-Pero...¿Porque balas?- pregunte recordando que varios alumnos, incluida la maestra, habían muerto por causa de estas. No obtuve respuesta alguna. Mis 3 compañeros estaban inundados de terror de pies a cabeza, estaban en shock, en cambio yo estaba algo emocionada. Siempre había querido que hubiera un ataque zombie, de ver tantas series y películas, solo me sorprendía que de hecho eran reales. Desde el techo vi al subdirector. Sostenía una pistola entre sus temblorosas manos y estaba disparando a cualquier cosa que se moviera. Vi a la mis Kumiko de historia. El le estaba apuntando, sudaba y temblaba mientras cargaba su pistola. Por otro lado, la maestra estaba tratando de calmarlo mientras permanecía inmóvil desde un punto en el que estaba. Un fuerte disparo azoto a la pobre Kumiko contra la pared a sus espaldas. La sangre salió bruscamente de su cabeza. Jun también lo vio y también estuvo aterrorizado. Aterrada, di un paso atrás y me tropeze con un tubo, cayendo al suelo y causando ruido. Tembloroso con una psicópata sonrisa en el rostro el subdirector volteo y nos vio. De un segundo para otro una bala atravesó el torso de uno de los compañeros que venia con nosotros y cayo desde el techo hasta el suelo. Vimos como los zombies lo despedazaban vivo. El frenético maestro disparo mas balas que por suerte no me dieron, aunque una hirió el hombro de jun causando que cayera. Todavía a la vista del subdirector trate de parar el sangrado de mi amigo. La vista del hombre se poso en mi, igual que su pistola.