Narración

Un grupo de 4 mujeres estaban entrando al templo Hikawa.

– ¿Segura que no hiciste nada?—pregunta una mujer de cabellos rizados azulados, Michiru Kaioh—

– Por supuesto que no, no usaría la llave a menos que sea de vida o muerte—Responde la dueña de la llave, Setsuna Meioh—

– La tú del futuro pareció considerarlo asi, además tanto Michiru como yo hemos estado todo el tiempo a tu lado—Contesta Haruka Tenou—

– Solo bromeó—Dice Michiru—Anuque tengo mucha curiosidad por ver a las pequeñas, y parece que no soy la única.

Hotaru Tomoe, desde que escucho que había visitantes del futuro no ha parado de estar ansiosa.

– Tienes razón mamá Michiru—Responde la joven—Me hace recordar a mi vieja amiga.

– Habría sido una sorpresa si la pequeña dama regresará—Dice Haruka—

A la entrada del templo ya se encontraban Lita, Zoey, Reí y Mei.

– Hola chicas—Saluda la guerrera de jupiter—que bueno que llegaron.

–¿Y perdernos de todo esto? —Dice Haruka—Así que ellas son sus hijas.

Ambas chicas no pudieron evitar lagrimear un poco, tenían a sus maestras frente a ellas lo cual les causaba nostalgia y tristeza por el futuro que les esperaba.

– Maestr.. —Zoey se detuvo antes de seguir—Perdón es la costumbre, señoritas Michiru, Haruka y Setsuna.

– ¿Maestras?—Pregunta Michiru sorprendida—Entonces deben ser guerreras muy fuertes.

– Pero esa reacción de su parte me preocupa un poco—Dice Haruka, quien noto la reacción de las más pequeñas al verlas—

– Es una larga historia—Responde Mei—

– Ustedes deben ser muy valientes—Dice Hotaru—sin duda son verdaderas sailor guardianas.

Zoey no paraba de observar a Hotaru intuía que se trataba de sailor saturn, nunca la llegó a conocer como tal pues tenían entendido que había fallecido poco antes de que ella naciera, pero si que escuchaba historias sobre ella.

– Aún no somo muy buenas—Dice Zoey—

– Yo creo que sí lo son.

– ¿La princesa ha dicho algo?—Pregunta Setsuna a Reí—

– Dijo que vendría en unos minutos junto a Darién, espero que no lleguen tarde.

– Amy ya está llegando—Dice Lita mirando a su amiga junto a Loid entrando al templo—

– Ahora solo faltan Serena, Darién y Mina.

– Hola chicas—Saluda Amy—me temo que no podre quedarme mucho tiempo, tengo que ir a la entrevista con la fundación.

– ¿Te aceptaron?—Preguntó Michiru—

– No del todo pero...Espera ¿Nunca te lo dije? —mira a Michiru con vergüenza—

– ¿En serio? Creí que si lo habías hecho—Responde burlona—Bueno me lo dijo mi espejo.

– La tía Michiru da miedo a veces—Dice Loid a lo bajo—

– Chicas, ya estamos aquí—Serena entra con Luna en brazos junto a Darién—

– Bien, pensé que sería Mina quien llegaría antes—Dice Reí burlona—

– Agh Reí—Serena empieza a discutir con la sacerdotisa, los demás sólo niegan con la cabeza—

– Esto nunca cambiará—Dice Luna—Pero bueno ¿Comenzamos?

– Aún faltan Mina y Artemis—Dice Darién—

– De hecho Artemis vino más temprano para hablar con las niñas—Dice Lita—

– Entonces ¿Donde está la tía Mina—Pregunta Loid—

—Aparece Artemis—Iré a buscarla, es probable que este perdida o viendo chicos guapos con Nikki.

Sería ideal que Mina y Nikki llegarán en este momento pero es una pena que se tengan que esperar más tiempo.

Para Andromeda las cosas se habían salido de control, por alguna razón la niña que se había chocado con él salió corriendo al ver a sus dos amigos.

– ¿Donde se pudo haber metido?—Pregunta Seiya observando por todas partes en busca de la pequeña Nikki—

– Si algo le pasa los culpare a ustedes—Amenaza Mina—

– ¿Nosotros porque? No tenemos la culpa de que tu hija, tu hermana o lo que sea haya salido corriendo—Reclama Hyoga a la chica—

– Ella estaba perfectamente bien hasta que ustedes llegaron gritando, groseros—Dice Mina—Hasta su amigo sabe comportarse.

Shun estaba mucho más concentrado en encontrar a la rubia que ponerle atención a la discusión de Hyoga y Mina.

Algo que Seiya noto en su amigo.

– Tranquilo la vamos a encontrar Shun.

– Eso espero, no se que haría si algo le sucede—Dice Shun cabizbajo—

– Piensa, si fuera un niño a dónde iria—Dijo Seiya—

– Soy la peor, perdí a Nikki y las chicas van a materme—Dice Mina—¿Artemis donde estas cuando te necesito?

– ¿Que diablos le pasa?—Pregunta Hyoga a sus amigos—

– Ni idea—Responde Seiya—Pero aún debemos ayudarla.

Shun se acercó a Mina.

– Oye, ¿Mina? ¿Verdad?

– Si...

– Tranquila, te ayudaré a buscarla—Pone sus manos en los hombros de la chica haciendo que se sonroje—

– Eres muy amable, pero no quiero molestarlos a tí ni a tus amigos—La chica mira a Hyoga—Porque no me imagino lo que será discutir con ellos.

—Hyoga solo voltea para otro lado—Sarcástica.

– Hyoga es así a veces.

Los tres chicos se quedaron con Mina para dividirse el trabajo, por otro lado Nikki corría sin rumbo.

Se metió a unos callejones, se detuvo al ver que uno no tenía salida.

– ¿Porque siempre me pasan estas cosas? —Dijo la rubia—no puedo ir y huir de mis problemas asi

Hablaba consigo misma regañandose por su accionar, aunque se estaba empezando a asustar y más al ver a una silueta acercasele.

– ¿Quien está ahí?—Pregunta Nikki asustada—N-no me haga daño... Por favor.

La silueta se fue acercando más hasta acerse notar, era una figura femenina y de vestido.

– ¿Estas bien pequeña? ¿Te perdiste?

Nikki la vio con detenimiento, reconociendo su voz al instante.

– ¿S-señorita Saori?

Atte: Capricornio_Omega