-Ahhh-. Near suspiró, y se miró en la cámara para terminar de peinarse bien.

-Pip-

-Ah, ya estás-. Near sonrió levemente, y Mello también

Japón; Tokio: Casa de Mihael Keehl

-Si..., Siento la tardanza, es que tenía que hacer deberes-. Dijo Mello, sonriente.

-¿Qué quieres hacer?-.

-Mm..., No lo sé..., Me gustaría retomar una conversación de antes de que nos peleáramos-. Dijo Mello sonriente.

-¿Cuál?-. Preguntó Near.

-No sé..., Mm..., ¿Qué es eso de que te atraía físicamente?-. Preguntó sonriente.

-Pffft...-. Nate suspiró.

-Vamos, dímelo, que no te dé vergüenza..., ¿Cuándo empecé a gustarte físicamente?, Supongo que cuándo me viste por primera vez...-. Mello sonrió.

-Te lo diré para que te calles-. Dijo Near, y Mello sonrió. -Al principio me gustaba no saber nada de ti, porque eras misterioso, y era mi imaginación la que me dejaba imaginar como eras..., Pero cuando comencé a descubrir como eras gracias a tus descripciones, me interesé más por ti..., Y cuando te ví, tú cuerpo me sorprendió tanto, que me dejé que me besaras solo por la atracción física. No me malinterpretes, me gusta tu personalidad, pero es muy pesada como para salir contigo-. Near suspiró. -Pufff..., Ya lo he soltado todo-. Dijo Near sonriente, aliviado.

Mello sonreía, y se rió levemente.

-Tú también me gustas físicamente..., Ese cuerpo tan delgado y bajito me hacen ganas de abrazarte..., Y me gusta tu personalidad directa y dura. Alguien reservado y interesante-. Mello sonrió. -Sinceramente, no creo que puedas dejar de gustarme-.

Near se movió incómodo en su silla.

-Pues no sé como decirte que tú a mi no me gustas-. Dijo Near, sonrojado, mirando al suelo.

-Dame una oportunidad, y no te arrepentirás de salir conmigo-. Dijo Mello, sonriendo.

-N-No quiero...-. Dijo Near. -Te veo como un amigo, además que creo que si quiero tener una pareja, debería ser alguien de mi ciudad-.

-¿Es por eso?, ¿Por la distancia?-. Preguntó Mello, frunciendo el ceño.

Near se tocó la cara.

-No te enteras..., Joder...-. Near suspiró. -Mira, déjalo, ya hablamos otro día. Chao-.

Near colgó la llamada.

Mello se levantó se la silla, y cogió su móvil, para llamar a Matt.

-Matt, ¿Podrías hackear una IP?-. Preguntó Mello, y se dirigió a su hucha. La tiró al suelo, rompiéndola, y comenzó a contar el dinero. -Ajá..., Si-. Mello sonrió, al ver el dinero, y al escuchar la respuesta de Matt.

-Genial..., Entonces, ya tengo planes para este verano-. Mello sonrió.