Kim Namjoon era un hombre bien puesto y derecho. O no tanto, depende quién lo mire. Tenía un trabajo poco convencional pero que aún así amaba y era muy profesional con ello. No contaba con muchos amigos, pero los pocos valían. Amaba a su familia, los iba a visitar en cuanto podía. Incluso hace unos años había comprado un departamento con los ahorros de toda la vida.

Sí, podría decirse que era un veinteañero decente. Era guapo, con una altura muy bella y un cuerpo levemente formado. Incluso su rostro era delicado, así como sus gestos al hablar. Y digamos que no era escaso de sexo, ni de amores. Eso sí, era bisexual. Aunque en ese último tiempo había aprendido a amigarse con su atracción hacia los hombres.

Sin embargo, no perdía la costumbre de acostarse con su amiga. La de ellos era una relación fácil. Se había hecho la cabeza con que no necesitaba mucho más. Pero su lado poeta sí tenía la necesidad de aferrarse a un desamor o a la sensación de un romanticismo algo erótico.

Porque claro, como a todos los artistas, la inspiración no cae del día a la noche, ni del cielo (vale, a Van Gogh sí). Necesitaba algo que lo hiciera doler hasta poder derramar lágrimas sobre un papel, o algo que lo haga estar tan en las nubes que siquiera tuviese sentido lo que dijera.

Pero no tenía nada de eso. En ese momento de la tarde, un día después del concierto, solamente tenía a una aburrida rubia a su lado que no paraba de moverse de un lado a otro tratando de encontrar con qué entretenerse.

-No puedes quedarte callada nunca, ¿ahora tampoco quieta? Vamos, dame un respiro-se quejó Namjoon viendo cómo se acercaba a la ventana, tomaba un cigarrillo herbal, fumaba, volvía a la cama y así.

-Estoy algo ansiosa y aburrida, ¿vale? Es la abstinencia, supongo-explicó mientras prendía el televisor, en busca de algo para ver.

-Ven aquí-dijo el rubio, extendiendo sus brazos para que se acostara entre ellos. Rápidamente se acomodó dentro de su abrazo, y se quedó algo más tranquila. Namjoon era una especie de estufa viviente, su cuerpo siempre estaba cálido, especialmente sus manos. Jiwoo era todo lo contrario. Se la pasaba sufriendo el frío, solía tener los pies y las puntas de los dedos moradas todo el tiempo.

La muchacha comenzó a acurrucarse cada vez más, siendo así que parecía una bolita. Ahora estaba cómoda y aburrida.

-Sigo aburrida-volvió a quejarse. Namjoon suspiró, a punto de maldecirla-. ¿Follamos?-preguntó sin un solo pelo en la lengua. El alto rió ante la propuesta pero no la rechazó.

-Si insistes tanto, te voy a tener que dar el gusto-anunció para luego moverse de la posición en la que se encontraba y agarrar a la sonriente chica de las piernas descubiertas, atrayéndola a sí. Ella llevaba un short deportivo junto a un sujetador del mismo estilo, lo que usualmente llevaba de entrecasa.

Jeon cazó rápidamente los labios del contrario y siguió el beso con fuerza. Comenzó a tocar la espalda ancha de Namjoon, levantando la camiseta que traía. Terminó de sacarla cuando éste se separó un poco al querer retirar el short y la ropa interior de la fémina.

Seguidamente, Kim bajó su cabeza a la vulva de su mejor amiga y después de amagar un poco con su lengua al pasarla por los muslos, comenzó a lamer y succionar desde el monte de venus hasta el clítoris.

-Ah, directo al seven-dijo entre gemidos, y pudo sentir la risa del chico retumbar en su entrepierna al escuchar la referencia que había hecho. Tiró su cabeza hacía atrás y sintió la punta de su pelo rozar contra su cadera, un pequeño escalofrío la atacó.

Namjoon siguió con lo suyo, llenando de saliva todo a su paso. Pasaron unos minutos cuando pudo percibir algunos espasmos en la cadera de Jiwoo, anunciando la cercanía del clímax. Decidió parar, y ella inmediatamente gimió en protesta. Antes de que pudiera hablar, volvió a atacar los belfos que estaban algo colorados por las constantes mordidas.

La rubia rompió la unión al tirar su cabeza hacia atrás, sonrió al apreciar la vista: un Namjoon con puchero, con el torso desnudo y con las rodillas y manos apoyadas en el colchón para poder estar sobre ella.

-Vale, tengo algo para ti, ya vuelvo-dijo y con agilidad bajó al piso, dirigiéndose a la sala de estar. Él se tiró en la cama luego de haberse sacado el pantalón de chándal que cubría su bóxer gris.

La vio volver a la habitación con un pequeño estuche de plástico transparente. Se lanzó a la cama y él se incorporó un poco para ver qué era lo que traía. Logró ver una pequeña botella roja, un lápiz labial, un paquete de Halls mentolados y algunos preservativos.

-Te presento a mi kit de sexo: lubricante, condones, y algunas cositas más para divertirse-explicó con una gran sonrisa. Jiwoo era de las personas que amaban vivir su sexualidad, y por eso había elegido a Nam como su 'follamigo'. Era un chico que también se preocupaba por el placer ajeno, siempre consultando y pidiendo permiso para todo lo nuevo que quería experimentar. Simplemente se entendían muy bien, especialmente en la cama, tenían una química única. Cualquiera creería que eran dos enamorados.

-¿Y para qué el labial?-cuestionó extrañado.

-Eso es lo mejor de todo-aseguró, sacó el pequeño objeto negro con detalles plateados-. Parece un simple labial, pero no lo es-dijo, abriéndolo y dejando ver un pedazo de plástico rojo que simulaba el lápiz labial. Presionó un pequeño botón en la parte de abajo, y el juguete comenzó a vibrar. Lo apoyó sobre el bóxer de Namjoon, justo en su miembro. Este dio un pequeño saltito por la ola de placer.

-Mierda, eres una puto genio-la halagó cuando apretó sus testículos con la pequeña bala vibradora. La erección aumentó aún más y ella ya estaba retirando la prenda que interrumpía. Woo tomó el pene con una mano, masturbándolo a lo largo y acariciando el glande cada que su pulgar llegaba a la punta. El rubio se la pasaba suspirando, no se guardaba nada.

Sentía la constante vibración y su mano subiendo y bajando, podría venirse en cualquier segundo. Con determinación, Jeon pasó el juguete por todo su genital, haciendo a Namjoon apretar sus dedos alrededor de la sábana gracias al placer. Buscó con su mano libre el frasco de lubricante en el bolso, lo abrió y echó un poco en el vibrador y otra cantidad en su mano.

Con la punta del falso labial, recorrió desde el prepucio hasta su entrada. El contrario arqueó la columna al sentir lo caliente del líquido, ya que este aumentaba aún más el placer con la sensación de calor. De mientras, con los dedos cubiertos por el óleo rojo, Jiwoo comenzó a masturbar su clítoris circularmente, sintiendo el mismo fuego pegándole.

Sin dudar ni un poco más, adentró sus dedos en su vagina, y el vibrador en el ano de Namjoon. Ambos pegaron un leve grito y sintieron calor recorriendo su entero cuerpo, cada vez estaban más cerca de venirse.

El más alto comenzó a acariciar sus pezones con una mano, y con la otra, los de su compañera. Ella aumentó la velocidad del vaivén dentro suyo y empezó a mover con mayor velocidad el labial dentro de él. Giró a ver el cuerpo totalmente sudado de Kim y en los próximos segundos, pudo disfrutar el orgasmo que venía amenazando hace bastante.

Se enderezó luego de los espasmos y se acercó al pene de su amigo, el cual comenzó a chupar a lo ancho de este, enfocando su mano en acariciar los testículos. Con esa estimulación, Namjoon logró venirse agresivamente entre gemidos y suspiros que se mezclaban en su garganta.

Ambos terminaron echados en el colchón, sobre las mismas sábanas que solían ver películas los sábados o tomar cerveza los martes por la noche. Tenían tantas historias allí mismo, pero en lo único que Namjoon podía pensar, era en cuanto le agradecia a Jiwoo ese glorioso kit de sexo.

Se levantó de la cama solamente para ir al baño, al igual que la rubia. Al pararse junto al mueble del televisor, pudo ver la tarjeta que Taehyung le había regalado anteriormente. ¿Realmente sería tan bueno en la cama como su mejor amiga? Estaba decidido a llamarlo la mañana siguiente, tal vez podría llegar a comprobarlo.

HOLA, ME LEEN? Acabo de escribir estas 1415 palabras y creo que es el capítulo más largo hasta ahora.

Espero que lo hayan disfrutado, hoy vino intensa la cosa.

Esperen por más, de mientras me ayudan mucho si comparten/votan/comentan porque el algoritmo de Wattpad me odia.

Besosss, los quiero ♡