—¿Qué es lo que siempre escribes en tu cuaderno?

—Poesía, me gusta mucho —dijo Mingyu, con una sonrisa.

Wonwoo abrió su boca ligeramente.

—¿Podrías leerme uno? —preguntó, notó a Mingyu sonreír con cierta vergüenza y el rubor subir a sus mejillas, esta vez, su gorro era de color rosa y combinaba perfecto con el tono de sus mejillas— Si no quieres, no, ya sabes, deben de ser personales y-

—La mirada que mí corazón se graba, tallado tengo tu nombre en mi piel, tus besos en mi alma adorada, quedan en mis labios los tuyos, sabor a miel...Más ocultas las desgracias, que de sorpresa nos atrapan, un destino sellado y tu amor me ha abandonado... ¿Será cruel el destino? Qué lindo es ver el final del camino ¿O será cruel tu corazón? El que amor dejó de dar sin razón.

Wonwoo lo miró sin poder decir palabra, del otro extremo del cuarto, los otros tres compañeros de grupo aplaudieron a sus palabras y Mingyu hizo una reverencia y cubrió su rostro, mientras dejaba escapar una risa de sus labios.

—Es muy bonito —dijo Wonwoo.

—No, es horrible —Mingyu negó divertido—La rima es un asco, la métrica también, no tiene casi nada de recursos poéticos, es básico y simple.

—Debe haber una razón para que lo hayas hecho.

Mingyu hizo una pausa.

—Pues sí, si la hay... —suspiró de forma pesada— Pero mis fracasos amorosos no son de tu interés.

—¿Por qué no? —preguntó Wonwoo.

Mingyu lo miró un momento y negó.

—Me enamoré perdidamente de un chico, que en algún momento fue mí novio, en cuanto le dije que estaba enfermo, me dejó porque le parecía demasiado. Dijo que no quería verme morir y mucho menos seguir conmigo porque si yo moría, de algún modo seguiríamos siendo novios pero yo ya no estaría aquí y eso lo atormentaba... prefirió romper conmigo antes de que eso pasara.

Miró a Wonwoo, rogando no dar tanta lástima, Wonwoo solo asintió, comprendiendo.

—Quién no esté preparado para pasar hasta los peores momentos conmigo, entonces no vale la pena.

Mingyu sonrió mínimamente y asintió.

—Lo sé —dijo.

Wonwoo extendió su mano hacia él, tal como Mingyu lo había hecho consigo en la primera sesión, hacia un par de semanas.

Mingyu la tomó con una sonrisa en su rostro.

—Gyu... siempre te despides de mi con un beso vilador, ¿Es por algo? —preguntó Wonwoo.

—Mi sistema inmunológico esta en la ruina, no puedo despedirte con un beso de verdad —dijo, sus mejillas se encendieron del más sutil rosa— Yo soy muy cariñoso en verdad, y bueno... —se encogió se hombros— No me permiten dar mucho afecto, mucho contacto podría hacer que corra el riesgo de contagiarme.

»»—Antes solía dar muchos abrazos y besos a todos —dijo riendo con nostalgia— Oh, y ni hablar de los animales.... ahora con suerte puedo acariciar al gato del hospital, pero porque saben que esta limpio y no tiene nada con que ensuciarse.

—Eso es un poco triste —dijo Wonwoo.

Mingyu negó.

—Quita la palabra triste de todo lo que digas, la tristeza no puede tener un lugar aquí.

Wonwoo frunció el ceño.

—Estar triste solo lo empeora —dijo Mingyu— la verdadera cura es la felicidad.

»»—Cuando salga de aquí podré dar cariño de nuevo —dijo con seguridad.

Wonwoo no entendía como alguien se podía ver fuera de esto, él no pensaba que lo lograría nunca, y Mingyu era todo lo opuesto a él.

Quizás necesitaba un poco de él.