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letter one: i don't know who she is (she)

primera carta: no sé quién es ella (ella)

🍒🍯✨

01 de junio de 2020
Recuerdo muy bien ese día, ya que fue la primera vez que me viste, Mérida.
¿Acaso tú te recuerdas?
Ese día mi hermana, Anna, iba a entrevistarte a ti y a tu familia. Y  luego iríamos a la marcha del orgullo.
¿Y quién lo diría? También te encontré ahí.

Mérida escuchaba con atención la canción "She" con la voz preciosa de Harry Styles, podría escuchar la canción mil veces y no se aburriría, también intentaba recordar el día en que... ¿a quién engaña? Sí se acordaba del día en que vio a Elsa en su casa, y luego en la marcha.

28 de junio de 2018
—¡Y estamos fuera del aire! —gritaba la pecosa, Anna Arendelle, la que tenía sonrisa de comercial— Como odio tener que estar sonriente siempre, Els. Perdóname, ya iremos a la marcha, y mucho mejor... sin que mamá se entere —mencionó mientras reía con la de ojos azules y cabello blanco.
—¡Hey, Mér! No te quedes con la boca abierta, ya parece un mar de saliva acá —bromeó Aster mientras se reía con Jack.
—¿Es preciosa, no? La verdad parece una muñeca de porcelana, aunque no se mira frágil —mencionó Jack mientras la observaba.
—Apártate Frost, yo la tengo en la mira.
—Chicos, no se peleen, creo que hasta el equipo de producción nota que están viendo a la hermana menor de Anna, por si no recuerdan ha sido nuestra reportera favorita desde hace un tiempo, compórtense como es debido.

Mi madre, Eleanor, tenía ese poder, tener todo bajo control. Pero simplemente, no podía tener mis sentimientos bajo control... no sé quién es ella, pero lo averiguaré. ¿Cómo es que Anna no me pudo contar sobre su hermana?

—¿Señorita Dumbrogh? O bueno, ¿señorita Frost? ¿Señorita Dumbrogh-Frost? —preguntó aquella chica que estaba carcomiéndome los pensamientos.
—Soy Mérida —respondí con frialdad, eso le daría indicio de que quería algo con ella.
—Oh, en ese caso. Soy Elsa, Elsa Arendelle —se presentó mientras me brindaba una sonrisa, y yo le hice la mejor sonrisa que pude. No, no era porque la chica no me pareciera bonita, pero así es mi personalidad, puedo ser muy cereza por dentro, pero por fuera soy un completo limón—, mi hermana necesita que firme unos papeles, bueno, usted o cualquier miembro de su familia —me tendió un lapicero.
—Toma Elsa, aquí está.
—su cara se tornó de una forma sonrojada— Uh, señorita Mérida, solo firmó uno de los papeles, faltan otros veinte.
Rodé los ojos, había quedado con Rapunzel para ir a marchar juntas por los derechos de la comunidad LGBT+, sé que saldré en las noticias de nuevo, y haré promoción para que se haga justicia.

Aún recuerdo la vergüenza que me dio saludarte de esa forma, pero para una familia llamada Arendelle Tree, no era para nada común un apellido tan complejo como Dumbrogh-Frost.
E incluso me sentí mal por la forma en la que me contestabas, jamás me atreví a decirte esto porque me daba pena que supieras que fui débil en tus momentos agrios Mér.
Pero lo superé, (sinceramente) estaba pensando más en la marcha que en tus respuestas frías y tus ojos de huevo mal cocido.

Rió por aquel cruel comentario, si tan solo hubiera sido un poco más gentil con ella...
Pero seguía recordando cada momento con exactitud.

—Muchas gracias por la invitación para comer, Eleanor. Apuesto a que mi madre se moriría si supiera que hemos comido aquí y ni siquiera hemos traído un obsequio —mencionó Anna mientras se despedía de mi madre.
—No es nada querida, ya sabes que eres bienvenida cuando lo desees, ¡igual tú, Elsa! Eres muy inteligente, cada comentario tuyo en la mesa fue totalmente acertado —mi mamá halagando a su futura nuera, lo mejor. Pero en cuanto a Elsa respecta, está totalmente roja, supongo que no suele recibir muchos cumplidos.
Abrazó a mi madre y Anna y yo nos quedamos perplejas— Muchísimas gracias señora Dumbrogh-Frost, hace mucho que no me sentía tan en familia como hoy. Usted y su familia son muy unidos, gracias por invitarnos, ¡Anna! Debemos irnos —mencionó con nerviosismo viendo su celular y ambas se despidieron de todos nosotros.
—Me agrada, Mérida. No lo desperdicies por favor.

Aquello me dejó perpleja, a mi mamá no le había agradado ni una sola de las chicas que había traído a la casa, una razón con probabilidad alta de ser verdadera, es que todas eran como yo, excéntricas y un poco (bastante) coquetas.
Y aunque las apariencias engañan, Elsa era pura. Se le notaba en su cabello, es sus ojos, en su pequeña piel de porcelana, toda ella irradiaba un aura tan blanca y pura, que me intrigaba mucho.
Me puse una blusa blanca, junto a unos jeans azules, y una chaqueta de cuero roja y zapatos del mismo color, mientras me hacía un colorido maquillaje de ojos, me entró una llamada...
—Mér, ¿ya vienes? —se escuchó desde el otro lado del celular, junto a muchos gritos y canciones.
—Sí, Punzie, te dije que ya iba, solo déjame terminar mi maquillaje arcoíris.
—¿Arcoíris? Mérida, quedamos en que tú vendrías de rojo y yo de morado. Ahora pareceré ridícula, y todo será tu culpa.
Me reí, Rapunzel si sabía cómo ponerse dramática—Estoy bromeando, Rapunzel. Ya me llevará Alfred, nos comunicamos cuando llegue.

Al llegar, vi a muchas personas protestando pacíficamente, con banderas llenas de arcoíris, y policías, tratando de pegarles a las personas. Cuando llegué yo, dejaron de hacerlo, sabían que era una de las personas con más influencias sobre el país junto a mi familia. Encontré la larga melena de Rapunzel mientras sostenía una bandera y mantenía una sonrisa muy amplia. Tenía un vestido junto a unos zapatos lilas.
—¡Sí, veniste! —gritó mientras me abrazaba, nunca me habían gustado mucho los abrazos, pero Punzie era mi mejor amiga—Es de las únicas veces que me das un abrazo, ¿estás feliz?
—¿No puedo abrazar a mi mejor amiga solo porque sí? —pregunté ofendida.
—Mérida Francis Dumbrogh-Frost, ¿a quién conociste ahora?
—Déjame marchar un rato en paz Punz, y luego te invito a comer y te contaré sobre una chica. Ni siquiera la conozco, pero es... tú sabes. Me recuerda mucho a tí.
—Oh, entonces es agradable y muy buena chica, lo apruebo.

Estuvimos marchando un rato, hacía nuevos amigos, aunque todas se guiaban por la hija de los Dumbrogh-Frost. Pero no me importó, yo venía para defender los derechos de las personas que son humilladas cada día por gente de mente cerrada que solo busca herirnos, y también por aquellos que tienen miedo a decir lo que son.

Ese día tuve que cambiarme en un baño público, eran apenas unos meses desde que había descubierto que me gustaban las niñas y los niños. Era un sentimiento raro, porque miraba cómo siempre te decían muchos comentarios Mérida, tanto buenos como malos.
También sumarle el hecho de que era mi primera marcha, estaba muy emocionada. Mi color favorito del arcoíris siempre ha sido el amarillo, ya lo sabes. Así que sí, me puse un vestido amarillo que me diseñó Anna especialmente para la ocasión y me hice un torpe intento de maquillaje amarillo, Anna intentó arreglarlo, pero tampoco era una experta.
Salí y mis ojos se fascinaron al ver a tanta gente reunida por sus propios derechos y los de sus amigos o familiares. Era una muestra de valentía impresionante.
Anna trató de acompañarme lo más que pudo, tú no sabías cómo era mi madre en ese entonces... pero no podía ocuparse en todo momento de mí, así que tuvimos que fijar una hora en la que nos veríamos en el mismo lugar para tomar un taxi y regresar a casa.
Al momento de quedarme sola, me sentí muy asustada, ¿sabes? Una chica que apenas había encontrado su verdadera orientación sexual, en su primera marcha, con muchas miradas puestas sobre ella.
Diría que me encontraba muy insegura, y luego de estar marchando un rato, me encontré con una gran cabellera de color rojo con una chaqueta roja, se me hizo muy conocida, así que fui a investigar (en lo que se resume, te vi de manera muy indiscreta y probablemente mucho tiempo).
Y aunque no lo sepas Mérida, tú me hacías sentir mariposas desde antes, y tú fuiste la persona que me hizo saber mi verdadera personalidad (y sexualidad).

Mérida se sorprendió al leer esto, ¿de verdad conocía a Elsa? Jamás le preguntó
acerca de sus sentimientos... se arrepentía tanto, pero tenía toda la razón, en el fondo no sabía cómo
era Elsa cuando comenzó a conocerla.

Sentía una mirada observándome profundamente y volteé a todos los lados, cuando me encontré con una macha de color amarillo.
—¿Señorita Mérida? —preguntó una dulce voz a mi lado.
—¡Elsa! ¿Qué haces aquí?—la miré con un poco de frialdad, pero sí me sorprendía verla aquí— Oh, ya sé. ¿Vienes a hacer entrevistas con Anna, no?
Se lo pensó un poco y me contestó con un poco de vergüenza—Yo vine a la marcha por razones personales, Anna está entrevistando a unas cuantas personas por allá.
—¡Soy Rapunzel Corona! Mucho gusto, Elsa —Punzie salvándome la vida, para variar.
—Me llamo Elsa Arendelle, también es un gusto.
—Supongo que se une otra lesbiana a mi pequeño grupo, aparte de mí —solté con sarcasmo, ambas me vieron ofendidas y supe que no era el momento correcto para una broma así.
—Supongo que sí... ya me tengo que ir, fue un gusto Rapunzel, ¡adiós señorita Mérida! —se despidió la de ojos azules luego de darnos un adorable beso en la mejilla a cada una.
—Hey Elsa, antes de que te vayas, ¿quisieras salir algún día con las dos?
—Uh... claro señorita Mérida, me encantaría, ¿le paso mi número? —le tendí mi celular mientras la miraba con cara de amargada, "y volvió la vieja Mérida"—Ahí está, Mérida, muchas gracias.
Miré mi celular y revisé que había un nuevo contacto llamado Elsie🍯💛✨.
—Huh, qué incómodo.
—Ni lo menciones Rapunzel, ya sé que fue mi culpa. ¿Quieres ir a comer o no?

Te relataría lo qué pasó más adelante cuando tuve que irme a mi casa sola, caminando, con el miedo de que por mis gustos me fueran a hacer algún tipo de vandalismo. Ese miedo espero jamás lo llegues a sentir Mérida, porque es un sentimiento horrible.
Mejor te cuento sobre lo emocionada que me sentía de darte mi número, jamás me lo habían pedido personalmente, solo para tareas o trabajos escolares, y también sobre cómo sentía tu aroma a cereza con limón mientras estábamos cerca, por un momento, quería contar todas las pecas de tu rostro, tuve tiempo de ver las transiciones de rosado y rojo en tus ojos.
No quería que pensaras que soy acosadora, así que jamás te dije esas cosas (aparte que serían muy románticas para la Mérida de esa época).
En fin, las cartas relatarán los momentos más claves de nuestra relación, sus inicios y su final.
—Honey.

Mérida estaba muy conmocionada por todos los recuerdos que le traía
una simple carta. Le recordaba a su forma de ser del pasado, la que era agría por fuera y dulce
por dentro. Jamás pensó en los sentimientos de la rubia respecto a esos momentos, pero ahora
los sabía, y estaba triste de no haber podido conocer mejor el punto de vista de Elsa.
...quisiera haber podido hacer algo por salvar esa relación...
O lo que había quedado de ella...

🧸 Nota de la autora 🧸
De verdad espero que hayan disfrutado este capítulo. A mí me gustó muchísimo escribirlo personalmente.
Si tienen alguna sugerencia o algo que está mal escrito, díganme, prometo que
no me voy enojar uwu.
Las canciones las pueden reproducir mientras leen el capítulo
para un efecto especial, y si no les gusta porque se desconcentran, hagan lo que se les haga más fácil. 💖💕🍯✨
Se les ama, morrillos.
🍌💛 Lulu Banana 💛🍌
"She lives in daydream with me"

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