Prefacio
Innumerables páginas han escrito nuestros sentimientos
Pero por alguna razón, no puede completar esta linea en blanco
(Aoi Shiori - Galileo Galilei)
Rodaba y rodaba los ojos, a ese paso me iba a quedar bizca y nadie quiere tener un ángel bizco, anda que no soy CL. Sin embargo, el dios Zhang no dejaba de darme parloteos antes de dejarme ir y yo comenzaba a sentir cansada.
—¿Estás escuchando lo que te digo? — Preguntó y yo asentí sin mucho ánimo, él suspiró de mala gana — Ya sé que te está aburriendo mi sermón, pero en serio quiero que tengas mucho cuidado, eres un ángel neófito y te falta mucho por aprender
—Lo sé, lo sé, no seré impulsiva, comprendo mi responsabilidad — intenté calmarlo.
En los últimos meses que habían pasado me dediqué a aprender todo lo que pude, saber que podría regresar a la tierra me hacía completamente feliz, podría ir a ver a Kyungsoo y Kai. Sólo que el dios Zhang y otros ángeles mayores que yo no querían dejarme ir porque era medio loquilla, pensaban que terminaría haciendo desastres, sin embargo llegó la opción de hacerme el ángel guardián de todos los idols y yo me emocioné. Para ello debían darme primero un grupo a mi cuidado, si lo hacía bien me iban a ascender a Arcángel.
—Creo que mejor no vas — empezó a decir él muy nervioso, negué con la cabeza, parecía un papá que no quería dejar que su hija fuera a la universidad.
—Estaré bien, además sabes que tienes que dejar ir a tu bebé — me acerqué a abrazarlo y él se puso rigido al principio para luego contestarme el abrazo.
—Por favor, no te involucres mucho con ninguno, sabes que no es posible una relación amorosa con un humano...no quisiera tener que arrancarte las alas — ante eso me retorcí de pensar lo doloroso que debía ser semejante castigo.
—Uh no, juro que no lo haré, además no viviré ya con Kyungsoo — sonreí puesto que para mí en ese entonces era el único que podía ponerme en peligro.
Estaba equivocada.
Al recordar la cara de Zhang pienso que él lo presentía, seguramente por eso no quería dejarme ir...
—Tienes razón — dijo por último dejando de abrazarme y me tomó de los hombros — Haz un buen trabajo — y besó mi frente haciendo que mi aureola se iluminara como nunca, extendió una gran felicidad dentro de mí y así sonreí enormemente.
—Es hora de irme — anuncié extendiendo mis alas — Nos vemos luego...daddy
—¡No me llames así! — Gritó haciéndose el molesto, pero yo ya estaba muy lejos de ahí.
Iba sonriendo como nunca, feliz de saber que el grupo a mi cargo eran ellos, mis segundos favoritos del kpop. Así comenzó mi nueva aventura, ¿quién diría que pasaría todo esto?
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