Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Chasing a Soul

Así que no tengo tiempo para actualizar mis fanfics pero sí para crear este One Shot? Bueno son cosas de los creadores de fanfics, así que no me sorprenden.

Simplemente tenía que sacar esta idea porque estaba en mi cabeza y no lo quería regalar. Así que veamos que sale. :)

Fluff a mi manera.

Paw Patrol es propiedad de Spinmaster Entertainment.
_____________________________________________

Desde que Chase era pequeño siempre tuvo una vida difícil. Tal vez no tenga memoria de su madre, aunque si lo tuviera no serviría de mucho ya que no la volvería a ver. Ya que fue abandonado sin piedad por un hombre sin la más mínima importancia de que el era un ser vivo.

Una noche el pequeño cachorro pastor alemán estaba en el medio de la calle con los automóviles manejando sin importar que el estuviera ahí trataba de salirse de ese trafico, sin embargo fue imposible.

Una camioneta se dirigió justo hasta el. Cerró los ojos esperando lo que eventualmente sería su muerte. No Obstante eso no ocurrió.

En vez de ver una calavera andante vio lo que parecía ser un muchacho que había detenido la camioneta. Para suerte de ambos la señora no iba tan rápido.

El joven se quedó observando al cachorro mientras el no sabía que hacer. Y con una mirada que decía " eres el cachorro más valiente que conozco" el chico recogió al cachorro para llevárselo consigo.

"¿Como te llamas amiguito?" Preguntó Ryder con la única sonrisa que había visto ese cachorrito hasta el momento. Pese a no reconocer ese gesto el cachorro se espantó y decidió retroceder. Era notorio que tenía miedo.

"No tengas miedo pequeño cachorro. Yo soy Ryder y no tienes por que temerme. Ahora estás a salvo con migo". Dijo Ryder.

El pequeño perro aún tenía miedo, sin embargo una bolsa de comida para perro que sacó Ryder le atrajo la atención. "¿De seguro tienes hambre? Ten aunque sea esto para que comas".

Esta fue la primera vez que el cachorro experimentó un acto de bondad y compasión. El joven se convirtió en su salvador y le brindó una segunda oportunidad en la vida. Era la primera vez que alguien se interesó por su bienestar y por su cuidado, y Chase iba a hacer todo lo posible para no fallarle al chico.

"¿Como te llamas?" Preguntó El niño que el perrito ya le tenía confianza.

"Tengo varios nombres. Sucio, pulgoso, cara de mierda, maldito, perro idiota". Respondió inocentemente Chase.

Ryder quedó impactado. Con esto confirmaba que el cachorro había recibido maltratos. "¿,qué te parece si te cambiamos el nombre?"

El perrito asistió con la cabeza. Pues al fin al cabo nunca le gustó ese nombre. "Eres un pastor alemán. Así que serías perfecto como policía. Perseguirías a los malos". Al decir eso el cerebro de Ryder se iluminó con una brillante idea. "Te gustaría que te pusiéramos Chase?"

El cachorro asintió con la cabeza otra. Aunque era pequeño entendía muy bien que ese nombre era mucho mejor que el que tenía antes.

"Está decidido, a partir de ahora y en adelante todos te conocerán como el valiente cachorro Chase". Dijo Ryder mientras sacó una placa en gris junto con un collar para perro y se lo puso en el cuello de Chase.

A partir de ese momento, Chase comenzó a conocer el amor y la protección que antes le habían sido negados. El chico, cuyo nombre era Ryder, se convirtió en el compañero y cuidador de Chase. Juntos, crearon un vínculo inseparable y compartieron momentos de felicidad y aventuras. Ryder le dio a Chase un hogar lleno de amor y cuidado, proporcionándole todo lo que necesitaba para crecer y prosperar.

A medida que Chase crecía, otro cachorros como Marshall, Rocky y Skye se fueron incorporando al equipo. Con cada miembro que ingresaba Chase se daba cuenta de la importancia de la empatía y la compasión hacia los demás.

A pesar de las dificultades que había enfrentado en su corta vida, él no dejaba que eso lo definiera o influyera en su vida de rescatista policial. En cambio, se convirtió en un perro valiente y cariñoso, dispuesto a ayudar a otros en situaciones difíciles. Y todo gracias a Ryder.

Ahora vemos a todos los cachorros acostados encima de Ryder mientras el les leía un libro de navidad.

"Y así el perro Solobino logró tener la mejor navidad en su vida". Dijo Ryder a los miembros de Paw Patrol mientras la nieve caía suavemente afuera de la Torre de Control, el equipo se reunió alrededor de Ryder, con los ojos brillantes de emoción y curiosidad de chico mirándolos. Solo, el cachorro policial del equipo, movió su cola y soltó un ladrido lleno de alegría, gratitud y felicidad.

"Parece que eres el único que queda despierto". Dijo Ryder mientras Chase se levantó y corrió a sus brazos.

Con una gran sonrisa, Ryder se acercó a Solo y acarició su cabeza suavemente. "Te lo mereces, Solo", dijo con voz llena de cariño. "Hoy te puedo dar un masaje para tranquilizar tus nervios. Aunque mañana te llevaré a la veterinaria de Katie para que lo pueda hacer de manera profesional".

El cachorro policía asistió con la cabeza un sí. Aquí está se despierto sus sentido estaban casi inhabilitados. Solo reaccionaba por impulso.

El humano y el perro fueron a la veterinaria de Katie al día siguiente. Aunque ella se había ofrecido en dar el masaje Ryder rechazó la oferta. El mismo lo quería hacer. Y Chase estaba de acuerdo.

"¿Donde me pongo?" Preguntó Chase. Katie lo agarró y lo llevó a la mesa de masajes.

Ryder acarició suavemente el pelaje de Chase , su contacto era reconfortante. A medida que recorría el cuerpo de Chase, la tensión se desvanecía y su actitud ansiosa se desvanecía lentamente. Las manos de Ryder se movían de manera hábil y cariñosa, brindando un alivio muy necesario al leal cachorro policía.

A lo largo del masaje, Solo cerró los ojos, entregándose al calor y al cariño que emanaban del contacto de Ryder. La mera presencia de Ryder siempre le había dado a Chase una sensación de seguridad y tranquilidad, pero este momento de conexión física profundizó aún más su vínculo.

Al finalizar el masaje, Solo dejó escapar un suspiro de satisfacción. Frotó su cabeza contra Ryder, expresando su gratitud y afecto hacia el chico que había cambiado su vida. "Te quiero mucho Ryder".

Ryder sonrió hacia abajo, abrumado por el amor y la confianza que el cachorro había depositado en él.

En la acogedora veterinaria de Katie, con la suave luz de las luces invernales y la suave nevada afuera, se hizo realidad el verdadero significado de la familia. Ryder y los miembros de Paw Patrol se habían convertido en algo más que un equipo, eran una familia unida que se apoyaba mutuamente en las buenas y en las malas.

A medida que pasó el tiempo los rescates y misiones de los Paw Patrol fueron en aumento. La introducción de nuevas herramientas y también nuevo miembros al equipo.

Aunque había una misión que los Paw Patrol nunca iba a olvidar. Muchas podrían pensar que es su rescate máximo fue cuando consiguieron superpoderes. Pues no... fue algo tan sencillo que terminó en tragedia para tres miembros.

Todo inició cuando un zorrillo entró a la ciudad. Ese zorrillo ya había rociado a Everest y los demás cachorros estaba haciendo todo lo posible para captura él zorrillo sin ser rociados.

Rodear el zorrillo fue un éxito. Lo malo era capturarlo. Parecía un poco salvaje que amenazaba cualquiera que sea acercaba con rociarlo.

Ryder sin embargo ya tenía un plan listo. "Chase, usa tu red para capturar el zorrillo". Ordenó el chico con una pinza de ropa en su nariz.

Aunque su voz sonaba graciosa, Chase no querría hacerlo. Eso significaría apestar su red por varios días. Si mencionar que lo dejaría sin su equipo policial ya que lo más probable era que la mochila y su uniforme también fueran afectado.

"Solo tienes que lanzar tu red al Zorrillo". Ryder insistió en que capturar a la mofeta era importante. De mala gana, Chase respiró hondo, se tapó la nariz y lanzó su red hacia al Zorrillo.

El zorrillo, sintiéndose amenazada, tomó represalias rociando su mal olor directamente a Chase, empapando su red e inutilizándola en el proceso. Ryder brinco para sacar a Chase de la zona de disparó. Sin embargo su velocidad no fue lo suficiente como para empujarlo. Y para su peor suerte una gran parte del olor de zorrillo cayó también sobre él.

"¡Marshall! Usa el cañón de agua para lanzarnos la salsa de tomate que te dimos!" Exclamó Ryder.

El cachorro dálmata activo su mochila con un ladrido. Lamentablemente la presión del agua hizo que el pobre cachorro saliera volando y que toda la salsa de tomate se desperdiciada. Y para peor suerte cayó justo al lado del zorrillo, el cual no dudo en disparar tu apestoso olor.

"ugh, esto es sofocante". Se quejó Marshall

Los otros cachorros se echaron a reír por el desafortunado giro de los acontecimientos, pero su risa rápidamente se convirtió en preocupación cuando se dieron cuenta de que Chase ahora estaba cubierto por el olor del Zorrillo. El olor era insoportable y Chase podía sentir sus ojos llorosos mientras luchaba por respirar. Marshall Aunque tenía menos efectos que Chase también estaba atendiendo duro el olor. Tomando en cuenta que los perros tienen el Sentido del olfato 10 veces más potente que el Humano. Ya podrán imaginar lo tóxico que era el olor para ellos.

Desesperado por ayudar a sus amigos, el resto de los cachorros entraron en acción.

Skye usó sus habilidades con el helicóptero para levantar a Chase en el aire, lejos del área contaminada.

Mientras tanto, Rocky llevó a Marshall en su camión de basura. Técnicamente aunque es el "reciclador" todo sabían que realmente era el encargado de la basura. Así que ella estaba acostumbrado a esos olores gracias a estar cerca de la basura. También toma en cuenta que no se baña ayuda mucho.

"¿Donde van a ir Ryder? Preguntaron los demás cachorros.

"Iremos al restaurante del señor Porter para pedirle un poco de salsa de tomate". Respondió Ryder, aguantándose el olor. "Mucha salsa de tomate".

Desafortunadamente cuando llegaron el señor Porter ya no tenía salsa, todo lo había usado en una pizza gigante. Así que su última opción era la veterinaria de Katie.

Ryder y el resto de los cachorros decidieron dirigirse a la clínica veterinaria de Katie como último recurso. Sabían que Katie generalmente tenía suministros y remedios para diversas situaciones. Con el olor del zorrillo aún persistiendo en el aire, se apresuraron en dirigirse a la clínica.

Katie los recibió con una expresión de sorpresa en su rostro al entrar. "¿Qué pasó, Ryder?" preguntó, notando el estado desafortunado de Chase y Marshall.

"Nos roció un zorrillo mientras intentábamos a capturarlo", explicó Ryder, su voz tensa por contener la respiración. "Necesitamos algo que neutralice el olor."

Katie asintió comprendiendo, y rápidamente sacó una botella de eliminador de olores de zorrillo de sus suministros. "Esto debería funcionar", dijo, entregando la botella a Ryder. "Pero asegúrate de seguir las instrucciones cuidadosamente".

"Es muy poco para los tres". Mencionó Chase el cual ya estaba aprendiendo a soportar el olor. "¿Cómo es que lo vamos a usar los tres?" Preguntó Marshall.

Lo que los cachorros no sabían era que Ryder ya tenía una solución. Aliviado, Ryder agradeció a Katie y los cachorros regresaron al cuartel. Una vez allí, no perdieron tiempo en seguir las instrucciones y aplicar el eliminador de olores de zorrillo a Chase y Marshall.

Era poco tratamiento contra el olor así que los tres tuvieron que... Los cachorros no pudieron evitar reírse de las apariencias cómicas de sus amigos mientras frotaban el olor persistente.

"No se burlen, pudieron ser ustedes". Dijo Chase mientras Ryder, Marshall y el se daban el baño en la bañera.

Las fotografías y las burlas no faltaron. Ryder lo único que les pido fue que no lo publicaran en internet.

Después de un enjuague completo y un poco de aseo adicional, Ryder, Chase y Marshall finalmente empezaron a oler como ellos mismos de nuevo. Los cachorros celebraron su exitosa misión de desodorización con vítores y risas, agradecidos de que el encuentro con el zorrillo hubiera llegado a su fin.

Con el aroma de la victoria en el aire, los cachorros regresaron a su rutina, ahora con una historia divertida para compartir. En cuanto al zorrillo, eventualmente encontró su camino de regreso a la naturaleza. ( murió en una trampa para oso 5 minutos después de ser liberado ).

Bastante después de eso Ryder comenzó a reclutar a nuevos miembros a los Paw Patrol. Lo que Chase no le gustaba era que el se iba durante semanas y eso era frustrante. Aunque tenían llamadas telefónicas con él no era igual.

"Odio que Ryder se tenga que ir". Chase estaba expresando sus frustraciones a su amigo canino Marshall sobre las frecuentes ausencias de Ryder. "Odio que Ryder tenga que irse", se quejó Chase, su voz llena de decepción.

Marshall movía compasivamente su cola y empujaba a Chase reconfortándolo. "Entiendo, Chase. No es fácil cuando nuestro líder tiene que estar ausente por largos períodos de tiempo", dijo. "Pero sabes, siempre regresa con nosotros y siempre tiene una buena razón para irse".

Chase suspiró, aún evidenciando su frustración. "Lo sé, Marshall, pero es difícil no tenerlo cerca. Extrañamos su guía y su presencia durante algunas misiones".

Marshall asintió comprensivamente. "Me siento de la misma manera, amigo. Pero recuerda, todos tenemos un papel importante en Paw Patrol. Somos un equipo y podemos manejar cualquier cosa que se nos presente, incluso cuando Ryder no está aquí".

Chase reflexionó sobre lo que Marshall había dicho y se dio cuenta de la verdad en sus palabras. "Tienes razón, Marshall", admitió. "Somos un grupo capaz y podemos confiar en nosotros mismos y en nuestras habilidades cuando Ryder está ausente".

Marshall sonrió, contagiando su optimismo. "¡Exactamente, Chase! Continuaremos protegiendo Bahía Aventura y salvando el día, incluso cuando Ryder no esté aquí. Y cuando regrese, tendremos historias aún más emocionantes para compartir con él".

La frustración de Chase comenzó a desvanecerse mientras abrazaba la mentalidad positiva de Marshall. Ambos sabían que su deber era mantener a Bahía Aventura segura, con o sin Ryder. Su vínculo como miembros de Paw Patrol siempre los mantendría unidos, incluso durante los desafiantes momentos de la ausencia de Ryder.

Con cada misión, Chase y el resto de los cachorros desarrollarían sus habilidades, se acercarían más como equipo y descubrirían que eran más capaces de lo que nunca habían pensado. Y a medida que enfrentaban cada desafío, esperarían ansiosamente el día en que Ryder regresara, sabiendo que se habían convertido en cachorros formidables listos para enfrentar cualquier cosa que se les presentara.

Aunque Chase era el más emocionado. Un día Ryder avisó el lugar y la hora en que llegaría al estación de tren. Y los cachorros tenían que contarle algo. Humdinger había muerto. Y esto era algo que se tenía que festejar.

Lo malo que la llegada al cuartel le iba a quitar minutos valiosos al chisme y aumenta la cantidad de tiempo de Chase sin ver a Ryder.

Así que Chase comenzó a pensar si era buena idea esperar a Ryder al tren. Pues en ese momento estaba aburrido y no tenía nada que hacer. Así que decidió arriesgarse a ir. Salió al estación de trenes y esperó.

Pasaron unos pocos minutos más hasta que un vagón de tren Se aproximaba. Chase se levantó y se preparó para ver a su dueño. Se abrió la puerta y Ryder salió al instante.

"¿¡Chase!? ¿Qué haces aquí?" Preguntó Ryder asombrado y alegre en ver a su cachorro. La respuesta de Chase fue correr a sus brazos.

La emoción de Chase llegó a su punto máximo. No pudo contener su entusiasmo por abrazar y compartir la noticia con Ryder. Humdinger había fallecido. Fue un evento que llamó a la celebración. Tal vez no murió la gallina de la Alcaldesa Goodway, aunque sin Humdinger ya era ganancia.

"Es una buena noticia Ryder, sin Humdinger ya no necesitarás ir a buscar nuevo miembros". Dijo Chase felizmente. Aunque esa felicidad se desvanece al ver la cara de Ryder. El chico nunca le había hecho una cara así y pensó que había hecho algo malo.

"Se que Humdinger era un dolor de cabeza, aunque no le podemos desear la muerte a nadie Chase". Respondió Ryder sonriendo, lo cual contrarrestó

Chase no sabía si asombrarse con las palabras generosas de Ryder o darse un golpe con la palma en su cabeza. La bondad de Ryder se había vuelto a demostrar.

"Lo siento Ryder, pero prometo que no hablaré mal de nadie". Dijo Chase levantando la pata en forma de juramento. "Y cada vezque venga será un recordatorio de que así será".

Y así empezó una tradición hermosa entre el humano y el cachorro. Cuando Ryder se iba para encontrar nuevo reclutas o nuevo equipamiento, Chase siempre se mantenía en contacto con el para saber cuándo llegaría a la estación del tren.

Desde que el gobierno hizo una ley en contrá de la inteligencia artificial Ryder tuvo que deshacerse de perro-bot para impedir un problema con la ley. Y como el gran flojo no querría caminar hasta los centros de perros rescatistas prefirió tomar el tren antes de manejar.

Y Chase siempre lo esperaba ahí, desde la mañana sin luz hasta una noche lluviosa. Los demás cachorros por alguna razón no querieron hacer lo mismo. Para Ryder era hermosa la manera en que Chase lo quería cerca, sin embargo el comenzó a prohibir tal acción porque eso estaba afectando la salud del cachorro.

Todo cambió en un día.

Paw Patrol pasó de ser un equipo de rescate a una empresa de rescate. Y a Chase no le gustaba eso. El sabía que necesitaban del dinero para subsistir lo que no le gustaba era que Ryder se iba más seguido.

Mientras Ryder empacaba sus maletas, Chase no pudo evitar expresar su frustración. "¿Ryder, otra vez te vas? Preguntó Chase mientras el chico empacó sus maletines. "Lo sé Chase, no me quiero ir, pero tengo que reclutar"... Ryder no terminó su frase antes de ser interrumpido por Chase. "¿¡Desde cuándo Paw Patrol se convirtió de un equipo de rescate que ayudaba a los quiénes lo necesitaban a una empresa que cobra por los rescates!?".

Ryder hizo una pausa, entendiendo las preocupaciones de Chase. "Lo entiendo, Chase. Yo tampoco quiero irme, pero tengo que reclutar a más miembros", explicó, esperando poder calmar las preocupaciones de su amigo. "Paw Patrol todavía rescata perros abandonados y los ayuda a integrarse a la sociedad, ¿sabes?"

Chase ya no pudo contener sus emociones. "Antes, Paw Patrol era como una familia. Ahora siento que solo somos compañeros de trabajo", confesó, su voz llena de tristeza y frustración. "Y duele ver a mi mejor amigo irse por periodos de tiempo más largos cada vez que me deja en la estación de tren".

Ryder escuchó en silencio, entendiendo el peso de las palabras de Chase. Sin embargo, simplemente respondió con su característica sonrisa, dejando a Chase inseguro de cómo interpretarla.

Ryder podía percibir la lucha emocional de Chase y el anhelo por el vínculo cercano que una vez compartieron. Él comprendía el dolor que surgía de los cambios en su dinámica y los períodos prolongados de separación. Sin embargo, en lugar de responder con palabras, la sonrisa de Ryder permaneció, dejando a Chase inseguro sobre su significado.

Mientras se sentaban en silencio, el sonido familiar del silbido de un tren cortó el aire, indicando la llegada de otra misión. La sonrisa de Ryder se ensanchó mientras se levantaba, haciendo un gesto a Chase para que se uniera a él. "Vamos, Chase. Vamos a salvar el mundo juntos", dijo, con un tono lleno de determinación y calidez.

La confusión de Chase se alzó momentáneamente, reemplazada por la curiosidad. Si bien la sonrisa de Ryder no había respondido directamente a sus preocupaciones, había algo en la actitud de su amigo que tranquilizaba a Chase.

Ryder se volvió hacia Chase, con los ojos rebosantes de sinceridad. "Chase, nuestro viaje puede haber cambiado, pero el amor y la amistad que tenemos el uno por el otro no. Aunque nos enfrentemos a nuevos desafíos y responsabilidades, siempre encontraremos la manera de equilibrar nuestro deber con Paw Patrol y nutrir nuestro vínculo como una familia", explicó, con una voz suave pero decidida.

Chase sintió un peso liberarse de sus hombros al absorber las palabras de Ryder. La incertidumbre comenzó a desvanecerse, sustituida por una renovada sensación de pertenencia. Su cola moviéndose y sus ojos brillantes expresaban su gratitud y aceptación de su aventura en continuo cambio.

"Ryder". Respondió Chase con lágrimas de felicidad.

Ambos fueron al estación de tren, y Chase vio como su amigo se iba otra vez.

Volvió a pasar otro mes sin Ryder en el cuartel, lo cual seguía siendo difícil para Chase. Dejarlo en la estación de tren era desmotivador.

Añoraba a Ryder, su risa, sus bromas, su amistad. Pero también se dio cuenta de que la ausencia de Ryder lo había hecho más fuerte, más resiliente en términos de rescate. Había aprendido a valerse por sí mismo, a enfrentar sus miedos y desafíos con determinación y valentía. Chase no podía evitar sonreír cuando pensaba en Ryder.

Recordaba cómo habían decorado juntos su casa para Navidad, cómo Ryder siempre se esforzaba por hacer que cada momento fuera especial. Chase extrañaba esos momentos. Pero sabía que Ryder estaba allá afuera, buscando nuevos miembros, y eso le daba una sensación de tranquilidad.

Aunque otro mes sin contratarse con ellos ya los empezó a preocupar.

"¿Cuándo fue la última vez que alguien vio a Ryder?" exclamó Chase, el cual ya estaba muy preocupado por la falta de noticias de su líder. Los demás miembros de Paw Patrol tampoco sabían dónde se encontraba. Todos estaban luchando por su dueño, pero era Chase quien se sentía más angustiado.

Rocky comenzó a rastrear el comunicador de Ryder lo más rápido posible. Skye hizo sus patrullajes en el aire. Rubble y Marshall se quedaron usando las herramientas del cuartel para encontrarlo. Y Chase buscó en casa en casa.

Llegó la noche y no había pistas de Ryder. Los cachorros estaban cansados. El operativo no sirvió de mucho. Ryder no había pisado Bahía Aventura en un mes. Todos se había ido a dormir. Todos menos Chase. El pastor alemán estaba decidido encontrar una pista sobre Ryder. Aunque el desvelo lo destruyó, lo siguió buscando.

El día siguiente Chase despertó en un lugar extraño. Era la ambulancia de Marshall. "Aparentemente alguien te reporto como un perro callejero a punto de morir". Mencionó Marshall.

"¿Y Ryder?" Preguntó el pastor alemán.

"Vamos a comunicarnos con los demás miembros para ver si alguien lo vio recientemente". Respondió Marshall, con su cara con preocupación por su amigo.

Cada llamada hecha due inútil. Se le llamó a todos. Desde Tracker hasta Liberty y ninguno supo responder la incógnita de dónde estaba Ryder.

Gracias a las llamadas se había extendido el rumor de que Ryder había desaparecido misteriosamente. Habían buscado en todas partes, desde Adventure Bay hasta las montañas nevadas cercanas, pero no había rastro del joven líder. Los cachorros estaba decidida a encontrarlo, sin importar cuánto tiempo les tomaría.

Chase se sentía culpable por no haberse dado cuenta antes de que algo andaba mal. Regresaba a su casita después de una dia de patrullaje y Ryder ya no estaba ahí. Había dejado una nota diciendo que iba a resolver un problema urgente en la ciudad Aventura, pero eso había sido hace 2 meses.

El pastor alemán no podía evitar preocuparse. Ryder era su mentor, su confidente y el lazo que los unía a todos los cachorros. Sin él, Paw Patrol parecía incompleta y sin rumbo.

Decidido a averiguar qué había sucedido, Chase se acercó a sus amigos. Marshall, Rubble, Rocky, Zuma y Skye también estaban llenos de incertidumbre y ansiedad. Cada uno tenía sus teorías sobre lo que podría haberle ocurrido a su amado dueño.

Juntos, idearon un plan para investigar a fondo la desaparición de Ryder. Se dividieron en grupos y empezaron a recorrer todos los lugares en busca de pistas. Chase estaba decidido a liderar la búsqueda, impulsado por la esperanza de encontrar a Ryder sano y salvo.

La vida de los cachorros estaba a punto de dar un giro inesperado mientras los cachorros buscaban al líder.

Había pasado más tiempo y todavía no había señales de Ryder. "¡No se lo pudo haber comido las piedras, tenemos que encontrarlo!".

"Chase, estamos descuidado los rescates a causa de encontrar a Ryder". Respondió Rocky.

"¡No me importa renunciar a Paw Patrol si eso significa recuperar a Ryder!". Exclamó Chase. El perro policial había caído en su desempeño.

Los cachorros de Paw Patrol vieron lejos al hombre del banco que había llamado a la puerta. Sus ojos se llenaron de asombro y confusión al escuchar su declaración.
"Hola. vinimos a desalojar alos residentes de esta torre. Chase se adelantó, con ls nariz arrugada y una mirada desafiante en sus ojos. "¿Desalojar? ¿Por qué?" preguntó tratando de
comprender la situacion.

El hombre del banco solto un suspiró pesado y sacudió la cabeza "No se ha pagado lo que se debe, señor Chase". Los residentes de esta torre han incumplido con los pagos de sus hipotecas y tristemente, henos llegado al punto en el que debemos tomar medidas". Los cachorros intercambiaron miradas nerviosas y soltaron un susurro colectivo.

No podían creer lo que estaban escuchando. Su hogar, el lugar donde habían crecido y
construido sus recuerdos más preciados, estaba en peligro de ser arrebatado.

Chase, el más valiente de los cachorros, dio un paso adelante. "¡Pero esto no puede ser! ¡Después de todo lo que hicimos por la gente! No podemos simplemente ser desalojados sin ningún tipo de advertencia. ¡Ryder les va a pagar cuando regrese".

El hombre del banco suspiró de nuevo, esta vez con una pizca de compasión en sus ojos."Comprendo que sea duro para ustedes, cachorros. Pero hemos agotado todas las opciones. Hermos enviado numerosas notificaciones y recordatorios de pago, pero lamentablemente, no ha habido respuesta. No nos
queda más remedio que tomar acción legal".

Los cachorros sintieron un nudo en el estómago mientras reflexionaban sobre sus acciones. Habían ignorado los avisos y habían postergado el pago de sus hipotecas con la esperanza de que todo se solucionara por sí solo. Ahora se enfrentaban a las consecuencias de sus decisiones.

¿Hay alguna forma de remediar esto? ¿Algún acuerdo que podamos hacer? No queremos dejar nuestro hogar". Dijo Skye.

El hombre del banco suspiró una vez más, pero esta vez con una pequeña chispa de esperanza. "Aunque estamos obligados a seguir adelante con el desalojo, aún existe una oportunidad para ustedes. Si pueden pagar lo que se les debe antes de la fecha límite, podemos reconsiderar la situación y trabajar en un plan de pago para evitar el desalojo.

Los cachorros semiraron entre sí, con una determinación renovada, decididos a salvar su hogar y mantener unido a su querida manada. Sabían que trabajarían juntos, que encontrarían una solución y harían todo lo posible para cumplir con sus obligaciones.

Pasó un año. Y los cachorros por mucho que se esforzaron, no lograron reunir la cantidad necesaria. La división y los conflictos entre ellos era algo cotidiano. Y Chase ya no era tan atentó con los rescates. Todos los dias iba al estación de trenes para ver si Ryder habia regresado. Todos los días investigaba algo que podría ayudar a encontrar a Ryder.

Chase se encontraba en la estación de trenes, esperando con ansias la llegada de Ryder. Desde su desaparición, Chase había asumido la responsabilidad de liderar a los cachorros en sus rescates y misiones, pero algo dentro de él se sentía vacío sin la presencia de su querido amigo.

Los días se habían vuelto monótonos y llenos de desafíos para los cachorros. La falta de recursos y la tensión entre ellos habían puesto a prueba su lealtad y determinación. La ausencia de Ryder se había convertido en una carga que pesaba sobre sus hombros.

En la estación de trenes, Chase se mantenía en silencio, observando los vagones que llegaban y partían. Cada vez que la puerta se abría, su corazón se aceleraba por un fugaz instante de emoción, pero al final, siempre se enfrentaba a la decepción de no ver a Ryder entre los pasajeros.

Con el tiempo, los demás cachorros comenzaron a notar el cambio en Chase. Antes, era el perro más atento y dedicado de todos, pero ahora parecía perdido y desmotivado. La unidad que una vez habían forjado entre ellos se estaba desmoronando lentamente.

Chase se rió al recordar lo absurdo de aquella situación. Chase también recordó cómo Ryder siempre se las arreglaba para hacer que las cosas funcionaran. Como cuando consiguió que le permitieran circular sin placas de matrícula.

Ryder siempre tenía una solución para todo, siempre encontraba una manera de sortear las dificultades. Chase era consciente de que la vida sin Ryder era diferente, pero también sabía que la amistad entre ellos era fuerte y duradera.

"Sé que te encontraré, sé que volveré a verte, sé que volverás". Dijo Chase parándose más firme.

En ese momento llegó la Alcaldesa Goodway. "Hola Chase, ya ha pasado un año". Preguntó la Alcaldesa amablemente, lo cual fue respondida por un mirada seria del pastor alemán.

"Sé que los van a desalojar, hicimos todo lo posible para ayudarles a mantener el crédito, lamentablemente algunas personas se queja de que se esté gastando mucho dinero en lujos para perros. Así que demuéstrales que Paw Patrol vale la pena".

El ambiente se volvió tenso mientras Chase procesaba las palabras de la Alcaldesa. Sabía que los miembros de los estaban en peligro de ser desalojados debido a las quejas de algunas personas sobre el gasto excesivo en lujos para perros.

Chase mantuvo su silencio hasta que lo rompió. "Después de todo lo que hicimos por ellos así nos pagan"

Chase se sentía frustrado y decepcionado por esta situación. Habían trabajado arduamente para proteger y servir a Adventure Bay, y ahora se enfrentaban a la posibilidad de ser separados y perder su hogar.

"A ustedes nunca les importamos, solo cuando necesitan que alguien le salven el culo es cuando se acuerdan de nosotros. Pero cuando somos nosotros los que lo necesitamos nos ignoran".

La Alcaldesa quedó intónica. Nunca había oído hablar tan grosera mente a un miembro de Paw Patrol. "Bueno Chase, quédate esperando a Ryder. Solo espero que tengas una larga vida". Dijo la Alcaldesa mientras sé fue.

Así fue como Chase se quedó esperando ahí. Llegó el invierno, la primera, el verano, el otoño, y el invierno otra vez. Y así se repitió el ciclo.

Una mañana soleada, una chica de pelo rubio llamada Katie hizo su aparición en la estación de trenes de Bahía Aventura. Era difícil reconocerla, ya que desde la última vez que estuvo allí, había pasado mucho tiempo y ahora era toda una mujer. Katie, la joven veterinaria que solía cuidar a Chase, el perro policial de la ciudad, había regresado a su querido hogar.

Mientras caminaba por las calles conocidas de Bahía Aventura, Katie se sentía nostálgica. Recordaba con cariño las veces que había atendido a los cachorros de Paw Patrol en su clínica veterinaria y cómo habían compartido innumerables aventuras juntos..

Aquel chico guapo, amable y valiente que siempre estaba dispuesto a llegar a nuevos lugares y ayudar a quienes lo necesitaban. Sin embargo, desde su partida, Katie había estado trabajando en diferentes partes del mundo, brindando cuidados veterinarios a animales en situaciones de emergencia.

Había viajado a países afectados por desastres naturales y conflictos, ofreciendo su experiencia y amor por los animales a aquellos que más lo necesitaban. Pero ahora, Katie había decidido tomarse un merecido descanso y regresar a Bahía Aventura, el lugar que siempre había considerado su hogar.

Estaba emocionada por reencontrarse con sus amigos y colegas en la clínica veterinaria local, así como con los habitantes de la ciudad que tanto apreciaban su dedicación y amor por los animales.

Al llegar a la clínica, Katie fue recibida con calidez por su colega y amigo de toda la vida, el Dr. Danny. ¿Quien diría que ese chico irresponsable se convertirá en clínico?

"¿Katie, en realidad eres tú?" Preguntó Danny asombrado. Fue a darle a su amiga un abrazo, la cual Katie respondió.

Juntos, recordaron las muchas historias de la clínica y cómo habían trabajado en equipo para salvar vidas y brindar cuidados a los animales de Bahía Aventura. Y de las veces Danny casi se mataba en su famosas acrobacias.

La noticia de que Katie había regresado rápidamente se extendió por la ciudad y los habitantes de Bahía Aventura estaban emocionados de tener de vuelta a su amada veterinaria.


La veterinaria hizo todo lo que tenía que hacer. Llegó al estación de trenes para irse hasta que vio alguien reconocido. Danny la miró. "Es el".

Katie se asombró. Las lágrimas comenzaron a caer a través de su mejilla. No lo podía creer. Lentamente se acercó al perro. "¿Chase?" Preguntó mientras acercó su mano para poder acariciar al perro. ¿Enserio, tu lo estás esperando?" El perro no contestó. "Pobre Chase. ¿Voy a ver si tienes una herida?"

Chase se mantuvo inmóvil ante la pregunta de Katie, su lealtad y amor por Ryder seguían siendo fuertes en su corazón. Sin embargo, el cachorro podía sentir la tristeza en la voz de su amiga veterinaria. Lentamente, acercó su cabeza hacia la mano de Katie, permitiendo que ella lo acariciara con ternura.

Las lágrimas de emoción continuaban deslizándose por las mejillas de Katie mientras examinaba a Chase en busca de posibles heridas. Aunque estaba aliviada al verlo allí, había algo en la mirada del perro que sugería que había pasado por muchos desafíos durante su espera en la estación de trenes.

Después de una revisión cuidadosa, Katie curó cualquier herida visible en Chase. Sin embargo, podía sentir la tristeza y la nostalgia en el aire.

Katie no podía evitar preguntarse qué había sucedido durante el tiempo en que Chase aguardaba en la estación. Ella estaba dispuesta a escuchar, a brindar apoyo y comprensión a su amigo peludo.

Pero Chase, en silencio, solo quería estar de regreso en casa, con su amigos unidos y enfocados en una misión. Aunque el dolor de no ver a Ryder se mantenía en su corazón, él sabía que el otros miembros de su equipo que necesitaban su ayuda y compañía los dejó a su suerte.

Pasaron las horas y el tren Katie llegó, dejando solo a Chase una vez más.

Chase se sentó nuevamente en el banco de la estación de tren, observando a la multitud de personas que pasaban apresuradas a su alrededor. Aunque la curación que había recibido lo ayudaba físicamente, no podía evitar sentir que ya no era el mismo cachorro enérgico que solía ser cuando comenzó esta rutina.

La vejez estaba cobrando su precio y Chase podía sentirlo en cada fibra de su ser. Ya no tenía la misma agilidad y vigor que solía tener.

Sus piernas se cansaban rápidamente y su espalda le recordaba constantemente que no era tan flexible como antes. Mientras reflexionaba sobre su estado físico, Chase recordó los días en los que la estación de tren era su lugar preferido. Solía esperar aquí con una sonrisa en su rostro, ansioso por reencontrarse con aquel ser querido. Pero ahora, se había
convertido en un simple recordatorio de los años que habian pasado.

Suspiró, pensando en todas las experiencias que había vivido a lo largo de su vida.

Había tenido amigos, perdidas y momnentos de gloria. Había viajado a lugares exóticos y había conocido a y personas fascinantes. Pero ahora, se encontraba solo eneste banco, rodeado de extraños que le miraban de forma de pena.

Aun así, Chase se negaba a rendirse. Aunque su cuerpo envejecía, su espiritu seguía siendo tan ardiente como siempre. Recordó las palabras de su Tío otis, quien le decía que la edad es solo un número y que uno es tan joven como se sienta en su interior.

Decidió que no dejaría que la vejez lo definiera. Aunque su energía no fuera la misma de antes, aún podía encontrar alegría y emoción en las pequeñas cosas de la vida. Siguió yendo la estación de tren todos los días, esperando a Ryder.

Mientras tanto en Ciudad Aventura.

Una mujer estaba a punto de confirmar algo que sospechaba durante años. "¿Seguro que es el?". Preguntó la ahora Gobernadora Goodway.

Si señora Gobernadora, el cuerpo lleva aquí 9 años. Nunca fue reconocido desde el día que vino. No sé cómo alguien famoso nunca fue reconocido durante tanto tiempo? Aunque ahora alguien por fin lo podrá reconocer". Dijo el forense destapado el cuerpo

Con esto la Gobernadora Goodway ya sabía que era hora de regresar a Bahía Aventura para ayudar a un amigo peludo. Aunque era invierno lo tenía que hacer.

A su vez el cachorro se acostó de nuevo en los arbustos del estación de trenes. En ese momento, Chase, un ejemplar adorable de pelaje brillante y ojos vivaces, recordó todos los momentos felices que pasó con Ryder, su fiel compañero humano. Su memoria, estaba llena de imágenes vívidas y sonidos alegres que compartió con Ryder.

Recordó el primer día que se encontraron, cuando Ryder, con una sonrisa cálida y acogedora, lo adoptó. Aquel día, el cachorro sintió por primera vez el calor de un hogar y el amor incondicional de su nuevo amigo. Ryder, con su mirada cariñosa y su actitud amable, se convirtió en su salvador y amigo.

Recordó las tardes que pasaron juntos en el parque, jugando a la pelota y corriendo por los prados verdes. El viento en su pelaje, la emoción de perseguir la pelota y la risa alegre de Ryder, todos estos recuerdos se agolpaban en su mente.

Recordó las noches en las que se acurrucaba junto a Ryder, disfrutando del calor y confort de su presencia. En esos momentos, se sentía seguro y amado, sabiendo que tenía a alguien que cuidaba de él.

Recordó las veces que Ryder le enseñó nuevos trucos policiales, con paciencia y amor. Cada vez que lograba aprender un nuevo comando, la alegría y el orgullo en los ojos de Ryder eran inolvidables.

También recordó los momentos difíciles, como cuando se enfermó y Ryder se quedó a su lado, cuidándolo y consolándolo. Siempre juntos en las buenas y en las malas. Como la vez que fueron rociados por el Zorrillo.

Chase al terminar sus recuerdos comenzó a llorar. "Ni siquiera pude decirle que lo amaba". Pensó el pastor alemán.

En ese instante Chase vio alguien en frente.

Era Ryder. "Ven amigo". Le dijo al pastor alemán mientras el se paralizó.

"¿¡Ryder!?" Susurró Chase llorando de la felicidad.

Cerró sus ojos sabiendo que sería la última vez que los tendría abiertos.

El Fin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro