Extra.
一Muy bien, JeongInnie, ¿Qué helado quieres? 一Chan hizo un ademán a todas la muestra de gustos, todos los distintos sabores que se exhibían en la heladería y sus brillantes ojitos se pasearon por todos, totalmente indeciso.
Era su primer día fuera del hospital, por fin había salido al mundo.
Le habían dado el alta hace una semana, pero había estado en su casa, siendo visitado por su familia y sus sobreprotectores padres lo querían tener muy cerca, cosa que a él le parecía muy pesado y se la pasaba encerrado en su cuarto.
Chan había ido a verlo, había hablado con sus padres y le habían dado el permiso para que estuviera con JeongIn todo el día sí quisiera, no tenían hora de llegada y estaban completamente libres.
Lo primero que habían hecho fue ir hacia la peluquería, gastaron la mañana en eso y JeongIn se había teñido el cabello de color marrón cálido, un tono que le gustaba mucho.
Minho también había estado con ellos durante el mediodía, habían salido a comer a un restaurante de hamburguesas y era la primera buena comida que había tenido en meses.
Para el momento del postre, Minho tuvo que irse para su trabajo, así que volvió a quedarse solo con Chan.
En secreto no tan secreto, le encantaba estar con él, era como un hermano mayor y siempre le daba cariño, a Chan le gustaba abrazar y revolver su cabello, dejar besos en su frente al despedirse y a JeongIn le gustaba que lo mimaran así.
Minho tenía la misma costumbre y había hecho lo mismo que él, ambos eran verdaderamente un amor con éste.
Terminó pidiendo helado de Kinder, de cookies y crema, en un cono gigante, aún más comparado al vaso de helado de limón que había pedido el mayor.
Chan había pagado por todo ese día y estaba más que feliz por hacerlo, JeongIn era un joven maravilloso y muy joven para pasar por todo aquello y lo había logrado, se merecía un buen premio.
一Hoy un amigo viene a la ciudad. 一comentó JeongIn.
一¿Vive muy lejos? 一preguntó el mayor.
一Desde Daegu, fue mi mejor amigo y el año pasado tuvo que mudarse de aquí hasta allá por su familia. 一dijo一. Después de eso enfermé. 一comentó por lo bajo con tristeza.
一¿Era muy amigo tuyo?
一Era en serio el mejor amigo, mi único amigo la mayoría del tiempo, era como mi otra mitad. 一contó el castaño一. Y en secreto... Él me gusta.
Chan sonrió de forma sutil..
一Sé que a él no le gustan los chicos. 一añadió JeongIn y la sonrisa del mayor se borró, el menor suspiró de forma pesada一. Pero es muy valioso para mí y sí al menos lo tengo como mi amigo... No está mal.
一Oh, JeongInnie, eres muy joven para los problemas de amores. 一Chan negó, con la intención de que no le diera importancia.
一¿A qué edad se empieza a amar, hyung? 一cuestionó el menor, mirándolo fijamente, Chan no tenía respuesta por más que se lo pensó y el castaño asintió一. ¿Ve? No menosprecie el amor por la edad, Chan.
一Lo siento, Innie.
JeongIn sonrió y negó, restándole importancia, habló un poco más de su amigo, HyunJin y de todo lo que él había ahorrado para ir a verlo en cuanto se enteró que estaba en el hospital y bastante delicado, pero no podía conseguir tanto dinero de una vez, meses después, con un diagnóstico totalmente diferente, se reencontrarían para festejar de que todo había terminado bien.
一Cuando ustedes salieron del hospital, ¿Cómo lo festejaron? 一preguntó JeongIn cuando ya le pareció que había hablado demasiado de él y también porque le interesaba mucho la vida del mayor.
De grande aspiraba a ser como él.
一Pues, Minho me ofreció matrimonio.
一dijo Chan y una risa le siguió, sus mejillas se pusieron más rojas一. Y después de eso nos tomamos un tiempo para nosotros, nos juntamos todos los días, pedimos comida porque no nos gustaba salir y nos quedamos en casa, una vez viajamos a Busan para ver la playa y a visitar a los padres de Minho, fue lo más parecido a una luna de miel que tuvimos.
一¿Y la boda?
一Oh, fue de mentiras, inexistente, el matrimonio homosexual no es legal en Corea, JeongIn. 一explicó el mayor一. Hicimos una reunión cuando finalmente nos mudamos juntos, con un par de amigos, familiares y con mucha comida.
一¿Es lindo? 一preguntó, con una sonrisa一. Casarse, juntarse y quererse mucho.
Chan asintió.
一Sí, sí es muy lindo. 一admitió一. Hay momentos difíciles también en una relación, a veces no sólo por la salud, a veces es por discusiones tontas o porque uno malinterpretó todo... Pero lo amo, por sobre todas esas cosas y lo elijo todos los días y Minho a mí también.
JeongIn tenía las mejillas muy rojas y sonreía totalmente encantado, varios brillos llenaban sus ojitos.
一Eres todo un niño romántico, Innie.
一Chan apretó sus mejillas, haciendo que el castaño se apartara y luego comenzara a decir que no era un niño, pero Chan nunca podría tomárselo en serio porque era realmente adorable.
Cuando fue a dejar al menor a su casa, lo primero que dijeron sus padres fue; “al fin, HyunJin ya llevaba esperándote mucho rato”, y Chan llegó a ver a un chico de cabello rubio que había corrido a abrazar al castaño, esconder su rostro en su cuello y comenzar a decir un montón de cosas lindas como que lo había extrañado, que lo quería mucho, que odiaba haber tardado tanto y que agradecía con todo su corazón que él estuviera allí porque hacía del mundo un lugar más bonito.
JeongIn poco se esperaba tantas cosas bonitas tan pronto y sus ojitos de zorro perdido se llenaron de lágrimas, tanteó la mirada de Chan en busca de ayuda, pero el mayor sólo le guiñó un ojo, sonriéndole de forma pícara y saliendo de la casa, rumbo a la suya.
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Minho lo recibió con la cena lista, besó sus labios y le preguntó por cómo había ido todo con el pequeño.
一Lo dejé con su noviecito. 一dijo Chan, riendo.
Minho alzó una ceja, curioso.
一¿En serio, Bang? Es muy joven, no puedes dejarlo a que–
一Oh, deja al niño que ame. 一dijo el mayor一. Y no es su novio, es el chico que le gusta, su mejor amigo.
一Oh, eso es horrible.
一Oh, sí. 一Chan asintió totalmente de acuerdo一. Pero es heterosexual, así que no va a intentar nada, que bueno que lo sabe, así no se le rompe tanto el cora– 一dejó de hablar cuando le llegó un mensaje de JeongIn, más que uno, iban diez y seguían llegando一. ¿Qué le pasó ahora? 一murmuró, abriendo el chat.
Eran todos mensajes desesperados que lo preocuparon un poco, pero era el último lo que hizo que riera y se tranquilizara, muriendo un poco de ternura:
‹‹ Chan, sí tu amigo hetero te besa con ganas, ¿Es hetero? ››
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