—Y dime, Kim, ¿Por qué estás aquí? —preguntó Wonwoo, unas cuantas sesiones después de conocerse, se sentó a su lado, esta vez el gorro de Mingyu era celeste.

—Leucemia —murmuró.

Wonwoo tuvo que oprimir su impulso de hacer una expresión mala, la leucemia era de las peores, por lo que había escuchado.

—Yo... cáncer de hígado.

—Bebedor, ¿eh?

—¡Mingyu!

El chico de gorro comenzó a reír.

—¿Cuántas veces te dijeron que no debías tomar tanto, eh?

Wonwoo terminó riendo con él y en verdad no sabía cómo hacia para que en cualquier situación pudiera sacarle una sonrisa, una risa sincera, hacerlo feliz en una situación que creía imposible.

—Debo admitir que... sí, fui un gran bebedor.

—Oh, yo también —confesó Mingyu.

—¿Con esa carita de bebé vas a beber?

—El vodka es agua para mí.

—Nah —Wonwoo negó, escuchó a Mingyu reír de nuevo, el chico era muy risueño de verdad— No te creo.

—Te desafearía a una competencia de shots en este mismo momento pero por razones médicas no puedo beber.

—Pues yo tampoco, así que mejor.

—Cuando salgamos de aquí tendremos la competencia de shots más histórica del mundo, Jeon Wonwoo —Mingyu alzó una ceja, desafiante.

—Oh, pues que así sea.

Wonwoo cayó en silencio, con lentitud, apoyó su cabeza en el hombro de Mingyu, el menor soltó un ruidito alegre que le pareció encantador.

—¿Crees que en verdad salgamos? —dijo— Digo, se sabe que el cáncer no se cira, sino que se duerme y entonces... al final nos va a tedminar matando igual, tarde o temprano.

—Wonwoo, claro que saldremos, mira yo vencí el cáncer una vez, toqué esa campana que una vez cada que entras al ala de quimio, te digo que es la mejor sensación que tendrás en tu vida y la viviré dos veces, soy un afortunado.

—¿Es en serio? ¿También de leucemia?

—Riñones, empezó en los riñones —dijo Mingyu— es más, como sorpresa, tengo uno sólo y no es mío —rió como si fuera un chiste tonto.

—Oh, te daría el mío pero no podemos donar nada.

—Podemos donar amor, Wonwoo, algo podemos.

—No, tampoco tengo amor —negó arrugando la nariz— No soy una persona amorosa.

—Oh, entonces te falta amor, ya sabes, los anemicos no pueden donar sangre porque les falta y los que no tienen amor, no pueden donar amor porque también les falta.

Wonwoo sonrió como un tonto, acomodado en el hombro de aquel chico de gorro y ojos bonitos.

—Te donaré amor hasta que tú puedas donar el tuyo.