- Ya están todas sus maletas listas, acomode tus libros favoritos a mano por si quieres leer, también le informe a la azafata que no te moleste que si necesitas algo se lo hará saber...

Ana se encontraba en el jet privado que rara vez usaba, le pertenece a su padrastro y lo tenía como transporte de emergencia para cualquier miembro de la familia, decía que le serviría en alguna situación y  esta ocacion lo ameritaba.

Y ahí estaba sentada con una expresión perdida, mirando a la nada y junto a ella estaba Lili una de sus asistente, con la que más tiempo pasaba, practicamente crecio con ella, la mayoría de las veces era la encargada de cuidar de su casa y la que la ayudaba organizarse cada vez que debía viajar; era una señora morena de mediana edad, era leal y cariñosa con ella, eran pocas las personas con las que sentía confianza plena y ella era una.

Por suerte Lili había viajado con ella, así que anoche cuando regreso hecha un desastre fue la que la ayudo para poder componerse un poco y la que se encargó de organizar este viaje ya que quería  salir corriendo de Los Ángeles.

Su destino era Londres ahí se encontraba la única persona que sabría qué hacer con el despojo de persona en la que se había convertido.

- Ya está todo, ya van a despegar – Lili la saco de sus pensamientos - por favor cuando llegue avíseme estaré al pendiente, yo voy a tomar mi vuelo a New york.

- Por supuesto que lo voy hacer, gracias por todo, en cuanto me sienta mejor buscare a Barto, todavía no sé cuánto tiempo este en Londres, por favor cuídalo mucho. Lamento tenerlo tan alejado...

- Ni me lo tienes que pedir, ese perro estará más que bien – sonrió y bajo para ponerse frente de sus ojos – todo va a estar bien ya vera, ahora lo ve todo negro, pero todo pasa, confié en eso

- gracias Lili – beso su frente y se fue.

"Todo pasa" dicen que el tiempo lo cura todo, ella rogaba que pasara rápido, para que todo en si dejara de doler...

LONDRES

La magia ha muerto en la ciudad

En la que nunca sale el sol.

El viejo Big Ben marca las 3 pm

De un Jueves muy amargo.

Una vez más la niebla está aquí,

Cubriendo toda Londres.

Es tan espesa,

Que se ha perdido,

Esperando no encontrarte.

En aquella vieja terminal,

Hay un hombre sentado,

Esperando entre las sombras.

Trenes vienen,

Trenes van.

Y esa niña que sonríe,

Podrías ser tú.

El Puente de la Torre,

Se está cayendo a pedazos.

El teme cruzar

Y encontrarte al otro lado.

El Ojo de Londres gira

Sin mucha fortuna.

Y el hombre se ha hecho viejo.

Ahora, el continúa esperando,

En aquella vieja terminal.

Trenes vienen,

Trenes van.

Y esa niña que sonríe,

Podrías ser tú.

El Támesis arrastro todos

Sus sueños un otoño.

Ahora, él quiere ser como la bruma

Y ocultar todo lo que alguna vez sintió

Por ti."

11pm. Londres la recibía con una brisa fresca y una pequeña llovizna cotidiana, a pesar de ser fines de verano. Mucho no le gustaba estar lejos de casa, pero en ese momento necesitaba estar lejos de todo, solo aquí con Affie podía llegar a sentirse mejor, nadie como ella para salir de crisis emocionales, después de todo ambas ya habíamos pasado por algunas.

Toco su puerta, sentio murmullos, no se había dado cuenta de que tal vez ella tendría alguna reunión con amigos o tal vez una cita, pero en esos momentos no tenía cabeza para pensar, sin poder aguantar toco una vez más...y está se abrió

- Tenia novia...tenia novia...la eligió a ella. Él me mintió...- es lo único que pudo decir al verla detrás de la puerta

- ¿Qué? Ani cariño, ven aquí...

Con mirada confundida la abrazo bien fuerte, la hizo pasar y en su sala había dos chicas y un chico fumando y bebiendo, rápidamente y sin ninguna pena Affie les dijo que se fueran. Una vez solas tomo las  manos de su amiga que lloraba, y la hizo sentar en el sofá.

- ¿Qué te hizo ese idiota? nena cuéntame que paso

Le conto todo lo sucedido con lujo de detalle. Ella sabía lo mucho que Ana había querido esa relación, sabía que cuando ella amaba, amaba y también sabía que no era la primera vez que alguien jugaba con mis sentimientos.

- Maldito hijo de puta¡ ¿cómo fue capaz? – gruño mientras caminaba de un lado a otro – como no lo vi, no me di cuenta que era una mierda.

- Es buen actor – acoto mientras se limpiaba las lágrimas.

- ¿Qué quieres que haga? Tu solo dilo, quieres que lo mate, conozco gente que por muy poco lo haría sin titubear – dijo muy segura, con ella nunca se sabia que tan serio lo decia

- Lo único que quiero es dormir, olvidar lo que paso.

- Eso va llevar su tiempo, pero aquí estoy contigo, no estás sola.

Luego de un rato charlando y tomando un té que le había preparado pudo calmarla un poco, ambas pudieron.

- Es que... no entiendo, yo siempre fui buena con él, siempre... buena compañera...amiga...no sé porque me hizo esto, porque fue tan malo... - dijo volviendo a llorar.

Affie se levanto y se sento a su lado para abrazarla nuevamente, luego la recostó sobre el sofá poniendo la cabeza en su regazo y acariciando le el cabello respondió

- No hay explicación, es una mierda de hombre y nada más, no te tortures creyendo que tienes la culpa, porque si hay un responsable aquí es ese hijo de puta.

- No puedo evitarlo Af, anoche no dormí mi mente no sede, tendrás algo para que me ayude a conciliar el sueño.

- Sí, si tengo, pero solo por ahora he, tú odias esas pastillas, pero entiendo que ahora lo necesitas.

- Así es me canse de llorar y pensar, solo quiero dormir.

- Solo por ahora entenderé esa posición, tienes que tener tu luto, ven vamos te llevare a la cama.

- Gracias amiga¡

- No hay nada que agradecer - mientras caminaban hacia la habitación – ahora es mi turno de cuidarte y hacerte entender que la vida es bella – menciono guiñando un ojo. Lo decía porque  en cada una de sus crisis era Ana quien se encargaba de hacerle entender eso.

Como si se tratara de una niña, la metió en la cama le dio una pastilla para dormir y luego la arropo.

-No quiero que Max se entere

- Cómo quieras, debe estar disfrutando sus vacaciones. Está bien, ahora duerme. – beso su frente y salió.

No supo bien cuánto habia dormido con lo que le dio Affie, lo que si supo es que se desperto un tanto relajada y  al abrir sus ojos, se encontré con unos radiantes ojos celestes mirándole fijo, con ese toque característico angelical que le pertenecen a su querido amigo Max

- Aquí estoy mi pequeña mariposa

Se arrojo a sus brazos y volvío a llorar, afirmo su cabeza en su hombro, apretándose más a él, este tomando en un puñado suavemente con una de sus manos su cabello la presiona más hacía él , y se fundieron en un fuerte abrazo que realmente necesitaban.

- Affie me conto todo, necesitaba verte pequeña

- Arruine tus vacaciones, lo siento...

- Cariño – la separo para mirarle nuevamente – sol, arena, mar y hombres musculosos en traje de baño habrá toda la vida, en algún momento volveré. Pero tú y la otra loca de haya afuera, están por encima de cualquier cosa, y siempre estaré cuando me necesiten; y tú no arruinaste nada, está bien¡ - le dio un beso en la frente.

- No pienso salir de la cama así que no me lo pidas.

- No lo hare, pero solo por unos días, no permitiré que caigas en un pozo peor, entendido -asintio - nadie en este puto mundo se merece que la mujer más maravillosa del mundo se hunda en un pozo ciego, yo no lo voy a permitir.

- Tienes toda la razón, pero hoy necesito esto...

- Aquí tengo vodka, cerveza, vino, oreos, nada mejor para exorcizar un corazón roto, no se pueden negar.- interrumpió Affie entrando a la habitacion

- No lo haría, espero tengas bastante, yo empezare con vino

- Corazón es mi casa, si aquí no hay suficiente alcohol y dulces, que me maten

- La verdad es que tengo un poco de hambre así que empezare con unas oreos, pero antes puedes darme un poco de agua

- Claro, ahora te lo traigo, y sabes que, te traere leche tibia para que acompañes tus oreos, se cuánto te gusta esa combinación

- Gracias Af¡ - mirando a ambos –Uds. sí que saben consentirme

Así pasaron las horas, comiendo, bebiendo y hablando, sus amigos le ponían al corriente de sus vidas. Max les contó de su encantador viaje a Fidji con un nuevo amigo que prometía bastante, y por su lado Affie  comentó cuan emocionada estaba por su próximo trabajo y de un hombre, el cual no nos quiso dar su nombre, al cual tiene a su merced y con el que se divierte como loca. Pero a pesar de que aquellas historias le colaban una que otra sonrisa, seguía con aquel amargor y era inevitable para sus amigos y para ella no tocar nuevamente ese tema.

- Hasta la forma en que me termino, tan frio, tan violenta, sin mutarse, sin nada, como si yo no le importara...

- Y que esperabas,  tener sexo y que luego te tire de la cama...

- MAX¡

- ¿¿¿Que???...ay perdón, perdón soy un imbécil, es que todo esto me supera

- Te voy a golpear...

- No... Max tiene razón, de cualquier manera me hubiera hecho sentir como me siento ahora, y lo que más me duele, es que él me dijo que me amaba, mirándome a los ojos, y no me pareció que estuviera actuando...

Ambos se levantaron y de cada lado la abrazaron tan fuerte como podian, haciéndose uno, y en ese momento supo que no estaba  sola, y que ahí estaban las dos personas que verdaderamente la amaban. Tal vez con ellos de su lado podía curar sus heridas lo mas antes posible y volver a creer en si misma