No podemos deducir de quien es la canción que están tocando, Bruno dice que, de Lana del Rey, yo la verdad ni idea

- No, creo que es de Fiona Apple, y es una buena versión ¿de dónde son?

- Los conocí en un viaje a Philadelphia , en un festival de música Indie, en cuanto supe que estarían aquí en la ciudad, los invité.

- Me gustan...hooo Caleb!

Dice Affie mirando por encima del hombro de Ana, y ahí está él, tan hermoso y sexy como siempre. Esa camisa negra que parece querer explotar en esos brazos, y nada le gustaría más a ella.

- Hola - dice tratando de controlar un inesperado calor corporal

- Hola Ana ¿Cómo estás? – seguido de eso le da un beso en la mejilla – hola Affie, Bruno ¿todo bien?

- No sabía que vendrías amigo, pero que bueno que estes aquí

- Estaba en casa sin hacer nada y algo me dijo que tenía que venir – dice mirando a Ana de reojo

- Que coincidencia! - contesta con tono irónico, su linda amiga

Entre charla, tragos y música, el tiempo pasa volando y de verdad lo estaba disfrutando. Caleb no dejaba de tirarle indirectas y hacerle insinuaciones y ella claro no se quedaba atrás, claro sin llamar la atención, nunca se sabe quien puede estar observando, si ella es un poco paranoica.

- Ve al baño – le dice Caleb cerca de su oído, para luego llevar su botella a la boca

- ¿Qué?

- Ve al baño – vuelve a insistir

Sus amigos se fueron hacia el frente y no sabe cuanto tardaran, pero tiene curiosidad de lo que se le ocurrió a este hombre

- No tengo ganas de ir al baño, Caleb

- Si tienes, ve ahora – esta vez lo dice mirándole a los ojos y pudo notar el azul de estos un poco mas oscuro que de costumbre

- Esta bien, voy al baño – dice siguiendo su juego de miradas sugerentes

Se levanta y se dirige hacia dicho lugar. Confiesa que las piernas le tiemblan, sabe que algo trama y no creé que solo le haga ir para lavarse las manos. No sabe qué va a pasar, pero lejos de tener miedo o vergüenza está extremadamente excitada, es que lo admite esa orden, porque prácticamente lo fue, logro hacerle latir aquella parte húmeda de su cuerpo y no es precisamente su boca.

Gracias al cielo está vacío, pero en cualquier momento puede entrar alguien y ... ahí está, entra como un torpedo cierra la puerta y viene hacia ella con total decisión, coloca una de sus manos en su vientre y la empuja hacia uno de los cubículos. Comienzan a besarse y como siempre, a ella le cuesta seguirle el paso, es tan desenfrenado que todavía no se acostumbra, pero le encanta. Deja sus labios y baja por su cuello y Dios,piensa ella, esto se va a irse de las manos

- Caleb ahh por favor...

No deja de pasar su boca por su cuello y su boca. La tiene contra una pared con sus piernas juntas y casi de puntitas de pies con sus piernas rodeando estas, y puedo sentir que esta tan excitado como ella. Las manos de ella quieren sentir su piel y las sube por debajo de su camisa, pero su sentido común le dice que se detenga

- Caleb haaa alguien puede entrar y... haaa

Su boca abandona el cuello de la artista al tiempo que sus manos levantan su falda, y ahora lo siente más duro

- No, en serio alguien nos puede descubrir

- Si eso pasa, no sabrá quienes somos – dice mientras masaje su nariz con la de ella

- No sé, no creo que este bien

Sus manos se detienen y se aleja unos centímetros, toma de su mentón y besa su boca y mi frente, lo cual le parece muy tierno. Su pecho sube y baja con desenfreno.

- Tienes razón, no quiero que te sientas mal ni mucho menos insegura. Yo salgo primero, pero nos vamos directamente a despedirnos, porque ninguno esta para aguantarse, ¿cierto? – todo lo dice super agitado

Sonríe de lado y da una media vuelta para abrir la puerta, pero algo dentro de ella se despierta de repente, algo que se niega a dejarlo ir. Se le abalanzo y lo besa mientras sus temblorosas y torpes manos tratan de desprender su cinturón

- Ay Ana¡¡¡ no juegues, estas segura?

- Cállate, antes que me arrepienta

Vuelve a colocarla contra la pared, pero esta vez dándole la espalda a él. Se baja los pantalones y mientras abre un condón se apoya en ella y levanta su falda, corre de lado su braga e inspecciona con un suave pero increíble masaje en su centro, y al notar que está más que lista, y se mete en el con total firmeza y de una sola estocada lo cual le hace dar un grito que ahoga mordiendo sus labios. En esta posición, él se siente mas grande y mas fuerte y extremadamente bien.  <Por todos los cielos que sensaciones únicas estoy sintiendo>   La arquea para tener mejor posición y a la vez besar, chupar y morder sus bocas las veces que sean necesarias para callar gemidos y alaridos, ya que el vaivén esta al máximo y no creé aguantar mucho tiempo, en cualquier momento voy a venirme y estoy segura que a él le pasa lo mismo.

El afuera no existe, pareciera no tener importancia, el fuego en todo su cuerpo a punto de explotar, ha callado cualquier razonamiento, miedo o vergüenza, eso que debería decirle que pare, que piense, que le grite  "estas follando en el baño de un bar".