13
Ya había pasado dos meses de aquel fatídico día que todo había llegado a su final, se mentiría a si misma si dijera que ya no pensaba en él, realmente pensaba en el cada día, a veces con tanto odio por tenerlo en su cabeza, en cambió otras, era lo único que le hacía bien en una ardua jornada laboral. Lo bueno era que las punzadas en el pecho ya no eran tan frecuentes y ya no le dolían como antes. Si, suena tonto, pero ella aun piensa en ellos y en lo que podrían haber tenido, sabe que no está bien pero no puede dejar de hacerlo.
No había sabido nada de él últimamente, y es extraño ya que tanto él cómo su novia disfrutan de cierta fama, claro que dicho suceso sería imposible ya que tiene terminantemente prohibido a los que le rodean, que le hablen de ellos, y cuando alguien quiere hablarle sobre él busca cualquier excusa y se retira. Su solo nombre aún tiene efecto en ella le trae recuerdos que no está dispuesta a tolerar.
Más pronto de lo imaginado tendría una prueba de fuego para ver qué tan recuperada estaba, la productora la llamó diciendo que había que hacerle unos retoques y cambios de escena a la película por ende era necesaria la presencia del elenco, es decir que él también estaría ahí, pensaba que el reencuentro sería más adelante, pero ni modo estaba a la vuelta de la esquina y no tenía más remedio, no se puede evitar lo inevitable.
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Una vez más Montreal, tantos recuerdos venían a su mente mientras miraba por la ventana del hotel. La post guerra lo había cambiado todo, antes hubiera aprovechado al máximo el viaje, alquilado una casa y salir a pasear para conocer lugares que le faltaron visitar la ultima vez, al menos quedarse una semana, solía hacer eso para despejar su mente de la rutina diaria. Pero ahora, en cambio no veía la hora de hacer su trabajo y volver cuanto antes a su casa o adonde sea que la aleje de la posibilidad de cruzarse o convivir con Frank.
Antes de revisar el guion, y mientras escuchaba Beyonce con su "Me, myself and i" que lo había convertido en su hit principal estos días, se dio una ducha tibia para relajarse. Se coloco el pijama, un cómodo remeron gris, un tanto desaliñado, pero con el que últimamente le gustaba usar. Una vez cómoda se comunico con su "Grupo de salvación", así es como Affie, Max y Ryon, habían titulado el grupo de whattsap mientras se encontrara de viaje, y de esta manera evitar algún colapso emocional que la llevara a querer tirarse por la ventana, el humor particular de sus amigos.
La noche paso más rápido de lo que esperaba, lo cual agradecía, cuanto antes terminará el día y el siguiente, sería lo mejor para evitar escarbar en el baúl de los recuerdos.
Ya en los estudios y encerrada en su camerino preparándose para salir a escena. No deja de imaginar cómo sería su encuentro, no quería hacerlo pero saberlo cerca la tenía alerta y maquinando mil imágenes en mi cabeza. ¿Cómo iba a mirarla? ¿cómo sería su actitud con ella? ¿se fijará en ella o le evitará?, Auch, cielos eso suena peor.
Se lleno de valor para no flaquear en cuanto lo viera y correr hacia sus brazos y rogar un beso, uno de esos que el solía a darle, si así de estúpidos eran los pensamientos, tal vez la cercanía la habían sensibilizado, después de lo que le hizo, no puede ni debe sentir nada más por él.
En el mismo estudio pero diferente lugar, y muy ajeno a la castaña actriz, dos amigos y colegas se preparan para las tomas, mientras hablan.
- ¿La has visto?
- No aun no - decía el rubio mientras se acomoda la camisa
Ambos quedaron en silencio hasta que Jhon decidió hablar.
- Amigo escucha – los ojos de Frank se posaron en los de Jhon con un poco de incertidumbre, aunque un poco se imaginaba de lo que él quería hablar – yo no sé realmente como fueron las cosas entre ustedes, y sabes que te quiero, eres más que mi amigo, eres mi hermano, pero también la aprecio a ella y mucho, así que te pido que te mantengas alejado de Ana.
La respiración de Frank se pauso, sabia de los buenos sentimientos de su amigo hacia la actriz, y en cierto punto sabía que estaba en lo cierto con lo que le estaba diciendo.
- Tu tomaste una decisión y debes acerté cargo, vive con las consecuencias de la misma, acertada o no, es lo que quisiste, déjala de una vez, Ani no se merece que la quieras seguir atando a un vacío.
- Sabes que mis sentimientos hacia ella fueron reales y que nunca le quise hacer daño...
- Todo lo que quieras, pero ahora tienes a alguien, esa es la única verdad que ella ve, que todos ven. Ahora apúrate o llegaremos tarde.
Y así sin más, sin esperar una devolución salió de la habitación, dejando a un Frank asorto en sus pensamientos y en esas palabras que eran ciertas, y que era lo correcto hacer, pero como lo lograría era algo que ni se lo podía imaginar.
Caminando hacia el lugar indicado donde la espera su director, detrás de su asistente con su pecho galopante sin parar y sus piernas temblando, pero aun así con paso firme hacia su destino, pensando que no se puede alargar más cualquier situación que se presenté.
Una vez que el director Joss le dijera que quería de ella y charlar ciertos puntos de una escena puntual espera su turno en un costado contemplando el trabajo de sus compañeros,para ella una de las cosas más lindas de su profesión es ver talentos en acción, ver el arte de la actuación lo más tangible posible, aprende mucho de ver a sus colegas trabajando, por más pequeño que sea su rol, siempre algo queda en su aprendizaje...
- Hola...
Ahí estaba, de repente con esa simple palabra para volverla a la realidad, su voz otra vez tan cerca, y su voz sigue haciendo el mismo efecto que antes, lo cual no le gusta nada.
<<¿Por qué le dirige la palabra? ¿Porque me hace esto? ¿Qué quiere? Cínico, luego de lo que paso entre nosotros o mejor dicho como terminamos, tiene la desfachatez de saludarme, quien se cree que es ¡No voy a permitir que siga influyendo en mi vida como quiere!>>
Pensaba la actriz llenándose de colera, da la vuelta y lo mira fijo a los ojos y aunque esta a punto de incendiar todo a su alrededor, no se lo hace saber.
- Hola? - le salió con la voz más fría posible, lo miró como retándolo queriendo provocarle, al no recibir respuesta de aleja de él, cuando piensa que ya no lo tiene cerca, éste le sujeta del brazo y la acerca hacia él.
- Ana tenemos que hablar... te lo suplico – su mirada realmente era de súplica y sus labios le daban a entender que estaba nervioso, pero francamente poco le importaba.
- Eres increíble, realmente no entiendo como tienes cara para hablarme y pedirme algo, luego de lo que me dijiste aquella noche. Ahora suéltame no quieras armar un espectáculo – se estaba esforzándo al máximo, ya que el cosquilleo en su brazo a causa del tacto, le era notable, pero no quería flaquear, él no merece verle débil, mucho menos fácil, nunca más.
- Quiero explicarte como fueron las cosas, pienso que te lo mereces – dice mientras suelta su brazo y mira rápido los costados cersoriandose de no haber llamado la atención.
- Las cosas fueron como fueron, ya no importa, no me importas...
- ¿Esta segura de eso? – la interrumpe con una pregunta ella no estaba segura de poder responder.
- Cla.Claro que si – contesta golpeandose mentalmente por su frágil respuesta.
- disculpen que los interrumpa, Srta. Ana el director la espera – por suerte alguien los interrumpe, antes la hubiera odiado, hoy le regalaría flores.
- sss si claro, vamos no hagamos esperar a los demás. - empezó a alejarse, cuando escucha a su espalda.
- lo necesitamos Ana, por favor...
Su día laboral llega a su fin, y ya en camarín termina de alistarse para partir hacia el hotel, solo necesita hacer una toma más y estará liberada, podría haberlo hecho hoy, pero su cabeza no daba más de tanto pensar en el cruce que tuvo con Frank esta mañana, y con esa última frase que la dejó en una incertidumbre que no le permitió focalizar al 100% en sus actividades.
- Ana disculpa, pero te dejaron esto para ti – Ling, la asistente que la producción le designo, le entrega un sobre sin remitente y solo lleva escrito su nombre.
- ¿y esto, quien me lo dejo? – dice mientras lo toma y lo examina.
- Realmente no lo sé, estaba entre mis cosas con tu nombre, si quieres averiguo.
- No te preocupes, seguro es de algún fan/aspirante – contesta sonriendo. -
- OK¡ ¿te ayudo con algo más? tu auto ya está esperándote.
- No hace falta, ya estoy lista, ya vete que también mereces descansar.
- Gracias, aunque para mí es un placer trabar para ti
- gracias, y también es un placer trabajar con gente tan dedicada como tu Ling.
- Nos vemos mañana que descanses.
Se retira con una sonrisa y un gesto con su mano, cierra la puerta y ya sola Ana se dispone a abrir el misterioso sobre, al hacerlo siente que se le congela la sangre al ver que es una nota escrita y firmada por Frank.
Anna:
Sé que no me merezco nada de ti, se también que soy la persona menos indicada para pedirte algo y que soy al último que quieres ver, pero si en algún lugar de tu corazón todavía encuentras un poquito de empatía y bondad hacia mi persona te pido, mejor dicho, te ruego que nos volvamos a ver a solas, creo que nos lo merecemos, yo necesito hablar contigo y explicarte algunas cosas. Encuéntrate conmigo en St. Martin hotel, esta noche o mañana, te voy a estar esperando... siempre...
Frank
No daba crédito a lo que estaba leyendo, lleva la mano a su boca mientras lentamente toma asiento, esto no estaba bien, larga un suspiro de frustración porque internamente siente que quiere saber qué es lo que tiene para decir, salir corriendo a su encuentro y no, no, se dijo, ella no puede caer tan fácil. Tiene que pensar bien, no puedo tomar una decisión ahora.
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Al otro lado de la ciudad, un guapo alemán se acababa su cuarto cigarrillo mientras daba vuelta por su lujosa suite, su cabeza era un torbellino de pensamientos, sabia de la decisión que había tomado, pero le costaba cada vez más hacerse cargo de las consecuencias de la misma cada vez que recordaba aquellos ojos y aquella sonrisa que se grabaron a fuego en su pecho.
Ella no le perdonaría fácilmente, tal vez ni siquiera lo escucharía, pero tenía que intentarlo. Jamás imagino que el ser actor y llegar lejos en su carrera pondría en juego sus sentimientos. Firmar aquel contrato fue una estupidez tan grande como aceptar que el caballo de madera entrara a la ciudad de Troya; pero es que en esa aventura turbulenta del estrellato te cruzas con situaciones y personas que no puedes controlar. Es un mundo, donde ser joven con ambiciones puede ser un arma de doble filo.
Su panorama no era nada alentador, una relación falsa, con una novia histérica que se creyó su papel, y un compromiso en puerta imposible de frenar, su carrera y la hermosa mujer de brillantes ojos que no salían de su mente y peor aún de su corazón, cerraban aquel círculo en el que se encontraba sin salida.
<<SI TAN SOLO ME DEJARAS CONTARTE TODA LA VERDAD, QUE CREYERAS EN MI NUEVAMENTE, ANA, ESCUCHAME Y PERDONAME>>
Escribo y me inspiro más cuando sé que están ahí, y lo sabría si me regalan sus comentarios y su me gusta. Desde ya muchas gracias¡¡¡¡
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