-¡Mierda, me encanta!-gritó Jiwoo, quien estaba apoyada en su motocicleta, vistiendo un outfit lleno de cuerina y además, mirando a Namjoon con aprobación y sorpresa.

Eran las ocho de la noche en punto y Namjoon apareció en la puerta del edificio con una gran sonrisa, esperando la opinión de su amiga respecto a su nuevo look. Dio una vuelta entera y se hizo el coqueto, posando mientras ella lo aplaudía.

Aquellos largos mechones en su nuca ahora eran lilas. Realmente era un look que le sentaba de maravilla. Y junto a ese cabello teñido, lucía un hermoso traje blanco, sencillo y elegante, pero llegaba a ser informal. Simplemente un look ochentero.

-A mí también me gusta, pero ya sabes, no puedes dejarme solo en casa porque podría ser un desastre-dijo acercándose a ella, le dió un pico juguetón en sus labios y se puso el casco adicional que traía en el manubrio de la motocicleta.

-Sí, ya veo que la próxima apareces con un afro multicolor.

Ambos se subieron al vehículo, Jiwoo adelante y Namjoon atrás, sujetándola de la cintura muy fuerte. A pesar de que confiaba en las habilidades de conductora de su amiga, le tenía terror a ese tipo de transporte. Temía tener un accidente o algo por el estilo, por eso cerraba los ojos o apartaba la mirada cada que se acercaban muy de golpe a un auto o frenaba de golpe.

Durante todo el viaje, pudo sentir una caja de cigarrillos en el bolsillo izquierdo de la joven, y su celular en el derecho. Fueron veinte minutos desde su hogar hasta el dichoso bar. En el camino, lograron identificar algunos autos de conocidos, el de Hyojong, por ejemplo, el cual reconocieron gracias a la visible y muy colorada cabellera de Hyuna, su pareja.

Cuando llegaron a la entrada del lugar, notaron la cantidad de gente que había allí, aunque esto no les sorprendió. Taemin fue muy solicitado y valorado desde el primer momento que puso un pie en el escenario. Tenía un talento impresionante tanto para el baile como para el canto.

Desde afuera del lugar, se veía una fachada algo ordinaria, vieja y gastada. En cambio, el interior era digno de un teatro. Estaba totalmente ambientado como uno, incluso se podía apreciar el escenario en el fondo y las sillas y mesas forradas en tela roja estaban alrededor de él. Cuando entraron, el marco de la puerta se iluminó por unas luces led rosas sensibles al movimiento.

Un pequeño pizarrón magnético sostenía el nombre de Taemin, anunciando el show. Namjoon prestó atención a la cara de Jiwoo: le brillaban los ojos y tenía su boca abierta. Había entrado a lugares bonitos y confortables, pero ninguno como ese.

-Juro por mi vida que me haré rica y compraré hasta el último pedazo de este lugar-aseguró Jeon, haciéndolo reír.

Rápidamente buscaron algún lugar para acomodarse y poder disfrutar del espectáculo apropiadamente. Encontraron dos asientos libres en una mesa para seis personas, y allí se ubicaron. Aunque estaban de espaldas a la plataforma, en el momento de que su artista favorito apareciera pensaban pararse a bailar, saltar y gritar. No serían capaces de perderse nada.

Mientras que Namjoon cuidaba los lugares, Jiwoo rápidamente fue hasta la barra, para pedir algo de tomar. Decidió llevar a la mesa una botella de vino, algo que ambos disfrutaban. Pidió la bebida al bartender, un chico esbelto y, probablemente, estadounidense que la joven comió con la mirada. Este, luego de atender a las demás personas que esperaban allí, le entregó un par de copas junto al malbec que había pedido anteriormente. Ella agradeció con una sonrisa encantadora y volvió a su santo lugar.

En esos pocos metros entre el bar y la mesa, sorprendentemente logró reconocer a alguien.

-Vas a decirme que estoy loca y lo acepto-advirtió a Namjoon, mientras se sentaba rápidamente a su lado y dejaba lo que traía en sus manos para expresarse con ellas. Siguió ante la mirada del rubio-. Acabo de ver a Jungkook, y si está él, seguramente esté Jimin, y, claro, Jimin nos lleva directamente a la presencia de Taehyung. De nada-terminó guiñando un ojo-. Y el chico del bar está hecho un manjar-agregó, finalizando con las buenas nuevas.

-Interesante-admitió, elevando su comisura derecha en una rara sonrisa torcida-. Sí, el chico del bar puede ser muy bonito, pero me tiro por Taehyung. Vale, si está aquí juro que me acerco a hablarle.

-Hecho-sirvió en las copas un poco de aquel líquido bordó-. Por toda tu valentía, ligue gay y Taemin, nuestro rey-brindó levantando su copa, esperando que Namjoon hiciera chocar ambos vidrios.

Tomaron por varios minutos más, atentos a ver si llegaba a aparecer el ansiado castaño. Y de repente, las luces de todo el lugar titilaron, anunciando el inicio del show, típico del teatro profesional. El telón de terciopelo rojo comenzó a abrirse, y pudieron llegar a ver tres sombras.

Rápidamente las luces los alumbraron. Taemin se encontraba en el medio, y a sus costados sus bailarines adicionales. A la derecha un joven de traje y cabello rojo y a la izquierda... ¿Jimin?

Hi, I'm baaaack.

Capítulo corto pero probablemente le siga otro dentro de poco.

Denle amor y sigo, ah.

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