Capítulo 3
—Tu alfa morirá...
Era el mensaje constante que tenía de parte de su lobo, no importa la mejoría repentina que había, la alegría y el color llegando a los ojos de su alfa, estaba coqueto y risueño y él estaba feliz con eso.
—Vamos Kookie, nadie nos verá.
—Taehyung, sigues de reposo. —Intentaba negarse mientras Tae metia sus manos dentro de la franela del más joven.
—Me he sentido mejor en estos días —decía mientras lo besaba dulcemente haciendo que el menor poco a poco cediera...
—Puede llegar Jenie —Él menos decía mientras jadeaba por los besos que su alfa le daba en la garganta, repasando rudamente sus dientes
—Puedes cerrar la puerta. —Tae mordisqueaba su mandíbula—. Pero no me importaría enseñarle a la gente, como eres tomado por mí —susurró roncamente en sus labios.
Jungkook se alejó como pudo, odiando/amando la sonrisa de triunfo de Tae al verle dirigirse a cerrar la puerta de la habitación, al pasar por la puerta del baño le dio la impresión de ver que algo se movía allí dentro pero lo ignoró y se apresuró a ir a cerrar la puerta. Una vez listo eso abrió la puerta del baño para que esta tapara la ventanilla e impidiera ver desde afuera hasta dentro.
Se desvistió lentamente, admirando como su alfa desde su camilla se levantaba para hacer lo mismo, ambos con el deseo latente, llenando la habitación con sus aromas, el denso deseo entre ambos, solo avivaba la llama de pasión que los había empujado al inicio de su relacion, convirtiéndola de una lujuria desenfrenada hasta un amor auténtico y tenaz.
Al llegar a la camilla, Jungkook ya no poseía ninguna de sus prendas y su lubricación había comenzado a bajar por sus piernas, se subió sobre la camilla para montar a Tae, pero este le impidió "empalarse" rápidamente, Tae deseaba observarlo detalladamente y grabar en su mente el maravilloso cuerpo de su Omega sumamente blanco, con varios tatuajes que adornaban su cuerpo, con sus manos, Tae comenzó a delinear desde sus piernas hasta su cintura, acentuando de vez en cuando las uñas, solamente para apreciar la lujuria correr por la vista de su omega. Verlo suspirar de placer siempre sería un deleite.
Así que sin previo aviso tomó el trasero de su omega y lo bajó para insertarse de una estocada, comenzado sus movimientos rápidamente, Jungkook no podía pensar, estaba en blanco con su mente plasmada de placer, eran las manos de Tae recorriendo su cuerpo, era Tae comiéndoselo a besos, era su alfa entrando tan profundo que le cortaba el aliento.
Jungkook no supo en qué momento él había terminado recostado en la camilla, pero recordaba cuando Taehyung buscó su mano entrelazándola con la suya, había dejado de ser rudo, en ese momento era malditamente lento, podía sentir como su alfa entraba centimetro a centimetro dentro de él, mientras le sujetaba la mano con fuerza y con la otra presionaba la cintura evitando que se moviera. Era una terrible tortura, Taehyung lo inmobilizaba evitando que aumentara el ritmo, y eso lo desesperaba, Tae lo sabia, por eso lo habia soltado de su mano y había tomado su cuello, manteniendole mas firme en la cama, acallando un poco sus jadeos. La otra mano de tae continuaba sujetándolo firmemente en la cadera... Lo iba a matar de placer.
—Córrete para mi bebé.
¡Oh santas y demonias palabras! Eran música para sus oídos y provocaron que su cuerpo hiciera un click, haciendo que el orgasmo llegara tan fuerte ocasionando que no pudiera evitar gritar, pero poco le importó. Tae estaba volteandolo y dejándolo a cuatro patas, empujando su pecho a la cama y levantando su trasero, podía sentir la respiración del alfa en su entrada, pero su bruma poscoito, lo tenia dócil todavía, por lo que no pudo evitar desgarrar su garganta cuando Taehyung se comía enérgicamente su entrada, no tenía fuerza para resistirse, tampoco era como si quisiera.
Tae había logrado su cometido, Jungkook se había corrido ya varias veces, así que tranquilamente sería su turno, con fuerza levantó el trasero de su Omega, sabía que ya el menor no tenía fuerzas por eso lo ayudó a acomodarse, entrando lentamente en él, amando la manera en que sus cuerpos se adaptaban perfectamente, fue rudo y fue violento, no necesitaba ser dócil, pues ya su omega estaba más que complacido y estaba totalmente sumiso a recibir todo lo que le daría. Poco a poco sintió el remolino en su vientre, su deseo de llegar más profundo se intensificó, así que jaló de un brazo a su amado omega para renovar la marca en su cuello al mismo tiempo que el nudo se formaba. Su omega mostraba una sonrisa de satisfacción que llenaba su pecho de orgullo.
Luego de todo el jaleo, decidió limpiar como pudo a su dormido omega, las toallas húmedas y el cambio de ropa que le traía a diario le sirvió para todo. Una vez, cambió y acomodó en la camilla a Jungkook. Cerró la puerta del baño, y abrió la puerta de la habitación para que ventilara el aroma, francamente le importó muy poco si el resto del hospital se enteraba, él era el orgulloso alfa del mejor omega del mundo y jamás lo ocultaría.
Se acostó a dormir con su omega, ignorando que esa sería la última vez.
Momentos más tarde un cuerpo salió del baño, su rostro era de puro asco, dolor y decepción. Se acercó a los amantes en la camilla, acallando su dolor, ignorando a su propio lobo.
—Espero que te haya gustado tu despedida maldito —comentaba mientras inyectaba plata líquida en la vía del alfa aprovechando que ambos estaban dormidos—. Sufre pedazo de escoria, Jungkook siempre fue mío y tú solo eres un bache en nuestra historia. —Volvía a inyectar nuevamente con el mismo liquido, provocando que así, el liquido de la sonda cambiara de color—. Yo borraré de su memoria cada pedazo asqueroso de ti —escupió con furia para marcharse de allí, su meta estaba cumplida, no había forma de que Taehyung sobreviviera a eso.
Mientras caminaba podía escuchar los gritos de dolor de Taehyung y los de Jungkook pidiendo ayuda, pues el veneno ya estaba haciendo de las suyas, así que pedir ayuda les era inutil, por eso sonrió satisfecha cuando solo se escuchaban los gritos del omega llamando al alfa entre lloriqueos y súplicas. A ella únicamente le tocaba esperar la dulce llamada que llegaría horas más tarde.
—Jennie, Jenie. —Jungkook no dejaba de llorar—. Se fue Jenie, mi alfa, Taehyung se fue.
—Kookie cariño, pero si estaba mejor. —Casi se le salía una risa al decir aquello—. ¿Cariño dónde estás? Voy contigo, no puedes estar solo.
—Gracias Jenie, siento que no puedo solo, me estoy ahogando.
—Siempre estaré para ti cariño. —Sonrió del otro lado del teléfono.
[Este capítulo fue escrito por Omamoon1 ]
Mely: ¡¡MALDITA JENIE COMO TE ODIO PERRAAAAAA DEL DEMONIOOOOO!!
😡😡😡😡😡
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