Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

03 🍒

Capítulo dedicado a LorenVq ♥

━━━━━◇◆◇━━━━━

Ya empieza a atardecer cuando Mica y yo nos dirigimos al gimnasio. Es viernes, así que hoy hay práctica abierta de natación y, como Adam la había invitado a verlo, ella me invitó a mí para no estar sola y aburrida en las gradas.

¿Ver a diez chicos en forma, húmedos, sin aliento y vistiendo solo un pequeño y ajustado speedo? Solo díganme dónde firmo.

Ni siquiera tuvo que pedirlo dos veces, acepté de inmediato. Necesitaba despejar mi mente un poco tras sentarme a estudiar sin descanso en mi habitación durante tres horas, después de dejar a Ben en la biblioteca. Los exámenes están prontos a suceder y, aunque no me gusta esta carrera, tampoco significa que voy a desperdiciar la oportunidad que se me ha presentado.

Lamentablemente, soy de esas personas que todo el mundo critica porque sus padres tienen influencias y pueden conseguirles un lugar en cualquier escuela o trabajo que deseen. Me gustaría decir que conseguí entrar por méritos propios, pero no es así. Mis calificaciones no eran lo suficientemente buenas para conseguir un lugar aquí, sin embargo aquí estoy. Por eso mismo pienso aferrarme con uñas y dientes a esta oportunidad que muchos deseaban obtener, pero pocos fuimos afortunados de conseguir. Y si necesito quemarme las pestañas estudiando hasta medianoche, lo haré.

Sí, algunas cosas ya sé de antemano que no las entenderé (como las matemáticas) y son esas las que dejo en manos de las demás, en las que mejor no me esfuerzo. He aprendido que hay cosas en las que nunca seré buena. Mucho tiempo me dolió intentar y fallar, así que he dejado de tratar. Mejor me evito la desilusión y el estrés.

Para colmo, ahora que Ben me ha dicho que ya no puede ayudarme con la peor materia de todas... Es hora de encontrar a un suplente.

Suspiro.

Va a ser un fastidio y seguramente no encontraré a nadie mejor que él, pero no tengo otra opción si quiero continuar en la carrera.

Sí que tienes otra opción.

Sacudo la cabeza sin querer pensar en otras alternativas y me enfoco en los murmullos que salen del gimnasio. Nada más entrar al lugar, el corazón se me acelera por alguna razón que no logro entender. Está bien... sí sé por qué me encuentro alterada, lo acepto.

Una parte de mí teme ver a Bennet después de sugerirle sin mucha sutileza que estoy dispuesta a terminar con su vida de celibato si él lo desea. Le he dado muchas vueltas al asunto en las últimas horas, no sé por qué estoy tan nerviosa. Tal vez porque, a pesar de que la atracción entre Bennet y yo es mutua, él es de los pocos hombres que nunca ha insinuado que le debo algo a cambio de su ayuda. Y por "algo" me refiero a un favor sexual.

Creo que eso es lo que más me gusta de él. A veces puede ser un poco ingenuo, pero eso es lo que le hace destacar entre los demás. No quiero estropearlo todo entre nosotros y tengo miedo de haberlo hecho ya al meter aquella idea en su cabeza.

Quiero decir, me gusta mucho. Es el paquete completo y yo estaría feliz de ser su primera vez. Y la segunda si es posible... De hecho la idea de estar con él no me desagrada para nada, pero no quiero que actúe diferente conmigo después de eso.

¿Tiene sentido?

Agh, ni siquiera yo me entiendo a veces.

Me llevo una mano al vientre cuando llegamos a las gradas y lo visualizo al otro lado del gimnasio, junto a la piscina. Cómo puedo reconocerlo cuando él está de espaldas a veinte metros de distancia, jamás lo sabré. Pero esa lejana visión de él en un ajustado traje de baño basta para volver a alterarme los nervios... y las hormonas.

Gracias Dios por crear especímenes tan perfectos.

Un codazo en mis costillas me hace mirar a Mica con el ceño fruncido.

—¿Qué?

—Deja de verlo. Casi puedo escuchar cómo ronroneas —se burla.

—Déjame en paz. Mejor busca a tu hombre.

—Mi hombre... Mmm, me gusta cómo se escucha eso.

Me río al verla buscarlo entre los integrantes del equipo de natación.

—No me digas que te idiotizó, por favor.

—Qué graciosa, sabes que no. Solo... pasamos un buen rato.

—¿Y él lo sabe?

Mick se encoge de hombros.

—Se lo dejé claro desde el principio.

La miro sin estar muy convencida de lo que dice. Su relación es muy rara. Mica es de las mías: se opone firmemente a tener una relación seria hasta no terminar su carrera y encontrar un trabajo que la tenga satisfecha. Adam, por el contrario, siempre deja en claro que ha estado en busca de la mujer perfecta para él. Entonces puso sus ojos en Mica y dejó de buscar.

A pesar de que Adam y yo no somos precisamente grandes amigos, me da un poquito de lástima verlo tan enganchado con ella cuando Mica pasa muchas veces de él. Pero solo un poquito, porque en el interior soy vengativa y me gusta verlo sufrir por ser tan imbécil conmigo.

Tras lograr despegar los ojos de aquel par de hombres medio desnudos, buscamos un par de lugares libres en el asiento superior y esperamos a que el entrenamiento empiece. No hay mucha gente, así que nos acomodamos a nuestras anchas. Mi amiga saca un paquete de frituras de su mochila, una botella de salsa picante y un par de limones cortados por la mitad. Me echo a reír sin poder evitarlo. Es tan típico de ella llevar algo para picar a cualquier lado, clases incluidas.

El sonido de un silbato me hace prestar atención a la escena frente a nosotras. Diez hombres de muy buen ver están alineados en el filo de la piscina, escuchando las instrucciones que el entrenador les da. Miro a mi alrededor y noto que la mayoría de los espectadores somos mujeres.

Y todas observan con atención.

Nadie habla, todas se dedican a devorar con la mirada a aquellos jóvenes casi perfectos.

Fijo mi vista en Bennet al mismo tiempo que él me mira. Sostiene la mirada unos cuantos segundos antes de desviarla al agua frente a él. Mueve el cuello de un lado al otro, nervioso, y me mira una vez más de reojo.

Lo saludo con la mano.

Se pone rojo.

—Ahora entiendo qué te gusta de él —dice Mica a mi lado. Sonrío.

—Me lo quiero comer. Es una cosita bella.

—Y rellena bien ese bañador por lo que se ve. Mmhhm.

Me carcajeo por su comentario, y así nos ganamos la mirada de todo el equipo de natación, incluido el entrenador, quien nos observa con reproche por desconcentrar a sus chicos. Me encojo de hombros a modo de disculpa y todos vuelven a sus asuntos.

Bennet, sin embargo, puedo notar que ha enrojecido más si es posible.

Probablemente ya se imagina que hablamos de él.

—Siento que en cualquier momento se prenderá en llamas —susurra Mica divertida.

Le doy un codazo aguantando la risa y sacudo la cabeza.

—Deja de hacerme reír o nos sacarán de aquí.

Finge cerrar una cremallera sobre sus labios y vuelve a sus asuntos más importantes: comer sus frituras... y comerse a los chicos con la mirada también.

Apenas resuena en el aire una palmada de parte del entrenador, los chicos se posicionan en la orilla de la piscina. No puedo evitar escanearles de arriba abajo cuando se colocan los goggles y el gorro de natación. A algunos de ellos los conozco, como a Bennet, su mejor amigo John, Adam, y un par más con los que he conversado ocasionalmente.

Los miro a cada uno con atención, pero mi mirada vuelve a aterrizar en Ben sin que pueda evitarlo. Se acomoda ese pequeño short ajustado y la boca se me hace agua. En mi mente, comienza a sonar de fondo Careless whisper mientras suspiro con la imagen de sus fuertes muslos, y ese abdomen perfecto y sus pectorales...

Ay, Dios.

No, no, no. ¡Este hombre me tiene mal!

Me tallo la frente y Mica se ríe.

—Puedo oler tu frustración sexual.

La miro de mala manera.

—Cállate.

—¿Ya has olvidado lo que es un orgasmo?

El silbato suena y todos se arrojan al agua en perfecta sincronía.

Le doy un codazo y sacudo la cabeza cuando la señora frente a nosotras gira para mirarnos mal.

—No se necesita de un hombre para conseguir un buen orgasmo —mascullo en voz baja.

—Ah, pero es mil veces mejor cuando sientes cómo te machacan las caderas con las suyas, y te acarician y te dicen cosas sucias, ¿no crees?

La misma señora nos frunce el ceño y yo me encojo de hombros a modo de disculpa. Le doy un codazo a Mica y ella vuelve a reír. Se echa una fritura llena de salsa a la boca justo cuando los muchachos llegan a la orilla.

Por supuesto, el primero en llegar es Adam (el más competitivo), seguido de Ben.

Mica suspira.

—Como premio creo que le dejaré comerme esta noche.

Sube y baja ambas cejas al mismo tiempo que la señora se pone de pie y se aleja refunfuñando algo acerca de las chicas lujuriosas de esta generación. Miro a mi amiga y hago una mueca antes de soltar una risita.

—Creo que alguien no ha tenido un orgasmo en mucho tiempo —murmuro.

—Además de ti, quieres decir —se ríe—. No, ¿sabes cuál es su problema? Seguramente piensa igual que nosotras, pero es de las que creen que está mal expresarlo en voz alta. Odio a esas personas hipócritas.

—Tú odias a todas las personas.

—Pero a ti te odio menos.

Me río y regreso mi atención al entrenamiento.

Careless whisper comienza a sonar de nuevo cuando, en cámara lenta, sale Bennet completamente mojado, con hileras de agua corriendo entre sus músculos. Sus brazos se flexionan y el bíceps se abulta.

Un suspiro colectivo se deja escuchar en el gimnasio.

Incluso la virtuosa señora temerosa de nuestra concupiscencia inmoral suspira soñadora varias filas más abajo.

La lujuria es pecado, quiero gritarle, pero me contengo.

Poco menos de una hora después, el entrenamiento acaba y los chicos se dirigen a los vestuarios. Mica comienza a recoger sus pertenencias y a guardarlas antes de ponerse de pie.

—¿Vas a esperar a Adam?

—Sí, me pidió que lo esperara en el pasillo. ¿Me acompañas?

La imito y nos dirigimos a la puerta del vestuario que da al pasillo. No pasa mucho tiempo antes de que Adam salga con el cabello húmedo y una gran sonrisa. Se acerca a Mica y le come la boca sin importarle que yo esté ahí.

Me aclaro la garganta.

Dos veces.

No es hasta que la puerta vuelve a abrirse y los chicos salen, que se despega de ella. Ambos tienen los labios hinchados y una sonrisa boba en la cara.

Está claro que ya la idiotizó.

—Vamos a ir a Donato. ¿Vienes? —le pregunta a Mica.

Ella me mira.

—¿Vamos?

—Mmm no lo sé...

Aún tengo algunas tareas por hacer y sé que si salgo, no haré nada cuando vuelva. Aunque todavía queda el fin de semana, pero preferiría pasarlo haciendo otras cosas que en verdad me gusten. Estoy a punto de negarme, cuando Bennet y John se acercan.

—¿Nos encontramos allá? —pregunta John.

Adam mira a Mica.

Mica me mira a mí.

Yo miro a Ben.

Él se pone rojo.

Sonrío.

—Allá nos vemos.

━━━━━◇◆◇━━━━━

El próximo capítulo será narrado por Ben, señoras y señores ♥

¿Listas para entrar en su cabecita?

¿Qué creen que pase en aquel lugar, algo interesante?

Como vieron, hoy es martes. Lo que quiere decir que ganó la opción Martes y Sábados... así que nos leemos el sábado sin falta. Gracias por su apoyo, sus votos y sus comentarios, no sé cómo agradecerles tanto. Les mando un abrazo grande ♥

Si quieren entrar al grupo de telegram envíenme un mensaje privado y con gusto les mando el link ♥♥♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro