Tres horas después Ana se las arregle para estar frente al edificio donde vive Caleb, se trataba de un loft moderno industrial ubicado en la zona oeste de Brooklyn, porque obviamente él vive en Brooklyn, pensó la actriz.

No tiene portero solo una puerta grande abierta, poco seguro pensó ella pero agradeció que así fuera. Entro en el enorme ascensor vintage y subió hacia su destino. Llego hasta la enorme puerta de hierro color negro y golpeo fuerte y decidida, solo esperaba que este  no se encuentre con nadie porque tenia unas cuantas cosas que gritarle a ese <grandísimo imbécil>
Traía con ella el cuadro, que aunque sea bonito se lo quería tirar por la cabeza, sentía que él la vivía loca.

Al abrirse la puerta, Ana tuvo que sujetar su boca para que su mandíbula no cayera al suelo, su cuerpo parecía una obra de arte viril y seductora, no imaginaba tal recibimiento, uno asi que le estaba alterando las hormonas.
Viste solo un pantalón azul y sin nada en la parte de arriba dejando al descubierto su potente pecho con bello perfectamente distribuido y con un poco de sudor que lo deja totalmente apetecible
< ya contrólate >

- Yo... - quiso golpearse por tartamudear

- Pero que hermosa sorpresa ¡estas rojas ¿tienes calor? – dice mirándole de pies a cabezas – no sabia que el regalo te traería hasta mi puerta, pero me alegra

< Cierto, gracias idiota por recordarme a que vine >

- ¿acaso eres imbécil o qué? – su mirada cambio radicalmente – como se te ocurre mandarme un obsequio con esta nota – le muestra el papel – cualquiera podría verla, no siempre recibo mis paquetes y si alguien lo lee creerá cualquier cosa ¿un regalo por sexo? Pero que piensas quien soy, si estas acostumbrado a pagar por sexo, conmigo te has equivocado...

Es interrumpida por sus fuertes manos que la hacen acercar a él, y su rostro le dice que esta enojado, ella admite que ha perdido voluntad al sentirlo tan cerca, la empuja hasta la pared que esta frente a su puerta y pone una mano en el costado de su vientre y la otra toma suavemente de su cuello y acerca su rostro al suyo

- Pagar por sexo no es lo mío, y veo que no sabes leer o lees lo que quieres, malinterpretaste todo

- Yoo

- Shhhh

Dicho eso comenzó a besarla fuerte, rudo y con mucho deseo, la mano en su vientre se mueve con pequeñas caricias hasta llegar al inicio de su ropa interior, y ese toque la hace perder la cordura y más cuando su otra mano en el cuello le dan pequeños masajes sugerentes. La  levanta y camina hacia adentro de su casa, cierra la puerta con sus pie, y la separa bruscamente de su boca.

- ¿cama o mesa?

- ¿Qué? Yo...

- Anda Ana, no es momento para ser tímida ¿elige cama o mesa? – dice rozando sus narices.

Casi sin aliento contestó mesa y sin tardar un segundo él le acercó a una gran mesa marrón de madera, la empuja suavemente para atrás sin dejar su boca. Cubre el cuerpo de Ana con el suyo y sostiene sus manos sobre su cabeza.

- ¿sigues enojada conmigo?

- Si, un poco si ¿que vas hacer al respecto?

Intento no mirarlo a los ojos para mantener su capacidad de pensar con claridad, aunque por lo que acaba de responder creé que ya la perdió del todo

- Si, esta es la mujer que quiero, voy a disculparme aunque no deba, pero lo hare como se debe

Suelta una de sus manos para levantar su barbilla y poder tener mejor acceso para besar el cuello de la chica, muerde la base de este y le regala un gemido ruidoso. Con su mano derecha inclina su cabeza y vuelve a la boca con un profundo  beso, mientras que con la otra aprieta uno de sus pechos, levanta su camisola y se la saca seguido le hace un camino de besos desde el cuello hasta la parte superior de sus pechos, los muerde y los chuponea, llega llegar a los pezones y luego de unos calientes chupones y una mordidita sumamente enloquecedora, ella muerde sus labios tratando de contener los gemidos.

- ¡Caleb ¡- susurró casi sin aliento

- Cariño ¿te gusta lo que te estoy haciendo? Porque a mí me encanta

- ¡Si¡-

Respondió casi en un grito apretando la cadera con la suya.

Mientras deja besos en su estomago desprende su pantalón y sin mucho preámbulo, hace que levante las caderas y se los baja junto con sus bragas y así quedo completamente desnuda. Subió besando sus piernas, y se detuvo en su entrepierna, gimió un tanto ansiosa y él sonrió burlón. Ella sabe qué él sabe que la tiene por completo a su disposición y eso la asusta y la excita en partes iguales. Siente un poco de pudor, pero está tan caliente en esté momento que no puede contenerse, trata de levantar sus caderas y tomar su cabeza para guiarlo hacia su vagina, ella realmente necesitaba sentir la boca de él en esa parte temblorosa de su cuerpo, pero rápidamente agarró sus muñecas y la paralizó una vez más

- ¡por favor ¡- le suplico sin ningún pudor

- Tus suplicas me dan a entender que estas dispuesta y lista para todo, y no te das una idea como me pones de esta forma.

Seguido a eso abre los pliegues y le hace sentir su aliento caliente sobre y ella no puede contenerse

- ¡Ay Caleb¡ por favor...

- Estas hermosa desde aquí y bien mojada ¿quieres que te toque?

- Si por favor

- ¿dime que quieres que haga?

- Yyoo quiero que me toques – respondo gimiendo

- Dime exactamente donde y como, vamos cariño, estoy  tus órdenes

- Quiero, quiero que me beses, comas y todo lo que quieras ahí abajo, pero ya Caleb¡ -  

Esté hace lo que le pide y pasa su lengua desde el inicio de mi vagina hasta el clítoris.

- Hmmm, sabes increíble ¿te has probado alguna vez? ¿quieres hacerlo?

Ella asiente un poco avergonzada porque no puedo creer esta situación. No es que de crea una santa pero si es sincera consigo misma,el sexo no fue para nada experimental fue más bien plano, satisfactorio si, pero nada que la haya hecho sentir de esta manera. Él mete dos dedos y embiste un par de veces los saca y se los ofrece, ella succiona sus dedos suavemente y él gime, vuelve hacer lo mismo mientras se encarga de el clítoris con su lengua. Gime a más no poder acercándose más a él.

- ¿quieres acabar preciosa?

- Si, ya no doy más- respondo casi sin aliento

Chupa con fuerza su punto sencible mientras masajea sus paredes vaginales.

- Oh¡¡ Caleb¡¡

Saca sus dedos, pero luego vuelve a lamer mientras ella trata de volver en si luego de un increíble e intenso orgasmo.

Sube hasta quedar frente a ella y besa probándose a si misma en su boca y es tan sexy, caliente y atrevido que la hace querer más. Se separa de su boca y la gira dejándole boca abajo. Escuchó que se quita el pantalón y se aleja, pero vuelve enseguida y se pone encima nuevamente de ella

<POR DIOS ESTAMOS EN UNA MESA>

- Quiero sentirte de nuevo Ana, no sabés cuánto – susurra en su oído segundado por un mordisco suave en él.

Empuja despacio dentro de ella mientras gime su nombre y el placer en esta posición le inunda a la primera, ella se agarra como puedo de los bordes de la mesa, cuando esté está completamente dentro suyo y muerde mi hombro.

- Increíble¡¡ - susurra – tan cálida como te recordaba

Comienza lento a entrar y salir, pero enseguida acelera el ritmo, toma sus caderas y empuja una y otra vez, ella siente que le invade una corriente por todo el cuerpo. El final esta cerca, lo sabe y él tambien, ya que sus embestidas son cada vez más rápidas.

- Acabemos juntos

Con un par de embestidas más, suficientes para llegar al borde, y saltar con un sonoro grito de su parte y un rugido excitante de parte de él.

- Ahora la cama – dice luego de unos segundos – tenemos que recuperarnos y para eso la mesa no nos sirve ¿estás de acuerdo?

Dice mientras comienza una caminata lenta, y ella asiente, aun sigue confundida por esos dos orgasmos. Toma uno de sus hombros y apoya su cabeza en el pecho sintiendo sus agitados latidos mientras él sigue su camino, ella piensa fugazmente que puede acostumbrarse a momentos cómo estos y quizás a mucho más.