Ella no había querido ir pero no es como si fuera a hacer algo importante ese día, no iba a trabajar y prefería pasar las fiestas con la chica con la que se había acostado, su novio y su padre que pasar la velada en soledad, además Eliezer también iría ya que sus padres tenían turno en el trabajo, seguramente pasaría una linda noche y al día siguiente abrirían los regalos que había comprado con sus ahorros, todo estaría bien aunque sabía que tendría que controlarse cuando llegara el momento de abrazar a los demás y felicitarlos, no es que los fuera a rechazar, sin embargo, no conocía bien a Jared Chase, el hermano de Eliezer, y a Joseph Darren, el padre de Arile. Sería incómoda la velada ahora que lo pensaba bien.

En la tarde, casi antes de anochecer, Eliezer llegó a su casa para ir juntos a la cena y con él llegó Jared a quien al principio no recibió bien pero que conforme comenzaban a charlar le empezó a agradar, era muy apuesto y tenía buen sentido del humor, además estaba feliz por pasar las fiestas con su hermano y sus amigas. Entre los tres habían llenado la cajuela de regalos junto con tres pequeñas maletas para pasar la noche con su amiga, mientras avanzaban se encontraron con un horrible y pesado tráfico que en realidad no les sorprendió, ya casi era hora de que las celebraciones comenzaran y seguro había muchos que salieron a hacer compras de última hora, el silencio se intensificó en cuanto comenzaron a aburrirse y el ánimo se acabó, sin embargo, Eliezer no pensaba permanecer así y había comenzado a transmitir una playlist con las canciones favoritas de él y Agnes las cuales en su mayoría eran de musicales, cuando llegó el turno del musical Hamilton Agnes quedó maravillada por la actitud que tomo Jared que comenzó a rapear al ritmo de la canción que escuchaban, se la sabía de memoria y aunque no era su favorita si le gustaba, la rubia no pudo evitar pensar en lo muy diferentes que eran Jared y Arile, no entendía cómo es que terminaron juntos pues él era muy amigable mientras que ella era muy apática, no es que quisiera que se separaran pero no entendía cómo llegaron a eso y no han terminado.

Cuando por fin llegaron a casa de su amiga ella se encontraba en la cocina preparando la cena, al verlos entrar su rostro se iluminó.

—Papá viene en camino, Eliezer ayúdame a preparar la mesa y Agnes ven a probar esto— Hablo animada, su casa estaba decorada para la ocasión, el árbol era enorme y ya había regalos bajo este, la cocina olía delicioso y lo que preparó Arile sabía fantástico, estaba sorprendida.

—Sabe riquísimo.

Arile sonrió orgullosa y pidió a su novio que llevara la comida a la mesa al igual que las bebidas, cuando todo estuvo listo los cuatro se sentaron a esperar a que el misterioso padre de Arile llegara, mientras lo hacían comenzaron a conversar como nunca lo habían hecho, el ambiente era diferente y cómodo, la velada parecía ser perfecta. Cuando un auto se estacionó frente a la casa Arile se paró emocionada y fue a recibir a su padre con un fuerte abrazo, pero la voz que Agnes escucho la congelo, aquella voz sonaba tan familiar que le traía recuerdos no precisamente agradables y cuando se vio obligada a voltearse y saludar un enorme temor la invadió junto con las ganas de vomitar.

—Hola Eliezer y tú debes ser la nueva amiga de Arile— Saludo el hombre sonriente y le estiró la mano con amabilidad —Soy Joseph Darren, el padre de Arile— Y quién la golpeó con fuerza y la sometió sin piedad aquella noche en la que su vida había cambiado por completo.