Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25.

Chan entró con una amplia sonrisa al hospital, era la tercera vez en la semana que iba para ver a un chico muy especial, llevaba una bolsa de regalo con algo que había específicamente para él.

Saludó a las enfermeras en su paso y a los doctores que cada tanto también aparecían.

Habían pasado varios años desde que se había curado, su vida era más que buena, estaba feliz y no había nada de qué quejarse al respecto, así que era muy usual que cargara con una sonrisa en su rostro.

Volvió al ala donde una vez él y su marido también estuvieron, y fue hacia la habitación que conocía bien.

一¡Chan!

Al verlo entrar, el menor alzó sus brazos y sonrió ampliamente.

一Hola de nuevo, Innie. 一Chan fue a abrazarlo, dejando un beso sobre su cabeza de forma paternal.

Había conocido a JeongIn hacia unos cuantos meses, el joven tenía quince años y se había identificado con él de forma inminente, el menor tenía lo mismo que una vez él tuvo.

Comenzó a hablar con él a pedido de los médicos, tener a alguien que se había curado de lo mismo le daría esperanzas y más energías, cosa que en ese momento necesitaba.

Se sentó en el borde de la camilla, extendió el regalo hacia a él.

一Me dijiste que te gustaban los conejos, JeongIn. 一dijo y el menor tomó el regalo rápidamente y lo abrió con emoción, tomando lo que había en su interior, lo que vio más grande primero, tardó unos segundos en ver que era un gorro, otro gorro 一porque el mayor le había regalado otro gorro tejido antes一, pero este era más especial y bonito, era de color blanco y unas largas orejas de conejo caían a los costados de su rostro, tenían un trozo de tela de color rosa en la parte interna, imitando el interior de las orejas, dándole un pequeño detalle adorable.

JeongIn rió y se lo colocó con alegría, tomando las orejitas y jugando con ellas.

一Es muy lindo, Chan, muchas gracias. 一dijo, con un rubor en sus mejillas y sus grandes ojitos brillando con fascinación.

一También hay algo más~ 一canturreó, haciendo que JeongIn volviera a atacar la bolsa de regalo, encontrando un pequeño y adorable muñequito, también tejido y hecho a mano, un lindo conejo de color marrón, un poco más grande que el tamaño de su mano一. Ese lo hizo Minho, no sé hacer juguetes.

JeongIn rió y apretó entre sus manos, era suave y hasta relajante, le serviría mucho para apretar cuando se ponga nervioso por las agujas o la quimioterapia.

一Chan, nunca he visto a ese Minho de quien tanto hablas.

Chan rió un poco.

一Ese Minho es mi esposo, Innie. 一dijo, mostrando su anillo, haciendo que el menor lo mirara一. Él está ocupado, trabaja medio tiempo y sigue estudiando lo que le gusta.

一¿Psicología?

一Sí, Innie, le queda un poco más de un año, estoy muy orgulloso de él. 一sonrió y el rubor se mostró en sus mejillas.

一Están muy felices y enamorados. 一dijo JeongIn, sonriendo igual y Chan asintió一. Algún día también quiero estar así con alguien.

一Para cada uno hay alguien, JeongInnie.

一¿Tú crees?

一Mhm... Debo confesar que yo no creía en el amor y cuando menos esperaba encontrar algo así... 一se encogió de hombros一. Sólo aparece.

JeongIn hizo un ligero mohín y Chan no se resistió a llamarlo “adorable bebé” y apretar sus mejillas.

Continuaron hablando largo rato de cosas comunes y también de su salud, JeongIn se estaba recuperando de forma excelente y ese mismo día tendría una sesión de quimioterapia, una de las últimas, lo que significaba que no podría ser visitado por nadie en al menos una semana luego de esta, por la cantidad de bacterias que podrían afectarlo al estar tan débil, por eso lo dejaban aislado en una habitación y entraban en trajes especiales para llevarle lo que necesitara, pero quedaría una semana solitario en esa sala una vez más, que era cuando más triste se ponía.

一Mira, lo tienes a él. 一Chan tomó al conejo de peluche que aún estaba siendo sostenido por la mano de JeongIn y que también cubrió cálidamente一. O ella, elle, o lo que sea; también puedes hablarme por teléfono, te dejé mi número. 一JeongIn asintió一. Y seré el primero en venir a verte después, ¿Sí?

JeongIn asintió, haciendo un puchero, provocando que Chan sonriera con ternura.

Se despidió de él con un fuerte abrazo y un beso en su frente, las pequeñas lágrimas le rompieron un poco el corazón, pero tenía que marcharse de todas formas.

El chico estaba bastante solo, sus padres venían poco porque les costaba mucho liderar con la situación y no servía de nada que tuviera una madre que se pusiera a llorar y un padre que intente consolarla, pero que termine llorando también, lo hacía sentir muy culpable y sólo empeoraba su estado de salud.

Por eso regulaban las visitas de sus padres, en cambio, Chan iba casi todos los días y se quedaba largos ratos, y como sí fuera tan simple como eso, había empezado a mejorar rápidamente.

Caminó hasta el departamento que una vez fue sólo de Minho y ahora era de ambos, todo estaba tranquilo y en completo silencio, seguramente porque su marido debía estar estudiando, no quiso molestar haciendo ruido, así que se dirigió a la cocina a hacerse un café.

Sintió unos brazos rodear su cintura por la espalda, Minho presionó su mejilla contra su hombro.

一Hola, nene hermoso. 一dijo Chan con una sonrisa, mirándolo de reojo.

一¿Cómo te fue con nuestro hijito?

一Minho... JeongIn no está en adopción por más que lo quieras. 一le recordó el mayor一. Y me fue muy bien, él está muy feliz de que vaya y me preguntó por ti, arréglate como para dentro de una semana para ir conmigo, quiere conocerte.

Minho sonrió con ternura.

Le parecía bonito, más que eso, hermoso que su marido se lleve de una forma tan paternal con alguien, hablaba de él como sí fuera su padre realmente y eso lo hacía pensar en tener niños y Chan más niños, era lo más adorable del mundo.

一Prometo ir en cuanto me quite estos exámenes de encima.

一Con lo estúpido que eres, no te los quitas nunca porque siempre repites, burro.

Minho tomó una de sus nalgas entre sus dedos y la pellizcó con fuerza, haciendo que el mayor gritara y se apartara de él de un empujón.

一Estás jugando sucio, Lee. 一Chan lo señaló con amenaza, mientras se sobaba su adolorida nalga.

一No es lo único que es sucio. 一Minho alzó las cejas y Chan dudó un segundo completo, haciendo que Minho sonriera.

一¿No puedo tomarme un café sin que tengas ganas de follar, Minho? ¿De pequeño veías porno en vez de caricaturas? ¿Por qué eres así?

一Hablaba de los platos que no lavaste anoche. 一dijo.

Chan se apresuró a tomar su café y salir de la cocina rápidamente hacia la sala, diciendo un “yo no sé nada de platos” e ignoró a Minho en los veinte minutos que lo recriminó por ser un sucio y que no le hablaría de nuevo hasta que cambiara, pero fueron apenas otros veinte minutos para que el pelirosa volviera y se tirara en el sillón, apoyando su cabeza en el regazo de Chan, quien comenzó a dejar mimos en sus rosados mechones.

一¿Qué pasa ahora, amor? 一preguntó Chan con gracia.

Era algo típico y bastante cómico del menor, se enojaba por veinte minutos y después volvía a pedir amor.

一Chan, ¿Quisieras tener hijos?

一Sólo contigo, amor. 一respondió el menor de forma inmediata, haciendo que un rubor subiera a las mejillas de Minho一. ¿Lo preguntabas en serio o era una invitación a follar?

一Y después soy yo quien piensa en follar todo el tiempo. 一dijo el menor con el ceño fruncido一. Hablo de adoptar, Channie.

一Oh, era en serio. 一dijo el mayor y rió un poco一. En fin, mi respuesta es la misma, Honnie. Contigo tendría lo que sea, bebé.

一Aww... Eres un cursi.

一Soy muchas cosas. 一dijo Chan, asintiendo一. Fan de las botellas de tapas azules, fan de tejer gorros, tu marido, el amor de tu vida. 一guiñó un ojo.

一Lo supe en cuanto te vi. 一dijo Minho, tomando su manito y jugando con sus dedos.

一¿Lo sabes todo, no?

Minho asintió.

一¿También sabes que te amo mucho?

一Lo sé. 一dijo el pelirosa con una sonrisa一. ¿Tú también sabes que te amo mucho?

Chan asintió.

一No eres el único que lo sabe todo, eh, Lino Minmin.

Minho soltó una carcajada por ese nombre ridículo.

一Bueno, señor sabelotodo número dos, Kangoo Bahng.

一¿Qué tipo de tourette te hace decir todas esas cosas sin sentido, Min HoHo?

一¿Lee Christo? 一preguntó el menor, alzando una ceja一. ¿Vam–woof woof?

一Sí, Minho, sí, todo lo que quieras. 一dijo Chan, acariciando su cabecita como sí fuera un bebé diciendo cosas sin sentidos, haciendo que Minho lo golpeara para iniciar una guerra de golpes y risas entre los dos, que de alguna forma u otra terminó en una guerra de besos, otro más de sus días juntos, como serían muchos, muchos más, perfectamente enamorados por el resto de sus vidas.
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ

FIN.
ㅤㅤㅤㅤㅤ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro