—Mira, ya hasta tienes más color que yo —dijo Mingyu días después, comparando sus manos, donde las del menor además de ser más grandes, pálidas y con unas pocas venas, en comparación a las de Wonwoo, un poco más pequeñas, huesudas y de venas marcadas, con su piel en un tono amarillo.

Wonwoo no se sintió capaz de alegrarse por eso.

—Gyu, ¿Desde hace cuánto tiempo estás enfermo?

Mingyu hizo una mueca y se tomó el tiempo para responder.

—Lo de los riñones fue hace unos...siete años y tengo leucemia desde hace casi dos años.

—No es justo —murmuró Wonwoo.

Mingyu alzó la vista hacia él.

—¿Qué no es justo?

—Que yo salga de esto primero, yo llevo unos meses con esto, unos cuantos pero igual tu tendrías que salir de aquí primero.

Mingyu comenzó a reír, Wonwoo no entendía el porque.

—¿Qué seas el primero? ¿Qué te pasa? Estás hablando con quién venció el cáncer una vez antes, ahora te toca a ti. Es justo, después me va a tocar a mi de nuevo y ahí, Jeon Wonwoo, te seguiré ganando y será injusto para ti.

Wonwoo tardó un momento en sonreír, aunque no estaba convencido para nada de todo eso.

—Hey —Mingyu se acercó más a él, colocando sus piernas sobre el regazo de Wonwoo, acariciando su cabello con sus dedos —, yo estoy genuinamente feliz por ti, Wonwoo —dijo con una sonrisa—. Y tú también deberías estarlo.

»»—No está mal estar feliz por uno mismo, aunque los demás no estén igual que tú, no deberías menospreciar tus propios logros y victorias, Wonwoo, porque son maravillosas y geniales como tú.

Wonwoo sonrió con las mejillas rojas, bajó la cabeza, algo avergonzado.

—Te mereces esto, te mereces las cosas buenas.

Mingyu se abrazó de él, dejó su nariz presionando en el cuello del mayor.

—Tu sí que eres una cosa buena.

—Soy una persona, no te confundas —dijo Mingyu, arruinando su romanticismo— Sí, Wonwoo, soy tu cosa buena, ¿Has visto este culo?

Wonwoo rió por ese comentario, el chico seguía teniendo esa capacidad de hacerlo reír con cualquier cosa, en todo momento.

—Te amo, Mingyu.

—También te amo.