-¡Pues ya hemos llegado!-. Anunció el padre de Matt, dejando las maletas en la sala principal del hotel. -Puedes irte si quieres con tu amigo, ya guardarás las maletas luego-.

-Bien, tengo ganas de ver a Mello y de conocer a Near en persona. ¡Jeje!-. Exclamó Matt ajustándose sus googles

Inglaterra; Winchester: Casa de Nate River

-No me lo puedo creer... ¡Es que no me lo puedo creer!-. Exclama Mello, atónito mientras observa en la televisión el concurso en el que iba a participar e intentar ganar para regalar un viaje a toda la familia de Nate.

-Indochina-. Contesta el actual campeón del concurso de cultura...

-¡Correcto!-. Exclama el presentador. -¡Otra semana más como ganador: Teru Mikami!, ¡Y tan solo a una de batir el récord del programa!-.

Mello se levanta del sofá, cabreado.

-¡Es imposible que sea él!, ¡Imposible!-. Exclama Mello, furioso, apretando sus puños. Con cada segundo que pasa, su rabia va incrementando. El actual campeón del concurso...

Lo conoce. Y muy bien...

Japón; Región de Kanto; Hace 5 años: Instituto

-¡Y ahora!, ¡Quien conteste la última pregunta, será el ganador del concurso que hemos realizado en este nuestro instituto!, ¡Un viaje a DisneyLand Paris!, ¡Uno de los mejores parques de atracciones de Europa!-. Exclama la tutora de Mello y los chicos por aquel entonces.

Habían participado varias personas, y los finalistas eran: Mello, Matt, y Teru Mikami.

Mello y Matt ya estaban dando saltos de alegría, pensándose que el premio ya iba a ser de ellos, ya que pensaban compartirlo.

-¡Vamos Matt!, ¡Solo una pregunta más!-. Exclama Mello sonriente.

-¡Siii!-. Secunda Matt, emocionado a más no poder.

-¡Y atentos!, ¡Aquí viene la pregunta!-. Exclamó la profesora... 

-¡Escúchala bien, eh!-. Ordena Mello, agarrándole fuertemente de la cabeza a Matt.

-¿¡Cuál es el nombre del quinto rey godo!?-.

Teru Mikami pulsa rápidamente el botón, y dice:

-¡Godofredo!-. Exclama.

-Y eso es...-.

Mello y Matt se miraron, muy sorprendidos y asustados.

-¡CORRECTO!-.

-¡SIIII!-.

Mikami comenzó a dar saltos de alegría.

-¡Jajajaja!-.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOO!-.

Mello y Matt se arrodillaron, abrazándose entre ellos, furiosos y tristes por haber perdido. Mikami se acercó a ellos dos, y con una sonrisa burlona, dijo:

-¡Más suerte la próxima vez, payasos!-.

Mello frunció el ceño, y Matt le sacó la lengua.

Aquello no lo olvidaría jamás...

Inglaterra; Winchester; Presente: Casa de Nate River

-¡Hijo de perra!-. 

Mello marcó el número de Matt, llamándolo rápidamente para informarlo, aprovechando de que Near aún seguía dormido.

Después de un par de tonos, Matt aceptó la llamada.

-¡Perro!, ¡No te lo vas a creer!-. Exclama el rubio bastante cabreado. Este era su momento de vengarse...

-¡Ábreme!-. Pide Matt, confundiendo a Mello.

-Que... ¿Que te abra?, ¿A qué te refieres?-. Pregunta el rubio confundido.

-¡Estoy arriba!, ¡En la casa de Nate!, ¡Ábreme!-.

Mello se dirige corriendo a la puerta de la entrada, y abre la puerta, encontrándose con Matt.

-¿¡Pero qué!?-.

-¡AMIGOOO!-.

Matt le da un fuerte abrazo, dejando al rubio muy sorprendido.

-¡Jajaja!, ¡Te echaba de menos, hermano!-.

Mello se encontraba en completo shock, pero después de unos segundos, una gran sonrisa se dibujó en su rostro.

-¡Siiii!-.

Los dos comenzaron a saltar de la alegría, reencontrándose como si no se hubieran visto en un montón de años. Después de aquel momento de euforia, Mello se calmó y le explicó la situación a Matt, sorprendiendo a este.

-¿¡Qué!?, ¿¡Te vas a tener que enfrentar a Teru Mikami!?-. Preguntó Matt muy sorprendido. -¡Debes ganar!, ¡Ese cabrón tiene que pagar por lo que nos hizo!-. Exclamó el castaño.

-¡Lo sé!, Y mira que yo perdono... ¡Pero no olvido!-. Exclama el rubio, aunque después de unos segundos, rectificó. -Que cojones... ¡Tampoco perdono!-.

-Ay... ¿Qué es todo ese ruido?-.

Near sale de su habitación totalmente adormilado, frotándose un ojo con el puño cerrado.

Mello rápidamente apaga la tele, para que Near no vea que estaba viendo el concurso en el que iba a participar.

-¡Hola Near!-. Exclama Matt sonriente, saludándole eufóricamente.

-¿Q-Qué?-. Near estaba sumamente adormilado, tanto, que pensaba que esto era un sueño. De pronto, Bolita, el perro de Near, comenzó a frotar sus... Partes, en la pierna de Matt.

-Emm...-. Mello prefirió no decir nada.

-¿¡Así saludáis los europeos!?-. Pregunta Matt con una sonrisa en su rostro. -Bueno, si es por cuestión de adaptarse...-. Matt se desabrocha la bragueta.

-¡NONONONO!-. Mello y Near lo detienen rápidamente, confundiendo mucho al castaño.

[...]

-¿De verdad que no quieres que vaya contigo?-. Pregunta Mello intentando poner una expresión tierna en su rostro, pero no le salía nada bien.

-Tranquilo, disfruta de estar con Matt. Yo vuelvo de hacer la compra en media hora-. Dice Near con una sonrisa amable, y, como gesto cariñoso, se despide de Mello con un pequeño beso en los labios. -Nos vemos-.

-Sí, nos vemos-.

Mello cierra la puerta, y cuando se da media vuelta para ver a Matt, se da cuenta de que este tiene un libro bastante grande en sus manos que acababa de sacar de su mochila.

-¿Qué es eso?-. Pregunta Mello confundido.

-¡Es un libro que me he traído de casa para que estudies bien bien para el concurso!-. Exclama Matt sonriente. -¿¡Cuándo participas!?-. Pregunta.

-Mañana a las 19-. Mello se sienta en el sofá, al lado de Matt. -La verdad es que ha sido fácil apuntarme. ¡Nadie quiere competir contra Mikami!-.

-¡Que no te entre miedo eh!-. Exclama Matt. -Vamos a ver, voy a hacerte unas cuantas preguntas-. Mello asiente, un poco nervioso.

-Ya me sé todos los reyes godos-. Dice Mello sonriente, orgulloso de él mismo. -Don igi...-.

Matt le interrumpe abruptamente.

-¡Vamos a ver!-. Exclama Matt. -¿¡Cuál es la capital de Brunei!?-. Pregunta para acto seguido mirar con mucha intensidad a Mello.

-Emm...-. Mello se queda pensando. Y pensando. Y pensando...

Hasta que...

-Pregúntame sobre los reyes godos-. Pide.

-¡AY!-.

Matt se cae al suelo.

-Vas a perder...-. Murmura este.

-¡Oye, capullo!, ¡Estoy nervioso!, ¿¡Vale!?-. Pregunta Mello levantándose del sofá violentamente. -No quiero fallarle a Nate... Y tampoco a mi yo de hace cinco años...-. Murmura, suspirando levemente.

Matt pone una mano en su hombro, intentando consolarle.

-Hermano...-. Dice Matt con una sonrisa reconfortante. -¿No puede participar Light desde casa?-.

-¡TE VOY A...!-.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!-.

Los dos comienzan a correr por la casa, el rubio persiguiendo al de googles.

¡Vaya dos! 

[Horas después]

La casa estaba tranquila, sumida en la luz que entraba por las ventanas del salón. Mello estaba sentado en el sofá, jugando con su colgante que llevaba colgado al cuello, mirando cómo la luz reflejaba en su superficie. Cerca, sobre la mesa, descansaba el libro de Matt, olvidado por completo.

Near entró al salón con un vaso de leche caliente, vistiendo una camiseta un poco más grande que su talla que le daba un aspecto casi infantil. Llevaba los pies descalzos.

—¿Qué haces aquí tan tarde? —preguntó Near con esa voz tranquila, sentándose al lado de Mello.

—Nada... —respondió Mello, dejando el colgante sobre la mesa y recostándose en el sofá, cruzando los brazos.

Near lo observó en silencio, sus ojos analizaban cada detalle del rostro de Mello.

—Pareces inquieto. ¿Algo te preocupa? —inquirió Near, ladeando la cabeza.

Mello soltó una risa seca, tratando de desviar la atención.

—Nah, solo cosas mías. Nada importante. —Se encogió de hombros, pero evitaba mirar a Near directamente.

Near, sin decir una palabra, tomó una de las manos de Mello, entrelazando sus dedos. Este gesto hizo que el rubio girara la cabeza de inmediato, sorprendido.

—Puedes confiar en mí, ¿Sabes? —susurró Near, con una mirada que destilaba honestidad y una ternura inusual en él.

Mello sintió un calor en el pecho, ese tipo de calor que lo hacía sentir vulnerable, pero también protegido. Aunque no podía contarle sobre el concurso, no quería alejarlo.

—Lo sé... —murmuró Mello, apretando suavemente la mano de Near.

El silencio se alargó entre ellos, pero no era incómodo. La luz de la luna parecía envolverlos en un halo íntimo. Near apoyó la cabeza sobre el hombro de Mello, cerrando los ojos.

—Tienes demasiada energía para alguien que pretende estar bien —dijo Near, en tono burlón.

Mello sonrió levemente, bajando la guardia, y colocó su brazo alrededor de Near, acercándolo más a él.

—¿Y tú por qué eres tan bueno calmándome, eh? —preguntó en voz baja.

Near no respondió, solo esbozó una pequeña sonrisa y dejó que el momento hablara por sí mismo.

La noche avanzaba, y los dos permanecieron juntos en el sofá, dejando que esa conexión silenciosa les recordara que, sin importar los desafíos o secretos, siempre tendrían un refugio el uno en el otro.

-¿Sabes?-. Near mira a Mello. El rubio siempre tenía toda su atención. -Independientemente de lo que nos depare el destino, te juro que siempre, ¡Siempre!, Voy a quererte a ti, y solamente a ti-.

Near se ríe levemente, y alza su mano para acariciar la cara de Mello.

-Eso no puedes saberlo-. Dice, buscando que Mello reafirmara su amor en él.

Mello agarra la mano de Near, y se acerca aún más a su cara.

-Sí, sí que lo sé-. Mello acaricia la cara de Near. -Tú eres la pieza que me llevaba faltando en mi vida desde que nací. Eres la solución a todos mis problemas-. 

Los ojos de Near se cristalizan. Intenta no llorar, pero una lágrima se le escapa.

-Por mucho que el destino diga que tenemos caminos separados, yo digo que nuestros caminos son uno solo, y que siempre van a estar cruzados, hasta que los dos perezcamos-.

Near se sonroja por las palabras de Mello. Nunca había recibido tanto cariño.

-Que te quede claro. No te vas a librar de mí, jamás-. Near se vuelve a reír levemente, y sin poder soportarlo más, se lanza hacia Mello, tumbándolo en el sofá. Near comienza a besar a Mello de la forma más romántica posible.

Entre espacios, los dos se reían, disfrutando de la compañía y el calor que el otro les proporcionaba.

-¡Jajajaja!-.

Y así, nació la felicidad para Mello y Near.